Páginas

Mostrando las entradas con la etiqueta Sentimientos. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Sentimientos. Mostrar todas las entradas

sábado, junio 09, 2012

Razón de existencia de blog caduca

No sé por dónde empezar... Recorriendo estos siete años "al aire" en este blog... recordemos por qué comenzó:
Un trabajo en el que no me sentía reconocida, la planeación de la cabeza era pobre, así que había infinitos tiempos muertos. Mi frustración era tal, que tenía que desahogarla en forma de sarcasmos, berrinches hacia la pared (ésta pared), para poder controlar las emociones en el trabajo. Sí... desahogar frustraciones.

Hoy, la razón de ser de éste blog... por lo que empezó... caducó. No porque ya no esté frustrada de alguna situación... o "x"... sino que me acaban de informar hace unos minutos, que el tan "temido" Guajolote, al que le llamaba a este pobre hombre... falleció de un infarto esta mañana.

Me siento extraña. Muy consternada por su súbito fallecimiento, puesto que siempre había sido una persona "fuerte"... tal vez por eso su físico se desgastó... con apenas y aproximados 55 años de edad, se fue en un latido demasiado fuerte.

A la distancia y al tiempo lo veo tan, pero tan diferente: un señor que seguramente no estaba preparado para el puesto que desempeñaba, por lo que se estresaba así mismo y a los que estábamos a su alrededor. Es una pena que no le haya hecho caso a sus médicos, pues desde aquél entonces (2002 que empecé a trabajar con él) le dijeron que tomaba demasiado Dr. Pepper y comía demasiada carne roja. Padecía de gota y de presión arterial elevada, a pesar de que su complexión normal, era de buena condición.
Lo lamento por sus hijos, dos chicas en la universidad y un chico que seguramente comenzaría la preparatoria después del verano. También por su esposa, se veía que era una mujer sumamente paciente y amorosa.

Me siento rara, me siento mal... pero lo que sucedió, sucedió... y lástima... Sr. Guajolote, donde quiera que estés... llévatela tranquila, que los estreses ¡no valen la pena! descansa en paz... Tom M.

domingo, abril 29, 2012

Cansada y escurridiza


Después de huirle al hindú, porque al parecer requería mi presencia casi las 24 hrs del día para pasearlo, servirle de dama de compañía y traductora, decidí darle la patada en el trasero y darme el domingo para mi. Ese tío no entiende que el trabajo es de lunes a viernes y que el fin de semana es para tener privacidad y cada quién tiene su vida.

En fin. Estoy cansada, el faraón no me ha llamado para nada... así lo traen en la chamba. Me cuestiono mi existencia profesional y bueno. Hoy medio estudié para la certificación y en unos momentos regresaré a mi habitación a continuar estudiando.

En fin. Hoy nadé un ratillo en la clorada piscina. No lo vuelvo a hacer. Mi hicieron una manicura, todo en intentos de levantarme el ánimo.

Me retiro del aire.

lunes, marzo 26, 2012

Emociones Volcánicas

Estos últimos días verdaderamente han puesto a prueba mi paciencia. El sábado después de la clase de baile, el Faraón y yo fuimos a comprar la despensa. Después, pasamos al acupunturista. Tras prometer que ayudaría a que fluyera el Qi estancado en la pelvis y decir que el dolor desaparecería, salí de allí molida.
Llegando a casa apenas y me arrastré hasta la cama. Cero energía, dolor sordo en la pelvis izquierda, cansancio, irritabilidad, frustración, etc. El domingo todo el día con ese dolor sordo, que tal vez la acupuntura agudizó. Mi vientre bajo parecía un cubo de hielo, a pesar de la temperatura ambiente, la piel estaba súmamente fria. Mala señal, significa que la endo esta de regreso y de manera sumamente agresiva.

