Tú, sin más porqué,
tú, que bésame,
tú, me tienes de furriel
de un roto de tu piel.
Tú, como la cal
que húmeda es mortal,
tú, blanqueas mi razón
calando hasta el colchón,
Tú.
Tú, montada en mí.
Yo, montura hostil.
Tú, me abrazas con los pies
y yo lamo el arnés.
Tú, y sin ti yo no.
Tú, y sin ti ya no.
Tú, me has hecho dimitir
y hoy yo se dice así:
Tú
No hay comentarios.:
Publicar un comentario