Después de unas maravillosas vacaciones en mis tierras, regreso a la rutina... y no tan rutina. Parece que ya los añitos empiezan a pesar y el deterioro del organismo se empieza a asomar.
Llegamos a Mexicalpan de las Tunitas el día de nuestro aniversario, dos días antes del día cero, mismo en el que la progenitora cumplió años. Para variar, apenas respirando el contaminado DF comencé con las alergias.
Camino a casa, se me ocurrió preguntarle al faraón que si quería conocer mi universidad. Así que de puro churro fuimos y no llevaba yo mi credencial de ex-alumna, pero para mi sorpresa, el poli de la entrada nos informó del oportuno evento. 30 Aniversario... así que había pachanga gratuita, con mariachi, bailes folklóricos, comida, etc. etc. etc... ahí en alguna parte, estaba la foto de mi generación, la de la peque, el logotipo que ella diseño para su asociación estudiantil, y que sigue vigente... muchos recuerdos.
Después de un par de horas deambulando por las instalaciones y eventos, decidimos irnos a casa. El domingo desayunamos en casa, nos preparamos y salimos de compras. Durante el día, pase a la tienda pseudo naturista de aquella plaza, para comprar algo para la alergia o posible resfriado. El famoso broncolin...
*Urgencias*
Aquella noche, me serví una cucharada antes de dormir. Me destapó todo lo destapable y caí en los brazos de morfeo. Me desperté a la media noche congestionadísima, así que corrí abajo a tomarme otra cucharadita. GRAVE ERROR.
A unos minutos de la ingestión, comencé a estornudar agresivamente por más de un minuto, tomé agua, traté de respirar profundamente, me recosté y después me entró pánico. No podía respirar, no me salía la voz...
Con los pocos aspavientos que podía hacer a oscuras, alerté al faraón (que como avechucho nocturno, para variar pasaba la noche en vela). Me trató de calmar tratando de hacer ejercicios de respiración, pero desafortunadamente no funcionó. No quería hacerlo, pero la tuve que despertar,... casi la una de la mañana, la pobre madre junto con el faraón me tuvieron que llevar a urgencias, muda y casi sin respirar, llegamos en 20 minutos. A lo que nosotros llamamos reacción alérgica, el bestia del pseudo médico le llamó laringitis, porque como perdí la voz, seguro se debía a algún virus. Así que me recetó antibióticos que no compramos, y para cuando estabamos de regreso a casa, mi voz había regresado y respiraba con normalidad.
*Peregrinos*
A las seis de esa misma madrugada, llegó mi hermano de aquellas tierras sureñas en las que el peligro se vive ahora cada día. Me dió mucho gusto verlo, pues hacía dos años de mi ausencia y aunque tuvimos una historia media compleja en la niñez y adolescencia, sigue siendo mi hermano y lo adoro. Ese día el faraón y yo nos quedamos enclaustrados, pues lo que parecía ser alergia, parecía más un resfriado... me la pasé en cama todo el día.
Al día siguiente, nos encaminamos a una ciudad casi norteña para ver a la peque, conocer al nuevo sobrinito y ver a los otros dos pequeñitos. Algunos días pasaron, el overkill se regresó a las tierras sureñas y nosotros nos encaminamos a tierras tapatías, para ver como estaba el clima cerca de aquellas playas y matar varios pájaros de un tiro, a ver a mi abuelita y tía.
Pasamos la noche y la tarde siguiente nos encaminamos a Manzanillo. Después de discusiones de precios y acomodos, terminamos hospedados en el Karmina. Muy recomendable.
*Incendio*
La mañana siguiente, quisimos sacar unas cosas del coche, así que bajamos los tres (mama, faraón y yo) al estacionamiento y les comentaba que olía demasiado a llantas, que mi olfato ya había detectado nuevamente contaminantes... no terminaba de decirlo, cuando el grito ensordecedor del faraón retumbaba en aquél lugar, y hasta eco se escuchó: "oh my God!" en cámara lenta, veo al faraón señalando una camioneta negra Lobo en llamas, así que corrimos hacia la entrada de autos y gritando todos como pudimos "fuego!!!! fire!!!! fuego!!!"... éramos los únicos ahí caminando y nos vió un empleado del hotel... le informamos lo que vimos y corríamos con temor de alguna explosión, seguido de los reclamos de mi madre, que desafortunadamente su auto no estaba asegurado, que había expirado la fecha y que qué iba a pasar con su coche. Tardaron un buen rato en apagar aquél fuego, pues parecía que prendió una fuga de aceite y tal vez la llanta delantera del lado del conductor.
Suerte que pasábamos por ahí, pues el estacionamiento estaba retacado y ni un alma, tal vez de no haberlo visto, habría desatado aquello una reacción en cadena. Al día siguiente, recibimos un platón lleno de fruta, como obsequio del gerente agradeciendo nuestra ayuda.
Bailamos un poco, pues el faraón tiene que dormir temprano, nos echamos al sol, jugamos "bolibol" playero, nadamos, nos tostamos, descansamos.
*90 Primaveras*
De regreso, pasamos nuevamente a tierras tapatías para estar presentes en el 90 aniversario de mi querida viejita. Mi abuelita. Sabia señora, que me obsequió en vida el "don" de leer los alfileres. Siempre que me los leía, me salían... y mucha gente le pidió que le enseñara y ella se negó rotundamente. Me dijo que ella me había elegido para continuar con la tradición, así que me echó los alfileres por 3a. vez en toda mi vida y me explicó como leerlos. Así que se supone que tengo ahora el conocimiento y que sólo a quien pueda ayudar, no a simples curiosos de sus destinos. En fin...
Regresamos a México, pasamos la noche empacando para el sábado al medio día viajar de regreso a tierras tejanas y aún manejar por 3 horas al norte camino a casa.
*Achaques*
Mi estómago ardía y mi ánimo se desinflaba. Anoche me trajo el faraón al depto., pues dejé mi auto en este pueblo. Pasé una mala noche, el estómago me ardía, el corazón me dolía, la distiancia, la familia, todo se me juntó.
El faraón partió a las 2am, pues no pudo dormir y se encaminó a casa para visitar a Don Morfeo un poco antes de ir al trabajo... leí su amorosa nota en el espejo del baño.
