En unos minutos más, me echo un regaderazo, tomo mi muda y me voy!!!!... 6 horas de caminito a Chicago para la celebración del nacimiento de Buda. Habrá un pequeño festival al que no llegaré, pero a las 6pm hay una cena coreana y ceremonia de linternas o algo así... será la primera vez que participo en una de ellas. Esta vez, avisé de última hora, porque con tanto ajetreo de trabajo, pensé que estaría cansadísima para hacer el viaje. Pero creo que es buen momento para ir...
Ten un bonito fin de semana, estimado lector.
Lapsus brutus, anécdotas, sueños, recuerdos, pensamientos, cuentos, exabruptos...
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sábado, mayo 17, 2008
miércoles, abril 16, 2008
Chicago después del retiro
Cuando concluyó el retiro, Sunim me preguntó que cuándo me iría, le comenté que más tarde... en ese momento preguntaron quién se quedaría a desayunar. Todos in excepción levantamos la mano. Nos comentaron que mientras preparaban el desayuno, cada quién hiciera ciertas actividades de limpieza.
Finalizando esas labores, nos enfilamos a servirnos y a sentarnos. Yo me iba a sentar desbalagada en cualquiera de las dos mesas, pero Sunim me llamó y me pidió que me sentara a su derecha. Nos tenía cerca a los que íbamos de lejos. A su izquierda estaba una señora que venía del templo de Michigan y a mi derecha una chica como de unos veinti-tantos también de aquél lugar. El resto de la mesa, otras personas unos voluntarios del templo y algunos nuevos. Entre ellos se encontraba una profesora de arte de alguna universidad de Chicago. Fue tan inmersa mi conversación con Sunim respondiendo a sus preguntas sobre mi familia y otras cosas... plática que no me dio tiempo de saber de qué se trataba aquella interesante charla sobre pintura y arte al otro extremo de la mesa.
Comentó S. que abrió un nuevo templo en NY en China Town., en los próximos meses se mudarán a algún lugar de Brooklin. Concluyó el desayuno, lavamos platos y S. me pidió que me quedara a los servicios de meditación de los domingos que comenzaría las 10:00am. Me "chuté" otra hora de meditación y luego dio una conmovedora plática expresando su profunda desilusión en la situación de China vs. Tíbet... nos comentó que el budismo en Asia había fracasado y pude observar cómo su barbilla comenzaba a temblar y su voz a cortar. Comentó que éste país (el del arbusto) era ejemplar y brevemente comentó sobre sus experiencias al llegar hace 40 años desde Corea en pleno movimiento hippy.
Describió la forma tan positiva en que vió cómo la juventud de aquél entonces luchaba por los ideales sin violencia. Entonces dijo, "éste, es un gran país". Luego comentó la importancia de propagar el Dharma (la práctica) para que la gente despertara a la conciencia de la no violencia, difícil cuando se vive en un mundo material y de intereses varios.
Instó a los presentes a comentar sobre el tema o hacer preguntas. Nadie quiso hacer comentarios. Luego, un hombre le cuestionó si no estaba ya politizando la práctica. Por que según él, los budistas toman un voto de desapego y en este caso le preguntaba si él estaba apegado a esa causa. S. le respondió, si lo ves así, entonces sí, apégame a la causa.
Luego comentó que él es un monje que vive en el mundo de constante cambio, es decir, en occidente y en la ciudad. Es su labor participar en él, porque dijo, "no soy un monje de montaña que renuncia al mundo y se vuelve hermitaño, yo soy doble monje, porque tengo esa parte hermitaña, pero participo activamente en este mundo para promover la paz, la no violencia. Por eso entiendo el predicamento del Dalai Lama, su preocupación por su pueblo-su apego, y vivir en paz en tiempos de guerra, no promovemos guerra, vemos por la no violencia".
Y después de alguna que otra pregunta no tan controvertida, concluyó la sesión. Eramos más de 30 personas.
Mientras caminábamos hacia afuera, S. me alcanzó y me dijo que no me fuera, que había junta de miembros y que era importante que participara. He sido miembro de su Sangha desde el 97, antes en México, ahora en Chicago.
Mientras esperábamos (pues sería a las 11:30am, la sesión de meditación y plática dominical duró una hora), conocí a algunas personas nuevas y otras no nuevas que no conocía. Entre ellas la directora de los servicios de inmigración de una sociedad no lucrativa (no recuerdo exactamente la organización), una maestra de la universidad de Michigan, estudiantes, etc.
Después pasó rápidamente S. y me dijo "M-Nefer en mi nombre budista"..."la junta se cambió para mañana porque nadie podía quedarse hoy, así que si quieres, puedes partir", luego siguió con su paso veloz hacia otro lugar y personas.
Yo quise esperar para poder hablar con él. Así que merodeé observando al grupo de niños en su sesión de pintura y lectura, donde pintaban una cartulina con flores de loto y un Buda al centro. Luego estuve inmersa en una conversación con algún estudiante de Chicago y luego volvió a pasar S. para invitarme a comer, que no me fuera todavía. En el ínter, fui a la tienda naturista a comprar algunas cosas como donativo y de regreso ya sólo quedaban pocas personas.
Cuando sólo quedábamos los estudiantes Dharma y yo, S. nos dijo que lo acompañáramos a comer. Así que nos fuimos en la camioneta de una de ellas (la foto de la entrada) y nos dirigimos a un restaurante coreano.
Ví a S. como cuando yo voy a un restaurante mexicano, hablando en su lengua natal y sumamente feliz. Comí un platillo que contenía arroz y diversos vegetales con una salsa un poco picante. S. ordenó unos platillos para picar, en los que se encontraba una verdura que parece gelatina. Olvidé su nombre. Todo me pareció muy sabroso y bueno, las otras tres personas no quisieron participar mucho en la prueba de alimentos.
Tuvimos charlas varias, en las que comenté sobre los ruidos de casa. Pensé que reirían o lo tomarían a broma, pero al contrario, recibí dos sugerencias: investigar si la casa que compramos de reciente construcción está en antiguo territorio indio y si estamos bajo una placa tectónica. Cosa que me pareció sumamente interesante, porque aquella vez que sentí que la casa se venía abajo, correspondió a la misma sensación que tuve en la nariz, de un temblor que presencié en Mexicali -trepidatorio-. Y sobre los ruidos de objetos que se caen etc, recomendaron investigar si estoy en antiguo territorio indio para proceder a hacer algún tipo de meditación o sesión especial.
Después de comer, regresamos al templo donde tuve una cálida despedida e incluso S. se paró a media calle en un crucero para que me cedieran el paso jajajaja... fue un bello fin de semana.