Tantas cosas surgen en mi mente: una operación más, ¿por qué a mi?, no otra vez, ¿habrá alguna cura?, ¿y si degenera en lo de mamá?, ¡ya basta!, ¿y si el faraón se harta de mi?, tengo que encontrar trabajo, ya me imagino los gastos médicos y yo sin trabajo; y yo que quería ver al OK...; falta mucho para el 4 de abril, tengo frío...


Cada pensamiento viene con su derroche de emoción y energía propia de la materia oscura del universo. Trato de ser positiva, pero ese agujero negro me "chupa" hacia el abismo.

Estoy sumamente irritable, siento que a la menor provocación voy a estallar... como el mega-volcán. No sé qué hacer, estoy muy triste, frustrada, me siento insegura y ya ni siquiera puedo llamarte. Mamá no sabes cómo me haces falta. Ya sé que tú me dirías que siguiera las indicaciones de aquél descabellado médico y que procediera con la cirugía completa. La verdad es que no quiero sufrir problemas de huesos a esta edad, todavía no es mi tiempo. Tuve una pequeña muestra de lo que sería el no contar con mis órganos, aquella vez que me dieron el Lupron. No quiero ser un monigote sin emociones, con una vida plana. Necesito sentirme viva, aunque esté histérica y no sepa qué hacer. No sé qué  hacer con mi vida, pero ya no quiero estar en este estado de desasosiego, sin ver la luz al final del túnel, con miedo de todo. Con miedo al miedo.

No me gusta estar emocional, me gusta un término medio... en el que existan emociones pero prudencia. Ni tan alocada, ni tan plana. Sé que he dado al traste a mi salud por no comer a mis horas. Seguro los niveles de estrógeno están por el aire. Ni hablar.

sábado, agosto 13, 2011

Desconocida

Es increíble cómo sólo una fotografía, pudiese traer tantos "des recuerdos", emociones encontradas e inseguridades juntas. Una compañera de la prepa/universidad plasmó en el "cara-libro" un momento que no recordaba.

Mil cosas pasaron por mi mente al ver aquél rostro que ni yo misma reconocí, ni su peinado, ni su maquillaje, ni su ropa... lo único que reconocí, fue el colguije egipcio en aquél delgado cuello. La niña guapa, de mirada triste e infraganti. Traté de hacer memoria, no me hallaba. Vi el contexto, las demás fotos en el álbum...

En aquél entonces, en casa se vivía una dictadura. Problemas con overkill por su adolescente comportamiento, la violencia física y psicológica de papá y su controlitis incontrolable, el temor de mamá, la inocencia de la peque... la eternamente triste Nefer. Se venían muchos cambios, en verano del año siguiente nos mudaríamos a Italia. No tenía ni idea de que unos pocos meses después, papá no estaría entre nosotros.

Mi tristeza era profunda, venía desde la infancia. Un padre egocéntrico, macho y controlador. Su familia criticona. Celoso extremista, en cada oportunidad hacía ver mis defectos físicos: dientes chuecos, "nariz de tu madre", boca de "piquito de pájaro", "nada por aquí, nada por allá", "pobre de mijita la feita". Más tarde me enteré que lo hacía para que yo no me ilusionara con el sexo opuesto y no tuviese novio, para no darle a papá preocupaciones.

Insegura y poco sociable deambulaba por aquellas aulas, a veces comportándome con la pedantería aprendida de mi padre, tratando de probar no se qué cosas. Enamorada platónicamente de uno de mis mejores amigos, vivía eternamente en drama por que "no me pelaba".

Mi mejor amiga de aquella época, exasperada, me decía que viera más allá de aquél crío, que no todo era eso. Ella sin embargo, " tenía problemas": sus padres le daban demasiada libertad y se sentía sola, con tanta libertad que no sabía qué hacer con ella. Nada sabía ella del encierro al que papá nos tenía sometidos. Mi escape y felicidad era estar en las aulas, rodeada de conocidos/desconocidos/amigos, etc., haciendo todo tipo de actividades extra curriculares, para estar el menor tiempo posible en casa.

