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lunes, marzo 14, 2011

Limbo prolongado

El faraón partió rumbo al Este, unos cuantos estados hacia el Atlántico. Mientras, yo sigo en el limbo... en el que días enteros me la paso arrastrando el ánima para obligarme a hacer cosas. ¿Logros?: levantarme sumamente cansada, darme una ducha, pseudo hacer limpieza, deambular como zombi por la casa. Lo único que me saca de esta extraña y descuidada rutina, es la clase de baile a la que asisto ahora cuatro veces por semana. Tendré que encontrar la razón de mi exhaustivo cansancio. Últimamente siento como si algo me robase la energía. Estos últimos dos días, llego de clase, como algo y tal es la fuga o al menos la sensación, que tengo que recostarme. Minutos después, me hallo en el mundo de los sueños. Horas más tarde, el faraón me despierta con un beso, indicando que ya es noche, que si quiero cenar. Tal ha sido su preocupación que piensa que lo mío es depresión. Yo me niego a aceptarlo. Triste, sí... a veces, pero es más mi cansancio que mi tristeza. No estoy deprimida, sólo estoy agotada.
Es más... podría asegurar que el simple hecho de estar frente al ordenador absorbe la poca energía que tengo. Pienso que por una temporada tendré que reducir radicalmente el uso de la computadora.
Me siento como en aquellos cuentos en los que algún monstruo absorbe el alma por la boca, dejando un cuerpo seco.

sábado, mayo 23, 2009

Mucho Looooove

No, no estoy enamorada, es solo un sentido de bienestar que viene de lo mas profundo de mi ser. Todo comenzo con una maniana de ejercicio ligero y meditacion... seguida de una sesion de acupuntura para librarme de algunos males.

Solo puedo decir que siento como una sobredosis de amor universal... creo que hasta podria besar a mi suegra!

(no, no tanto jajajaja)

miércoles, julio 02, 2008

Limpia o qué

Había mencionado en un post anterior sobre ruidos extraños en casa. En estos momentos posteo desde casa, en el sótano. Olvidé por completo lo sucedido esta mañana y mientras leía/comentaba en mis blogs favoritos, escuché ruidos arriba, como si alguien golpeara la puerta de la entrada, como cuando alguien se recarga en una puerta sin querer antes de caer. Me asomé sigilosamente y nada. Salí al jardín en tan bella y soleada tarde y rodeé la casa por si las dudas. NADA.

Regreso a mi sitio y de nuevo escucho ruidos... estaba disfrutando tanto de mi soledad y ahora me siento inquieta.

Y ansiosa al saber que mi abuelita está inquieta. Me llamó mamá hace una hora. Abue le pidió que fuera, que tal vez no la libre. Le comenté a mamá que compraré boleto para verla, me pide que espere a que ella llegue a aquella ciudad norteña para valorar la situación. Lo que me temo es que mientras ella llega (hasta mañana a medio día), no haya tiempo. Debí lanzarme desde que me enteré de su caída.

Mientras, trato de respirar profundo, distraerme, hacer más quehaceres para ocupar la mente y ver si puedo dormir tranquila. No me gusta esta sensación, ni la extraña energía que ronda la casa. Prenderé unos inciensos y velas, pondré un poco de música tranquila, unas pequeñas flores y agua... a ver si puedo concentrarme y meditar por un largo rato.

***

Juro que había posteado sobre una situación que se dió con mi abuelita el año pasado... pero bueno, seguiré buscando.