No me pude dormir después de escucharlo partir, así que tomé el teléfono y le dejé dicho al guajolote que llegaría tarde, pues iría al médico.
Fui al médico, tengo varios síntomas y al parecer es la vesícula biliar. Me arde el estómago y me duele el pecho, tendré que dormir sentada y el jueves me hacen un "nuclear scan", ojala no me inyecten cosas radioactivas, y si es así, pues ojalá las pueda eliminar... lo que tengo muy claro... no me voy a operar, me niego rotundamente. Buscaré alguna alternativa... mientras, tomar agua, dormir sentada, comer ligero y espero que este maldito dolor físico, emocional y espiritual me deje dormir aunque sea unas pocas horas.
Extraño a mi México... si, ya sé... me quise ir,... pero es de sabios cambiar de opinión... no sabe uno lo que tiene hasta que lo pierde.
Lapsus brutus, anécdotas, sueños, recuerdos, pensamientos, cuentos, exabruptos...
lunes, septiembre 25, 2006
miércoles, septiembre 06, 2006
Feromonas?
*** Deliberadamente sin tildes ***
El fin de semana estuvo demasiado tranquilo. El faraon y yo descansamos a pierna suelta para el lunes darle a la empacada (fue festivo por estos lugares). Si, nos vamos este fin de semana que viene a mexicalpan de las garnachas de vacaciones (espero que AMLO haya quitado su tiraderito y que las aguas esten mas tranquilas).
Mientras tanto, regrese ayer a Nueva York para seguir "apoyando" al contralor corporativo mientras se mudan a las nuevas oficinas de quella otra ciudad. El caso es que esto esta demasiado tranquilo, despues de los pasados dias moviditos, esto me esta dando flojera.
Ultimamente me he percatado de algunas cosas, que a lo mejor anteriormente no me eran notorias o tal vez, y como siempre fui un despiste, nunca me habia dado cuenta.
El caso es que estos dias, hombres me han parado en la calle (completamente desconocidos) a sacarme platica. Me pregunto si estoy emanando feromonas de alguna extrania naturaleza o si los hombres ultimamente son victima de alguna extrania infeccion contagiosa que les genera calentura, o que. Es curioso, porque cuando uno andaba soltera, veian soltera y corrian en direccion opuesta, y ahora que soy casada "o propiedad privada" como algunos le llaman al matrimonio, he aqui una serie de seres que de la nada han estado cruzando mi camino como abejorros en la miel.
Pero sin duda parece una de esas jugarretas de la ley de Murphy (o como se escriba). Recuerdo cuando tenia platicas con una de mis tias favoritas, desde la adolescencia solia ser mi confidente, le platicaba de muchachones que me gustaban, ella me daba consejos, etc. Hasta que se caso y la vida con los ninios le hacian la vida un tanto ocupada y ya no teniamos tiempo para esas cosas.
Sin embargo me llegan los recuerdos de aquellos dialogos de la clasica adolescente consternada:
Despues de aquella conversacion, que con el tiempo olvide, di con algunos tropiezos... unos provocados por mi misma, otros se los endoso al destino.
Y me estaba llegando a la mente otras vivencias derivadas de mis visitas con una psicologa, que yo creo que mas que orientarme, me dio una mega-desorientada, y bueno, creo que yo no era lo suficiente madura para poder distinguir lo que verdaderamente era bueno para mi, sino que seguia ciegamente sus consejos.
Ella nos sugirio a una amiga y a mi, que fueramos a una platica de dos renombradas "doctoras", que hablarian de las relaciones amorosas. El titulo era algo asi: "Las once reglas del cortejo". Se resumia al arte del buen ligar.
Nos habiamos quedado de ver en aquella casona en Polanco, pero mi "amiga" me dejo plantada. Asi que ya ahi, me dije que pues si ya habia llegado, pues que por lo menos la pasara bien, de algo tenia que servir.
Comenzaron con hacer que el grupo de aquellas mujeres (mas de 30 personas, de diferentes edades fluctuando de los 17 a los 60) nos conocieramos entre si. Asi que hablamos con la vecina del lado derecho por 5 minutos y con la del lado izquierdo por otros 5 minutos.
Despues, nos pasaron un video del origen de la mujer, de como nos dimos desde la fecundacion, el desarrollo de nuestros organos, hasta el nacimiento, seguido de la pubertad, madurez y emociones.
Luego, nos dieron una platica de las 11 reglas del cortejo, que se resumian en los clasicos consejos de las abuelitas:
No le hables por telefono, que el te hable y si te habla, dejalo picado... unos cinco minutos y se tu la primera en colgar.
No pagar las cuentas, que el sea el que pague.
No enredarse con hombres casados.
No tener relaciones sexuales hasta despues de conocerlo al menos un mes (claro que ideal dijeron que fuera un anio o hasta despues del matrimonio).
Las otras no recuerdo bien, pero hablaron de la autoestima y esas cosas y cerraron con broche de oro hablando de las feromonas. Si, aquellas que despide uno en la epoca de fertilidad y a las que el hombre se siente atraido. Despues nos mostraron unas botellitas con fermonas humanas y nos explicaron como utilizarlas.
Yo ni idea tenia que terminaria siendo una vendimia de perfumes y feromonas.
Una de las personas que conoci, fue aquella dulce muchachilla, no recuerdo su nombre de momento, porque desafortunadamente perdimos contacto. Era de mi edad y divorciada. Tenia un bebito con sindrome de down.
Asi que nos dijimos, bueno... que es lo peor que pueda pasar, que no funcione. Asi que dispuesta a intentarlo todo, compre la botellita de feromonas, lo mezcle con mi perfume siguiendo las instrucciones e hice mi experimento.
Una tarde estaba deprimida, creo que iba con mi hermana o alguna amiga... ese dia ni maquillaje, ni "vestida para matar", ni nada por el estilo. Sali al centro comercial, creo que iba en mezclilla o pants, y antes de salir de casa me puse aquella mezcla, incredula.
A unos cuantos pasos en aquel retacado centro comercial, la persona que iba conmigo y yo empezamos a reirnos, alegando que funcionaba!. Lo malo es que no nada mas muchachillos guapillos, sino tambien lava coches, barrenderos, y pues ya sabras "mamaciiitaaaaa" y la sarta de vulgaridades que le gritan a uno en la calle.