En esa época, mi mejor amiga se la vivía en mi casa... después de clases y "granero" (donde hacíamos aerobicos o jazz en la escuela) venía a comer y nos la pasábamos toda la tarde platicando de mil cosas, moda, peinados, chismes, cómo sería nuestro futuro, qué tíos nos gustaban. Claro, todo esto, cuando papá no estaba. Y si papá llegaba, siempre vió su lado coquetón y simpático, como cuando estaba de buenas. Nunca vio su lado obscuro. Nunca hice nada por aclararle a ella la visión. Nadie tenía por qué saber cómo estaban las cosas en casa. Se supone que éramos cinco... "los cinco dedos de una mano que unidos en un puño, podrían vencer cualquier cosa" - como solía decirlo papá.

Hoy vi esa fotografía e incrédula, comenté que esa no era yo. Un par de amigos respondieron "claro que eres tú". Me di cuenta y reconocí algo que nunca hice: mi auto-estima en aquél entonces, estaba por los suelos. Joven y bella, con toda la vida por delante. Sin todas esas inseguridades tal vez mi vida sería otra. No puedo imaginar, pero pienso que de no haber vivido todo lo que viví, no habría aprendido tanto. Por algo pasan las cosas.

Después de todos estos recuerdos y sentimientos, veo la foto y me digo: que hermosa chica.

domingo, mayo 08, 2011

Serenidad

A pesar de algunos achaquitos, me siento serena...

Poco a poco recuperando la energía y muy pronto estaré a mi 100% tanto física como emocionalmente.

El Faraón y yo echados viendo tele, comiendo y leyendo en las respectivas computadoras... nunca me había sentido tan en paz.

jueves, septiembre 23, 2010

sábado, mayo 23, 2009

Mucho Looooove

No, no estoy enamorada, es solo un sentido de bienestar que viene de lo mas profundo de mi ser. Todo comenzo con una maniana de ejercicio ligero y meditacion... seguida de una sesion de acupuntura para librarme de algunos males.

Solo puedo decir que siento como una sobredosis de amor universal... creo que hasta podria besar a mi suegra!

(no, no tanto jajajaja)

martes, abril 22, 2008

Acepté

Y bueno, las negociaciones llegaron a su fin. Llegamos a un número razonable para ambas partes y en realidad todo fluyó bien desde el principio con esta empresa, cuyo campo me es totalmente nuevo. Comenzaré mis labores el día cinco de mayo...

°-|-°

Anoche tuve un altercado con el roomie, la ya desgastada retórica y me agotó física, emocional y mentalmente. No dormí bien y amanecí cansada, insegura y triste. Es difícil de aceptar el saber que uno no cuenta con nadie y que se está absolutamente sola. Aunque tenga apoyo incondicional familiar a distancia, la sensación de vacío es cruda.

A veces pienso que las cosas tienen remedio sin llegar a extremos, que la cordialidad puede ser "cómoda" o por lo menos llevadera, pero además de situaciones que no puedo comentar en este espacio, siempre hay hechos que continúan abriéndome los ojos y me recuerdan el por qué tengo que ser persistente, tomada esta decisión sólo queda sostenerla hasta el final y aceptar lo que no puedo cambiar. Acepto por ende, que esta situación no va a cambiar. Acepto que me equivoqué en toda la extensión de la palabra y lo único que me queda es aferrarme a lo que tengo: mi carrera y mi práctica... estar en buena salud y prepararme para el despegue.

Cinco años, siete meses, trece días, once horas, cincuenta y siete minutos y sus respectivos segundos y contando... (ay nanita! puros nones!... por cierto, tengo la tendencia de considerar los números pares de mejor augurio), de haberme permitido estar en un limbo mediocre en todos los aspectos, viviendo la vida de un extraño con costumbres, valores y metas muy diferentes a las mías y sin estructura. Extraño la estructura y la disciplina... y es hacia lo que me enfocaré de aquí hacia adelante.

