Lunes después de haber tenido un recorrido sin percances de casa al departamento en la madrugada, llegué al depto para bañarme y prepararme para ir a la oficina... 7.45am y suena mi última alarma anunciando que tengo que ir "ahuecando el ala"... así que corro de un lado a otro, retocando peinado, maquillaje, dando último planchazo al pantalón...
Camino unos pasos, mi pie se atora con el cordón de la secadora del cabello, me alza la pierna hacia atrás, trato de dar unos brinquitos sobre el dedo gordo del pie izquierdo y sin librarla, me pesqué de la puerta del centro de lavado, tiré la plancha y ¡castaña! me pego semejante zapotazo... caí de cadera del lado izquierdo... me levanto sin pensar, me arreglo el peinado, desconecto todo y salgo corriendo. -- sigo adolorida --
Esta mañana mientras me duchaba, otra vez alguien toqueteó mi nalga izquierda... y no estoy loca, fue en dos ocasiones a unos minutos de distancia... como pidiendo que pusiera atención...
Ya en la oficina, en la hora del "break", mientras registraba mi dominio (que aún no he hallado la forma de linkear mi blog), daba unos tragos a la botella de agua, cuando el buche se me fué por el otro lado y ya me andaba ahogando... tanto fue mi esfuerzo por tratar de respirar, que alarmé a los vecinos de oficina que salieron despavoridos al auxilio "are you OK?", mientras, yo haciendo señas de que estaba bien, en lo que trataba de deshacerme de aquél trago que intentaba irse a los pulmones.
Son dos días sólo atenta a ver qué pasará mañana. Tanto estuve por tantos años diciendo que quería morir jóven, que a lo mejor lo convertí en mantra...
Por lo pronto, me doy un respiro para hacer mis rigurosos 45 minutos de "hip-hop abs" con mi querido Shawn T.
Si existe algún alma en esta blogósfera que se apiade de mí y me enseñe a "linkear" mi blog a mi nuevo dominio, se lo agradeceré más allá de la eternidad...
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