Si lo pienso mejor, todo fue muy loco y muy a la carrera: un tío hindú al teléfono el miércoles, al que casi no pude entender por el pesado acento. Quería que en media hora me entrevistara con uno de los socios de aquella empresa, a la que jamás le comprendí como se llamaba. Tuve la entrevista con otro hindú al que no entendí ni "j" y a lo que entendí contesté, comentándole en repetidas ocasiones que volviese a formular las preguntas, porque definitivamente no entendía nada de lo que hablaba. Momentos después, el anterior tío volvió a llamar para decirme que alguien que se encontraba en India me llamaría para una segunda entrevista.
Como diría mi papá "Lotería!" éste tío tenía un inglés decente, aún no comprendí el nombre de la empresa, me dijo que se ubicaba en la India, pero que tenía gente laborando desde Europa y que yo sería su segundo contacto en los Estados Unidos. Que trabajaban con "varios" clientes estadounidenses y que me necesitaban para un proyecto en Latino América. Me dijo la naturaleza del proyecto y que visitaríamos tres países: Argentina, Venezuela y Colombia.
Me dio las gracias por haber contestado a sus múltiples llamadas en tan poco tiempo, me preguntó si estaría interesada en una posición permanente en la ciudad local, trabajando de forma remota y reportándole de forma virtual. Todo se me hizo muy extraño, pero con tantos meses sin chamba, la Nefer está llegando a niveles de desesperación.
El tío dijo que investigaría si requiero de visas, etc. y que pronto alguien se pondría en contacto conmigo. El primer tío me llamó para saber cómo había estado la entrevista. Al comentarle lo anterior, me dijo que investigara si requiero de visa y que le mandara la respuesta via correo electrónico.
Le comenté no tenía su correo, que me lo diese. "Te enviaré un correo para que lo tengas"... desde entonces, no he recibido correo alguno, ni llamada alguna. Una forma muy desorganizada y extraña de trabajar, la de estas personas. Cómo es que sabiendo que tienen un proyecto en LA no tienen la decencia de con tiempo entrevistar a las personas y cumpliendo su palabra. En fin, es todo un enigma, un misterio. Ni siquiera sé el nombre de la empresa que me entrevistó, ni correo electrónico, ni teléfonos, ni el nombre de los susodichos, me lo dijeron en repetidas ocasiones y aunque lo deletreaban, no entendí ni jota. No sé quién es más pelma, si ellos o yo.
No, no tengo identificador de llamadas y desafortunadamente las llamadas las recibí en teléfono casero y no celular. Ni hablar, eso me enseña una vez más que no importa qué tanta atención ponga a éstos tíos... tendré que tener más cautela la próxima vez.
El proyecto comenzaba la siguiente semana. Sin duda no creo que me consigan visa para aquél país en un día. Así que no creo que me vuelvan a contactar.
*** post scriptum... pues que siempre sí... empiezo el 17 de éste.
Lapsus brutus, anécdotas, sueños, recuerdos, pensamientos, cuentos, exabruptos...
viernes, octubre 07, 2011
miércoles, octubre 05, 2011
Resoluciones
Se resolvió lo del seguro de desempleo... debí tener el nervio de resolverlo antes. Y bueno, eso fue el lunes. Hoy, me acaba de llamar un caza-cabezas. Al parecer existe una oportunidad en un proyecto temporal que requiere viaje a sudamérica. A ver qué sale.
Ayer fue un día extraño, me dolía la espalda... sentía que la columna se torcía y que cada músculo me hacía una tortura china. Desde anoche el tendón del tobillo y la articulación me han estado doliendo.
Me siento sola, me hace mucha falta mamá. Su presencia física, sus consejos, sus pláticas, sus disertaciones filosóficas.
El día está soleado, está menos frío. Tal vez salga a continuar podando el pasto.
El teléfono acaba de interrumpir el tecleo de este post. Segunda mini entrevista telefónica minutos. Estará por verse aún si me entrevistan en persona. De ser así, posiblemente salga de viaje la siguiente semana.
El entrevistador hindú... me costó un enorme trabajo comprender sus preguntas (su inglés muy pobre). Espero haber respondido de la mejor forma.
En fin. A comer y luego a podar pasto.
Ayer fue un día extraño, me dolía la espalda... sentía que la columna se torcía y que cada músculo me hacía una tortura china. Desde anoche el tendón del tobillo y la articulación me han estado doliendo.
Me siento sola, me hace mucha falta mamá. Su presencia física, sus consejos, sus pláticas, sus disertaciones filosóficas.
El día está soleado, está menos frío. Tal vez salga a continuar podando el pasto.