En una ocasion, cuando mi madre encontro la botellita vacia de feromonas (parecia una de esas ampolletas de inyecciones), me dijo que si se la regalaba. La botellita estaba seca y vacia, y puso su perfume favorito ahi, para no cargar su botella. Se fue a sus negocios.
Regresando estaba totalmente sorprendida y estupefacta por las reacciones de los hombres con los que normalmente trabajaba en aquellas oficinas. Todos, todos, le habian hecho algun piropo.
Pero bueno, esa fue la de las feromonas. Yo termine acabandome la botella, hastiada de los esperpentos que se me acercaban y desilusionada nuevamente de mi triste suerte. Los muchachos que me atraian, tenian ojos para alguien mas.
De las reglas del cortejo, creo que rompi todititas al menos una vez. Hablaba horas y horas, soy un cotorro en potencia cuando me lo propongo, pague alguna cuenta, ... si, si si... todas... (ah! pero nunca quise experimentar en cabeza ajena!) y si, lo confieso, sali con un hombre casado... que me sirvio para corroborar lo que ya sabia y que todos me decian:
los hombres casados solo piensan en ellos, son egoistas y nunca, nunca dejan a la mujer.
Pero bueno, ese sera tema para otro post.
El fin de semana estuvo demasiado tranquilo. El faraon y yo descansamos a pierna suelta para el lunes darle a la empacada (fue festivo por estos lugares). Si, nos vamos este fin de semana que viene a mexicalpan de las garnachas de vacaciones (espero que AMLO haya quitado su tiraderito y que las aguas esten mas tranquilas).
Mientras tanto, regrese ayer a Nueva York para seguir "apoyando" al contralor corporativo mientras se mudan a las nuevas oficinas de quella otra ciudad. El caso es que esto esta demasiado tranquilo, despues de los pasados dias moviditos, esto me esta dando flojera.
Ultimamente me he percatado de algunas cosas, que a lo mejor anteriormente no me eran notorias o tal vez, y como siempre fui un despiste, nunca me habia dado cuenta.
El caso es que estos dias, hombres me han parado en la calle (completamente desconocidos) a sacarme platica. Me pregunto si estoy emanando feromonas de alguna extrania naturaleza o si los hombres ultimamente son victima de alguna extrania infeccion contagiosa que les genera calentura, o que. Es curioso, porque cuando uno andaba soltera, veian soltera y corrian en direccion opuesta, y ahora que soy casada "o propiedad privada" como algunos le llaman al matrimonio, he aqui una serie de seres que de la nada han estado cruzando mi camino como abejorros en la miel.
Pero sin duda parece una de esas jugarretas de la ley de Murphy (o como se escriba). Recuerdo cuando tenia platicas con una de mis tias favoritas, desde la adolescencia solia ser mi confidente, le platicaba de muchachones que me gustaban, ella me daba consejos, etc. Hasta que se caso y la vida con los ninios le hacian la vida un tanto ocupada y ya no teniamos tiempo para esas cosas.
Sin embargo me llegan los recuerdos de aquellos dialogos de la clasica adolescente consternada:
N: tia, yo creo que al paso que voy, estoy quedadisima
T: caaalmate
cuarentona, si estas rete chiquilla, ya veras... las cosas cambian
N: pero
pues ni pegue ni nada, todas mis amigas de la secundaria tienen novio y yo no
T: lo que pasa es que no son muchachos serios, por eso no te han buscado,
pero ya veras
N: y luego con papa tan celoso, voy a quedar igual que la otra
tia... solterona y amargada
T: no no no, lo que tienes que hacer es dejarte
de preocupar... mira, si estas buscando, ellos lo notan y se te alejan... y si
no los pelas, ellos vienen solitos
N: ok...
Despues de aquella conversacion, que con el tiempo olvide, di con algunos tropiezos... unos provocados por mi misma, otros se los endoso al destino.
Y me estaba llegando a la mente otras vivencias derivadas de mis visitas con una psicologa, que yo creo que mas que orientarme, me dio una mega-desorientada, y bueno, creo que yo no era lo suficiente madura para poder distinguir lo que verdaderamente era bueno para mi, sino que seguia ciegamente sus consejos.
Ella nos sugirio a una amiga y a mi, que fueramos a una platica de dos renombradas "doctoras", que hablarian de las relaciones amorosas. El titulo era algo asi: "Las once reglas del cortejo". Se resumia al arte del buen ligar.
Nos habiamos quedado de ver en aquella casona en Polanco, pero mi "amiga" me dejo plantada. Asi que ya ahi, me dije que pues si ya habia llegado, pues que por lo menos la pasara bien, de algo tenia que servir.
Comenzaron con hacer que el grupo de aquellas mujeres (mas de 30 personas, de diferentes edades fluctuando de los 17 a los 60) nos conocieramos entre si. Asi que hablamos con la vecina del lado derecho por 5 minutos y con la del lado izquierdo por otros 5 minutos.
Despues, nos pasaron un video del origen de la mujer, de como nos dimos desde la fecundacion, el desarrollo de nuestros organos, hasta el nacimiento, seguido de la pubertad, madurez y emociones.
Luego, nos dieron una platica de las 11 reglas del cortejo, que se resumian en los clasicos consejos de las abuelitas:
No le hables por telefono, que el te hable y si te habla, dejalo picado... unos cinco minutos y se tu la primera en colgar.
No pagar las cuentas, que el sea el que pague.
No enredarse con hombres casados.
No tener relaciones sexuales hasta despues de conocerlo al menos un mes (claro que ideal dijeron que fuera un anio o hasta despues del matrimonio).
Las otras no recuerdo bien, pero hablaron de la autoestima y esas cosas y cerraron con broche de oro hablando de las feromonas. Si, aquellas que despide uno en la epoca de fertilidad y a las que el hombre se siente atraido. Despues nos mostraron unas botellitas con fermonas humanas y nos explicaron como utilizarlas.
Yo ni idea tenia que terminaria siendo una vendimia de perfumes y feromonas.
Una de las personas que conoci, fue aquella dulce muchachilla, no recuerdo su nombre de momento, porque desafortunadamente perdimos contacto. Era de mi edad y divorciada. Tenia un bebito con sindrome de down.