Finalizando esas labores, nos enfilamos a servirnos y a sentarnos. Yo me iba a sentar desbalagada en cualquiera de las dos mesas, pero Sunim me llamó y me pidió que me sentara a su derecha. Nos tenía cerca a los que íbamos de lejos. A su izquierda estaba una señora que venía del templo de Michigan y a mi derecha una chica como de unos veinti-tantos también de aquél lugar. El resto de la mesa, otras personas unos voluntarios del templo y algunos nuevos. Entre ellos se encontraba una profesora de arte de alguna universidad de Chicago. Fue tan inmersa mi conversación con Sunim respondiendo a sus preguntas sobre mi familia y otras cosas... plática que no me dio tiempo de saber de qué se trataba aquella interesante charla sobre pintura y arte al otro extremo de la mesa.
Comentó S. que abrió un nuevo templo en NY en China Town., en los próximos meses se mudarán a algún lugar de Brooklin. Concluyó el desayuno, lavamos platos y S. me pidió que me quedara a los servicios de meditación de los domingos que comenzaría las 10:00am. Me "chuté" otra hora de meditación y luego dio una conmovedora plática expresando su profunda desilusión en la situación de China vs. Tíbet... nos comentó que el budismo en Asia había fracasado y pude observar cómo su barbilla comenzaba a temblar y su voz a cortar. Comentó que éste país (el del arbusto) era ejemplar y brevemente comentó sobre sus experiencias al llegar hace 40 años desde Corea en pleno movimiento hippy.
Describió la forma tan positiva en que vió cómo la juventud de aquél entonces luchaba por los ideales sin violencia. Entonces dijo, "éste, es un gran país". Luego comentó la importancia de propagar el Dharma (la práctica) para que la gente despertara a la conciencia de la no violencia, difícil cuando se vive en un mundo material y de intereses varios.
Instó a los presentes a comentar sobre el tema o hacer preguntas. Nadie quiso hacer comentarios. Luego, un hombre le cuestionó si no estaba ya politizando la práctica. Por que según él, los budistas toman un voto de desapego y en este caso le preguntaba si él estaba apegado a esa causa. S. le respondió, si lo ves así, entonces sí, apégame a la causa.
Luego comentó que él es un monje que vive en el mundo de constante cambio, es decir, en occidente y en la ciudad. Es su labor participar en él, porque dijo, "no soy un monje de montaña que renuncia al mundo y se vuelve hermitaño, yo soy doble monje, porque tengo esa parte hermitaña, pero participo activamente en este mundo para promover la paz, la no violencia. Por eso entiendo el predicamento del Dalai Lama, su preocupación por su pueblo-su apego, y vivir en paz en tiempos de guerra, no promovemos guerra, vemos por la no violencia".
Y después de alguna que otra pregunta no tan controvertida, concluyó la sesión. Eramos más de 30 personas.
Mientras caminábamos hacia afuera, S. me alcanzó y me dijo que no me fuera, que había junta de miembros y que era importante que participara. He sido miembro de su Sangha desde el 97, antes en México, ahora en Chicago.
Mientras esperábamos (pues sería a las 11:30am, la sesión de meditación y plática dominical duró una hora), conocí a algunas personas nuevas y otras no nuevas que no conocía. Entre ellas la directora de los servicios de inmigración de una sociedad no lucrativa (no recuerdo exactamente la organización), una maestra de la universidad de Michigan, estudiantes, etc.
Después pasó rápidamente S. y me dijo "M-Nefer en mi nombre budista"..."la junta se cambió para mañana porque nadie podía quedarse hoy, así que si quieres, puedes partir", luego siguió con su paso veloz hacia otro lugar y personas.
Yo quise esperar para poder hablar con él. Así que merodeé observando al grupo de niños en su sesión de pintura y lectura, donde pintaban una cartulina con flores de loto y un Buda al centro. Luego estuve inmersa en una conversación con algún estudiante de Chicago y luego volvió a pasar S. para invitarme a comer, que no me fuera todavía. En el ínter, fui a la tienda naturista a comprar algunas cosas como donativo y de regreso ya sólo quedaban pocas personas.
Cuando sólo quedábamos los estudiantes Dharma y yo, S. nos dijo que lo acompañáramos a comer. Así que nos fuimos en la camioneta de una de ellas (la foto de la entrada) y nos dirigimos a un restaurante coreano.
Ví a S. como cuando yo voy a un restaurante mexicano, hablando en su lengua natal y sumamente feliz. Comí un platillo que contenía arroz y diversos vegetales con una salsa un poco picante. S. ordenó unos platillos para picar, en los que se encontraba una verdura que parece gelatina. Olvidé su nombre. Todo me pareció muy sabroso y bueno, las otras tres personas no quisieron participar mucho en la prueba de alimentos.
Tuvimos charlas varias, en las que comenté sobre los ruidos de casa. Pensé que reirían o lo tomarían a broma, pero al contrario, recibí dos sugerencias: investigar si la casa que compramos de reciente construcción está en antiguo territorio indio y si estamos bajo una placa tectónica. Cosa que me pareció sumamente interesante, porque aquella vez que sentí que la casa se venía abajo, correspondió a la misma sensación que tuve en la nariz, de un temblor que presencié en Mexicali -trepidatorio-. Y sobre los ruidos de objetos que se caen etc, recomendaron investigar si estoy en antiguo territorio indio para proceder a hacer algún tipo de meditación o sesión especial.
Después de comer, regresamos al templo donde tuve una cálida despedida e incluso S. se paró a media calle en un crucero para que me cedieran el paso jajajaja... fue un bello fin de semana.
lunes, abril 14, 2008
Chicago Parte 5
* esta entrada es un poco larga, tómate tu tiempo, léela o reléela cuando quieras *
(continúa del anterior)
Regreso a meditar y cuando me siento, suenan la campanilla indicando que concluyó esa sesión. Hay descanso, suspenden entrevistas y procedemos con 10 minutos de descanso para continuar al comedor.
Sirven quinoa con kale -no sé traducciones, es como una especie de grano minúsculo con una especie de col verde obscura que más parece acelga o espinaca, sopa de verduras y té.
Al limpiar el plato con el té y beberlo, piden que llevemos los platos a la cocina. Si el plato no está limpio, no lo recibirán (no se puede limpiar ni con servilleta, tiene que consumirse todo, esto es, mezclar los residuos con el té y tomárselo).
Entrego mis platos y procedo a descansar. Tenemos una hora de descanso físico, pero la mente sigue concentrada. Sigo con la nueva práctica que me dio S. Ahora no son las palabras koreanas. Son los cinco conceptos que me hizo repetir durante la entrevista. Me cuesta mucho trabajo concentrarme por el simple hecho de tratar de recordarlos todos. Batallé con los dos últimos. En automático me salían los tres primeros -que ya sabía de antes, sólo que al momento de la entrevista me quedé en blanco- ... los dos últimos me costaron un trabajo...
