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martes, septiembre 18, 2007

Tarde, pero llego

*** deliberadamente sin tildes ***
Y al fin llego hoy la mudanza... llegaron tarde a las 11.30am cuando se supone que llegarian a las 9. Pero lo bueno fue que llego. Con lo del radon no pudimos hacer gran cosa, ya que es comun en estos estados la presencia del gas en los sotanos e incluso en casas que no tienen sotano, ya que se cuela por las grietas u orificios de los cimientos de las construcciones en general. Lo bueno es que la constructora se comprometio a pagar un 80% del gasto, pues por politica generalmente no se hacen responsables ni por la presencia de radon antes, durante o despues de la construccion. Asi que pues creo que fue buena negociacion para obtener algo.
Ni hablar, tendremos que desembolsar algo adicional, pero todo sea por la salud. Aqui hay un mapa en el que se identifican los estados norteamericanos con niveles de radon. Si vives en alguno en los que los niveles son altos, no estaria por demas que hicieras una de las pruebas que indican en esa misma pagina.
En fin, fue un dia atareado, maniana mas, pues a pesar de que acomodaron los muebles, tengo que sacudir y desempacar el resto... todo maniana porque el "juevebes" vuelo hacia la tierra del nopal, pozolito, tamalitos, tacos reales no los tex-mex, tierra azteca... mi tierra... que ya me pedia a gritos que fuera, a parte de visitar a la familia... Asi que me dare a la ardua tarea de completar las labores "chacha-les" para que el faraon no luego me salga con que no estaba lista la casa.
Definitivamente como lei en los comments, la reina del hogar aca en gabacholandia no tiene razon de existir, porque no hay servicio domestico accesible... no hay gente que se dedique a eso, y la que hay es muuuuy cara. En fin... a ver si luego voy a oaxaca a ver si alguien se quiere venir de planta (jijiji)

Hasta que la tecla aguante... y disculpas por el vocabulario tan pobre de este post. No comi en todo el dia y mi mente desvaria.

domingo, junio 17, 2007

Domingos

Desde la niñez aquellos días de la semana eran rutinarios. Nos alistábamos, poníamos nuestras "mejores garras" y nos íbamos a casa de la abuela. Sí, la fea, la criticona. No importaba el empeño que pusiéramos en nuestra imágen, siempre... siempre, nos decía que estábamos "iztludos", palabra que utilizaba para hacer énfasis en una persona desaliñada, fodonga.

Era el mismo ritual de siempre... estacionábamos el coche en el garage trasero de aquella obscura casa de Lindavista. A veces, en el garage delantero, en cuya pared papá había hecho una pintura medio rara, con una mano saliendo de un torbellino de color.

Nos bajábamos y ante el discreto comentario de mamá "saluden", saludámanos a la abuela, a la tía solterona y apresurados entrábamos a la casa para encontrar qué hacer mientras aquellos aburridos adultos, hacían lo de siempre:

Mi mamá sentarse en uno de los sillones de la sala, mientras la tía tocaba el piano acompañándo a papá para que cantara alguna aria de ópera. E lucevan le stelle de Tosca, era una de las que no dejaba fuera de su repertorio. Mamá se perdía en aquella música. La abuela mientras, se ponía a preparar la comida y minutos después, mamá se acercaba a la suegra para ayudarla a poner la mesa. A mi hermana y a mí nos hacía señas para que ayudáramos. Mientras, mi hermano se ponía a jugar o le hacía segunda a papá cantando.

Luego, después de comer, nos subían al estudio para que hiciéramos la tarea, mientras ellos se ponían a platicar, más bien la tía y la abuela... Siempre hablaban de lo mismo. Que si fulanito hacía las cosas mejor que uno, que si sutanito bla bla bla, etc.

Ya a eso de las 8 de la noche, bajábamos a merendar pan dulce con chocolate o arroz con leche, o un vaso de leche con galletas. Recogíamos nuestras cosas y nos íbamos a casa.

A veces ellas iban a la casa, en compañía de alguno de los tíos músicos. Odiaba los domingos. Lo único que me gustaba, era cantar la Traviata con papá. A veces íbamos al mercado o algún centro comercial y si veía que algo me gustaba, corría y le decía "papá!! ... me lo compras?" y me contestaba como siempre "a cómo me lo vendes?"... y bueno, así era su sarcástico sentido del humor.

Años a la distancia, a veces extraño esa rutina, no por esas personas, sino por papá... me gustaba cantar y convivir con él, a pesar de que era don cascarrabias, tenía también su sentido del humor y se dejaba querer a su modo. Ahora que todo el mundo festeja el día del padre, yo sólo recuerdo, pero no sólo hoy. Lo he recordado casi todos los días desde que murió.

Donde quiera que estés recibe un pensamiento con cariño... y un coscorrón.

domingo, marzo 18, 2007

...

Hace mucho que no disfrutaba de estar a la intemperie. Todo el invierno me la pasé como oso polar, enclaustrada bajo techo, sin asomar nariz.

Salí a echarte la mano, pues tras la tormenta de hielo, varios de nuestros árboles quedaron amputados y las ramas estaban por doquier.

Mientras "peinaba" el pasto y acumulaba ramas, por primera vez en mucho tiempo no tuve pensamientos. Fue como una meditación en movimiento.

Coloqué en aquella jardinera la estatua de Buda que me regalaste. Compramos flores y las planté... claro que como siempre, tu impaciencia e ingenua iniciativa hicieron que mi mapa floral mental quedara como jeroglífico egipcio.

Como siempre, me dió "controlitis" y ante tus cráteres en lugar de pequeños agujeros, te reté unas cuantas veces. Tengo que seguir aprendiendo a tenerte paciencia.

Terminamos de plantar las florecillas y nos sentamos a meditar. El aire en el cielo nublado era templado, tu rostro planchado, lleno de paz.

A un par de semanas de tu segunda cirugía, tengo miedo... miedo a estar acostumbrada a ti, a amarte sin entregarme al cien..., a perderte...

No me vuelvas a hacer esa pregunta. Es muy cruel.