El teléfono acaba de interrumpir el tecleo de este post. Segunda mini entrevista telefónica minutos. Estará por verse aún si me entrevistan en persona. De ser así, posiblemente salga de viaje la siguiente semana.
El entrevistador hindú... me costó un enorme trabajo comprender sus preguntas (su inglés muy pobre). Espero haber respondido de la mejor forma.
En fin. A comer y luego a podar pasto.
martes, septiembre 27, 2011
Descuadrada
Seguramente por echarme en el sillón ayer por la tarde a ver películas, mi espina se desacomodó por completo... dos costillas derechas, una izquierda, cadera y columna lumbar, totalmente rotadas. Fui con el quiropráctico, quien me "ajustó". Me tronó el cuello y estaba bien, hasta que hace una hora más o menos que comencé con un ligero dolor de cabeza y sensación de sumo cansancio en el hombro derecho.
En fin... me siento como los perros callejeros, esos que después de pedradas y patadas, caminan de ladito (como que la cadera se les va de lado).
Estado de ánimo bastante X... he andado como cuando uno no despierta completamente, es una sensación rara. Tal vez es el clima, ojalá para mañana me sienta mucho mejor. ¡Que quiero más acción!...
Sigo teniendo sueños extraños, esta vez, no recordé a detalle. Ni hablar.
En fin... me siento como los perros callejeros, esos que después de pedradas y patadas, caminan de ladito (como que la cadera se les va de lado).
Estado de ánimo bastante X... he andado como cuando uno no despierta completamente, es una sensación rara. Tal vez es el clima, ojalá para mañana me sienta mucho mejor. ¡Que quiero más acción!...
Sigo teniendo sueños extraños, esta vez, no recordé a detalle. Ni hablar.
lunes, septiembre 26, 2011
Camioneta
Estamos haciendo fila para alguna actividad, parece un campamento. Aquél compañero de la preparatoria parece ser alguien muy cercano.
Subimos y bajamos sobre lo que parecen caracoles de metal. Llegamos a la cima y luego bajamos. Por una extraña razón me siento atraída a ése compañero.
Bajando, decido saber qué anda haciendo Overkill. Él se encuentra tratando de sacar el coche de aquél estacionamiento mecánico... en donde suben y bajan autos con sólo apretar botones.Overkill es impaciente, así que sube al segundo piso y enciende el auto. En una maniobra descuidada, el auto sale por la borda y al caer, golpea una pick up que se encuentra en el nivel de abajo. De alguna forma, el auto quedó casi dentro de la puerta derecha de aquella camioneta.
Corriendo mis amigos y yo, vamos, cuando me percato de que el dueño de la camioneta había aprisionado a mi hermano, pues producto de la ira por haber destrozado su camioneta, había levantado los asientos de su auto y puesto a mi hermano debajo, para de nuevo ponerlos en su sitio y sentarse sobre mi hermano tratando de matarlo. Llegué corriendo y con la fuerza descomunal de la adrenalina, levanto el asiento y logro con los pies resistir los empujones del tío. Digo una letanía de leperadas, cuando mi compañero del que me siento atraída, me ayuda a sacar a mi hermano.
Afortunadamente nada le había sucedido. Caminando todos de regreso a aquellos caracoles (pues al parecer era un hotel), Overkill se adelanta y mientas mi compañero me abraza lentamente. Sus brazos rodean mi cintura, los míos alrededor de su cuello. Mi piel se eriza y mientras me habla al oído su aliento despierta placeres indescriptibles.
Escucho la maquinilla de afeitar del faraón. Son las 6am.
Me pregunto porqué estoy soñando con aquél compañero de la universidad. Nunca lo había encontrado atractivo. Los sueños sí que salen con cada cosa...
Me recuerda que tengo que llamarle a Overkill.
Subimos y bajamos sobre lo que parecen caracoles de metal. Llegamos a la cima y luego bajamos. Por una extraña razón me siento atraída a ése compañero.
Bajando, decido saber qué anda haciendo Overkill. Él se encuentra tratando de sacar el coche de aquél estacionamiento mecánico... en donde suben y bajan autos con sólo apretar botones.Overkill es impaciente, así que sube al segundo piso y enciende el auto. En una maniobra descuidada, el auto sale por la borda y al caer, golpea una pick up que se encuentra en el nivel de abajo. De alguna forma, el auto quedó casi dentro de la puerta derecha de aquella camioneta.