Después de la hora de descanso, subimos a correr a la sala del enorme Buda. La calefacción no funcionó en esa enorme sala con doble altura. Corriendo en calcetines en aquella hielera me ocasionó dolor de huesos. Me dije que no permitiría enfermarme y seguí concentrada. Me dolían los talones, las plantas, los dedos, tobillos, muñecas, empeines, corvas, rodillas (éstas en demasía al igual que la coyuntura de las piernas con la cadera)... la cadera, en especial el huesito de la nalga izquierda. Después de correr por un largo tiempo, caminamos rápidamente para ir disminuyendo la velocidad... una vez que disminuimos, regresamos a la sala de la planta baja, donde sí había calefacción y procedimos a caminar muy lentamente. Todos en fila india dando pasos con el mismo pie que el de enfrente. Llega un momento en que la concentración es tal, que sientes un hilo de energía que te une de las piernas hacia la persona de enfrente y la de atrás. Hay comunión con el suelo, con las piernas de terceros.
Llegamos al destino: el área de meditación. Otras sesiones más en las que no pude concentrarme para nada. La espalda me mataba, muñecas, rodillas y cadera con hueso "nalguíneo" izquierdo hecho talco.
A las 10 de la noche a dormir. Tuve sueños. No los recuerdo.
Domingo, cinco de la mañana y hago la rutina del sábado, bajo y soy igual que el día anterior, la primera en bajar (claro, para mí mentalmente eran las seis). Ejercitamos al igual que el sábado y comenzamos con las postraciones, meditación y cantos.
Llegó el final. Siete treinta y por primera vez en mucho tiempo sentí que apenas hasta entonces estaba en paz con mi cuerpo, sentada sin dolores y sin pensamientos. Y tristemente, concluyó.
S dio su última plática y después de hacer una sesión de preguntas y respuestas sólo dijo... "eso es todo". Nos quedamos a desayunar, para luego limpiar. Me tocó esta vez lavar mi baño y aspirar mi cuarto. Tan diminuto que lo hice muy rápido.
(continúa del anterior)
Regreso a meditar y cuando me siento, suenan la campanilla indicando que concluyó esa sesión. Hay descanso, suspenden entrevistas y procedemos con 10 minutos de descanso para continuar al comedor.
Sirven quinoa con kale -no sé traducciones, es como una especie de grano minúsculo con una especie de col verde obscura que más parece acelga o espinaca, sopa de verduras y té.
Al limpiar el plato con el té y beberlo, piden que llevemos los platos a la cocina. Si el plato no está limpio, no lo recibirán (no se puede limpiar ni con servilleta, tiene que consumirse todo, esto es, mezclar los residuos con el té y tomárselo).
Entrego mis platos y procedo a descansar. Tenemos una hora de descanso físico, pero la mente sigue concentrada. Sigo con la nueva práctica que me dio S. Ahora no son las palabras koreanas. Son los cinco conceptos que me hizo repetir durante la entrevista. Me cuesta mucho trabajo concentrarme por el simple hecho de tratar de recordarlos todos. Batallé con los dos últimos. En automático me salían los tres primeros -que ya sabía de antes, sólo que al momento de la entrevista me quedé en blanco- ... los dos últimos me costaron un trabajo...
Después de la hora de descanso, subimos a correr a la sala del enorme Buda. La calefacción no funcionó en esa enorme sala con doble altura. Corriendo en calcetines en aquella hielera me ocasionó dolor de huesos. Me dije que no permitiría enfermarme y seguí concentrada. Me dolían los talones, las plantas, los dedos, tobillos, muñecas, empeines, corvas, rodillas (éstas en demasía al igual que la coyuntura de las piernas con la cadera)... la cadera, en especial el huesito de la nalga izquierda. Después de correr por un largo tiempo, caminamos rápidamente para ir disminuyendo la velocidad... una vez que disminuimos, regresamos a la sala de la planta baja, donde sí había calefacción y procedimos a caminar muy lentamente. Todos en fila india dando pasos con el mismo pie que el de enfrente. Llega un momento en que la concentración es tal, que sientes un hilo de energía que te une de las piernas hacia la persona de enfrente y la de atrás. Hay comunión con el suelo, con las piernas de terceros.
Llegamos al destino: el área de meditación. Otras sesiones más en las que no pude concentrarme para nada. La espalda me mataba, muñecas, rodillas y cadera con hueso "nalguíneo" izquierdo hecho talco.
A las 10 de la noche a dormir. Tuve sueños. No los recuerdo.
Domingo, cinco de la mañana y hago la rutina del sábado, bajo y soy igual que el día anterior, la primera en bajar (claro, para mí mentalmente eran las seis). Ejercitamos al igual que el sábado y comenzamos con las postraciones, meditación y cantos.
Llegó el final. Siete treinta y por primera vez en mucho tiempo sentí que apenas hasta entonces estaba en paz con mi cuerpo, sentada sin dolores y sin pensamientos. Y tristemente, concluyó.
S dio su última plática y después de hacer una sesión de preguntas y respuestas sólo dijo... "eso es todo". Nos quedamos a desayunar, para luego limpiar. Me tocó esta vez lavar mi baño y aspirar mi cuarto. Tan diminuto que lo hice muy rápido.
Chicago Parte 4
* anticipo que esta entrada es larga, así que tómate tu tiempo y léela cuando quieras *
(sigue del anterior)
La entrevista
Nos alineamos en la puerta. Uno a uno esperamos turnos el sonido de la campana indica que suba uno. Cuando termina con uno, suena por segunda vez la campana y el siguiente sube. Corro al segundo piso a la oficina de S. quien me espera sentado en loto sobre su cojín. Cierro silenciosamente la puerta y me siento frente a él en el cojín correspondiente.
S: Nefer -en mi nombre busdista- dime cuál es tu práctica...
N: hana... hasta kon. (Es una lista de palabras que él me dió en koreano... después de algún tiempo me hizo saber que eran los números del uno al cinco, pero que no era necesario que supiera el significado porque la mente lo sabría de todos modos).
S: A ver... Hanaaaaaaa (respirando profundo y esperando a que lo hiciéramos juntos)... ... kon...
S: Nefer! (en tono energético y fuerte) ¡Qué es meditación!
N: CONCENTRACIÓN
S: ¡Qué es concentración!
N: ( me quedé en blanco y lo miré con cara de boba)
S: ¡¿ya lo olvidaste?!... concentración es unidad... a ver otra vez... ¿qué es meditación?
N: concentración...
S: qué es concentración?
N: unidad...
S: qué es unidad?
N: no principio, no fin
S: ¡NO! no nacimiento, no muerte... a ver otra vez... ¿qué es meditación?...
(me hizo repetir hasta esto último para proseguir...) ¿qué es no nacimiento, no muerte?
N: (en blanco)
S: el verdadero ser, experiencia del propio ser, de la propia presencia (true suchness, es el término más aproximado que encontré en español)... a ver de nuevo...
Repetí todo hasta ese momento y concluyó... -lo pondré en inglés para no perder en interpretación-
"M... (nefer budista), this will be your practice... in two parts. Meditation is your practice to gain concentration. There are two parts as well... the inner part, and the external part. The inner part must remain intact, no matter what the circumstances, remember that the external part will always change, nothing is permanent... Once you are concentrated, that is, no thoughts, you will gain oneness. This three things are the most important. The rest will follow. Keep your practice, meditate on this five aspects.
