Colgando con una Head Hunter, tendré un maratón de entrevistas en la gran ciudad el próximo viernes.
No niego que me siento insegura, pues hace casi un año que tuve mi última entrevista. Esta vez, serán 4 en el mismo día y para diferentes posiciones. A ver qué sale de todo esto, suena divertido, arriesgado y a la vez retador. Ya le hacía falta éso a mi vida profesional, que estaba a punto del estado de putrefacción.
De todas formas, ya había quedado con el faraón, que si no se daba algo de aquí a julio, después de julio renunciaría... teniendo o no teniendo chamba. La maestría la pondré "on-hold" un ratillo, en lo que direcciono timón, agudizo habilidades y defino camino. Cualquiera de las oportunidades que se dén, me tendré que mudar con todo y cachibaches a 3 horas de la "ciudad" (más parece pueblo) donde vivo los fines de semana.
Ojalá se dé, porque sería un cambio positivo, estaría en la civilización, más cosas por hacer, compraría mi casa y viviría en ella... no como ahora, que aunque la tenemos, no la cohabito. Además participaría en las reuniones de ex-alumnos que mi "Uni" tiene por acá, así como eventos del Consulado Mexicano. Podría ir a prácticas de meditación, yoga, idiomas, transferir mi maestria o de plano empezarla, pues allá está el plan de estudios que verdaderamente me interesa.
Al que le va a dar el ataque cuando todo esto se acomode, es al guajolote, pues el otro gerente de aquella planta le renunció ayer y casi le da el "teléle". Vociferó a los cuatro vientos su enojo, para luego largarse a la Florida a continuar con la chamba. Así que estoy des-jefada por 3 días. Mismos que disfrutaré hasta que le succione el tuétano a cada uno. Me apuraré a terminar mi presente proyecto, para que sin pretextos me deje libre la próxima semana, cuando le avise de mi ausencia.
Nótese que este post está hecho con una extraña emoción, mezclada con un canijo sueño y un dolor alrededor del ombligo que no me ha dejado desde el viernes. Sólo espero que no sea apendicitis o algo parecido.
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