Spooky

Y siguen pasando cosas extrañas... cuando medito, cosas suceden. A veces son sincronicidades, esta vez cosas muy extrañas y tengo que aprender a manejar esto, el temor puede nublar el juicio. Sólo recuerdo lo que mamá me dice cuando a ella le suceden cosas en la meditación: tú eres dueño de tu mente, cuando lo tienes claro, las cosas pasan y luego regresa el equilibrio (energías, etc).
Ayer medité muy temprano en la mañana. El día comenzó con buena vibra, pero poco a poco comencé a tener una percepción muy obscura. No me refiero a algún tipo de depresión, sino más bien como la certeza de que algo va a suceder y que no es bueno. Por la tarde, tuve la misma sensación del día y hora en que murió papá, sentí opresión en el pecho, me costaba respirar y de repente un infinito cansancio me invadió.
Respiré profundo y traté de aclarar la mente con unas cuantas respiraciones y luego le dí el avión a esa sensación, me eché una película, hice un poco de limpieza y quise postear anoche, pero nuevamente ese terrible y agobiante cansancio (que nunca había sentido) nuevamente me tomó presa. Decidí ir a dormir...
Esta mañana de repente abrí los ojos, el reloj indicaba 3.55am. Los cerré brevemente y a las 4, una luz me alertó... mi celular prendió su pantallita. Normalmente, el celular si marco un número, o la batería está baja, prende la pantalla o hace ruido. En este caso, ni batería baja, se prendió exactamente a las 4 de la mañana. Cabe mencionar que tengo despertador y que el celular lo utilizo únicamente para hacer y recibir llamadas. Lo dejé prendido por si había nuevas sobre mi abuelita.
Decidí levantarme, en lugar de esperar hasta las 4.45am. Me puse a hacer limpieza y de nuevo, los ruidos extraños en casa volvieron. Después de un rato de labores chachescos, hice unas cuantas postraciones y me puse a meditar. Logré un buen estado de concentración. Bajé la sala y noté que la luz del sótano estaba prendida. Apagué el sótano y subí de nuevo para bañarme. Hice el ritual mañanero y al bajar para tomar mis cosas para dirigirme hacia el "park & ride", noté que la luz del sótano estaba nuevamente prendida y había ruidos, como cuando alguien busca algo y se caen cosas.
Bajé unos cuantos escalones, eché un vistazo y todo tranquilo... no me atreví a cruzar la habitación, "Kwan-seum Posal*" me repetí unas tres veces, cerré los ojos, respiré profundo, apagué la luz, subí los escalones respirando profundo. No puedo negar que tuve una sensación muy desagradable en la nuca, pero no me atreví a voltear.
Tomé mis cosas y me dirigí al auto.
Espero que mi abuelita no ande haciendo de las suyas... (ya con tiempo encontraré el link a un post donde hablo al respecto), el poder de sus oraciones es fuerte.


*Es el Bodhisattva de la compasión (en coreano) - algunas personas, sobre todo en estados unidos lo pronuncian con B en lugar de P. "Kwan Seum Bosal"

jueves, agosto 10, 2006

Interferencia Neuronal

Toda la mañana ha sido extraña. Aproximándose la hora de la comida, comencé a sentirme desesperada. No podía evitar bloquear imágenes que he estado "captando" de alguna parte.

De la nada vienen imágenes obscenas, que sólo me provocan un estado de extraña ensoñación, mi respiración es más corta que de costumbre (como cuando estás a punto de besarte con el ser más deseado) y el simple roce de mis piernas al caminar me está provocando serios problemas.

Llega la hora de la comida, rodeada de 4 hombres viejos y feos... lejos de la concentración en aquella plática chovinista y machista, mi mente viaja como si algo la estuviera dirigiendo. Trato de concentrarme, pero por más que trato, el idioma inglés me suena a ruso y no logro entender las gesticulaciones de los presentes.

Me hago la interesada en el tema (cualquiera que éste haya sido: terrorismo en Inglaterra, resultados del inventario, renta de caballos) hago el intento de escuchar... pero mi mente está ausente, secuestrada en alguna dimensión en la que la humedad y el calor se van apoderando de mi cuerpo. Imágenes de situaciones vividas o ajenas fluyen aceitosas, sonidos extraños y sensaciones, como flashazos, piel contra piel, labios cálidos y esponjosos, roces y caricias, como si mi mente hubiese sintonizado un canal de triple equis.

Mis manos heladas, mis ojos no tan abiertos como de costumbre, como hipnotizada. Sólo escuchaba a lo lejos mi nombre, a lo que desinteresada volteaba y en su tono extranjero, de mi boca sólo salía un "huh?"...

