Nefer

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A petición del Judio, develo el "misterio" del por qué mi sitio tiene tema egipcio.

Desde pequeña, me llamó mucho la atención la cultura egipcia, jeroglíficos, esculturas, pirámides, el misterio que guardaba la historia en todos aquellos objetos que a lo largo del tiempo han sido descubiertos. Fue uno de los pocos temas que me interesaron de la materia de Historia Universal, que con aburrimiento y bostezos me sacaba el profesor Don Alberto...

Cuando entré a la preparatoria, presentamos uno de esos exámenes en los que definen tu personalidad y a lo que te podrías dedicar el resto de tus días. Además de salir alta en el oficio de "colocador de ladrillos" jajaja, que es uno de los que recuerdo que me dió mucha risa, salió la arqueología entre otras ganzadas.

Siempre tenía colguijes egipcios o anillos, me maquillaba con la famosa línea pronunciada en el párpado superior y hasta llegué a adoptar el politeísmo como una forma tonta de definir mi identidad, como es de esperarse en la pubertad.

Tal vez aquél viaje frustrado a Egipto años atrás con mis padres, todo por el aviso de una epidemia que azotaba aquél lugar en aquél tiempo. Terminamos yendo a lo que antes era la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, quedando en el olvido aquél sueño.

Tanto era mi fanatismo y obsesión por la cultura egipcia, la ridiculez de mi vestimenta ochentera y maquillaje en ocasiones, que llegó mi padre y en tonito burlesco:

papá: ...y tú qué... quién te crées o qué...
Nefer: soy Nefertiti
papá: serás Nefertiti Totonaca!! (soltando la carcajada)

Así que ni descendiente de totonacas, ni de descendencia egipcia, mexicana, capitalina, con una obsesión por "lo diferente".

Ya fallecido mi padre y sin escuchar aquél apodo con el que me bautizó hace ya algunos años, decidí adoptarlo para la creación de este espacio, suspirando por algún día cumplir el sueño de ir a Egipto, antes de que destruyan o se erosionen más aquellas bellas ruinas (y bueno, la situación mundial y tonta guerra no ayudan mucho que digamos...)

Y... en honor al recuerdo del viejito gruñón...