Corriendo mis amigos y yo, vamos, cuando me percato de que el dueño de la camioneta había aprisionado a mi hermano, pues producto de la ira por haber destrozado su camioneta, había levantado los asientos de su auto y puesto a mi hermano debajo, para de nuevo ponerlos en su sitio y sentarse sobre mi hermano tratando de matarlo. Llegué corriendo y con la fuerza descomunal de la adrenalina, levanto el asiento y logro con los pies resistir los empujones del tío. Digo una letanía de leperadas, cuando mi compañero del que me siento atraída, me ayuda a sacar a mi hermano.
Afortunadamente nada le había sucedido. Caminando todos de regreso a aquellos caracoles (pues al parecer era un hotel), Overkill se adelanta y mientas mi compañero me abraza lentamente. Sus brazos rodean mi cintura, los míos alrededor de su cuello. Mi piel se eriza y mientras me habla al oído su aliento despierta placeres indescriptibles.
Escucho la maquinilla de afeitar del faraón. Son las 6am.
Me pregunto porqué estoy soñando con aquél compañero de la universidad. Nunca lo había encontrado atractivo. Los sueños sí que salen con cada cosa...
Me recuerda que tengo que llamarle a Overkill.
jueves, septiembre 22, 2011
Danzando
Otra semana en pausa. He intentado bailar por lo menos dos o tres veces por semana. El faraón y yo nos inscribimos a un curso en la universidad de la ciudad. Promete integrar conciencia y fortalezas personales para mejorar la vida aquí y ahora.
Mi mente y voluntad siguen en pausa. Mi mente perdida en internet o televisión. En ocasiones "descansa" durmiendo, en otras se distrae por llamadas de reclutadores (muy pocas) y en ocasiones sigue la danza de los ojos sobre libros diversos, sin consistencia y con poca concentración.
Mi voluntad anda de revoltosa... Logré rescatar una inversión, pagar unas cuentas, pedir informes sobre la certificación. La voluntad se resiste, pero este zombie ha logrado mantener consistencia en las labores hogareñas. No tanto en la buena alimentación.
Hay días mejores que otros. Ayer la imagen de mamá yaciendo en aquella plancha antes de la cremación saltó a mi mente. Desde entonces tengo lagunas mentales. Me cuesta trabajo concentrarme. Algunas necias lágrimas saltan de los lacrimales sin previo aviso y a intervalos irregulares. No logro sostener un continuo llanto. Sólo pequeños arrebatos.
Olvidé lo que escribiría después de lo anterior. No lo recuerdo. Mi mente baila... en el vaivén del pasado y presente. Se detiene en este momento. Recuerda la experiencia del todo. Me doy cuenta de que sigo atrapada entre aquella dimensión y ésta. Quisiera estar por completo en la otra y no en esta. A ratos, mis emociones danzan con los recuerdos... danzando con la culpa y recordando lo que mamá decía... "Nietzsche decía que la culpa era una porquería, así que hija... no hay reproches, no tiene caso, no sientas culpa de ningún tipo. Tu me lo has dado todo, has sido todo. No hay reproches".
La imagen de mamá y yo abrazadas bailando en aquéllas clases de baile en el 2005, en "el cinturón de la biblia". Sus guisos, sus apapachos, sus regaños. Escucho su voz en la contestadora de mi teléfono de casa. No siento nada, sé que esa voz ya no existe y sin embargo no siento NADA. Ni tristeza, ni añoranza. Muy extraño. Tal vez mi cerebro está evadiendo el vacío. O tal vez, mi cerebro lo asimiló desde aquél último suspiro.
Así que aquí y ahora, danzando en la nada... danzando en el vacío... desconectada del mundo terrenal y esperando tener un propósito terrenal, algo que me conecte a éste mundo en el que ya no quiero estar.
¿Hay vida después de la iluminación? ¿qué es la vida?, ¿qué sentido tiene si ya conocí la eternidad?, ¿qué sentido tiene ya si la probé y me encantó?
Mi mente y voluntad siguen en pausa. Mi mente perdida en internet o televisión. En ocasiones "descansa" durmiendo, en otras se distrae por llamadas de reclutadores (muy pocas) y en ocasiones sigue la danza de los ojos sobre libros diversos, sin consistencia y con poca concentración.
Mi voluntad anda de revoltosa... Logré rescatar una inversión, pagar unas cuentas, pedir informes sobre la certificación. La voluntad se resiste, pero este zombie ha logrado mantener consistencia en las labores hogareñas. No tanto en la buena alimentación.
Hay días mejores que otros. Ayer la imagen de mamá yaciendo en aquella plancha antes de la cremación saltó a mi mente. Desde entonces tengo lagunas mentales. Me cuesta trabajo concentrarme. Algunas necias lágrimas saltan de los lacrimales sin previo aviso y a intervalos irregulares. No logro sostener un continuo llanto. Sólo pequeños arrebatos.
