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jueves, noviembre 16, 2006

El edificio de la Libertad

Firmamos el contrato de arrendamiento y nos dirigimos a los ventanales. Uno de los edificios más altos de la Gran Manzana, con vista a la ciudad. Sólo por $700 al mes. Una ganga.

Amueblamos sin problemas y me fui a trabajar. Aquél señor mencionó algo sobre el edificio a lo que en su momento no puse atención.

Llegando a casa, había una reunión de los compañeros de trabajo, para conocer el nuevo hogar. De repente, el edificio comenzó a hacer sonidos extraños y se comenzó a "doblar" hacia la izquierda, y todos los muebles resbalaban hacia el lado.

El faraón, mamá y yo como pudimos escalamos por el piso, cuando el edificio volvió a su lugar. Según aquél comentario del señor, que en esos momentos recordaba vagamente... decía que aquél nuevo edificio "abría" el "copete" para eliminar desechos.

Después, observando y recorriendo todos los recobecos del departamento, descubrimos que el edificio se flexionaba, pero que había una sección en la que permanecía estático. Así que decidimos investigar a qué horas ocurrían los movimientos para refugiarnos en aquella sección.

Una tarde, descubriendo otra novedad, recorrimos el departamento de una vecina. Era más espacioso y de mejor precio. Tenía un gimnasio, cuarto de lavado, habitaciones enormes, etc. Cuando la vecina, de repente nos dijo:

"Es hora, vayamos a observar las iluminaciones"... así que nos acercamos a los ventanales cuando el edificio comenzó a moverse. Ésta vez, el edificio giraba sobre su eje iluminando todo Manhattan. Curiosamente, cuando regresamos a nuestro departamento, nos percatamos de que vivíamos en la corona de la estatua de la Libertad y que ésta irradiaba luz como un enorme faro.

***

La incomodidad de mi postura me despertó antes de la alarma... perezosamente me rasqué el trasero y me dirigí al baño.

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