Recorro los pasillos de aquél lujoso hotel. Frenética voy al comedor, donde busco granola y un poco de leche. Overkill no se siente bien y tengo que ayudarlo.
Regreso al cuarto y veo a Overkill hablando con alguien que se encuentra dentro del armario.
Desde el armario: ya vino, shhh
Overkill: házte visible con ella
Armario: no, todavía no...
Nefer: qué pasa? con quién hablas?
Overkill: con mamá!
Nefer: !?!?!? (mentalmente contestando que está en el más allá)
Armario: (una risita nerviosa) hola Nefer -con el rostro risueño de cuando contaba chistes o hacía travesuras-
Nefer: MAMÁ?!?!?!?!?!?!
Mamá: (saliendo del clóset) sí mi reyna, no quería que me vieras, no todavía... hay que ayudar a Overkill
Nefer: sí, ya fui a la cocina y al restaurante, traje granola
Mamá: bien! -acercándose al lavabo del cuarto para remojar la cara de overkill
Despierto enredada en la sábana y queriendo seguir soñando!
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