Olvidé lo que escribiría después de lo anterior. No lo recuerdo. Mi mente baila... en el vaivén del pasado y presente. Se detiene en este momento. Recuerda la experiencia del todo. Me doy cuenta de que sigo atrapada entre aquella dimensión y ésta. Quisiera estar por completo en la otra y no en esta. A ratos, mis emociones danzan con los recuerdos... danzando con la culpa y recordando lo que mamá decía... "Nietzsche decía que la culpa era una porquería, así que hija... no hay reproches, no tiene caso, no sientas culpa de ningún tipo. Tu me lo has dado todo, has sido todo. No hay reproches".
La imagen de mamá y yo abrazadas bailando en aquéllas clases de baile en el 2005, en "el cinturón de la biblia". Sus guisos, sus apapachos, sus regaños. Escucho su voz en la contestadora de mi teléfono de casa. No siento nada, sé que esa voz ya no existe y sin embargo no siento NADA. Ni tristeza, ni añoranza. Muy extraño. Tal vez mi cerebro está evadiendo el vacío. O tal vez, mi cerebro lo asimiló desde aquél último suspiro.
Así que aquí y ahora, danzando en la nada... danzando en el vacío... desconectada del mundo terrenal y esperando tener un propósito terrenal, algo que me conecte a éste mundo en el que ya no quiero estar.
¿Hay vida después de la iluminación? ¿qué es la vida?, ¿qué sentido tiene si ya conocí la eternidad?, ¿qué sentido tiene ya si la probé y me encantó?
miércoles, septiembre 14, 2011
Volvió a casa
Después de la iluminación de hace un par de semanas, las cosas volvieron a la "normalidad"... que más que normalidad es una rutina sin rutina, de la que hoy me escapé: desperté a las 6am, salí a correr con el Faraón, regresé a hacer postraciones y a meditar por media hora. El partió a sus labores y yo me quedé a desayunar y empezar los que-haceres domésticos.
Ayer entré a mi cuenta bancaria en línea, los números se encogen y yo sigo sin trabajo. Los caza-cabezas sólo prometen y no ha habido ningún tipo de acción, no entrevistas, no nada. Decidí que tendré que trabajar en aquella certificación que postergué eternamente. No habrá alternativa, sin esa certificación, no hay trabajo.
Anoche me enteré que un compañero de la universidad falleció de cáncer de páncreas. Conocí de su caso en cuanto diagnosticaron a mamá hace poco más de un año. El había decidido ir a Cuba para un tratamiento experimental en el que por medio de veneno de alacrán o escorpión, lograban matar células cancerígenas. A estas alturas sólo me quedó pensar en lo siguiente:
Una vez que la persona se diagnostica con esta terrible enfermedad, es como recibir una sentencia de muerte. Aunque todos estamos sentenciados a morir, sabemos que vamos a morir, pero no sabemos cuándo. El que padece de cáncer, sólo sabe que le queda poco tiempo, tal vez menor al de una persona sana... y tal vez no (cuánta gente fallece en accidentes, etc?). El cuerpo se deteriora y depende del estado de ánimo del paciente, así como de sus fuerzas corporales, el cómo vive el resto de sus días. No se puede saber qué le depare el destino. Una amiga de mamá tuvo cáncer cervico-uterino, eso fue hace más de 30 años. La señora sigue aquí. Yo lo atribuyo a sus deseos de vivir y a su profunda espiritualidad. Antes de casarse, fue monja. Así que estoy convencida de que la fe en esos momentos tiene que ser como un roble. Tener fe y esperanza de que todo estará bien.
Él tuvo la suerte de vivir un año más que mamá. No sé sobre su calidad de vida, pero me imagino que con tanto sufrir en estadios terminales, inevitablemente la muerte es la mejor opción. Tal vez digo cosas sin sentido.
Pienso en prevención. Prevención. Prevención. No lo sabemos, ni siquiera si es genético o no. Los médicos dicen que es así, pero viendo la historia de mamá, nadie en la familia... vamos, mi abuelita vivió hasta los 93 y sólo tuvo un mínimo roce con el cáncer de piel que en realidad no le alteró la vida, detectado a tiempo y tratado de inmediato, no hizo daño.