Retomar mis abandonadas metas, gozar de una buena salud, para poder hacer de mi vida un papalote. Y hacerme a la idea de una vez por todas, que todo es un bastón psicológico... no necesito de una persona para sentirme "protegida", de una relación que no enriquece en ninguna forma (un enriquecimiento interno y recíproco, nada que ver con lo material).

Me tengo a mí misma y finalmente me he hecho compañía en éstos 5.7131157 años... incluyendo los años que llevo viva... aunque a veces quiero darme un par de castañazos... como si fuese una hermana que a veces me saca de quicio por su espíritu "fregativo". ...Sí... hay días que no me soporto.

lunes, febrero 11, 2008

Borodin

Creo que ésta pieza podría representar los alti-bajos en mi estado de ánimo en general...

Las danzas polovetzianas comienzan como con un tono tranquilo, bello, nostálgico... que podría representar mi estado de ánimo matutino. Después conforme pasa la mañana, la belleza, tranquilidad y nostalgia se convierten en melancolía, y es aquí donde te extraño tanto!, recuerdo cuando nos llevaste a Asia Central aquél verano de 83.

Fuimos a dar a aquél teatro y precisamente presenciamos El Príncipe Igor de Borodín. No recuerdo el nombre del teatro, pero recuerdo que en el intermedio te acercaste a una violinista con tu fluido ruso para charlar. Querías conseguir la afinación de aquellos nuevos instrumentos de reciente adquisición. El "Rubab" y el "Dutar". Terminamos en su pequeño departamento cenando con su esposo. Una velada que aún recuerdo.

Desde entonces adoro las danzas polovetzianas, pero no sabes cómo me hacen llorar. ¿Por qué te tuviste que ir tan pronto?... precisamente hoy mientras me bañaba pensaba en qué estaría haciendo ahora si estuvieses entre nosotros.

Yo creo que no estaría casada con un gringo... Estaría trabajando para tu empresa y probablemente dando conciertos de piano en aquella ciudad italiana. Y pensar que a los pocos años de tu partida, arrumbé el piano. Concluí la carrera, me di algunos tropezones personales y vine a dar aquí.

En fin... continuando y concluyendo el tono se vuelve determinante, fuerte, guerrillero, decisivo... y es como me siento en ocasiones.



Mikhail Fokine's choreography for the Polovtsian Dances by Borodin, as performed by the Kirov Opera and Ballet under Valery Gergiev.

miércoles, marzo 14, 2007

Compro, luego existo

Cuando ando inquieta o deprimida, me da por ir de compras. Aunque ésta vez fue porque necesitaba una nueva plancha, pues hace unas cuantas semanas la tiré accidentalmente y se le salió el agua por todas partes... aproveché para comprarme un jueguillo de bisutería para levantarme el ánimo, y alguno que otro "chuculuco" útil para acomodar cachivaches.

El caso es que cuando llego, me pregunto "y para qué?"... me entra culpa y una sarta de sentimientos encontrados y luego me digo, trabajo como burro para de vez en cuando darme mis gustos. Pero bueno...

Me dí un "descanso" de tres días y no he tocado material alguno de la maestría, después de una fuerte frustración conmigo misma durante el exámen. Tengo que hallar la forma de leer rápido, porque con ése "pequeño" detalle, no terminé. Aún no recibo los resultados, sólo espero librarla.

En fin...

miércoles, octubre 25, 2006

Cristal Obscuro

No me refiero a la película ochentera, sino al estado de ánimo que me ha estado azotando estos últimos días. Y ahora resulta que hasta los Hare Krishna andan dejándome mensajitos. Sólo tengo una respuesta por el momento. Váyanse con su felicidad por un tubo. Dejé de creer en la felicidad hace mucho tiempo.

Enclaustrada en mi departamento desde el sábado, saliendo sólo a trabajar (y por supuesto) a rentar mi serie favorita "Roswell" de finales de los 90's... puedo concluir bajo mi estado de ánimo presente y después de una dosis intensa de aquélla serie: EL AMOR APESTA.

