Questa mattina è un po' fragile per me...
Ayer me tomé el día para seguir empacando y afortunadamente recibí a tiempo la llamada en la que me indicaban que los compradores de la casa no harían avalúo alguno, así que me olvidé de la podada de pasto.
Me levanté desganada con tan sólo tres cortas horas de sueño, me encaminé a la rutinaria carretera. Es la última vez que seguiré esta ruta. Salgo de Georgetown Circle, tomo la autopista 69 norte y en la milla 110, la salida a la carretera de doble sentido "Highway 9". Todavía es obscuro, aunque el sol lagañoso comienza a pestañear lentamente. Cansada de escuchar lo que tengo en la caja, sintonicé la radio y a sonido reciente, logré animarme con la música.
Paso Bower Comunity, cruzo los laguitos y sigo pasando los pueblitos Whitefield, Stigler, Keota, Spiro, Pocola, Arkoma y después de casi 2 horas... aterrizo en Fort Smith.
La carretera 9 se convierte en la inter-estatal 540 y hacia el éste, en la salida número 11 a la derecha, se encuentra la oficina... 2 minutos más, giro a la izquierda sobre Old Greenwood y el pequeño club de golf donde está ubicado el departamento, me recibe por última vez. Permaneceré hasta el sábado en la mañana, pues el faraón estará listo con la pequeña camioneta para recoger lo último y pesado (cama y unas pocas cajas).
Estaciono el auto, camino unos cuantos pasos, inserto la llave y giro la perilla. Al entrar y ver semi vacío, recuerdo el primer día que llegué aquí. Me sentía entusiasmada, contenta, inspirada, con una energía exhorbitante, con hambre de lo nuevo.
Mi mente regresó al presente. Hice mi acostumbrado striptease y me metí en la ducha... aproximadamente 1,000 días éstas gotas de agua recorrieron mi cambiante cuerpo, limpiaron más de un millón de pensamientos.
Me visto y me encarrilo a la oficina. Me saludan personas que en mi estancia, jamás me dirigieron la palabra, me felicitaron por lo de la mudanza y me desearon suerte.
Hace algunas semanas me habló C. una compañera de trabajo del área de transacciones. Espera a su primer bebé para diciembre. Hace unos días me enteré que G. otra compañera de trabajo que está en planeación de la producción, espera a su primer bebé para diciembre... y hace unos cuantos minutos, me encontré a S. otra chica, no sé de qué área, pues la vi poco, espera su primer varón para diciembre.
Doscientas cincuenta y cuatro semanas y contando, y por alguna razón, la personita tan esperada no ha aterrizado en mi vida.
E questa è la ragione che la mia anima è un po' triste. Non posso e non voglio pensare più...
Il mio cuore ancora sta con te.
Ti voglio bene...
1 comentario:
animo! ya llegara cuando sea su momento, mirame a mi q pensaba q ya se me habia ido el tren y de pronto la vida me demostro q no.
un abrazo
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