Asi que nos dijimos, bueno... que es lo peor que pueda pasar, que no funcione. Asi que dispuesta a intentarlo todo, compre la botellita de feromonas, lo mezcle con mi perfume siguiendo las instrucciones e hice mi experimento.
Una tarde estaba deprimida, creo que iba con mi hermana o alguna amiga... ese dia ni maquillaje, ni "vestida para matar", ni nada por el estilo. Sali al centro comercial, creo que iba en mezclilla o pants, y antes de salir de casa me puse aquella mezcla, incredula.
A unos cuantos pasos en aquel retacado centro comercial, la persona que iba conmigo y yo empezamos a reirnos, alegando que funcionaba!. Lo malo es que no nada mas muchachillos guapillos, sino tambien lava coches, barrenderos, y pues ya sabras "mamaciiitaaaaa" y la sarta de vulgaridades que le gritan a uno en la calle.
En una ocasion, cuando mi madre encontro la botellita vacia de feromonas (parecia una de esas ampolletas de inyecciones), me dijo que si se la regalaba. La botellita estaba seca y vacia, y puso su perfume favorito ahi, para no cargar su botella. Se fue a sus negocios.
Regresando estaba totalmente sorprendida y estupefacta por las reacciones de los hombres con los que normalmente trabajaba en aquellas oficinas. Todos, todos, le habian hecho algun piropo.
Pero bueno, esa fue la de las feromonas. Yo termine acabandome la botella, hastiada de los esperpentos que se me acercaban y desilusionada nuevamente de mi triste suerte. Los muchachos que me atraian, tenian ojos para alguien mas.
De las reglas del cortejo, creo que rompi todititas al menos una vez. Hablaba horas y horas, soy un cotorro en potencia cuando me lo propongo, pague alguna cuenta, ... si, si si... todas... (ah! pero nunca quise experimentar en cabeza ajena!) y si, lo confieso, sali con un hombre casado... que me sirvio para corroborar lo que ya sabia y que todos me decian:
los hombres casados solo piensan en ellos, son egoistas y nunca, nunca dejan a la mujer.
Pero bueno, ese sera tema para otro post.
sábado, septiembre 02, 2006
Mucho Ojo
Bien hicieron aquellos anuncios de Mucho Ojo, cuídate a tí mismo, etc...
El jueves regresando de cenar con el Guajolote en un restaurante de carnes en el corazón de NY, caminé de regreso a mi hotel, a unas 6 cuadras de ahí. Decidí caminar un poco más para bajar la cena, así que sin rumbo fijo y sin querer, llegué a la 47 y había vallas y "n" policías.
Habían bloqueado aquella calle. Les pregunté qué había pasado, a lo que contestaron que estaban los MTV video music awards en precisamente Rockefeller Center. Así que le dí las gracias por la respuesta y crucé la calle. Luego, mientras le hablaba al faraón por el celular, y haciéndome la invisible, me colé por aquella calle y llegué justo a la alfombra roja, donde algunas personas se tomaban fotografías y esperaban ver a alguien.
Ahí me quedé con cámara en mano para ver si pescaba alguna foto para el recuerdo, de alguien famoso. Un amable boricua que estaba a cargo, me dejó tomarme unas fotos en la alfombra roja.
Esperé como media hora, los policías comenzaban a correr gente, mientras tanto, el boricua aquél se me acercó y me preguntó si estaba sola. Grave error. Le dije que sí, y luego comenzó la conversación:
B: Where are you from?
N: Mexico City
B: Ah!! mexicana, yo soy de Puerto Rico
N: qué bien!
B: vente! ven a tomarte fotos, las que quieras
(tomándo mi mano, que deslicé inmediatamente para zafarme)
N: ok, no quiero que te metas en problemas por dejarme entrar aquí
B: no te preocupes, yo trabajo aquí para el gobierno de NY y me encargo de este tipo de eventos
(por un hueco, logro tomar fotos del final del evento, en realidad todo había terminado y dudo que hubiese alguien famoso)
N: gracias
B: casada o soltera?
N: casada
(boricua con cara de descepción)
B: vente, estás conmigo, vente, (colándome a Rockefeller Center)
B: bueno, no importa, podemos ser amigos, quieres un traguito? quieres venir a la fiesta privada? puedes conocer a muchos famosos
N: no sé... mañana trabajo
B: mira, (acercándose demasiado a mí, invadiendo mi espacio vital y comenzando a tratar de tocar mi cintura, cadera, etc) la verdad es que estoy muy interesado en tí
N: pero soy casada!!!
B: sí ya sé, ya sé, pero te quiero invitar, vendrías a bailar conmigo?
N:de hecho, ya es tarde, tengo que regresar al hotel
B: en dónde te estás quedando?
N: (mintiendo sobre el verdadero hotel) en el "xxagrega nombre aquíxx"
B: ándale, mira, vamos un ratito, tomas fotos, la pasamos bien, bailamos y luego si todavía te quieres ir, tu te vas.
N: mmmmhhh gracias, pero es noche
B: ándale, vente conmigo, mira,
(no me dejaba ir, la gente pasaba y lo saludaba muy cordialmente, clásico hombre de chispa, carismático... )
N: soy casada!!!!
B: sí, lo sé, lo sé (tocando mi barbilla ya ligando deliberadamente)
N: agradezco la invitación pero no puedo (caminando de un lado a otro, jalándome, para según él decir que había alguien famoso que saldría por el otro lado)
Todo aquello comenzó a hacerme sentir sumamente incómoda. No dejaba de pensar en la forma de zafarme de él, sin ser grosera y sin que me siguiera a mi hotel. Además, ya estaban quitando las vallas y definitivamente no saldría nadie famoso por ahí. Sería alguno de los organizadores, pero lo único que verdaderamente se veía, es que estaba de calufo.
Recuerdos de situaciones pasadas pasaron por mi mente a mil por hora y en fracciones de segundo, donde yo misma preguntaba y me respondía:
"Acuérdate lo que te dijo la psicóloga aquella, violaron a una de sus pacientes en NY y el tipo parecía de lo más decente..."
