El viernes, con su afán de una posible "reconciliación", que por mi parte es imposible, terminé -en contra de mi voluntad- en un curso de "Comunicación Compasiva". Que en realidad fue un compendio de herramientas que uno aprende desde la niñez y que además fue presentado por un chamaco en sus 20s. Entre el quórum, se encontraban personas desde los 20s a los 60s. Todos muy serios o al menos tomándose demasiado en serio aquél "curso" de tres horas.
El tío, después de algunas dinámicas grupales de presentación y para romper el hielo, dió ejemplos con dos marionetas: un coyote y una jirafa. (Me sentí como en párvulos o en un grupo de esos de niños desorientados y sumamente inmaduros).
La primera representaba el tono y vocabulario quejumbroso, crítico, juzgando situaciones y personas... la segunda, tono excesivamente lambiscón para mi gusto, representando el "vocabulario compasivo". Sólo llegué a una conclusión: Es imposible poner los puntos sobre las íes y a la vez complacer a las partes involucradas.
No se puede complacer a todo el mundo. Se puede ser diplomático, pero el estar cuidando qué palabras utilizar, observando situaciones sin juzgar, comunicar lo necesario enfatizando lo que uno siente en el momento, el porqué del sentimiento y llegar a un acuerdo tratando de complacer a la otra persona, en la vida real NO FUNCIONA.
A lo mejor porque soy demasiado directa, pero se me hizo un tanto absurdo... Me imagino si yo aplicara lo que aquél jovenzuelo proponía, estaría muda, tratando de cuidar toda palabra para no lastimar al otro.
Un ejemplo a lo anterior y en tono "compasivo", en lugar de decir "
tu proyecto no es muy claro y recomendaría más detalle", quedaría algo así como "
oye, cuando veo tu proyecto, siento que mi alma está un tanto perturbada, que mi energía no circula, ya que no cuenta con la información suficiente y eso me genera confusión y preocupación".
De verdad que estos gabachos no se si están en el hoyo o qué. Estuvo mucho mejor un curso que tomé en México de Comunicación Efectiva en alguna empresa y sin el uso de marionetas.
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El 30 me fui al museo de Arte. Mañana subiré fotos y daré mi reseña.
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Como el todavía-faraón trabajó hoy, lo fui a dejar a su oficina, ya que el día de aquél pseudo-curso, pasé por él y dejó su auto. De regreso, en lugar de venir a casa, me fui de traviesa y pata de perro a una tienda de telas. Ví un par de telas que llamaron mi atención y me compré unos cuantos metros (Una japonesa y otra de Indonesia). A ver si me hago un par de vestidillos. También fui a una tienda donde venden artículos de todo tipo, de importación a ver... no me dí mucho vuelo por que me remuerde la conciencia gastar al no estar generando.
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Compré unas alitas de pollo desgüezadas ya preparadas, sólo para recalentar y preparándome para ver el super tazón. Por primera vez, el f y yo le vamos al mismo: Gigantes.
A ver qué pasa.
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Y el martes, las elecciones preliminares de los candidatos presidenciales. La verdad entre Obama y Hillary, no se a cuál le iría. Al principio tendía hacia una mujer gobernante... pero aún tengo mis dudas en cuanto a cómo se maneja. De todas formas aún no puedo votar. No sé cuánto se tardaría el trámite para la nacionalidad. A lo mejor me toca votar, a lo mejor me nacionalizo hasta el año que viene.
