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viernes, enero 24, 2014

Sesos

Estoy en el pasillo de aquella casa. Mamá se acerca con la peque con una mesa de ruedas cubierta con un mantel blanco. En el centro de la mesa, surge algo parecido a un tazón con sesos. Mientras mamá indica que preparó sesos frescos y la peque inquieta y ansiosa, todos estamos por comer los sesos.
Mientras hacemos lo propio, algo se mueve debajo de la mesa. Es un chango bebé, que como buen plato africano, le cortaron las cuerdas vocales y trata de hacer aspavientos mientras nos comemos sus sesos.

Alarmada le comento a mamá que vivimos en los Estados Unidos y que es delito matar simios y que seguramente iríamos a la cárcel.

Todo el día yo preocupada tratando de evadir la situación y no levantar sospechas.

Papá se encuentra en la cocina. Sentado con serenidad y viendo hacia sus manos mientras las frota, le dice a mamá:

"Kira, lija al chango hasta que se haga polvo, y luego lo echas al jardín".

Suena el depertador.

Ultima voluntad

Su deseo es que viajemos. Le prometo viajar al mundo. Nos dirigimos a la pista de despegue. Existen unos objetos voladores parecidos a los ovnis. Subimos a uno por un claustrofóbico tobogan. Al salir al otro extremo, es una sala circular enorme, mesas como de cafetería. Nos abrochamos los cinturones y despegan las pequeñas naves. El overkill y yo viajamos hacia Canada. Sin embargo, el objeto volador hace paradas frequentes.

Suena el despertador.

viernes, noviembre 08, 2013

Despopoche

Hoy es uno de esos días en que tengo ganas de "despopochar" hasta el cansancio... pero creo que no vale la pena inundar al universo con negatividades provenientes de cambios hormonales. Y no me refiero a menopausia o pre menopausia o como le llamen.

Simplemente que se supone que estos días son los comunes para este tipo de estados de ánimo. He andado sin apetito últimamente, me lleno con poco y me inflo como pelota.

Voy a seguir observando, para seguir con la prevención del innombrable.

Es curioso, al escribir esto, me acuerdo de mi abuelita y de mi mamá,... cuando algo malo iba a salir de mi boca, solían decir: "si no es bueno, no lo digas..." y mi abuelita seguía con el acto de la persignación, pero mamá decía que el poder de las palabras era fuerte y se podría materializar. Claro, esto muchísimo antes de que cumpliera la mayoría de edad. ¿A dónde se les habrá ido esa sabiduría? no... no me refiero al caer en supersticiones.

Las palabras sí dejan huella. Pueden hacer sentir bien a alguien, o pueden destruir. Pero además, pueden generar una especie de reacción en cadena, propagándose como ondas expansivas en el espacio y en el tiempo, a través del universo. Sí ya se, estimad@ lector(a). Si no meditas, no me comprenderás. Pensarás que tú no crees en esas supercherías y vamos, para qué sigues leyendo.

Pero si tienes un poco de curiosidad, cuando caiga la noche (como en estos momentos) y un poco más tarde, pasada la media noche, cuando hay un silencio infinito y la obscuridad te tiende su manto... siéntate sól@. Respira profundo y concéntrate sólo en eso, respirar... hasta que eres un@ con la respiración.

Sin pensamientos, sin emociones... observación... observación...

Si sabes observar, me entenderás.

Me retiro por el momento... un beso a los que transformaron su materia, pero siguen entre nosotros.

jueves, octubre 03, 2013

Arbol de la noche triste

En una de las redes sociales, una amiga de la preparatoria preguntaba sobre árboles. El primer árbol que vino a la mente fue el del tule de Oaxaca.

Sin embargo, el que veía a diario camino a la gimnasia era el "árbol de la noche triste", donde en el 1520 Hernán Cortés lloró su batalla perdida vs. los mexicas y que a principios de los 80s fue incendiado por vándalos.

Recuerdo el camino diario al INDE (Instituto Nacional del Deporte) y papá o mamá haciendo mención al árbol de la noche triste. Antes libre en el camellón, ahora cercado.

Cuánta historia en ese pedazo de lugar. Y pensar que desde los 80s no paso por ahí. En mi próximo viaje al DF creo que tomaré esa ruta y veré su estado y sirve que veo qué pasó con las instalaciones de lo que fue el INDE.

viernes, septiembre 27, 2013

Fin de semana reflexivo

El faraón me pidió que lo acompañara este fin de semana y tener una sesión de masaje con un Lama tibetano... mmmhhh sí, eso mismo pensé. Había decidido ir con él. Sin embargo, al saber que el viaje será de 6 horas en auto, casi 7... para luego del masaje tener dos opciones: o turistear en Chicago, o turistear en Milwaukee. Tiene un curso de lunes y martes y sería regresar el martes en la tarde otras 8 horas de regreso.

Como trabajo de forma remota, me hubiese sido "sencillo" ir. Pero, no me gusta la idea de ir sentada más de 3 horas y además con la lata de cada mes. Sí ya sé estimado lector. Ni yo estoy para contarlo, ni tú para leérlo.

En fin.

Este fin de semana será de depuración:
  1. Alimenticia
  2. Espiritual
  3. Mental/Emocional
Mi viaje a México fue cansado, no sólo por la empacada y mudada del overkill a terruños de la peque, sino que emocionalmente aunque en su momento aparentemente no me afectó, sé que el subconsciente juega trucos y las arenas movedizas de la muerte de mamá estaban jalándome los dedos de los pies. Este fin de semana será para fortalecer los músculos y lograr sacarlos de ese mazapán húmedo de la depresión.

Además, está la salud de mi hermano... que sigue sin comprender que si no se alimenta sanamente, su hígado claudicará.

Me siento como anestesiada. Hoy de plano no siento nada.

martes, septiembre 03, 2013

Torreón

Estaba por ir a Torreón a una consultoría. Sabía que el ejecutivo de aquella empresa eras tú. Trataba de comunicarme contigo por texto o correo electrónico, pero mi "tablet" sacaba imágenes pornográficas cada vez que seleccionaba tu usuario.

Finalmente y el mero día de mi llegada, me dicen que acabas de salir de trabajar y que regresarías mañana. Tecleo finalmente el correo en la oficina y te lo envío. Tomo un taxi y aparentemente mi amiga VV está con sus padres en el interior del mismo. Nos saludamos cordiales pero como si ya nos hubiésemos visto antes, con poco entusiasmo.

Me despierta el ruido del faraón en la obscuridad y su pastillero, son las 3.45 de la mañana. Vuelvo a dormir.

La secuencia del sueño brinca, no recuerdo.

Despierto a las 7 sin haber descansado lo necesario, me duele la cadera izquierda y la ingle. No sólo te apareciste en mis sueños el día de tu cumpleaños el 8 del 8... sino que ahora el 2 de septiembre. Qué querrás? recuerdo que cuando te pensaba ahí estaba sonando el teléfono. Tal vez te acordaste de mí brevemente, o tal vez sólo salté a una vida paralela.