Lo único que he leído y que me hace pensar que es cierto, es que el cáncer vive en ambientes poco oxigenados y ácidos. Así que a hacer ejercicio, respirar profundamente lo más que se pueda y comer una dieta alcalina. Eliminar las carnes rojas, azúcares, harinas (alimentos procesados)... Comer muchas frutas, verduras, granos, etc. Omitir la comida chatarra, los químicos en artículos de tocador y de limpieza. Que nuestro medio ambiente esté limpio de químicos. Espiritualmente desarrollar fe. No importa la religión o dogma, tener fe en que todo estará bien (ésto último me queda clarísimo después de la iluminación). Vivir con desapego material, desapego personal, amando profundamente en cada momento, aquí y ahora. Dicen que el amor cura. Un amor profundo y sin temor.
Pienso en los días en que estuve con mamá. Yo viví aterrada. Cada nuevo síntoma, cada efecto secundario. Aunque lo disimulaba, sabía lo que se acercaba. Aunque con profundo amor, también experimenté profundo enojo reprimido. Enojo de la "injusticia" por lo que mamá estaba viviendo. Ese amor mezclado con enojo y miedo no es buena combinación. Pero es difícil manejarlo en el momento. Más cuando uno no ha vivido ese tipo de situación y no sabe qué es lo que sigue.
Mamá ya se había derrotado años antes. Sin saber que estaba muy enferma y tras haber vivido momentos muy difíciles con la muerte de su hermana y mi abuelita, el diagnóstico de Overkill... no le encontraba sentido a la vida, con todos sus hijos desperdigados y ella viviendo sola (se negaba a vivir cerca de alguno de sus hijos), se distanció de sus amistades. Decidió que ya no quería estar. Cuando fue diagnosticada, se dio cuenta de muchas cosas... se arrepintió de otras tantas. Cuando comenzó a tener fe, ya era demasiado tarde (días antes de morir).
Estimado lector, si tienes a un familiar o ser muy querido con cáncer, no tengas miedo. El miedo lo percibe el enfermo. No sólo el miedo propio de su enfermedad, sino el miedo de aquellos que lo rodean. Hay que estar... estar al 100%, escuchar 100%. Dejar los pensamientos aterradores que sólo pasen y fluyan, que no se queden con uno. Esos pensamientos aterradores distraen, roban tiempo precioso. Apoyar a la persona en todo momento, motivar a que tengan fe a pesar de que se nieguen a escuchar (ésto último es lo más difícil).
En fin. En estos momentos pienso en CV... pienso en lo mucho que habrás sufrido, en tu familia... sólo te puedo asegurar algo. Estás de regreso en casa y estás mucho mejor. En paz descanses.
Ayer entré a mi cuenta bancaria en línea, los números se encogen y yo sigo sin trabajo. Los caza-cabezas sólo prometen y no ha habido ningún tipo de acción, no entrevistas, no nada. Decidí que tendré que trabajar en aquella certificación que postergué eternamente. No habrá alternativa, sin esa certificación, no hay trabajo.
Anoche me enteré que un compañero de la universidad falleció de cáncer de páncreas. Conocí de su caso en cuanto diagnosticaron a mamá hace poco más de un año. El había decidido ir a Cuba para un tratamiento experimental en el que por medio de veneno de alacrán o escorpión, lograban matar células cancerígenas. A estas alturas sólo me quedó pensar en lo siguiente:
Una vez que la persona se diagnostica con esta terrible enfermedad, es como recibir una sentencia de muerte. Aunque todos estamos sentenciados a morir, sabemos que vamos a morir, pero no sabemos cuándo. El que padece de cáncer, sólo sabe que le queda poco tiempo, tal vez menor al de una persona sana... y tal vez no (cuánta gente fallece en accidentes, etc?). El cuerpo se deteriora y depende del estado de ánimo del paciente, así como de sus fuerzas corporales, el cómo vive el resto de sus días. No se puede saber qué le depare el destino. Una amiga de mamá tuvo cáncer cervico-uterino, eso fue hace más de 30 años. La señora sigue aquí. Yo lo atribuyo a sus deseos de vivir y a su profunda espiritualidad. Antes de casarse, fue monja. Así que estoy convencida de que la fe en esos momentos tiene que ser como un roble. Tener fe y esperanza de que todo estará bien.
Él tuvo la suerte de vivir un año más que mamá. No sé sobre su calidad de vida, pero me imagino que con tanto sufrir en estadios terminales, inevitablemente la muerte es la mejor opción. Tal vez digo cosas sin sentido.
Pienso en prevención. Prevención. Prevención. No lo sabemos, ni siquiera si es genético o no. Los médicos dicen que es así, pero viendo la historia de mamá, nadie en la familia... vamos, mi abuelita vivió hasta los 93 y sólo tuvo un mínimo roce con el cáncer de piel que en realidad no le alteró la vida, detectado a tiempo y tratado de inmediato, no hizo daño.
