~ Cualquier parecido con la vida real, es mera coincidencia ~
La dama de rojo se encuentra sentada en aquél bar. Su vestido dibuja su entallada figura, amplias caderas, cintura de avispa.
El caballero se acerca a la barra y comienza la charla...
él: ¿buenas noches... se puede?
ella: ya sabes que siempre se puede, sólo que siempre te imaginas que te rechazarán...
él: ah bueno, te invito una copa
ella: qué te has hecho?
él: después de nuestra última reunión me casé
ella: sí, recuerdo tu invitación
él: ahora vivo en la china
ella: vaya, tan lejos... y ya dos hijas
él: sí... ¿cómo sabes?
ella: eso no importa, qué te has hecho
él: nada, me he estado escondiendo de ti...
ella: ya lo había notado... de hecho no te lo dije porque me quería hacer la macha
él: qué, dime
ella: aquella noche que nos fuimos a tomar la copa y que no llegué a casa, me preguntaste que cómo me había ido
él: sí? me dijiste que todo bien
ella: pues resulta que mi madre estaba con el alma en un hilo y mis pertenencias afuera de la puerta
él: ah si? yo pensé que te dejaban hacer lo que te diera la gana
ella: no, eso fue lo que te hice creer
él: vaya, de haberlo sabido
ella: de haber sabido qué?
él: nada... no importa, tal vez tu y yo estaríamos juntos ahora
ella: no lo creo, supe ver tu arrogancia a tiempo
él: arrogancia?
ella: sí, tu forma de tratar a las personas, no me agradó en lo absoluto y a pesar de tu físico, ése fue el detalle que me hizo abrir los ojos
él: vaya, nadie me lo había dicho
ella: bueno,... pues eso
él: y después de todos estos años, no te gustaría volver a empezar?
ella: lo dudo viejo, por algo en aquél entonces no se dió... y las segundas partes nunca son buenas
él: segunda parte? si ni siquiera hubo primera
ella: otra vez esa arrogancia, olvídalo.
ella se termina el trago y se retira... él atontado y admirado por la belleza de la dama de rojo se encoge de hombros, da unos tragos a su copa y se queda pensativo...
se dice así mismo "SOY UN IDIOTA".