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miércoles, febrero 07, 2007

¿No que muy bueno?

Ah que Huguito Sánchez, me decepcionaste. Ya ni vale la pena ... ahora sí puedo apagar la televisión. BUUUUUU cómo dejaron ganar a los nacos de este lado.

Dos horas de mi vida perdidas en tu partidito.

martes, febrero 06, 2007

Concluyó la recurrencia

Estaba con mamá y la peque en la zona de fast food del aeropuerto de "Atlanta", que más bien parecía un mall. Mientras hablábamos de nuestras cosas, de repente sentí tu mano rozar mi pantalón. Estábamos sentadas como en una barda y los pies colgaban hacia el pasillo.

Volteé y no pude evitar la sonrisa y sorpresa de verte de nuevo. Otra vez nos encontrábamos... Te saludé con la mano al aire y ví que te agachabas y sacabas de tu backpack un pedazo de papel y un bolígrafo para escribir algo. Después, esperaste algún momento en el que mamá estuviera distraída y dejaste el pedazo de papel junto a mí. Lo leí brevemente y solté la carcajada. La peque me preguntó que qué pasaba, y en clave le decía el contenido de la nota.

Me aparté de ellas y sin pensarlo te seguí por los pasillos. Caminábamos y caminábamos, platicábamos. Me pedías que te acompañara a tu hotel, porque tendrías una conferencia. Accedí y sólo te escuchaba. Yo no hablaba, sólo te seguía y te escuchaba. Pasábamos puentes, trenes, avenidas transitadas, grandes edificios, la ciudad parecía un garabato y en realidad no me había fijado en el punto de partida ni en el destino. Ni siquiera te pregunté en dónde exactamente estaríamos.

Después de un rato, como que te hartaste de que estuviera contigo, te volviste frío y en lugar de hablar te limitaste a seguir caminando. Caminábamos juntos pero ya no como antes, tu como esperando que me cansara y me fuera, y yo seguía a tu lado atenta a lo que seguía en la conversación.

De repente, llegamos al lobby del hotel. Y en ése momento noté que estaba una compañera de generación a la que me dió gusto ver en tan extraña y lejana cuidad, la saludé y abracé, mientras tú te informabas en el salón exacto de la conferencia.

Después como que nos perdimos, tú en lo tuyo, yo brevemente con mi compañera. Me preguntaba que qué hacía ahí. Le mentí, le dije que estaba tomando un curso y temerosa de que me invitara a pachanguear con sus amigas, me alejé... traté de seguirte donde era la conferencia... después de un rato de divagar, nos volvimos a encontrar y comimos juntos.
Comíamos en armonía y me contabas de tus viajes. Luego nos levantamos y seguimos caminando. Buscábamos un lugar en el que estaríamos sólos, pero a la vez, un lugar en donde no te vieran conmigo, pues en esos momentos como que no querías ser visto conmigo.

Así llegamos a unos pasillos extraños y fue donde te diste la vuelta y me dijiste:
"Bueno Nefer, hasta aquí llegamos. Creo que ya es tiempo que yo siga mi camino y tu el tuyo. No podemos seguir viéndonos así en los aeropuertos, tu tienes tu vida y yo tengo la mía. Espero que lo entiendas. Ya no me sigas".

Yo desconcertada no te decía nada, pero sabía que en realidad yo no te había seguido por seguirte, en aquella nota me pedías que te siguiera y por tu sonrisa y actitud, pensaba que sería como en los viejos tiempos. Así que sin decir nada, me daba la vuelta y comenzaba mi camino de regreso.

Me percaté de que no tenía bolsa, equipaje, dinero. Sólo mi celular. Trataba de recordar dónde me hospedaba o si en realidad todo estaría con mi hermana y madre. Decidí no utilizar el celular sino como último recurso. Seguí caminando desconcertada, preguntando sin saber a donde ir. Pregunté dónde estaba el aeropuerto y me informaron que a una hora de ahí.

Traté de regresar al hotel para preguntarte como regresarme, pero para mi desgracia, no había puesto atención al nombre del hotel, ni en qué zona estaba. Así que deambulando metí la mando en mi bolsillo y encontré 75 centavos de dólar. Pensé que me alcanzaría si tomaba el metro, pero llegué a la estación, me subí al metro (que para entrar a él, tendría que saltar desde un ángulo y colgarme de una agarradera para luego sentarme, como las sillitas de los lugares a donde se va a esquiar) y me dijeron que iba en la dirección opuesta.

Después intenté llamarte desde mi celular, pero mientras veía la pantallita, tu número se desvanecía y se perdía. Comencé a desesperarme...

Sentí que mi lengua me asfixiaba y... desperté. El calor de la calefacción me estaba asfixiando, me levanté y le bajé al termostato, tomé un poco de agua y volví a dormir.

Susurro al oído

Anoche después de apagar la compu, mi mente estaba tan activa, que no pude pegar ojo. Fue hasta seguramente pasada la media noche, que los brazos de Morfeo me envolvieron en su calor.

El faraón tuvo que irse a las 4.30 de la madrugada, ya que ésta vez le tocó a él hacer el recorrido de dos horas al trabajo, pues pasamos el fin de semana en el diminuto departamento.

Aproximadamente dos horas más tarde, rendida en la nada un hecho me despertó y me hizo saltar como resortera y casi tragar de vuelta el corazón.