Whenever you feel angry or upset, remember that you have to accept what you cannot change.
Therefore, meditation is concentration, concentration is oneness, oneness is no birth, no death and no birth no death is true suchness".
Nos hacemos reverencia mutua, toca la campana y me pide que deje la puerta abierta. Toca por segunda vez, sube la otra persona.
(sigue del anterior)
La entrevista
Nos alineamos en la puerta. Uno a uno esperamos turnos el sonido de la campana indica que suba uno. Cuando termina con uno, suena por segunda vez la campana y el siguiente sube. Corro al segundo piso a la oficina de S. quien me espera sentado en loto sobre su cojín. Cierro silenciosamente la puerta y me siento frente a él en el cojín correspondiente.
S: Nefer -en mi nombre busdista- dime cuál es tu práctica...
N: hana... hasta kon. (Es una lista de palabras que él me dió en koreano... después de algún tiempo me hizo saber que eran los números del uno al cinco, pero que no era necesario que supiera el significado porque la mente lo sabría de todos modos).
S: A ver... Hanaaaaaaa (respirando profundo y esperando a que lo hiciéramos juntos)... ... kon...
S: Nefer! (en tono energético y fuerte) ¡Qué es meditación!
N: CONCENTRACIÓN
S: ¡Qué es concentración!
N: ( me quedé en blanco y lo miré con cara de boba)
S: ¡¿ya lo olvidaste?!... concentración es unidad... a ver otra vez... ¿qué es meditación?
N: concentración...
S: qué es concentración?
N: unidad...
S: qué es unidad?
N: no principio, no fin
S: ¡NO! no nacimiento, no muerte... a ver otra vez... ¿qué es meditación?...
(me hizo repetir hasta esto último para proseguir...) ¿qué es no nacimiento, no muerte?
N: (en blanco)
S: el verdadero ser, experiencia del propio ser, de la propia presencia (true suchness, es el término más aproximado que encontré en español)... a ver de nuevo...
Repetí todo hasta ese momento y concluyó... -lo pondré en inglés para no perder en interpretación-
"M... (nefer budista), this will be your practice... in two parts. Meditation is your practice to gain concentration. There are two parts as well... the inner part, and the external part. The inner part must remain intact, no matter what the circumstances, remember that the external part will always change, nothing is permanent... Once you are concentrated, that is, no thoughts, you will gain oneness. This three things are the most important. The rest will follow. Keep your practice, meditate on this five aspects.
Whenever you feel angry or upset, remember that you have to accept what you cannot change.
Therefore, meditation is concentration, concentration is oneness, oneness is no birth, no death and no birth no death is true suchness".
Nos hacemos reverencia mutua, toca la campana y me pide que deje la puerta abierta. Toca por segunda vez, sube la otra persona.
Chicago Parte 3
* anticipo que esta entrada es larga, así que tómate tu tiempo y léela cuando quieras *
Caminamos en silencio y en fila. En la barra de la cocina que da hacia el comedor, hay diversos platones con cereales, arroz con frijoles y manzana, yogurth natural, leche de soya, naranja, plátano y té.
Cada quién toma un pequeño tazón, se sirve uno libremente lo que gusta siempre y cuando no deje sobras. Es recomendable, servirse una porción pequeña y después repetir... porque una vez que te sirves, te tienes que acabar todo.
Antes de comer, esperamos a que todos estén sentados y se toca una campanilla. Hacemos reverencia y tomamos el platón entre las manos y reconocemos los alimentos. Implícitamente se considera a todo ser humano o animal que contribuyó al alimento que está en nuestras manos, agradeciendo.
Comenzamos a comer tranquilamente. Saboreando cada alimento y continuando con la práctica. La práctica está conformada a parte de la respiración y ecuanimidad, por una frase o pequeñas palabras que mantienen la mente concentrada y no haya pensamientos intrusos.
Una vez que se termina de comer, se sirve té en el tazón y se limpia sin hacer ruido con la cuchara, cualquier partícula de comida, para que todo se vaya al tomar el té. No desperdiciar.
Tuvimos una sesión de descanso y comenzó la sesión de trabajo. Habían papelitos con las actividades que se tenían que hacer.
Tomé el primer papelito que decía "zacudir el altar del segundo piso, zacudir el piano que por cierto, está muy sucio".
Subí y me dí a la tarea y comencé por el altar, pero como un tío andaba aspirando, decidí hacer una pausa para mejor zacudir el piano. No hay tarea más bella que la de limpiar un piano. Para mi sorpresa, en la caja de las cuerdas se encontraba una muñeca de tela muy vieja. Yo creo que ni los del templo sabían de la existencia de la muñeca. La saqué y continué con mi labor.
Después de limpiar, inició otra sesión de meditación. Tres postraciones y luego cada quien a su lugar. No me pude concentrar. Me concentraba por algunos minutos y luego mi mente se dio a la vagancia para luego retornar de vez en cuando.
Entre meditaciones, también hacíamos carreras en el salón del segundo piso, con el enorme Buda al fondo, luego caminatas, hasta reducir la velocidad y caminar sumamente despacio continuando con la práctica.
Mientras meditábamos, llamaron a entrevistas.
Caminamos en silencio y en fila. En la barra de la cocina que da hacia el comedor, hay diversos platones con cereales, arroz con frijoles y manzana, yogurth natural, leche de soya, naranja, plátano y té.
Cada quién toma un pequeño tazón, se sirve uno libremente lo que gusta siempre y cuando no deje sobras. Es recomendable, servirse una porción pequeña y después repetir... porque una vez que te sirves, te tienes que acabar todo.
Antes de comer, esperamos a que todos estén sentados y se toca una campanilla. Hacemos reverencia y tomamos el platón entre las manos y reconocemos los alimentos. Implícitamente se considera a todo ser humano o animal que contribuyó al alimento que está en nuestras manos, agradeciendo.
Comenzamos a comer tranquilamente. Saboreando cada alimento y continuando con la práctica. La práctica está conformada a parte de la respiración y ecuanimidad, por una frase o pequeñas palabras que mantienen la mente concentrada y no haya pensamientos intrusos.
Una vez que se termina de comer, se sirve té en el tazón y se limpia sin hacer ruido con la cuchara, cualquier partícula de comida, para que todo se vaya al tomar el té. No desperdiciar.
Tuvimos una sesión de descanso y comenzó la sesión de trabajo. Habían papelitos con las actividades que se tenían que hacer.
Tomé el primer papelito que decía "zacudir el altar del segundo piso, zacudir el piano que por cierto, está muy sucio".
Subí y me dí a la tarea y comencé por el altar, pero como un tío andaba aspirando, decidí hacer una pausa para mejor zacudir el piano. No hay tarea más bella que la de limpiar un piano. Para mi sorpresa, en la caja de las cuerdas se encontraba una muñeca de tela muy vieja. Yo creo que ni los del templo sabían de la existencia de la muñeca. La saqué y continué con mi labor.
