En estos momentos en el avion, el paisaje prometedor. Mi mano izquierda entumida. Posteare desde el hotel.
Lapsus brutus, anécdotas, sueños, recuerdos, pensamientos, cuentos, exabruptos...
lunes, septiembre 03, 2012
miércoles, agosto 22, 2012
Una niña
El faraón y yo nos encontramos en aquella sala de ultrasonido. No veo la pantalla, pero nos indican que seremos padres de una hermosa niña.Me siento feliz, incrédula... todavía dudo en comunicarlo a familiares y amistades... pero me digo que no hay problema. Posteo en el "cara libro" que espero a una pequeña.
Después mis suegros nos visitan y estando sentados todos, el faraón y yo les damos la noticia. Están extrañados, pero contentos. El Faraón está radiante de felicidad. Los dos nos tomamos de las manos, nos sonreímos y continuamos... "sí... seremos padres de una niña".
En mi mente recuerdo que le había dicho a mamá que si tenía una niña, la llamaría como ella. Estoy feliz. Después mi subconsciente me traiciona indicándome que todo es un sueño, que no es posible... que no es real, porque acaba de llegar la visita de cada mes.
Suena el teléfono. Es tarde, el Faraón y yo nos quedamos dormidos y sale fulminado hacia la regadera. Yo desconcertada, aún sentía la felicidad infinita del sueño.... y a la vez una infinita tristeza, porque aquella niña no llevará tu nombre.
martes, agosto 21, 2012
India
Me encuentro en un edificio... al parecer estoy en medio de un proyecto. Una ciudad paupérrima. Los compañeros de proyecto en ropa de muy baja calidad y trabajando a mil por hora. En medio de aquél gentío, me encontraba en el seminario de sanación por energía. Estaba por subir a la mesa de masajes para ser tratada. Una señora quiere demostrarme algo, cuando deja a su recién nacido sobre una silla. Otra señora corre y carga al niño.
Es hora de la mercadotecnia. Me hacen caireles en el cabello y me cuelgan ornamentos navideños. Aquellas esferas decoradas me hacen ver como un árbol de Navidad. Me piden que deje unas esferas para la expo.
Es hora de partir. Es de noche. Van apagando las luces de aquél terreno baldío y una chica que es la última en cerrar, está descalza... tira de un cordón que estaba enchufado a la electricidad. Al tirar del cable, todo queda en la obscuridad, ella que quería llegar a su pequeño y destartalado VW, vio como un trailer destartalado la azotaría en la negra noche. Ella lo esquiva, en un destello de luz, se ve en cámara lenta a aquella jóven ahora sin piernas, sosteniéndose de sus manos y empujando su torso por debajo del camión para evitar ser aplastada. Está calva.
La alarma me despierta. Llevé al Faraón a su oficina. Prometia hacer mil cosas esta mañana. No he hecho gran cosa.
Creo que vienen aquellos latosos días. El clima es lindo, aunque el cielo envió unos escupitajos. Crecen flores distantes de mi jardinera... creo que las raíces ya buscaron su camino.
Es hora de la mercadotecnia. Me hacen caireles en el cabello y me cuelgan ornamentos navideños. Aquellas esferas decoradas me hacen ver como un árbol de Navidad. Me piden que deje unas esferas para la expo.
Es hora de partir. Es de noche. Van apagando las luces de aquél terreno baldío y una chica que es la última en cerrar, está descalza... tira de un cordón que estaba enchufado a la electricidad. Al tirar del cable, todo queda en la obscuridad, ella que quería llegar a su pequeño y destartalado VW, vio como un trailer destartalado la azotaría en la negra noche. Ella lo esquiva, en un destello de luz, se ve en cámara lenta a aquella jóven ahora sin piernas, sosteniéndose de sus manos y empujando su torso por debajo del camión para evitar ser aplastada. Está calva.
La alarma me despierta. Llevé al Faraón a su oficina. Prometia hacer mil cosas esta mañana. No he hecho gran cosa.
Creo que vienen aquellos latosos días. El clima es lindo, aunque el cielo envió unos escupitajos. Crecen flores distantes de mi jardinera... creo que las raíces ya buscaron su camino.
domingo, agosto 19, 2012
Semi-manca
Mientras corría por la casa porque andaba apurada, decidí ponerme aquél anillo que mamá me regaló... una enorme perla de Majorica. En un breve lapso de tiempo mi mente me indicó que no lo usara, que seguramente me atoraría en alguna parte. Hice caso omiso a mi aviso mental y procedí a terminar de arreglarme. Había planeado mi día a la precisión. Desayunar en aquél lugar, tomar un café en ésa otra cafetería e ir a la otra biblioteca, que promete ser más amplia.