Lo único que he leído y que me hace pensar que es cierto, es que el cáncer vive en ambientes poco oxigenados y ácidos. Así que a hacer ejercicio, respirar profundamente lo más que se pueda y comer una dieta alcalina. Eliminar las carnes rojas, azúcares, harinas (alimentos procesados)... Comer muchas frutas, verduras, granos, etc. Omitir la comida chatarra, los químicos en artículos de tocador y de limpieza. Que nuestro medio ambiente esté limpio de químicos. Espiritualmente desarrollar fe. No importa la religión o dogma, tener fe en que todo estará bien (ésto último me queda clarísimo después de la iluminación). Vivir con desapego material, desapego personal, amando profundamente en cada momento, aquí y ahora. Dicen que el amor cura. Un amor profundo y sin temor.
Pienso en los días en que estuve con mamá. Yo viví aterrada. Cada nuevo síntoma, cada efecto secundario. Aunque lo disimulaba, sabía lo que se acercaba. Aunque con profundo amor, también experimenté profundo enojo reprimido. Enojo de la "injusticia" por lo que mamá estaba viviendo. Ese amor mezclado con enojo y miedo no es buena combinación. Pero es difícil manejarlo en el momento. Más cuando uno no ha vivido ese tipo de situación y no sabe qué es lo que sigue.
Mamá ya se había derrotado años antes. Sin saber que estaba muy enferma y tras haber vivido momentos muy difíciles con la muerte de su hermana y mi abuelita, el diagnóstico de Overkill... no le encontraba sentido a la vida, con todos sus hijos desperdigados y ella viviendo sola (se negaba a vivir cerca de alguno de sus hijos), se distanció de sus amistades. Decidió que ya no quería estar. Cuando fue diagnosticada, se dio cuenta de muchas cosas... se arrepintió de otras tantas. Cuando comenzó a tener fe, ya era demasiado tarde (días antes de morir).
Estimado lector, si tienes a un familiar o ser muy querido con cáncer, no tengas miedo. El miedo lo percibe el enfermo. No sólo el miedo propio de su enfermedad, sino el miedo de aquellos que lo rodean. Hay que estar... estar al 100%, escuchar 100%. Dejar los pensamientos aterradores que sólo pasen y fluyan, que no se queden con uno. Esos pensamientos aterradores distraen, roban tiempo precioso. Apoyar a la persona en todo momento, motivar a que tengan fe a pesar de que se nieguen a escuchar (ésto último es lo más difícil).
En fin. En estos momentos pienso en CV... pienso en lo mucho que habrás sufrido, en tu familia... sólo te puedo asegurar algo. Estás de regreso en casa y estás mucho mejor. En paz descanses.
miércoles, agosto 31, 2011
Todo y nada
Sábado 27 de agosto del 2011. Aproximadamente once y treinta y tantos de la noche.
El faraón durmiendo en la otra habitación. Yo, clavadísima leyendo sobre el Dhammapada en línea. Como siempre últimamente ya se me hizo la costumbre de tener la laptop encendida hasta que me da sueño. Ví la hora, 11:34pm. Pienso en lo mal habituada por no dormir a mis horas. Continúo con la lectura recostada de lado en "cucharita" o más bien en posición fetal, al filo de la cama con la laptop en mis manos apoyada de lado sobre mis piernas.
Mi lectura de suma concentración me llevó a una especie de trance. Un trance en el que me perdí. El tiempo no existe. En la obscuridad, mi mente penetró en la nada. Mis sentidos completamente alertas pero sin pensamiento, sin sabores, ni olores, sin sonidos, sin sensaciones. Mis músculos seguramente se relajaron completamente y en aquél instante, sentí que la laptop se deslizaba por entre mis dedos, tuve la reacción de asirme a ella, pues conscientemente sabía que caería al piso.
Al momento de tener contacto con la laptop, regresé del trance y en ése instante, sin pensar... llegó una tonelada de información.
Yo no era yo. El YO no existe. Simplemente soy. Soy uno con el todo y paradógicamente, todo es nada. La nada es un vacío y en ese vacío de conceptos llegó la confirmación. Pasado, presente y futuro, todo en este instante.
Comprendí mi misión en esta vida, comprendí la asociación de experiencias pasadas. El por qué conocí a la gente que ha cruzado mi camino, el por qué papá murió, por qué me relacioné con ciertas personas. Todas y cada una de ellas, derivarían en un sendero. Mamá preparó el camino con su muerte, todo "tenía" que suceder así.
