Lapsus brutus, anécdotas, sueños, recuerdos, pensamientos, cuentos, exabruptos...
lunes, abril 14, 2008
Chicago Parte 5
(continúa del anterior)
Regreso a meditar y cuando me siento, suenan la campanilla indicando que concluyó esa sesión. Hay descanso, suspenden entrevistas y procedemos con 10 minutos de descanso para continuar al comedor.
Sirven quinoa con kale -no sé traducciones, es como una especie de grano minúsculo con una especie de col verde obscura que más parece acelga o espinaca, sopa de verduras y té.
Al limpiar el plato con el té y beberlo, piden que llevemos los platos a la cocina. Si el plato no está limpio, no lo recibirán (no se puede limpiar ni con servilleta, tiene que consumirse todo, esto es, mezclar los residuos con el té y tomárselo).
Entrego mis platos y procedo a descansar. Tenemos una hora de descanso físico, pero la mente sigue concentrada. Sigo con la nueva práctica que me dio S. Ahora no son las palabras koreanas. Son los cinco conceptos que me hizo repetir durante la entrevista. Me cuesta mucho trabajo concentrarme por el simple hecho de tratar de recordarlos todos. Batallé con los dos últimos. En automático me salían los tres primeros -que ya sabía de antes, sólo que al momento de la entrevista me quedé en blanco- ... los dos últimos me costaron un trabajo...
Después de la hora de descanso, subimos a correr a la sala del enorme Buda. La calefacción no funcionó en esa enorme sala con doble altura. Corriendo en calcetines en aquella hielera me ocasionó dolor de huesos. Me dije que no permitiría enfermarme y seguí concentrada. Me dolían los talones, las plantas, los dedos, tobillos, muñecas, empeines, corvas, rodillas (éstas en demasía al igual que la coyuntura de las piernas con la cadera)... la cadera, en especial el huesito de la nalga izquierda. Después de correr por un largo tiempo, caminamos rápidamente para ir disminuyendo la velocidad... una vez que disminuimos, regresamos a la sala de la planta baja, donde sí había calefacción y procedimos a caminar muy lentamente. Todos en fila india dando pasos con el mismo pie que el de enfrente. Llega un momento en que la concentración es tal, que sientes un hilo de energía que te une de las piernas hacia la persona de enfrente y la de atrás. Hay comunión con el suelo, con las piernas de terceros.
Llegamos al destino: el área de meditación. Otras sesiones más en las que no pude concentrarme para nada. La espalda me mataba, muñecas, rodillas y cadera con hueso "nalguíneo" izquierdo hecho talco.
A las 10 de la noche a dormir. Tuve sueños. No los recuerdo.
Domingo, cinco de la mañana y hago la rutina del sábado, bajo y soy igual que el día anterior, la primera en bajar (claro, para mí mentalmente eran las seis). Ejercitamos al igual que el sábado y comenzamos con las postraciones, meditación y cantos.
Llegó el final. Siete treinta y por primera vez en mucho tiempo sentí que apenas hasta entonces estaba en paz con mi cuerpo, sentada sin dolores y sin pensamientos. Y tristemente, concluyó.
S dio su última plática y después de hacer una sesión de preguntas y respuestas sólo dijo... "eso es todo". Nos quedamos a desayunar, para luego limpiar. Me tocó esta vez lavar mi baño y aspirar mi cuarto. Tan diminuto que lo hice muy rápido.
Chicago Parte 4
(sigue del anterior)
La entrevista
Nos alineamos en la puerta. Uno a uno esperamos turnos el sonido de la campana indica que suba uno. Cuando termina con uno, suena por segunda vez la campana y el siguiente sube. Corro al segundo piso a la oficina de S. quien me espera sentado en loto sobre su cojín. Cierro silenciosamente la puerta y me siento frente a él en el cojín correspondiente.
S: Nefer -en mi nombre busdista- dime cuál es tu práctica...