Después de limpiar, inició otra sesión de meditación. Tres postraciones y luego cada quien a su lugar. No me pude concentrar. Me concentraba por algunos minutos y luego mi mente se dio a la vagancia para luego retornar de vez en cuando.
Entre meditaciones, también hacíamos carreras en el salón del segundo piso, con el enorme Buda al fondo, luego caminatas, hasta reducir la velocidad y caminar sumamente despacio continuando con la práctica.
Mientras meditábamos, llamaron a entrevistas.
Chicago Parte 2
* anticipo que esta entrada es larga, así que tómate tu tiempo y léela cuando quieras *
(ver anterior)...
Bx Comenzó a tocar el Moktak y todos comenzaron a bajar las escaleras. Nos pusimos los zapatos deportivos, las chamarras y salimos a estirarnos a la banqueta. Después de unos 5 minutos de estiramientos, comenzamos a trotar alrededor de la manzana.
Pensé que después de dos meses de hacer ejercicios regularmente, estaría lista para el retiro. Otra vez, me equivoqué. A media manzana mis pulmones no daban para más y tuve que bajar el ritmo. Llegué caminando rápidamente... la última.
Nos quitamos los zapatos, colgamos chamarras y nos dirigimos a la sala, cruzamos hacia la barra de la cocina para tomar té caliente de maíz o agua al tiempo. Descansamos unos 10 minutos y nos dirigieron a la sección de meditación. Sunim se nos unió y comenzamos con las postraciones, otra vez 36 -no 108!-... (a estos gringos Sunim los tiene muy consentidos)...
Terminando las postraciones, comenzaron los 30 minutos en Zazen (sentados). La mente está fresca y viva después de semejante corrida, los pulmones y cerebro oxigenados. En lo personal, es mi mejor momento para meditar. Comienzo con las respiraciones profundas y comienza la concentración.
Pasó la media hora -que pareció una eternidad- y 10 minutos de descanso. Otra sesión de 30 minutos, en la que ahora, pensamientos iban y venían. Venía todo lo que sucedió desde Noviembre, las mentiras, las traiciones, y sólo lo observé sin analizar y lo dejé ir. A veces, mi mente necia volvía con sus sandeces.
Llegó el fin de la primera parte (las 2 sesiones matutinas de meditación) y S dió su plática.
Concluyó con una reverencia, arreglamos cojines y colchonetas, hicimos las 3 postraciones de rigor y nos encaminamos al comedor para tomar el desayuno.
(ver anterior)...
Bx Comenzó a tocar el Moktak y todos comenzaron a bajar las escaleras. Nos pusimos los zapatos deportivos, las chamarras y salimos a estirarnos a la banqueta. Después de unos 5 minutos de estiramientos, comenzamos a trotar alrededor de la manzana.
Pensé que después de dos meses de hacer ejercicios regularmente, estaría lista para el retiro. Otra vez, me equivoqué. A media manzana mis pulmones no daban para más y tuve que bajar el ritmo. Llegué caminando rápidamente... la última.
Nos quitamos los zapatos, colgamos chamarras y nos dirigimos a la sala, cruzamos hacia la barra de la cocina para tomar té caliente de maíz o agua al tiempo. Descansamos unos 10 minutos y nos dirigieron a la sección de meditación. Sunim se nos unió y comenzamos con las postraciones, otra vez 36 -no 108!-... (a estos gringos Sunim los tiene muy consentidos)...
Terminando las postraciones, comenzaron los 30 minutos en Zazen (sentados). La mente está fresca y viva después de semejante corrida, los pulmones y cerebro oxigenados. En lo personal, es mi mejor momento para meditar. Comienzo con las respiraciones profundas y comienza la concentración.
Pasó la media hora -que pareció una eternidad- y 10 minutos de descanso. Otra sesión de 30 minutos, en la que ahora, pensamientos iban y venían. Venía todo lo que sucedió desde Noviembre, las mentiras, las traiciones, y sólo lo observé sin analizar y lo dejé ir. A veces, mi mente necia volvía con sus sandeces.
Llegó el fin de la primera parte (las 2 sesiones matutinas de meditación) y S dió su plática.
"Fuego, humo, agua, luna...
Los pensamientos se queman y el humo son los pensamientos que se van dispersando, para ver con claridad el reflejo de la luna sobre el agua... es una frase que utilizó un monje hace más de mil años...
Sentarse tranquila y quietamente, es estar en unidad con la naturaleza, con la tierra, los árboles, las piedras... el inhalar y exhalar nos pone en unidad con todos los seres vivos...
-dirigiéndose a mí, sin siquiera haberle dicho nada acerca de mi situación, dijo-
... tal vez pases por momentos difíciles... una separación, un divorcio... te quedaste sin trabajo... o estás deprimido, -dirigiéndose a los demás- o simplemente necesitas retirarte de lo mundano... este momento es ahora... aquí, está contigo mismo, deja todo lo que traigas fuera. Este es el momento para estar contigo mismo.
Noto que la mayoría cierra los ojos al meditar, meditación con ojos cerrados es soñar despierto. Los ojos deben permanecer a media asta. Con el cuerpo herguido, la cabeza al frente, los ojos van en dirección hacia la punta de la nariz y hacia abajo mirando al suelo. -esto ya lo sabía, solo que, a veces se cansan y automáticamente se cierran-.
Algunos de ustedes tendrán muchos pensamientos. Este proceso es duro. No se desanimen, el estar en silencio es difícil para algunos y el no pensamiento muy duro. Duro porque la mente divaga y los pensamientos perturban. Déjalos ir, está bien tenerlos, sólo obsérvalos y déjalos ir.
La meditación es terapia gratuita. Un monje decía "hay que saber cruzar el agua, cuando el puente ha caído, hay que saber siempre regresar a casa"... no importa por lo que estés pasando, tú estás intacto, tu naturaleza está intacta, lo externo siempre cambia. Pase lo que pase, confía en ti mismo y sabrás siempre regresar a casa.
Meditación es auto ayuda. Ayúdate a ti mismo. Eso, es lo que vas a aprender, a ayudarte a ti mismo".
Concluyó con una reverencia, arreglamos cojines y colchonetas, hicimos las 3 postraciones de rigor y nos encaminamos al comedor para tomar el desayuno.
Chicago Parte I
* anticipo que esta entrada es larga, así que tómate tu tiempo y léela cuando quieras *
El jueves por la noche al fin me habló una persona del templo para contestar mi ansiada pregunta de los varios mensajes que dejé en la contestadora... "todavía alcanzo lugar para el retiro?", hicieron el cargo a mi tarjeta y aquella simpática voz me dijo que llevara un "sleeping bag" y una pequeña toalla, así como ropa cómoda. Luego me preguntó si era la primera vez que iba a un retiro. Le comenté que no y brevemente que conocía a Sunim desde el 97 -la gente que permanece en el templo no es siempre la misma, así que hay que estarse presentando cada vez-.