Al faraón tenía que conocerlo, como a todas las personas con las que me relacioné en el pasado, él era una pieza clave en este rompe-cabezas. Todo para éste despertar. Mi misión no incluye el tener hijos, porque madre ya lo fui. Comprendí que mamá no se fue, simplemente trascendió y está en "casa", donde me encontré en esa fracción de segundos, en el TODO. No hay nacimiento, así que no hay muerte. Es sólo éste instante.
Sentí una enorme felicidad, una paz infinita y un amor elevado a la "N-ésima" potencia. Veo el reloj. 11:35PM. Todo éso sucedió justo cuando cambió del 4 al 5. El faraón despertó para hacer una escala técnica.
Nefer: "Faraón! me iluminé!"
Faraón: "si?, qué paso?"
Nefer: "Soy todo... y soy nada" - en el tono en el que mamá nos había explicado satisfecha y extremadamente feliz aquélla realización
Faraón: " buenas noches"
Nefer: "no hay nacimiento!!! no hay muerte!!!"
Faraón: "buenas noches" (seguramente pensaba que sólo repetía lo que escuchamos constantemente durante los retiros) y continuó caminando de regreso a aquella otra habitación.
Salté de la cama y caminé hacia la otra habitación
Nefer: "que te digo que alcancé la iluminación!!" - exhaltada y firme
Faraón: "dime!" - ya a estas alturas, el faraón se dio cuenta de que no era broma
Le comenté todo lo que arriba menciono (que no es ni la tercera parte de todo lo que me llegó en ese lapso después del trance). Era tanta mi emoción de la comprensión absoluta de todo, que comencé a llorar descontroladamente.
Nefer: "comprendí todo!, no tenía que ser madre... te tenía que conocer a ti, mamá tenía que trascender... todo!!! lo comprendí todo!!! el por qué estoy aquí!!! y... y... ahora qué hago con todo ésto????"
Faraón: "tranquila, respira profundo" - pensó que lloraba de tristeza y me abrazaba fuertemente. Su corazón parecía un conejo. Brincaba fuertemente bajo esa piel.
Nefer: "NOOOO, si no estoy triste, estoy FELIZ!!!!! no tienes idea de la cantidad de AMOR que siento en éste momento, SOY FELIZ, mamá tenía razón!!!!! NADA IMPORTA!!! todo va a estar bien!!!!
Faraón: "luego le llamas a Sunim"
Nefer: "vamos a dormir"
Nos encaminamos a aquella habitación. Como es la costumbre, el faraón recostado del lado derecho... y yo detrás de él. Lo abracé fuertemente. Era como abrazarme a mi misma. Como abrazar a mamá... Como abrazar a toda la humanidad. Tenía sensaciones extrañas en los oídos y la pelvis (no sé qué significado tenga ésto). Era tanto el amor... un amor que salía de dentro de mí como un río interminable y lo inundaba todo. Mi ser era un torrente de amor y felicidad.
Esto... todo duró por varias horas. La sensación de infinita paz, infinito amor e infinita felicidad. Fue entonces cuando comprendí el nombre que Sunim me dio en mi primera toma de preceptos. El nombre budista, significa "alegría y felicidad del Dharma". Comprendí el nombre que Sunim había dado a mamá, cuyo significado era "100%".
Kasina = 100%. Sí, mamá alcanzó la iluminación antes de ir de regreso a "casa".
Ése sábado, estuve brevemente "en casa" por menos de un minuto.
Las explicaciones aquí descritas son insuficientes para presentar lo que significa el llegar a la iluminación. Por que en la iluminación, no hay conceptos... sólo la certeza de saber que soy todo. Somos todo.
¿Lo cotidiano y mundano? sólo una ilusión, una construcción de la mente.
El faraón durmiendo en la otra habitación. Yo, clavadísima leyendo sobre el Dhammapada en línea. Como siempre últimamente ya se me hizo la costumbre de tener la laptop encendida hasta que me da sueño. Ví la hora, 11:34pm. Pienso en lo mal habituada por no dormir a mis horas. Continúo con la lectura recostada de lado en "cucharita" o más bien en posición fetal, al filo de la cama con la laptop en mis manos apoyada de lado sobre mis piernas.
Mi lectura de suma concentración me llevó a una especie de trance. Un trance en el que me perdí. El tiempo no existe. En la obscuridad, mi mente penetró en la nada. Mis sentidos completamente alertas pero sin pensamiento, sin sabores, ni olores, sin sonidos, sin sensaciones. Mis músculos seguramente se relajaron completamente y en aquél instante, sentí que la laptop se deslizaba por entre mis dedos, tuve la reacción de asirme a ella, pues conscientemente sabía que caería al piso.