Imágenes de la cara y labios de mi bella madre "nadie te ofrece algo a cambio de nada"
"Y si voy un ratito?, nooo... estoy loca, seguro este tipo quiere algo"
"Ya sé, le voy a tomar una foto a él, y si algo pasa, lo denuncio"
"No chamaca, estás loca... no creo que te lleve a una fiesta privada, será privada pero sólo para él, qué artistas ni qué nada"
Boricua interrumpiendo mi diálogo neuronal:
B: qué estás pensando, dime,
N: soy casada y esto no es correcto
B: estás sola, estoy sólo, nadie nos ve, nadie sabe
N: pero yo sé, con eso basta... es tarde, me tengo que ir
B: ok dime una cosa... si fueras soltera, irías conmigo?
N: Claro! (en tono efusivo, para subirle la autoestima)
B: me encuentras atractivo? te parezco guapo?
N: si, claro claro (se veía bien vestido, pero de eso a guapo, atractivo, tal vez para alguien más, pues el tío no es mi tipo)
B: Mira, vamos, o me voy solo.
N: agradezco la invitación, pero me tengo que ir.
B: ok, no hay problema, mucho gusto en conocerte (apretándo firmemente mi mano mientras se despedía)
B: déjame decirte, eres una buena mujer... una buena persona
N: gracias, bye

Logré tomarle una foto, sólo por si acaso. Así si me seguía al hotel o algo pasaba, tenía al menos su foto, pues me dijo su nombre, que para variar, soy pésima, nunca recuerdo los nombres...
En esta ocasión le hice caso a la razón, nada merece la pena por este tipo de riesgos. Tal vez si hubiera ido con él habría conocido a alguien, tomado fotos... pero tal vez habría aparecido violada o desaparecida. Además... volviendo a esas imágenes y diálogos mentales... nadie te ofrece algo a cambio de nada.
El jueves regresando de cenar con el Guajolote en un restaurante de carnes en el corazón de NY, caminé de regreso a mi hotel, a unas 6 cuadras de ahí. Decidí caminar un poco más para bajar la cena, así que sin rumbo fijo y sin querer, llegué a la 47 y había vallas y "n" policías.
Habían bloqueado aquella calle. Les pregunté qué había pasado, a lo que contestaron que estaban los MTV video music awards en precisamente Rockefeller Center. Así que le dí las gracias por la respuesta y crucé la calle. Luego, mientras le hablaba al faraón por el celular, y haciéndome la invisible, me colé por aquella calle y llegué justo a la alfombra roja, donde algunas personas se tomaban fotografías y esperaban ver a alguien.
Ahí me quedé con cámara en mano para ver si pescaba alguna foto para el recuerdo, de alguien famoso. Un amable boricua que estaba a cargo, me dejó tomarme unas fotos en la alfombra roja.Esperé como media hora, los policías comenzaban a correr gente, mientras tanto, el boricua aquél se me acercó y me preguntó si estaba sola. Grave error. Le dije que sí, y luego comenzó la conversación:
B: Where are you from?
N: Mexico City
B: Ah!! mexicana, yo soy de Puerto Rico
N: qué bien!
B: vente! ven a tomarte fotos, las que quieras
(tomándo mi mano, que deslicé inmediatamente para zafarme)
N: ok, no quiero que te metas en problemas por dejarme entrar aquí

B: no te preocupes, yo trabajo aquí para el gobierno de NY y me encargo de este tipo de eventos
(por un hueco, logro tomar fotos del final del evento, en realidad todo había terminado y dudo que hubiese alguien famoso)
N: gracias
B: casada o soltera?
N: casada
(boricua con cara de descepción)
B: vente, estás conmigo, vente, (colándome a Rockefeller Center)
B: bueno, no importa, podemos ser amigos, quieres un traguito? quieres venir a la fiesta privada? puedes conocer a muchos famosos
N: no sé... mañana trabajo
B: mira, (acercándose demasiado a mí, invadiendo mi espacio vital y comenzando a tratar de tocar mi cintura, cadera, etc) la verdad es que estoy muy interesado en tí
N: pero soy casada!!!
B: sí ya sé, ya sé, pero te quiero invitar, vendrías a bailar conmigo?
N:de hecho, ya es tarde, tengo que regresar al hotel
B: en dónde te estás quedando?
N: (mintiendo sobre el verdadero hotel) en el "xxagrega nombre aquíxx"
B: ándale, mira, vamos un ratito, tomas fotos, la pasamos bien, bailamos y luego si todavía te quieres ir, tu te vas.
N: mmmmhhh gracias, pero es noche
B: ándale, vente conmigo, mira,
(no me dejaba ir, la gente pasaba y lo saludaba muy cordialmente, clásico hombre de chispa, carismático... )
N: soy casada!!!!
B: sí, lo sé, lo sé (tocando mi barbilla ya ligando deliberadamente)
N: agradezco la invitación pero no puedo (caminando de un lado a otro, jalándome, para según él decir que había alguien famoso que saldría por el otro lado)
Todo aquello comenzó a hacerme sentir sumamente incómoda. No dejaba de pensar en la forma de zafarme de él, sin ser grosera y sin que me siguiera a mi hotel. Además, ya estaban quitando las vallas y definitivamente no saldría nadie famoso por ahí. Sería alguno de los organizadores, pero lo único que verdaderamente se veía, es que estaba de calufo.
Recuerdos de situaciones pasadas pasaron por mi mente a mil por hora y en fracciones de segundo, donde yo misma preguntaba y me respondía:
"Acuérdate lo que te dijo la psicóloga aquella, violaron a una de sus pacientes en NY y el tipo parecía de lo más decente..."
Imágenes de la cara y labios de mi bella madre "nadie te ofrece algo a cambio de nada"
"Y si voy un ratito?, nooo... estoy loca, seguro este tipo quiere algo"
"Ya sé, le voy a tomar una foto a él, y si algo pasa, lo denuncio"
"No chamaca, estás loca... no creo que te lleve a una fiesta privada, será privada pero sólo para él, qué artistas ni qué nada"
Boricua interrumpiendo mi diálogo neuronal:
B: qué estás pensando, dime,
N: soy casada y esto no es correcto
B: estás sola, estoy sólo, nadie nos ve, nadie sabe
N: pero yo sé, con eso basta... es tarde, me tengo que ir
B: ok dime una cosa... si fueras soltera, irías conmigo?