En una tos severa, un pegosteadero tomó su curso hacia el norte de mi aparato respiratorio... corriendo hacia el baño para desechar aquello y no ahogarme en el intento, choqué con la mano izquiera en el marco de la puerta del baño, justo en el dedo donde había puesto aquella mega-perla de Majorica. Vi relámpagos y centellas... el golpe fue directo a la perla... no le pasó absolutamente nada, sin embargo, mi dedo anular completamente inmovilizado después de haberse doblado recto hacia la palma. Me doblé del dolor después de desechar aquél "intruso". Traté de quitar el anillo. Aunque a la perla no le dolió, el anillo lloraba conmigo, puesto que estaba totalmente doblado, no sólo el "doblón" de mi dedo... sino el estrangulamiento del anillo en mi dedo. Traté de calmarme y con respiraciones profundas traté de sacar el anillo del dedo antes de que la hinchazón siguiera su curso. Fui a otra puerta para hacer presión sobre el anillo y medio enderezarlo, sin lograrlo. Me concentré y respiré lenta y profundamente mientras tiraba del anillo, hasta que logré sacarlo... salió con todo y pellejo. Al menos, ya mi dedo no estaba prisionero.
Me puse cinta de deportista en los dedos y mano, y procedí con mi itinerario... ya estando en la biblioteca, no aguantaba el dolor... después de un par de horas de estudio decidí ir a la clínica de ortopedia.
Tras rayos-X y torturas a mi pobre manita, indicó aquél asistente del médico que no tenía fractura, pero un severo esguince en el anular... me pusieron un yeso temporal y semi abierto para que yo en un par de días lograse quitármelo para continuar con unas cintas de velcro que me dieron. Aunque el dolor sigue y ya puedo moverlo más pero aún está inflamada la mano de ambos lados, palma y torso. A cuatro días del suceso, me sorprendo de lo que yo mentalmente creé en aquél momento... o habrá sido clarividencia?
Me tomó un largo tiempo escribir esta entrada... no había tecleado de "a dedito" yo creo desde que era niña y usaba la máquina de escribir de mamá.
En una tos severa, un pegosteadero tomó su curso hacia el norte de mi aparato respiratorio... corriendo hacia el baño para desechar aquello y no ahogarme en el intento, choqué con la mano izquiera en el marco de la puerta del baño, justo en el dedo donde había puesto aquella mega-perla de Majorica. Vi relámpagos y centellas... el golpe fue directo a la perla... no le pasó absolutamente nada, sin embargo, mi dedo anular completamente inmovilizado después de haberse doblado recto hacia la palma. Me doblé del dolor después de desechar aquél "intruso". Traté de quitar el anillo. Aunque a la perla no le dolió, el anillo lloraba conmigo, puesto que estaba totalmente doblado, no sólo el "doblón" de mi dedo... sino el estrangulamiento del anillo en mi dedo. Traté de calmarme y con respiraciones profundas traté de sacar el anillo del dedo antes de que la hinchazón siguiera su curso. Fui a otra puerta para hacer presión sobre el anillo y medio enderezarlo, sin lograrlo. Me concentré y respiré lenta y profundamente mientras tiraba del anillo, hasta que logré sacarlo... salió con todo y pellejo. Al menos, ya mi dedo no estaba prisionero.
Me puse cinta de deportista en los dedos y mano, y procedí con mi itinerario... ya estando en la biblioteca, no aguantaba el dolor... después de un par de horas de estudio decidí ir a la clínica de ortopedia.
Tras rayos-X y torturas a mi pobre manita, indicó aquél asistente del médico que no tenía fractura, pero un severo esguince en el anular... me pusieron un yeso temporal y semi abierto para que yo en un par de días lograse quitármelo para continuar con unas cintas de velcro que me dieron. Aunque el dolor sigue y ya puedo moverlo más pero aún está inflamada la mano de ambos lados, palma y torso. A cuatro días del suceso, me sorprendo de lo que yo mentalmente creé en aquél momento... o habrá sido clarividencia?
Me tomó un largo tiempo escribir esta entrada... no había tecleado de "a dedito" yo creo desde que era niña y usaba la máquina de escribir de mamá.