N: hana... hasta kon. (Es una lista de palabras que él me dió en koreano... después de algún tiempo me hizo saber que eran los números del uno al cinco, pero que no era necesario que supiera el significado porque la mente lo sabría de todos modos).
S: A ver... Hanaaaaaaa (respirando profundo y esperando a que lo hiciéramos juntos)... ... kon...
S: Nefer! (en tono energético y fuerte) ¡Qué es meditación!
N: CONCENTRACIÓN
S: ¡Qué es concentración!
N: ( me quedé en blanco y lo miré con cara de boba)
S: ¡¿ya lo olvidaste?!... concentración es unidad... a ver otra vez... ¿qué es meditación?
N: concentración...
S: qué es concentración?
N: unidad...
S: qué es unidad?
N: no principio, no fin
S: ¡NO! no nacimiento, no muerte... a ver otra vez... ¿qué es meditación?...
(me hizo repetir hasta esto último para proseguir...) ¿qué es no nacimiento, no muerte?
N: (en blanco)
S: el verdadero ser, experiencia del propio ser, de la propia presencia (true suchness, es el término más aproximado que encontré en español)... a ver de nuevo...
Repetí todo hasta ese momento y concluyó... -lo pondré en inglés para no perder en interpretación-
"M... (nefer budista), this will be your practice... in two parts. Meditation is your practice to gain concentration. There are two parts as well... the inner part, and the external part. The inner part must remain intact, no matter what the circumstances, remember that the external part will always change, nothing is permanent... Once you are concentrated, that is, no thoughts, you will gain oneness. This three things are the most important. The rest will follow. Keep your practice, meditate on this five aspects.
Whenever you feel angry or upset, remember that you have to accept what you cannot change.
Therefore, meditation is concentration, concentration is oneness, oneness is no birth, no death and no birth no death is true suchness".
Nos hacemos reverencia mutua, toca la campana y me pide que deje la puerta abierta. Toca por segunda vez, sube la otra persona.
Chicago Parte 3
Caminamos en silencio y en fila. En la barra de la cocina que da hacia el comedor, hay diversos platones con cereales, arroz con frijoles y manzana, yogurth natural, leche de soya, naranja, plátano y té.
Cada quién toma un pequeño tazón, se sirve uno libremente lo que gusta siempre y cuando no deje sobras. Es recomendable, servirse una porción pequeña y después repetir... porque una vez que te sirves, te tienes que acabar todo.
Antes de comer, esperamos a que todos estén sentados y se toca una campanilla. Hacemos reverencia y tomamos el platón entre las manos y reconocemos los alimentos. Implícitamente se considera a todo ser humano o animal que contribuyó al alimento que está en nuestras manos, agradeciendo.
Comenzamos a comer tranquilamente. Saboreando cada alimento y continuando con la práctica. La práctica está conformada a parte de la respiración y ecuanimidad, por una frase o pequeñas palabras que mantienen la mente concentrada y no haya pensamientos intrusos.
Una vez que se termina de comer, se sirve té en el tazón y se limpia sin hacer ruido con la cuchara, cualquier partícula de comida, para que todo se vaya al tomar el té. No desperdiciar.
Tuvimos una sesión de descanso y comenzó la sesión de trabajo. Habían papelitos con las actividades que se tenían que hacer.
Tomé el primer papelito que decía "zacudir el altar del segundo piso, zacudir el piano que por cierto, está muy sucio".
Subí y me dí a la tarea y comencé por el altar, pero como un tío andaba aspirando, decidí hacer una pausa para mejor zacudir el piano. No hay tarea más bella que la de limpiar un piano. Para mi sorpresa, en la caja de las cuerdas se encontraba una muñeca de tela muy vieja. Yo creo que ni los del templo sabían de la existencia de la muñeca. La saqué y continué con mi labor.
Después de limpiar, inició otra sesión de meditación. Tres postraciones y luego cada quien a su lugar. No me pude concentrar. Me concentraba por algunos minutos y luego mi mente se dio a la vagancia para luego retornar de vez en cuando.