Al momento de tener contacto con la laptop, regresé del trance y en ése instante, sin pensar... llegó una tonelada de información.
Yo no era yo. El YO no existe. Simplemente soy. Soy uno con el todo y paradógicamente, todo es nada. La nada es un vacío y en ese vacío de conceptos llegó la confirmación. Pasado, presente y futuro, todo en este instante.
Comprendí mi misión en esta vida, comprendí la asociación de experiencias pasadas. El por qué conocí a la gente que ha cruzado mi camino, el por qué papá murió, por qué me relacioné con ciertas personas. Todas y cada una de ellas, derivarían en un sendero. Mamá preparó el camino con su muerte, todo "tenía" que suceder así.
Al faraón tenía que conocerlo, como a todas las personas con las que me relacioné en el pasado, él era una pieza clave en este rompe-cabezas. Todo para éste despertar. Mi misión no incluye el tener hijos, porque madre ya lo fui. Comprendí que mamá no se fue, simplemente trascendió y está en "casa", donde me encontré en esa fracción de segundos, en el TODO. No hay nacimiento, así que no hay muerte. Es sólo éste instante.
Sentí una enorme felicidad, una paz infinita y un amor elevado a la "N-ésima" potencia. Veo el reloj. 11:35PM. Todo éso sucedió justo cuando cambió del 4 al 5. El faraón despertó para hacer una escala técnica.
Nefer: "Faraón! me iluminé!"
Faraón: "si?, qué paso?"
Nefer: "Soy todo... y soy nada" - en el tono en el que mamá nos había explicado satisfecha y extremadamente feliz aquélla realización
Faraón: " buenas noches"
Nefer: "no hay nacimiento!!! no hay muerte!!!"
Faraón: "buenas noches" (seguramente pensaba que sólo repetía lo que escuchamos constantemente durante los retiros) y continuó caminando de regreso a aquella otra habitación.
Salté de la cama y caminé hacia la otra habitación
Nefer: "que te digo que alcancé la iluminación!!" - exhaltada y firme
Faraón: "dime!" - ya a estas alturas, el faraón se dio cuenta de que no era broma
Le comenté todo lo que arriba menciono (que no es ni la tercera parte de todo lo que me llegó en ese lapso después del trance). Era tanta mi emoción de la comprensión absoluta de todo, que comencé a llorar descontroladamente.
Nefer: "comprendí todo!, no tenía que ser madre... te tenía que conocer a ti, mamá tenía que trascender... todo!!! lo comprendí todo!!! el por qué estoy aquí!!! y... y... ahora qué hago con todo ésto????"
Faraón: "tranquila, respira profundo" - pensó que lloraba de tristeza y me abrazaba fuertemente. Su corazón parecía un conejo. Brincaba fuertemente bajo esa piel.
Nefer: "NOOOO, si no estoy triste, estoy FELIZ!!!!! no tienes idea de la cantidad de AMOR que siento en éste momento, SOY FELIZ, mamá tenía razón!!!!! NADA IMPORTA!!! todo va a estar bien!!!!
Faraón: "luego le llamas a Sunim"
Nefer: "vamos a dormir"
Nos encaminamos a aquella habitación. Como es la costumbre, el faraón recostado del lado derecho... y yo detrás de él. Lo abracé fuertemente. Era como abrazarme a mi misma. Como abrazar a mamá... Como abrazar a toda la humanidad. Tenía sensaciones extrañas en los oídos y la pelvis (no sé qué significado tenga ésto). Era tanto el amor... un amor que salía de dentro de mí como un río interminable y lo inundaba todo. Mi ser era un torrente de amor y felicidad.
Esto... todo duró por varias horas. La sensación de infinita paz, infinito amor e infinita felicidad. Fue entonces cuando comprendí el nombre que Sunim me dio en mi primera toma de preceptos. El nombre budista, significa "alegría y felicidad del Dharma". Comprendí el nombre que Sunim había dado a mamá, cuyo significado era "100%".
Kasina = 100%. Sí, mamá alcanzó la iluminación antes de ir de regreso a "casa".
Ése sábado, estuve brevemente "en casa" por menos de un minuto.
Las explicaciones aquí descritas son insuficientes para presentar lo que significa el llegar a la iluminación. Por que en la iluminación, no hay conceptos... sólo la certeza de saber que soy todo. Somos todo.
¿Lo cotidiano y mundano? sólo una ilusión, una construcción de la mente.
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