N: Claro! (en tono efusivo, para subirle la autoestima)
B: me encuentras atractivo? te parezco guapo?
N: si, claro claro (se veía bien vestido, pero de eso a guapo, atractivo, tal vez para alguien más, pues el tío no es mi tipo)
B: Mira, vamos, o me voy solo.
N: agradezco la invitación, pero me tengo que ir.
B: ok, no hay problema, mucho gusto en conocerte (apretándo firmemente mi mano mientras se despedía)
B: déjame decirte, eres una buena mujer... una buena persona
N: gracias, bye

Logré tomarle una foto, sólo por si acaso. Así si me seguía al hotel o algo pasaba, tenía al menos su foto, pues me dijo su nombre, que para variar, soy pésima, nunca recuerdo los nombres...
En esta ocasión le hice caso a la razón, nada merece la pena por este tipo de riesgos. Tal vez si hubiera ido con él habría conocido a alguien, tomado fotos... pero tal vez habría aparecido violada o desaparecida. Además... volviendo a esas imágenes y diálogos mentales... nadie te ofrece algo a cambio de nada.
jueves, agosto 31, 2006
Vacío
Ayer me tocó presenciar la despedida oficial (en un “lunch” demasiado informal) a poco más de 30 personas que solían conformar las oficinas corporativas. Después de las palabras sin ángel del presidente de la compañía, enfatizando en todo momento que los cambios fueron por “el bien” de la empresa, se podía palpar la tristeza, consternación y confusión en el ambiente.
Hubo lágrimas de varios, e incluso vicepresidentes que serán transferidos a las nuevas oficinas, sacaron “las de cocodrilo”. En lo personal, me sentí sumamente incómoda, porque de estas personas, sólo a dos conocía por correo electrónico o por teléfono y vengo a suplir un par de puestos de manera temporal, en lo que contratan al nuevo personal en aquella otra locación (les sale más barato contratar gente nueva de un estado menos caro que NY). Así que estoy aquí para “absorber como esponja” hasta que llegue alguien nuevo al que tenga que capacitar.
Estoy de acuerdo en que nada es permanente, que la vida es continuo cambio. Pero la forma en que se dieron las cosas en esta empresa, fueron poco planeadas y totalmente descorazonadas, a pesar de que les ofrecieron un jugoso paquete de liquidación. La forma, fue la causante de todos los tropiezos.
Digo tropiezos, porque mucha gente al enterarse de la situación, les valió su chamba, descuidaron y ahora nos toca a unos cuantos ajenos a todo esto, tratar de apagar fuegos.
Hoy fue el último día de aquellas personas y este piso es un esqueleto de un pequeño monstruito agonizante. Ya en el pasado en una ocasión fui víctima de la guillotina, las famosas “reestructuraciones”, y lo único que puedo decir es que el cambio de aquella situación dio lugar a una mucho mejor.
Espero recordar eso, en caso de que algo suceda. Por lo pronto veo sin temor a equivocarme, que en estos momentos les soy indispensable, aunque no me voy a “sentar en mis laureles”, porque sé que en la vida, hay que talonearle (en el mejor sentido de la palabra).
Ni hablar, otro trago amargo de esta a veces cruel existencia.
Hubo lágrimas de varios, e incluso vicepresidentes que serán transferidos a las nuevas oficinas, sacaron “las de cocodrilo”. En lo personal, me sentí sumamente incómoda, porque de estas personas, sólo a dos conocía por correo electrónico o por teléfono y vengo a suplir un par de puestos de manera temporal, en lo que contratan al nuevo personal en aquella otra locación (les sale más barato contratar gente nueva de un estado menos caro que NY). Así que estoy aquí para “absorber como esponja” hasta que llegue alguien nuevo al que tenga que capacitar.
Estoy de acuerdo en que nada es permanente, que la vida es continuo cambio. Pero la forma en que se dieron las cosas en esta empresa, fueron poco planeadas y totalmente descorazonadas, a pesar de que les ofrecieron un jugoso paquete de liquidación. La forma, fue la causante de todos los tropiezos.
Digo tropiezos, porque mucha gente al enterarse de la situación, les valió su chamba, descuidaron y ahora nos toca a unos cuantos ajenos a todo esto, tratar de apagar fuegos.
Hoy fue el último día de aquellas personas y este piso es un esqueleto de un pequeño monstruito agonizante. Ya en el pasado en una ocasión fui víctima de la guillotina, las famosas “reestructuraciones”, y lo único que puedo decir es que el cambio de aquella situación dio lugar a una mucho mejor.
Espero recordar eso, en caso de que algo suceda. Por lo pronto veo sin temor a equivocarme, que en estos momentos les soy indispensable, aunque no me voy a “sentar en mis laureles”, porque sé que en la vida, hay que talonearle (en el mejor sentido de la palabra).
Ni hablar, otro trago amargo de esta a veces cruel existencia.
martes, agosto 29, 2006
Todavía existen caballeros... ¡En NY!
Regresando de comer de un restaurantín mexicano subterráneo (Grand Station), decidí entrar al edificio Chrysler para regresar a la oficina, pero el Guajolote recordó que tenía que comprarse unos refrescos y yo decidí ir salir para ir a la farmacia y comprar botellas de agua para hoy y mañana.
Salgo corriendo en el “chipi-chipi” y compro aquellas. Salgo caminando y veo a toda la gente con su paraguas. Continúo unos cuantos pasos para llegar al edificio y amablemente un tío árabe o griego guapérrimo se acerca a mí y me cubre con su paraguas:
X: “permítame cubrirla para que no se moje”
N: “muchas gracias, pero no es necesario, ya casi llego al edificio”
X: “insisto”
(5 pasos más tarde)
N: “Ok, muchísimas gracias”
(Ni llovía a cántaros y el chipichipi era mínimo, pero no se le puede negar la buena (!?) intención a aquél ángel caído).
Uno de "esos" momentos, en los que uno añora la soltería…
Salgo corriendo en el “chipi-chipi” y compro aquellas. Salgo caminando y veo a toda la gente con su paraguas. Continúo unos cuantos pasos para llegar al edificio y amablemente un tío árabe o griego guapérrimo se acerca a mí y me cubre con su paraguas:
X: “permítame cubrirla para que no se moje”
N: “muchas gracias, pero no es necesario, ya casi llego al edificio”
X: “insisto”
(5 pasos más tarde)
N: “Ok, muchísimas gracias”
(Ni llovía a cántaros y el chipichipi era mínimo, pero no se le puede negar la buena (!?) intención a aquél ángel caído).