Subimos al coche y trato de cerrar mi mente... cierro los ojos y trato de meditar, pero no lo logro, ahora imágenes de tí se me vienen a la mente. En el presente de aquél pasado, besándonos, contando los minutos para estar a solas, tus manos sobre mi cuerpo y las mías sobre el tuyo, con voracidad, como si estuviéramos ante un banquete y éste fuera a desaparecer en cualquier minuto y no hay tiempo que perder. Una y otra vez, breves descansos. Imágenes de la puerta de aquella habitación, una vez cerrada, te avalanzas sobre mí, y en desesperación mutua tratamos de quitarnos la ropa.

Por fin llegamos a la oficina... el grupo se dispersa y yo, sigo inmerza en aquella tortuosa interferencia neuronal, me falta el aire, el abdómen se siente extraño y sólo pienso en la forma de deshacerme de estos pensamientos y sensaciones. Liberar o canalizar esta energía que orbita en mi vientre.

martes, agosto 09, 2005

¿Se te "subió el muerto"?

Después de dar muchas vueltas en la cama, por fín me acomodo y trato de relajarme. Comienzo a sentir ese relajamiento rico. De repente, algo sucede...
Comienza con un sonido medio extraño en mis oídos, seguido de un enorme peso en el pecho que no me deja respirar. Mi respiración se hace más difícil, siento el impulso de moverme y no puedo, grito, pero mi voz no sale.
Siempre que ésto me había sucedido (desde que murió mi abuelo), se lo atribuí a algún espíritu chocarrero que andaba vagabundeando por esta dimensión.
Cuando falleció mi papá, tuve los mismos síntomas y cuando logré voltearme de lado y abrí los ojos, lo ví allí sentado en la cama, mirándome en silencio.
En otra ocasión, bajo las mismas circunstancias, me logré levantar para ir a tomar agua y cuando me siento, volteo a ver la hora y me quedo helada al verme ahí acostada... acto casi inmediato, me vuelvo a recostar sobre mi misma con temor a los famosos viajes astrales.
A últimas fechas, tras el desesperante episodio de no poder mover un dedo, veo a un chango semi humano moviéndose en cámara rápida tratándo de intimidarme.
Luego que había logrado moverme, se me había hecho muy difícil volver a tratar de dormir, pues me entraba el pánico de que algo espantoso fuera a ocurrime... nunca creí en demonios ni cosas por el estilo, pero era tan desagradable aquella sensación, que a veces pensaba que era poseída por algún ente.
Habían ocasiones en las que verdaderamente me daba miedo dormir. Algunas personas me decían que gritara groserías, que a lo mejor el ente era algún espíritu, y al decir groserías se irían; en otras, que rezara el padre nuestro (si ni a misa voy, rezando el padre nuestro me hacía sentir un tanto ridícula).
No fue hasta que un día me decidí a investigar qué demonios sucede conmigo:
... pues resulta que es un estado natural de nuestro organismo en el que se paraliza el cuerpo como mecanismo de defensa para que no nos hagamos daño mientras soñamos. No es ningún problema a menos de que en medio de este proceso uno se despierta y es consciente de que no se puede uno mover. Está clasificado como un desórden del sueño llamado (valga la redundancia) Parálisis del sueño.
Se caracteriza por la imposibilidad de moverse, alucinaciones, sentir presión, como si alguien se hubiera sentado sobre tí o te estuviera deteniendo de alguna manera con cierta presión, así como sensaciones de estar fuera del cuerpo o sentirse desconectado del mismo.
Es un proceso en el que se liberan ciertas hormonas que contribuyen a la parálisis del organismo en reposo. Cuando existe un desequilibrio en estas hormonas, se dan estos episodios.
Qué altera a esas hormonas... el estrés y ansiedad, dormir boca arriba, la pubertad, entre otras situaciones.
Recomiendan además de hacerse un estudio del sueño, evitar el insomnio, aliviar el estrés, saberse acompañado y relajarse.
Se ha demostrado científicamente que las personas que alegan haber sido secuestradas por extraterrestres, se han encontrado en estos trances, con presencia de alucinaciones.
Así a casi un año del último episodio, por lo menos ya puedo estar tranquila, porque pienso que es un proceso natural e ignoro las sensaciones hasta que desaparecen.