Así que rompí mi viciada rutina y me escapé el viernes al retiro de meditación Zen en el corazón de Chicago.
Seis horas manejando que me dejaron los huesitos de la retaguardia en callo. Salí a la 1:30pm hora del este. Amenazaban en aquél lugar de internet que nevaría en el camino. Afortunadamente no. Mucho viento, pero un bello cielo azul con nubes pasajeras.
En esta ocasión, no prendí el radio, ni el cd, ni el cassette. Preparándome desde el inicio del día, procuré comenzar a entrar en un estado aunque no metitativo aún, al menos silencioso y tranquilo.
Debo admitir que en algún lugar en Indiana, le menté unas cuantas a alguien que venía encimando su auto al mío. Sí, reaccioné pronto, respiré profundo y dejé ir el exabrupto.
Llegando a Chicago, cantaba victoria porque había hecho 5 horas. Nunca hay que cantar victoria y hay que recordar que los factores externos siempre cambian. Nada es permanente. Así que hay que ir mejor sin expectativas. Yo llevaba una: llegar al templo en 5 horas y 8 minutos, hora estimada de mapquest.
En la 94 Oeste, me topé con tráfico. Cerraron las vías veloces porque hubo un aparatoso accidente. Al entrar a Ilinois, empezó a llover, así que seguramente hubo un resbalón y un par de coches quedaron hechos acordeón.
Llegué cerca del templo a las 6:30pm hora local, hice una parada en la tienda naturista para hacerle un pequeño obsequio a Sunim, pero entré y la distribución de la tienda muy diferente a las de la misma cadena en los lugares conocidos. Sentí ansiedad porque no llegaría a tiempo, así que decidí partir hacia el Templo.
Llegué encarrerada y quise abrir la puerta intempestivamente, olvidaba que mantienen la puerta cerrada por dentro. El timbre, tiene una etiqueta que dice "Be patient". Así que sólo toqué una vez y sin dejar el dedo presionando el botoncito.
Una dulce damicela me abrió la puerta y me recibió con una reverencia, con las manos en "japchang" unidas las palmas frente a la cara. La reverencia fue recíproca.
Me quité los zapatos y los puse cuidadosamente en el zapatero izquierdo, que es destinado para las mujeres. Hay uno a la derecha para el sexo opuesto.
Inmediatamente llegó la profesora Dharma en turno y tomó mis pertenencias, sin dejar que cargara yo nada. Le agradecí el gesto y subimos las escaleras hasta el cuarto piso. Allí, observé que habían colchonetas alineadas en el suelo. Yo esperaba ser asignada una de ellas, pero esta vez me sorprendí. Al fondo, había una pequeña habitación con su baño incluido, un pedazo de privacidad. La profesora Dharma puso mis cosas a un lado del pequeño y viejo ropero y me indicó que ésta sería mi alcoba.
Le agradecí con una reverencia y me dijo que el retiro comenzaría a las 7pm. Mientras, tenía tiempo para hacer lo que quisiera.
Es importante aclarar, que ya había estado en un retiro. No de dos días, pero de 5. Normalmente te asignan un lugar para dormir y hay un baño común. Hacemos voto de silencio. Los días empiezan a las 5am, sale uno a la intemperie a lavarse con agua fría y luego se viste uno y hace ejercicios, para luego continuar con la sesión de meditación. Así que iba preparada para todo ello.
Acomodé mis cosas en el ropero y me dirigí a la planta baja, donde sólo había unas tres o cuatro personas. Recuerdo que mientras subíamos las largas escaleras, le pregunté a K1 si había mucha gente. Me dijo "heavens no!". Y yo que pensaba que era la última en llegar y que aquello estaría saturadísimo (en México, normalmente los retiros se saturan).
Procedí a la sala y comencé a caminar en silencio. Miraba hacia la puerta y en un momento inesperado, entró Sunim en su ropa hermitaña y con una voz muy alta y emocionada: "Nefer!!!" -en mi nombre budista-, qué gusto verte. Me dijeron que venías y me dió un gustazo. Estaba por llamarte y qué alegría, aquí estás.
Es difícil evitarlo. Pero la gente me llega por el corazón. Soy una corazón de alcachofa. Me dió mucho gusto también y nos dimos un cálido abrazo. Luego me dijo que después hablaríamos, con su ágil y animado paso, se retiró hacia la cocina.
Un poco después de las siete, nos encaminamos hacia el área de meditación en la misma sala, pero en otra sección. Pusieron un pequeño altar y habían 15 zafus y zafutones acomodados alrededor de la sección y algunas sillas al fondo.
Sunim cruzó la sala y desapareció en la obscuridad. La profesora Dharma (a quién de ahora en adelante nombraré como Kx, dió las instrucciones del retiro y preguntó si había dudas. Al dar por hecho todo, no puse completa atención, así que asumí que todo sería igual.
Kx asignó los lugares. Cuando en México voy al retiro, siempre quedaba lejos del altar, junto a la puerta o en el lugar más lejano. Se les daba prioridad a los que meditaban con regularidad o a los estudiantes Dharma que Sunim preparaba. No soy estudiante Dharma y aunque medito con regularidad o al menos trato, lo hago en casa. Estoy muy lejos del templo y hacía un año que visité Chicago y sólo por un par de días.
Las colchonetas y cojines de meditación son color café y sólo los de Sunim son azules. Kx me pidió que tomara el tercer lugar al lado izquierdo de Sunim, así que él y yo quedaríamos casi rodilla a rodilla a contra esquina, a un par de pasos. Dos personas a mi derecha (estudiantes Dharma) y los demás hacia la izquierda en escuadra formando un cuadro.
Comenzamos con postraciones. Para mi sorpresa sólo fueron 36, no 108. Nos sentamos por sesiones de media hora, con descansos de 10 minutos y nos retiramos a dormir a las 10pm.
La práctica de meditación no termina a las 10pm. Mientras uno se prepara para dormir, continúa con la práctica y se duerme con la práctica. Por primera vez en mucho tiempo, no soñé.
Mi cuerpo me despertó a las 4.50am hora de Chicago, me senté en la cama e hice la reverencia de rigor. Doblé mis cobijas, acomodé mi almohada y me preparé psicológicamente para las restregadas de agua fría. La temperatura en Chicago el fin de semana fue de 32°F, 0°C. Como imaginé que no saldríamos a la calle desnudos, me desvestí y dirigí a la regadera. Para mi sorpresa, el agua estaba tibia. En México, cuando hay regaderas, quitan el calentador y el agua es helada, por si algún vivo se quiere bañar, lo haga de todas formas con agua fría.
Me sentí un poco perturbada, porque sabía que no debía usar agua caliente, así que al agua tibia, aproveché unos breves instantes para entrar gradualmente a lo frío. Al final, rápidamente abrí la fría y me dí las frotaciones de rigor.
