Un chapulín verde limón y con enormes antenas se aferró a mi parabrisas. Sucedió justo cuando me percaté que me había pasado la salida para llegar a la ciudad. Como si el pequeño insecto me dijera que no me preocupase, me acompañó todo el camino desde aquél semáforo hasta el centro de la ciudad. Después, desapareció misteriosamente.
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