Amnesia
Mamá y yo nos encontrábamos con los niños, la peque en un café... y mientras me quedaba de ver contigo... habíamos perdido contacto por años... pero por alguna misteriosa razón, nos habíamos localizado... me hacías preguntas sobre el pasado, nuestras largas horas de trabajo... luego llegaba la cuenta... trataba de hacer cuentas y por más que intentaba, no lograba hacer que los números coincidieran.
Te ibas y yo intentaba llamarte desde mi celular. No lograba encontrar tu número... tocaba la pantalla, deslizaba pantalla por pantalla... aquél juego que el sobrino jugaba no se quitaba de la pantalla. Mientras, el tiempo corría, te habías ido. Desesperada veía que no era mi celular, era el iPod de mi sobrino. Como loca buscaba en mi bolso... hurgaba y tentaleaba el interior del bolso...
Nuestra conversación no había tenido ningún sentido, me preguntabas cosas y yo no lograba tener claridad en mis ideas... no lograba recordar cosas, situaciones, personas... al fin encontraba el teléfono... agitada una vez más "escaneaba" mis contactos... pero no lograba recordar tu nombre... quería marcar tu número, quería estar contigo...
El sonido de los grillos y demás criaturas me despiertan justo antes del amanecer... dormí con las ventanas de par en par. El faraón aún durmiente en la otra habitación... sigo en cuarentena por lo de la supuesta bronquitis, precauciones para no contagiar.
Te ibas y yo intentaba llamarte desde mi celular. No lograba encontrar tu número... tocaba la pantalla, deslizaba pantalla por pantalla... aquél juego que el sobrino jugaba no se quitaba de la pantalla. Mientras, el tiempo corría, te habías ido. Desesperada veía que no era mi celular, era el iPod de mi sobrino. Como loca buscaba en mi bolso... hurgaba y tentaleaba el interior del bolso...
Nuestra conversación no había tenido ningún sentido, me preguntabas cosas y yo no lograba tener claridad en mis ideas... no lograba recordar cosas, situaciones, personas... al fin encontraba el teléfono... agitada una vez más "escaneaba" mis contactos... pero no lograba recordar tu nombre... quería marcar tu número, quería estar contigo...
El sonido de los grillos y demás criaturas me despiertan justo antes del amanecer... dormí con las ventanas de par en par. El faraón aún durmiente en la otra habitación... sigo en cuarentena por lo de la supuesta bronquitis, precauciones para no contagiar.
sábado, agosto 18, 2012
Europa
Me encontraba de nuevo en Europa de viaje de negocios... entraba al comedor del hotel cuando alguien me indicaba que me llamaban por teléfono... que fuera a la recepción.
Contesto y era la señorita de la tienda de Louis Vuitton indicándome que no habían recibido mi pago desde hacía meses - la última vez que había estado en París- le preguntaba que cuánto debía, para dar el tarjetazo, pues había abierto cuenta con ellos para llevarme aquella mesa de centro.
Me decían el monto, pero por más que hacía cuentas no me daban los números... después de más de una hora al teléfono y frustración por ambas partes, me decían que debía el equivalente a 50,000 dólares ya con los intereses que había generado mi demora... por más que aplicaba los porcentajes de interés, nunca lograba llegar a esa cantidad, me sentía insegura y frustrada, por que notaba que no sabía sumar, ni multiplicar y temía que me tomasen por idiota y lo que es peor, que me tomasen el pelo. Desesperada les digo que ya, el monto que digan lo cargaré a mi tarjeta.
Despierto con el cerebro sumamente cansado, mareada y débil. Frustrada y temerosa de que estoy perdiendo la cabeza. Me percato que todo había sido un sueño.
Contesto y era la señorita de la tienda de Louis Vuitton indicándome que no habían recibido mi pago desde hacía meses - la última vez que había estado en París- le preguntaba que cuánto debía, para dar el tarjetazo, pues había abierto cuenta con ellos para llevarme aquella mesa de centro.
Me decían el monto, pero por más que hacía cuentas no me daban los números... después de más de una hora al teléfono y frustración por ambas partes, me decían que debía el equivalente a 50,000 dólares ya con los intereses que había generado mi demora... por más que aplicaba los porcentajes de interés, nunca lograba llegar a esa cantidad, me sentía insegura y frustrada, por que notaba que no sabía sumar, ni multiplicar y temía que me tomasen por idiota y lo que es peor, que me tomasen el pelo. Desesperada les digo que ya, el monto que digan lo cargaré a mi tarjeta.
Despierto con el cerebro sumamente cansado, mareada y débil. Frustrada y temerosa de que estoy perdiendo la cabeza. Me percato que todo había sido un sueño.
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