Salí hecha un témpano y me vestí. Bajé a la sala poco antes de las 6. Era la única persona y Bx una estudiante Dharma que se preparaba para tocar el Moktak, para despertar a los demás.
El jueves por la noche al fin me habló una persona del templo para contestar mi ansiada pregunta de los varios mensajes que dejé en la contestadora... "todavía alcanzo lugar para el retiro?", hicieron el cargo a mi tarjeta y aquella simpática voz me dijo que llevara un "sleeping bag" y una pequeña toalla, así como ropa cómoda. Luego me preguntó si era la primera vez que iba a un retiro. Le comenté que no y brevemente que conocía a Sunim desde el 97 -la gente que permanece en el templo no es siempre la misma, así que hay que estarse presentando cada vez-.
Así que rompí mi viciada rutina y me escapé el viernes al retiro de meditación Zen en el corazón de Chicago.
Seis horas manejando que me dejaron los huesitos de la retaguardia en callo. Salí a la 1:30pm hora del este. Amenazaban en aquél lugar de internet que nevaría en el camino. Afortunadamente no. Mucho viento, pero un bello cielo azul con nubes pasajeras.
En esta ocasión, no prendí el radio, ni el cd, ni el cassette. Preparándome desde el inicio del día, procuré comenzar a entrar en un estado aunque no metitativo aún, al menos silencioso y tranquilo.
Debo admitir que en algún lugar en Indiana, le menté unas cuantas a alguien que venía encimando su auto al mío. Sí, reaccioné pronto, respiré profundo y dejé ir el exabrupto.
Llegando a Chicago, cantaba victoria porque había hecho 5 horas. Nunca hay que cantar victoria y hay que recordar que los factores externos siempre cambian. Nada es permanente. Así que hay que ir mejor sin expectativas. Yo llevaba una: llegar al templo en 5 horas y 8 minutos, hora estimada de mapquest.
En la 94 Oeste, me topé con tráfico. Cerraron las vías veloces porque hubo un aparatoso accidente. Al entrar a Ilinois, empezó a llover, así que seguramente hubo un resbalón y un par de coches quedaron hechos acordeón.
Llegué cerca del templo a las 6:30pm hora local, hice una parada en la tienda naturista para hacerle un pequeño obsequio a Sunim, pero entré y la distribución de la tienda muy diferente a las de la misma cadena en los lugares conocidos. Sentí ansiedad porque no llegaría a tiempo, así que decidí partir hacia el Templo.
Llegué encarrerada y quise abrir la puerta intempestivamente, olvidaba que mantienen la puerta cerrada por dentro. El timbre, tiene una etiqueta que dice "Be patient". Así que sólo toqué una vez y sin dejar el dedo presionando el botoncito.
Una dulce damicela me abrió la puerta y me recibió con una reverencia, con las manos en "japchang" unidas las palmas frente a la cara. La reverencia fue recíproca.
Me quité los zapatos y los puse cuidadosamente en el zapatero izquierdo, que es destinado para las mujeres. Hay uno a la derecha para el sexo opuesto.
Inmediatamente llegó la profesora Dharma en turno y tomó mis pertenencias, sin dejar que cargara yo nada. Le agradecí el gesto y subimos las escaleras hasta el cuarto piso. Allí, observé que habían colchonetas alineadas en el suelo. Yo esperaba ser asignada una de ellas, pero esta vez me sorprendí. Al fondo, había una pequeña habitación con su baño incluido, un pedazo de privacidad. La profesora Dharma puso mis cosas a un lado del pequeño y viejo ropero y me indicó que ésta sería mi alcoba.
Le agradecí con una reverencia y me dijo que el retiro comenzaría a las 7pm. Mientras, tenía tiempo para hacer lo que quisiera.
Es importante aclarar, que ya había estado en un retiro. No de dos días, pero de 5. Normalmente te asignan un lugar para dormir y hay un baño común. Hacemos voto de silencio. Los días empiezan a las 5am, sale uno a la intemperie a lavarse con agua fría y luego se viste uno y hace ejercicios, para luego continuar con la sesión de meditación. Así que iba preparada para todo ello.
Acomodé mis cosas en el ropero y me dirigí a la planta baja, donde sólo había unas tres o cuatro personas. Recuerdo que mientras subíamos las largas escaleras, le pregunté a K1 si había mucha gente. Me dijo "heavens no!". Y yo que pensaba que era la última en llegar y que aquello estaría saturadísimo (en México, normalmente los retiros se saturan).
Procedí a la sala y comencé a caminar en silencio. Miraba hacia la puerta y en un momento inesperado, entró Sunim en su ropa hermitaña y con una voz muy alta y emocionada: "Nefer!!!" -en mi nombre budista-, qué gusto verte. Me dijeron que venías y me dió un gustazo. Estaba por llamarte y qué alegría, aquí estás.
Es difícil evitarlo. Pero la gente me llega por el corazón. Soy una corazón de alcachofa. Me dió mucho gusto también y nos dimos un cálido abrazo. Luego me dijo que después hablaríamos, con su ágil y animado paso, se retiró hacia la cocina.
Un poco después de las siete, nos encaminamos hacia el área de meditación en la misma sala, pero en otra sección. Pusieron un pequeño altar y habían 15 zafus y zafutones acomodados alrededor de la sección y algunas sillas al fondo.
Sunim cruzó la sala y desapareció en la obscuridad. La profesora Dharma (a quién de ahora en adelante nombraré como Kx, dió las instrucciones del retiro y preguntó si había dudas. Al dar por hecho todo, no puse completa atención, así que asumí que todo sería igual.
Kx asignó los lugares. Cuando en México voy al retiro, siempre quedaba lejos del altar, junto a la puerta o en el lugar más lejano. Se les daba prioridad a los que meditaban con regularidad o a los estudiantes Dharma que Sunim preparaba. No soy estudiante Dharma y aunque medito con regularidad o al menos trato, lo hago en casa. Estoy muy lejos del templo y hacía un año que visité Chicago y sólo por un par de días.
Las colchonetas y cojines de meditación son color café y sólo los de Sunim son azules. Kx me pidió que tomara el tercer lugar al lado izquierdo de Sunim, así que él y yo quedaríamos casi rodilla a rodilla a contra esquina, a un par de pasos. Dos personas a mi derecha (estudiantes Dharma) y los demás hacia la izquierda en escuadra formando un cuadro.
Comenzamos con postraciones. Para mi sorpresa sólo fueron 36, no 108. Nos sentamos por sesiones de media hora, con descansos de 10 minutos y nos retiramos a dormir a las 10pm.
La práctica de meditación no termina a las 10pm. Mientras uno se prepara para dormir, continúa con la práctica y se duerme con la práctica. Por primera vez en mucho tiempo, no soñé.