Entre meditaciones, también hacíamos carreras en el salón del segundo piso, con el enorme Buda al fondo, luego caminatas, hasta reducir la velocidad y caminar sumamente despacio continuando con la práctica.
Mientras meditábamos, llamaron a entrevistas.
Chicago Parte 2
(ver anterior)...
Bx Comenzó a tocar el Moktak y todos comenzaron a bajar las escaleras. Nos pusimos los zapatos deportivos, las chamarras y salimos a estirarnos a la banqueta. Después de unos 5 minutos de estiramientos, comenzamos a trotar alrededor de la manzana.
Pensé que después de dos meses de hacer ejercicios regularmente, estaría lista para el retiro. Otra vez, me equivoqué. A media manzana mis pulmones no daban para más y tuve que bajar el ritmo. Llegué caminando rápidamente... la última.
Nos quitamos los zapatos, colgamos chamarras y nos dirigimos a la sala, cruzamos hacia la barra de la cocina para tomar té caliente de maíz o agua al tiempo. Descansamos unos 10 minutos y nos dirigieron a la sección de meditación. Sunim se nos unió y comenzamos con las postraciones, otra vez 36 -no 108!-... (a estos gringos Sunim los tiene muy consentidos)...
Terminando las postraciones, comenzaron los 30 minutos en Zazen (sentados). La mente está fresca y viva después de semejante corrida, los pulmones y cerebro oxigenados. En lo personal, es mi mejor momento para meditar. Comienzo con las respiraciones profundas y comienza la concentración.
Pasó la media hora -que pareció una eternidad- y 10 minutos de descanso. Otra sesión de 30 minutos, en la que ahora, pensamientos iban y venían. Venía todo lo que sucedió desde Noviembre, las mentiras, las traiciones, y sólo lo observé sin analizar y lo dejé ir. A veces, mi mente necia volvía con sus sandeces.
Llegó el fin de la primera parte (las 2 sesiones matutinas de meditación) y S dió su plática.
"Fuego, humo, agua, luna...
Los pensamientos se queman y el humo son los pensamientos que se van dispersando, para ver con claridad el reflejo de la luna sobre el agua... es una frase que utilizó un monje hace más de mil años...
Sentarse tranquila y quietamente, es estar en unidad con la naturaleza, con la tierra, los árboles, las piedras... el inhalar y exhalar nos pone en unidad con todos los seres vivos...
-dirigiéndose a mí, sin siquiera haberle dicho nada acerca de mi situación, dijo-
... tal vez pases por momentos difíciles... una separación, un divorcio... te quedaste sin trabajo... o estás deprimido, -dirigiéndose a los demás- o simplemente necesitas retirarte de lo mundano... este momento es ahora... aquí, está contigo mismo, deja todo lo que traigas fuera. Este es el momento para estar contigo mismo.
Noto que la mayoría cierra los ojos al meditar, meditación con ojos cerrados es soñar despierto. Los ojos deben permanecer a media asta. Con el cuerpo herguido, la cabeza al frente, los ojos van en dirección hacia la punta de la nariz y hacia abajo mirando al suelo. -esto ya lo sabía, solo que, a veces se cansan y automáticamente se cierran-.
Algunos de ustedes tendrán muchos pensamientos. Este proceso es duro. No se desanimen, el estar en silencio es difícil para algunos y el no pensamiento muy duro. Duro porque la mente divaga y los pensamientos perturban. Déjalos ir, está bien tenerlos, sólo obsérvalos y déjalos ir.
La meditación es terapia gratuita. Un monje decía "hay que saber cruzar el agua, cuando el puente ha caído, hay que saber siempre regresar a casa"... no importa por lo que estés pasando, tú estás intacto, tu naturaleza está intacta, lo externo siempre cambia. Pase lo que pase, confía en ti mismo y sabrás siempre regresar a casa.
Meditación es auto ayuda. Ayúdate a ti mismo. Eso, es lo que vas a aprender, a ayudarte a ti mismo".