Mientras plácidamente estaba perdida en alguna vida paralela (a veces pienso que la realidad está en el sueño y que lo que vivo en la realidad es un sueño) el susurro de tu voz se hizo presente. Sentí tu aliento y en un tono imponente y con un toque impaciente te escuché decir mi nombre, como si me quisieras despertar, hacer llamar mi atención.

Lo lograste papá, casi se me salió el alma y desperté atarantada con el corazón en la garganta. La próxima vez, si me quieres comunicar algo... avísame primero. Hace dieciocho años que no escuchaba tu voz .

Y desafortunadamente no estaba soñando, sólamente descansando del desvelón.

***

Y bueno, contenta porque me acabo de conectar hace un rato al salón virtual para ver qué pasó siempre con el proyecto de la semana anterior. Para mi sorpresa, me fue mucho mejor de lo que yo esperaba, no tan mal después de un retraso de 2 semanas.

Esto me está gustando cada vez más... 9.5 de 10. (Sin intención de dar el farolazo, pero me hizo sonreir, después de mucho tiempo sin ejercitar los músculos faciales).

domingo, febrero 04, 2007

Ojo al gato y al garabato

Pues bueno, a pesar de que no le voy a ningún equipo de FBA, entre estos dos finalistas le entré a la quiniela en la oficina para que ganaran los Osos, así que pues ni modo, jajajaja, nunca he sido buena para estos menesteres.

Ví el magnífico inicio del partido, pero tuve que concentrarme en concluír un proyecto de la maestría cuya fecha y hora límite de entrega es hoy a las 11.59pm. Afortunadamente concluí para bien o para mal a las 9.45pm, hora en la que quedó posteada mi tarea.

Ahora espero que en lo que me maté haciendo modelitos, haya valido la pena y no tenga tantos errores (y dale con la personalidad perfeccionista), que me tengo que convencer que salga bien o mal, estoy para aprender. ¿O no?

Pero bueno, volviendo al partido, sólo le preguntaba de vez en cuando al Faraón que quién iba ganando. Cuando me informó la "mala" nueva, continué con mis labores de aprendizaje a distancia.

A cuatro semanas de haber comenzado la maestría (que en realidad yo comencé hace dos, por ineptitudes de la oficina de admisiones), al fin hasta ahora pude hacer una breve participación. Tendré que formular o aportar más rollitos, con aquello de que cuenta para la calificación final.

En fin, me duele el espinazo, así que voy cerrando changarro para azotar como bulto sobre la deliciosa cama. Espero que esta vez, no me sean secuestradas las cobijas.

miércoles, enero 31, 2007

A paso acelerado

Una disculpa al lector, si es que aún hay alguno. He andado desconectada del mundo bloggero, pues se me ocurrió la grandiosa idea de comenzar la maestría en el campo en que siempre quise ejercer y totalmente opuesto a mi presente profesión.

Con dos semanas de retraso, apenas me pongo al corriente en clase, aprendiéndole a éso del distance learning y tratando de leer toneladas de letras que además están en un idioma ajeno.

Siempre fui muy lenta para leer, así que me ha costado muchísimo trabajo. Una lectura de 10 páginas me tomó una hora, y haciendo una de esas pruebillas de velocidad de lectura en alguna página de la "interé", mis resultados fueron desastrosos... Creo que escribo más rápido de lo que leo. Pero bueno. Ese es uno de mis secretillos, o más bien... era, pues dejó de serlo. *sigh*

martes, enero 23, 2007

3o. Mundo en el 1o. Mundo

Así es... aunque Ud. no lo crea. No cabe duda que lo que uno se imagina del país del arbusto cuando uno es ajeno a él, es totalmente opuesto y poco "apantallador" estando de éste lado.
Más que a la cultura etc., lo digo por aquello de que ya por ende pasan el "ser el mejor del mundo" por el Arco del Triunfo.

En realidad, para el que no sepa a qué me refiero... piensan que son muy "chin...chones" los vigilantes del mundo y en realidad están atrapadísimos en la burocracia y hasta caen en lo inocente, en lo ingenuo más bien.

Para no hacer el rollo tan largo, me inscribí a una maestría en línea en la universidad estatal. (Grave error, al parecer aquí y en China, los trámites burocráticos de las escuelas de gobierno son iguales). Solicité que mis papeles fueran mandados desde mi universidad a ésta, por aquello de la validación etc. Esto fue en noviembre.

Las clases comenzaron el 8 de enero y hasta estos momentos, no he podido accesar el sistema para ver mi clase, o sea, tengo 2 semanas de retraso en materiales y tareas. Hablé varias veces en varios días por las dos últimas semanas y para mi enojo y ya no tanta sorpresa, me topé con burócratas que sólo me traían como pirinola.

Fue hasta que envié un correo electrónico a todas las partes involucradas, admisiones, sistemas, mi asesora y la directora de la maestría y les expliqué la situación. Cerrando el correo con broche de oro, les dije que tan lento el proceso y tan confuso y desgastante, que estaba muy tentada a darme de baja.

Fue la única forma en la que llamé su atención y según me darían acceso a la clase. Tengo acceso a una de las 20,000 páginas de internet que tienen de lo más desorganizadas y a la clase, aún no he podido entrar. Todo, debido a que por su estupidez infinita, capturaron mi número de seguro social completamente equivocado y se ve que hasta el momento, no lo han arreglado.

Así que sigo viendo si de plano me consigo otra universidad, aunque tenga que pagar un poco más.

Moraleja: si piensas hacer la maestría en los estados desunidos, inscríbete a una universidad privada.