Mi cuerpo me despertó a las 4.50am hora de Chicago, me senté en la cama e hice la reverencia de rigor. Doblé mis cobijas, acomodé mi almohada y me preparé psicológicamente para las restregadas de agua fría. La temperatura en Chicago el fin de semana fue de 32°F, 0°C. Como imaginé que no saldríamos a la calle desnudos, me desvestí y dirigí a la regadera. Para mi sorpresa, el agua estaba tibia. En México, cuando hay regaderas, quitan el calentador y el agua es helada, por si algún vivo se quiere bañar, lo haga de todas formas con agua fría.
Me sentí un poco perturbada, porque sabía que no debía usar agua caliente, así que al agua tibia, aproveché unos breves instantes para entrar gradualmente a lo frío. Al final, rápidamente abrí la fría y me dí las frotaciones de rigor.
Salí hecha un témpano y me vestí. Bajé a la sala poco antes de las 6. Era la única persona y Bx una estudiante Dharma que se preparaba para tocar el Moktak, para despertar a los demás.
lunes, abril 02, 2007
Regresando a la rutina...

Después de un buen fin de semana, de vuelta a la realidad.
Ayer por la mañana, nos dirigimos al templo para presenciar la ceremonia y meditar. No sé cómo explicarlo, pero cada vez que piso ese lugar, una infinita paz se apodera de mí, como si todo fuera a estar bien. Salí con muchas emociones... creo que me volví a conectar...
El viernes en la tarde llegó Don Faraón... fuimos a dejar las cosas y nos dedicamos a patear calles para concluir nuestro día con Sushi. Regresamos al hotel a descansar y desilusionada porque olvidé mi cámara los primeros días y no saqué muchas fotos... y Don F. la trajo, pero las pilas andaban bajas y no salieron las fotos del viernes, cuando había mayor visibilidad y mejor clima...
El sábado de pasadita fuimos al templo, donde nos informaron que el domingo habría una ceremonia especial por el aniversario de la muerte de Buda.
Fuimos al corazón de la ciudad y todo el día lloviendo, se nos cebó el paseo en bote, pero no nos impidió toparnos con un incendio,
por el cuál cerraron varias calles a la redonda... afortunadamente no hubo heridos ni pasó a mayores.
por el cuál cerraron varias calles a la redonda... afortunadamente no hubo heridos ni pasó a mayores.
Ayer por la mañana, nos dirigimos al templo para presenciar la ceremonia y meditar. No sé cómo explicarlo, pero cada vez que piso ese lugar, una infinita paz se apodera de mí, como si todo fuera a estar bien. Salí con muchas emociones... creo que me volví a conectar... Al final, el faraón me dejó en el aeropuerto pues su vuelo era una hora más tarde... mientras entregó el auto y llegó corriendo para despedirse de mi, cuando ya estaba yo en el avión. Me llamó al celular y me pidió que me asomara, ahí lo ví, agitando su mano... sólo veía su silueta y, el me veía... nos despedimos por el teléfono y nos quedamos de ver mañana. Sólo cuento los días para poder renunciar y por fin estar con él.
jueves, marzo 29, 2007
Chicago
Y el destino me volvió a traer a esta bella ciudad. Hace dos años que no venía, pues la empresa vendió al distribuidor que tenía a sus tiendas regadas por Illinois. Pero, vengo a curso. Llegué anoche, pisando hotel a media noche tras retrazo "avionezco" de 4 horas y media, ya que es época de tormentas eléctricas.
No pude pegar ojo hasta las 2am, por lo que me encuentro en un estado deplorable, cansada, de genio y mal humor, pero feliz de volver a estar aquí. Creo que si tuviera que escoger entre Chicago y NYC, pues no sé, está cerrada la cosa, pero definitivamente la tomaría como opción para vivir.
Ayer mientras sobrevolábamos la ciudad antes de aterrizar, me acordé de tí y de cómo se nos cebó reunirnos por acá allá en los "mid" 90´s... pero bueno, jugarretas de la vida.
Y bueno, el caso es que el curso es relacionado a la detección de fraudes, aunque ya había visto algo de esto, y a pesar de mi cansancio... está interesante. Mañana estará mejor, porque será más práctico y concluímos a las 3pm.
El faraón aterrizará, si es que no hay contratiempos, un par de horas antes de finalizar mi curso... lo traje de una pata a pasar el fin de semana y aprovecharemos entre otras cosas, a visitar al dear Samu Sunim, en ausencia, porque anda en Toronto... pero pasaremos a asentar las posaderas y meditar un rato, para luego darnos vuelo en las pocas horas del fin de semana para patear las calles y si hay tiempo de tomar el botecillo que pasa entre los edificios... tomar el tour.
A ver cómo se presentan las cosas... mientras tanto, sí, sé que me la vas a mentar, porque en lugar de salir a parrandear... (lo sigo pensando)... voy a azotar como res en la cama, porque 4 horas de sueño me fueron insuficientes.
A lo mejor me animo a patear calles, regresar a las 8 y caer como piedra...
A ver... a ver... a ver...
_________________________________________________
Update, in English, what the heck... I convinced myself to kick the streets of Chicago, had dinner y "sudé el jamón" de camino al hotel jijiji.. siendo las 9:30pm y en los aposentos, me dirijo a echar la merecida pestaña. Gur nait.
No pude pegar ojo hasta las 2am, por lo que me encuentro en un estado deplorable, cansada, de genio y mal humor, pero feliz de volver a estar aquí. Creo que si tuviera que escoger entre Chicago y NYC, pues no sé, está cerrada la cosa, pero definitivamente la tomaría como opción para vivir.
Ayer mientras sobrevolábamos la ciudad antes de aterrizar, me acordé de tí y de cómo se nos cebó reunirnos por acá allá en los "mid" 90´s... pero bueno, jugarretas de la vida.
Y bueno, el caso es que el curso es relacionado a la detección de fraudes, aunque ya había visto algo de esto, y a pesar de mi cansancio... está interesante. Mañana estará mejor, porque será más práctico y concluímos a las 3pm.
El faraón aterrizará, si es que no hay contratiempos, un par de horas antes de finalizar mi curso... lo traje de una pata a pasar el fin de semana y aprovecharemos entre otras cosas, a visitar al dear Samu Sunim, en ausencia, porque anda en Toronto... pero pasaremos a asentar las posaderas y meditar un rato, para luego darnos vuelo en las pocas horas del fin de semana para patear las calles y si hay tiempo de tomar el botecillo que pasa entre los edificios... tomar el tour.
A ver cómo se presentan las cosas... mientras tanto, sí, sé que me la vas a mentar, porque en lugar de salir a parrandear... (lo sigo pensando)... voy a azotar como res en la cama, porque 4 horas de sueño me fueron insuficientes.
A lo mejor me animo a patear calles, regresar a las 8 y caer como piedra...
A ver... a ver... a ver...
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Update, in English, what the heck... I convinced myself to kick the streets of Chicago, had dinner y "sudé el jamón" de camino al hotel jijiji.. siendo las 9:30pm y en los aposentos, me dirijo a echar la merecida pestaña. Gur nait.
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