Apesta por que lo extraño... extraño el sentir mariposas en el estómago, el misterio del cortejo, el clásico "me encanta!, le gustaré?, qué estará pensando de mi?, ahí viene!, me dió una rosa!, me habló por teléfono!" y la infinidad de emociones agradables que se suman a esas experiencias.

Pero bueno, a lo mejor me está azotando la crisis treintera... pero tengo hambre de sensaciones, de sentirme viva. Me han dicho tantas cosas en muchas épocas de mi vida: "tu le das sentido a la vida, conócete a ti mismo, si estás a gusto contigo, no importa el lugar, etc"...

Pero sólo puedo decir que estoy en el lugar, momento equivocados... y con dolor en el corazón y mente, podría casi asegurar que con la persona equivocada. No quiero tomar decisiones bajo un estado de ánimo, pero tengo que resolver pronto. No pueden pasar más años mientras la vida y tiempo me se van por los dedos.

Lo peor del caso es que no me siento con la energía suficiente para tomar decisiones, estoy en un estado de pasmo, pasividad, abulia y estúpida indulgencia extrema. Cada día que despierto, con un suspiro, un breve pensamiento recorre la matina: "uugghh otro día más".

Y a resumidas cuentas. Estoy harta. Cuándo terminará todo esto?

jueves, agosto 10, 2006

Interferencia Neuronal

Toda la mañana ha sido extraña. Aproximándose la hora de la comida, comencé a sentirme desesperada. No podía evitar bloquear imágenes que he estado "captando" de alguna parte.

De la nada vienen imágenes obscenas, que sólo me provocan un estado de extraña ensoñación, mi respiración es más corta que de costumbre (como cuando estás a punto de besarte con el ser más deseado) y el simple roce de mis piernas al caminar me está provocando serios problemas.

Llega la hora de la comida, rodeada de 4 hombres viejos y feos... lejos de la concentración en aquella plática chovinista y machista, mi mente viaja como si algo la estuviera dirigiendo. Trato de concentrarme, pero por más que trato, el idioma inglés me suena a ruso y no logro entender las gesticulaciones de los presentes.

Me hago la interesada en el tema (cualquiera que éste haya sido: terrorismo en Inglaterra, resultados del inventario, renta de caballos) hago el intento de escuchar... pero mi mente está ausente, secuestrada en alguna dimensión en la que la humedad y el calor se van apoderando de mi cuerpo. Imágenes de situaciones vividas o ajenas fluyen aceitosas, sonidos extraños y sensaciones, como flashazos, piel contra piel, labios cálidos y esponjosos, roces y caricias, como si mi mente hubiese sintonizado un canal de triple equis.

Mis manos heladas, mis ojos no tan abiertos como de costumbre, como hipnotizada. Sólo escuchaba a lo lejos mi nombre, a lo que desinteresada volteaba y en su tono extranjero, de mi boca sólo salía un "huh?"...

Subimos al coche y trato de cerrar mi mente... cierro los ojos y trato de meditar, pero no lo logro, ahora imágenes de tí se me vienen a la mente. En el presente de aquél pasado, besándonos, contando los minutos para estar a solas, tus manos sobre mi cuerpo y las mías sobre el tuyo, con voracidad, como si estuviéramos ante un banquete y éste fuera a desaparecer en cualquier minuto y no hay tiempo que perder. Una y otra vez, breves descansos. Imágenes de la puerta de aquella habitación, una vez cerrada, te avalanzas sobre mí, y en desesperación mutua tratamos de quitarnos la ropa.

Por fin llegamos a la oficina... el grupo se dispersa y yo, sigo inmerza en aquella tortuosa interferencia neuronal, me falta el aire, el abdómen se siente extraño y sólo pienso en la forma de deshacerme de estos pensamientos y sensaciones. Liberar o canalizar esta energía que orbita en mi vientre.