Uno de "esos" momentos, en los que uno añora la soltería…
Tips para viajar
Ahora que se ha hecho más frecuente el que las aerolíneas extravíen o retrasen la entrega de equipaje, caí en cuenta que es importante hacer lo siguiente al viajar:
En el equipaje de mano, poner una muda de ropa interior, blusa y pantalón (o falda) just in case… y si tienes de esas bolsas transparentes, que les sacas el aire al enrollarlas y que queden planitas sin ocupar espacio, mejor.
Procurar no traer cosas de valor (sentimental o monetario).
Como no te dejan ya ni traer maquillaje (líquido que porque es líquido, polvo que porque es polvo, en barra, que porque es cremoso, mascara de pestañas lo mismo, delineador que porque es líquido y bueno, el cuento de nunca acabar), desodorante, nada líquido, gel, pastoso, nada de nada…, una vez que te hayan informado que tu equipaje no llegará contigo o que no lo pueden encontrar, ve a la farmacia más cercana y compra lo esencial en tamaño “viaje”.
La aerolínea pagará parte de los gastos incurridos por la inconveniencia hasta por un monto de $50 dolarucos. (Que la verdad no es nada), pero algo es algo (dijo un calvo).
Anoche tras corroborar que no llegó mi equipaje, después del trabajo dejé al Guajolote aleteando en los pasillos y sin perder tiempo me dirigí al hotel para informar que mi equipaje llegaría en cualquier momento. Me registré, dejé mis triques y me encaminé hacia la calle 35 y la Ave. 7, para ir a la tienda departamental y comprar algunos trapos que ponerme al día siguiente. Después de un par de horas de encontrar todo muy caro, finalmente decidí que lo valgo y me compré unos pantalones de vestir grises y un juego de blusa y camiseta (coordinado) de color negro.
Afortunadamente mis zapatos buenos los tenía en mi equipaje de mano así que me evité la “pena” de comprarme otros. Después me dirigí a la tienda naturista a comprar mi desodorante sin aluminio, ya que en la familia paterna hay antecedentes de cáncer de seno.
Desafortunadamente, no me dio tiempo de lo esencial (le di prioridad a las lagunas mentales) y no compré ropa interior, ni “aquellito” para los “días incómodos”, así que me di a la tarea de lavar mis paños menores, rogándole a todos los Dioses del Olimpo que se secaran para el día siguiente.
Así, hoy temprano me di el duchazo, sequé mi cabello con la horrible secadora del hotel y estrené ropita. Casi perfecto. Sólo faltaba mi set de óleos para inspirar la obra de arte en el rostro (quema mucho el sol), o sea, los utensilios para la emperifollada.
Así que me dije que iría al natural. Tomé mi laptop y bolso, bajé en el ascensor y me encaminaba hacia el restaurante para comer algo, cuando dando la vuelta, me percaté que el bell boy estaba acomodando maletas en un carrito. Me brillaron los ojitos cuando vi la mía entre ellas.
Así que le pedí al tío cordialmente que llevara mi maleta a la habitación, para finalmente proceder a darme los últimos toques (no seas mal pensado(a), no de lo que estás pensando).
En el equipaje de mano, poner una muda de ropa interior, blusa y pantalón (o falda) just in case… y si tienes de esas bolsas transparentes, que les sacas el aire al enrollarlas y que queden planitas sin ocupar espacio, mejor.
Procurar no traer cosas de valor (sentimental o monetario).
Como no te dejan ya ni traer maquillaje (líquido que porque es líquido, polvo que porque es polvo, en barra, que porque es cremoso, mascara de pestañas lo mismo, delineador que porque es líquido y bueno, el cuento de nunca acabar), desodorante, nada líquido, gel, pastoso, nada de nada…, una vez que te hayan informado que tu equipaje no llegará contigo o que no lo pueden encontrar, ve a la farmacia más cercana y compra lo esencial en tamaño “viaje”.
La aerolínea pagará parte de los gastos incurridos por la inconveniencia hasta por un monto de $50 dolarucos. (Que la verdad no es nada), pero algo es algo (dijo un calvo).
***
Anoche tras corroborar que no llegó mi equipaje, después del trabajo dejé al Guajolote aleteando en los pasillos y sin perder tiempo me dirigí al hotel para informar que mi equipaje llegaría en cualquier momento. Me registré, dejé mis triques y me encaminé hacia la calle 35 y la Ave. 7, para ir a la tienda departamental y comprar algunos trapos que ponerme al día siguiente. Después de un par de horas de encontrar todo muy caro, finalmente decidí que lo valgo y me compré unos pantalones de vestir grises y un juego de blusa y camiseta (coordinado) de color negro.
Afortunadamente mis zapatos buenos los tenía en mi equipaje de mano así que me evité la “pena” de comprarme otros. Después me dirigí a la tienda naturista a comprar mi desodorante sin aluminio, ya que en la familia paterna hay antecedentes de cáncer de seno.
Desafortunadamente, no me dio tiempo de lo esencial (le di prioridad a las lagunas mentales) y no compré ropa interior, ni “aquellito” para los “días incómodos”, así que me di a la tarea de lavar mis paños menores, rogándole a todos los Dioses del Olimpo que se secaran para el día siguiente.
Así, hoy temprano me di el duchazo, sequé mi cabello con la horrible secadora del hotel y estrené ropita. Casi perfecto. Sólo faltaba mi set de óleos para inspirar la obra de arte en el rostro (quema mucho el sol), o sea, los utensilios para la emperifollada.
Así que me dije que iría al natural. Tomé mi laptop y bolso, bajé en el ascensor y me encaminaba hacia el restaurante para comer algo, cuando dando la vuelta, me percaté que el bell boy estaba acomodando maletas en un carrito. Me brillaron los ojitos cuando vi la mía entre ellas.
