Ayer, mientras practicaba la serpiente, venías constantemente a mis pensamientos. Aunque fugaces y esta vez sin el afán de no dejarlos ir, se iban en oleadas de energía a lejanas tierras.
La rutina de la serpiente se practica para desestancar ciertos bloqueos energéticos en el cuerpo femenino, que según los chinos, puede ocasionar diferentes malestares o enfermedades. Dado que en repetidas ocasiones y diferentes acupunturistas / naturistas han coincidido en que mi pelvis está "congelada" (palabra que le robé al buen ginecólogo mexicano), practico con fervor las ondulaciones repetidamente. En una ocasión, sentí tal energía que en mi mente no había más que éso. Mi cabeza se había convertido en la de una cobra. Al continuar con la rutina de otras variaciones, logré energizar todo el cuerpo.
Concluí enviando a Overkill energía sanadora para su hígado y algunas otras visualizaciones.
Horas más tarde, mi cuerpo andaba travieso, sensaciones diversas me perseguían y como toda una adolescente en un loco frenesí tuve que canalizar toda esa energía. Resultado... una explosión de ideas y sensaciones descontroladas, como si hubiese entrado en otra dimensión. Mariposas en el estómago, en el corazón, una sensación de infinita excitación, amor universal, algo que no sé ni puedo describir con palabras. Se sentía algo así como cuando alguien que te atrae horrores, está por darte un lindo beso y sin rozarte los labios ya te ha robado todo el aliento.
Qué bonito es estar vivo.
1 comentario:
:)
"no me gusta... me encanta"
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