Sin embargo, el que veía a diario camino a la gimnasia era el "árbol de la noche triste", donde en el 1520 Hernán Cortés lloró su batalla perdida vs. los mexicas y que a principios de los 80s fue incendiado por vándalos.
Recuerdo el camino diario al INDE (Instituto Nacional del Deporte) y papá o mamá haciendo mención al árbol de la noche triste. Antes libre en el camellón, ahora cercado.
Cuánta historia en ese pedazo de lugar. Y pensar que desde los 80s no paso por ahí. En mi próximo viaje al DF creo que tomaré esa ruta y veré su estado y sirve que veo qué pasó con las instalaciones de lo que fue el INDE.
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