Así que le pedí al tío cordialmente que llevara mi maleta a la habitación, para finalmente proceder a darme los últimos toques (no seas mal pensado(a), no de lo que estás pensando).
lunes, agosto 28, 2006
1er. Warning
Venía en la carreterita de doble sentido camino al depto, ya que para variar, vuelo temprano hacia la Gran Manzana de nuevo. Escuchando a Juanes y observando con atención aquella tormenta eléctrica aproximándose, de repente veo un auto aproximándose rápidamente detrás de mí, seguida de luces y flashes, rojo, azul, blanco... cegadoras.
Tras cuatro años en este país sin una falta legal, hoy me detuvo un patrullero que porque según él, su radar me detectó a 75 millas por hora en una zona de 65 y que si no había visto que me venía siguiendo por mas de una milla (lo cual fue totalmente falso). Le expliqué que tengo el control remoto a 65 y que no había excedido el límite. Tomó mi licencia y papel del seguro, se fue a su patrulla (una mega troca con luces cegadoras y farolas). Me comencé a preocupar porque me detuvo en pueblo quieto, no llevaba placa, ni uniforme... y se tardó mucho en darme mis papeles.
Comencé a alarmarme y le llamé al faraón. Tras preguntarme detalles a los que respondí con un terrible "no sé", me dijo que llamaría al 911, para saber si en realidad aquél tío era patrullero.
Afortunadamente el tío era policía de aquél pueblo y están a la cacería de algún incauto para generar lana. Me dijo que no tenía historial y que esta vez me daría un warning, no tendría que pagar nada. "Be safe and have a good day" (que el bestia no vió que ya era de noche?)
Me volvió a llamar el faraón diciéndome que la próxima vez que esté sola y a oscuras, que llame al 911 diciendo que alguien me sigue, que no me pararé hasta encontrar luz y gente.
Mi histeria se redujo un poco. No es histeria por neurosis. En la misma ruta, hace 3 años camino a la oficina a las 5am, a un costado de la carretera en una curva para entrar a otra carreterita, es evidente la disminución de velocidad... en plena oscuridad con las luces altas, ví pedazos de ser humano regados al lado de la carretera, como si alguien los hubiera tirado así nomás... un pedazo de abdómen. Por instinto quise regresar para corroborar lo que mis ojos habían visto, pero me dió miedo... me llegó a la mente la posibilidad de que el descuartizador estaría por ahí observando, así que con mi curiosidad enrollada en el estómago, continué mi camino, dudando por un momento si llamar a la policía.
Momentos más tarde, le llamé al faraón explicándole lo que ví. No me creyó... me dijo que a lo mejor había visto mal, que no me involucrara, porque tal vez tendría que declarar. Aún recuerdo lo que llevaba puesto aquél pedazo de cuerpo, una tela color azul aqua o eléctrico.
Días más tarde, en las noticias anunciaban la posibilidad de un asesino serial de prostitutas, y tenían pistas de que era un trailero, que en ciertas paradas o salidas de carreteras principales a pequeñas autopistas o carreteritas, iba dejando restos humanos. La sangre se me congeló.
Desde entonces, cuando tengo que manejar por la noche, procuro ser muy cuidadosa, no detenerme ante nada. Esta vez tuve suerte. El tío gordo con camiseta gris, sin identificación ni placa, era efectivamente un "deputy".
Después de aquello, me siguió por un rato hasta que se perdió en la obscuridad.
Afortunadamente cargo el celular... y bueno, tal vez por allá alguien me sigue cuidando.
Tras cuatro años en este país sin una falta legal, hoy me detuvo un patrullero que porque según él, su radar me detectó a 75 millas por hora en una zona de 65 y que si no había visto que me venía siguiendo por mas de una milla (lo cual fue totalmente falso). Le expliqué que tengo el control remoto a 65 y que no había excedido el límite. Tomó mi licencia y papel del seguro, se fue a su patrulla (una mega troca con luces cegadoras y farolas). Me comencé a preocupar porque me detuvo en pueblo quieto, no llevaba placa, ni uniforme... y se tardó mucho en darme mis papeles.
Comencé a alarmarme y le llamé al faraón. Tras preguntarme detalles a los que respondí con un terrible "no sé", me dijo que llamaría al 911, para saber si en realidad aquél tío era patrullero.
Afortunadamente el tío era policía de aquél pueblo y están a la cacería de algún incauto para generar lana. Me dijo que no tenía historial y que esta vez me daría un warning, no tendría que pagar nada. "Be safe and have a good day" (que el bestia no vió que ya era de noche?)
Me volvió a llamar el faraón diciéndome que la próxima vez que esté sola y a oscuras, que llame al 911 diciendo que alguien me sigue, que no me pararé hasta encontrar luz y gente.
Mi histeria se redujo un poco. No es histeria por neurosis. En la misma ruta, hace 3 años camino a la oficina a las 5am, a un costado de la carretera en una curva para entrar a otra carreterita, es evidente la disminución de velocidad... en plena oscuridad con las luces altas, ví pedazos de ser humano regados al lado de la carretera, como si alguien los hubiera tirado así nomás... un pedazo de abdómen. Por instinto quise regresar para corroborar lo que mis ojos habían visto, pero me dió miedo... me llegó a la mente la posibilidad de que el descuartizador estaría por ahí observando, así que con mi curiosidad enrollada en el estómago, continué mi camino, dudando por un momento si llamar a la policía.
Momentos más tarde, le llamé al faraón explicándole lo que ví. No me creyó... me dijo que a lo mejor había visto mal, que no me involucrara, porque tal vez tendría que declarar. Aún recuerdo lo que llevaba puesto aquél pedazo de cuerpo, una tela color azul aqua o eléctrico.
Días más tarde, en las noticias anunciaban la posibilidad de un asesino serial de prostitutas, y tenían pistas de que era un trailero, que en ciertas paradas o salidas de carreteras principales a pequeñas autopistas o carreteritas, iba dejando restos humanos. La sangre se me congeló.
Desde entonces, cuando tengo que manejar por la noche, procuro ser muy cuidadosa, no detenerme ante nada. Esta vez tuve suerte. El tío gordo con camiseta gris, sin identificación ni placa, era efectivamente un "deputy".
Después de aquello, me siguió por un rato hasta que se perdió en la obscuridad.
Afortunadamente cargo el celular... y bueno, tal vez por allá alguien me sigue cuidando.
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