Esta semana pinta serena, pues seremos "China Libre" sin el individuo aquel. Estamos de regreso a tierras californianas, solo el gordo y yo, tranquilamente sentados en la sala de juntas que fue y sera nuestro "hogar" por unas cuantas semanas que durara nuestra visita.
El clima agradable, un poco caluroso, no tanto como en casa, pero agradable.
Y hablando de chinos, continuando con la narracion de nuestra visista a LA, fuimos a la clase de Chi-gong. Ya habia yo alguna vez hecho algo parecido, pues tengo la mania de coleccionar videos de ejercicios, entre danza arabe, workout al estilo de la compania de danza clasica de nueva york, baile con Paula Abdul, entre coreografos hollywodenses dando rutinas absurdas para quemar gramos de grasa.
Llegamos al obscuro lugar, y ante nuestro asombro vimos al chinito dando alaridos despavoridos mientras se le dejaban venir individuos tratando de probar su energia.
Tras ver a unos cuantos tios caer al suelo, porque al siquiera acercarse al chinito y sin apenas tocarlo, rebotaban hacia atras cayendo al piso.
Total, nos dijo que nos pusieramos en posicion. De pie, cabeza erguida, la retaguardia metida, las rodillas dobladas hacia afuera y los dedos de los pies hacia adentro.
Bastante cansado. A los 20 minutos mis piernas temblaban, comence a sentir la energia recorrer mi columna vertebral. Segui el consejo del chinito, de no cerrar los ojos, porque segun el, los "novatos" en esto del chi-gong al cerrar los ojos se ven asi mismos y se enferman de gravedad.
Yo por si las dudas (aunque no soy supersticiosa), segui sus instrucciones al pie de la letra.
Observe a mi alrededor, algunos hacian respiraciones rarisimas, otros temblaban, el faraon movia las orejas de forma involuntaria. Trate de controlar la risa, asi que intente nuevamente concentrarme en lo mio.
Despues de hora y media, estaba lista para salir corriendo de alli.
Debo reconocer que se siente uno diferente despues de una de esas sesiones. Lo que si, hay que permanecer no tan abierto para que no pesque uno, una de esas "malas" energias.
2 comentarios:
La verdad ya hay tantas disciplinas orientales que ya me perdí, pero sí me gustaría practicar alguna igual y me vuelvo un mejor ser humano, ja, Saludos Nefer buen inicio de semana.
A mí me pasó lo mismo con el yoga... el par de veces que fui lo encontraba tan ridículo!!! que me reía en voz alta y tenían que echarme, cual quinceañera.. jajajaj.
Es cierto que después me sentía diferente, pero ciertamente no es el deporte o afición para mí.
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