Concluyó con una reverencia, arreglamos cojines y colchonetas, hicimos las 3 postraciones de rigor y nos encaminamos al comedor para tomar el desayuno.
Chicago Parte I
El jueves por la noche al fin me habló una persona del templo para contestar mi ansiada pregunta de los varios mensajes que dejé en la contestadora... "todavía alcanzo lugar para el retiro?", hicieron el cargo a mi tarjeta y aquella simpática voz me dijo que llevara un "sleeping bag" y una pequeña toalla, así como ropa cómoda. Luego me preguntó si era la primera vez que iba a un retiro. Le comenté que no y brevemente que conocía a Sunim desde el 97 -la gente que permanece en el templo no es siempre la misma, así que hay que estarse presentando cada vez-.
Así que rompí mi viciada rutina y me escapé el viernes al retiro de meditación Zen en el corazón de Chicago.
Seis horas manejando que me dejaron los huesitos de la retaguardia en callo. Salí a la 1:30pm hora del este. Amenazaban en aquél lugar de internet que nevaría en el camino. Afortunadamente no. Mucho viento, pero un bello cielo azul con nubes pasajeras.
En esta ocasión, no prendí el radio, ni el cd, ni el cassette. Preparándome desde el inicio del día, procuré comenzar a entrar en un estado aunque no metitativo aún, al menos silencioso y tranquilo.
Debo admitir que en algún lugar en Indiana, le menté unas cuantas a alguien que venía encimando su auto al mío. Sí, reaccioné pronto, respiré profundo y dejé ir el exabrupto.
Llegando a Chicago, cantaba victoria porque había hecho 5 horas. Nunca hay que cantar victoria y hay que recordar que los factores externos siempre cambian. Nada es permanente. Así que hay que ir mejor sin expectativas. Yo llevaba una: llegar al templo en 5 horas y 8 minutos, hora estimada de mapquest.
En la 94 Oeste, me topé con tráfico. Cerraron las vías veloces porque hubo un aparatoso accidente. Al entrar a Ilinois, empezó a llover, así que seguramente hubo un resbalón y un par de coches quedaron hechos acordeón.
Llegué cerca del templo a las 6:30pm hora local, hice una parada en la tienda naturista para hacerle un pequeño obsequio a Sunim, pero entré y la distribución de la tienda muy diferente a las de la misma cadena en los lugares conocidos. Sentí ansiedad porque no llegaría a tiempo, así que decidí partir hacia el Templo.
Llegué encarrerada y quise abrir la puerta intempestivamente, olvidaba que mantienen la puerta cerrada por dentro. El timbre, tiene una etiqueta que dice "Be patient". Así que sólo toqué una vez y sin dejar el dedo presionando el botoncito.
Una dulce damicela me abrió la puerta y me recibió con una reverencia, con las manos en "japchang" unidas las palmas frente a la cara. La reverencia fue recíproca.
Me quité los zapatos y los puse cuidadosamente en el zapatero izquierdo, que es destinado para las mujeres. Hay uno a la derecha para el sexo opuesto.
Inmediatamente llegó la profesora Dharma en turno y tomó mis pertenencias, sin dejar que cargara yo nada. Le agradecí el gesto y subimos las escaleras hasta el cuarto piso. Allí, observé que habían colchonetas alineadas en el suelo. Yo esperaba ser asignada una de ellas, pero esta vez me sorprendí. Al fondo, había una pequeña habitación con su baño incluido, un pedazo de privacidad. La profesora Dharma puso mis cosas a un lado del pequeño y viejo ropero y me indicó que ésta sería mi alcoba.
Le agradecí con una reverencia y me dijo que el retiro comenzaría a las 7pm. Mientras, tenía tiempo para hacer lo que quisiera.
Es importante aclarar, que ya había estado en un retiro. No de dos días, pero de 5. Normalmente te asignan un lugar para dormir y hay un baño común. Hacemos voto de silencio. Los días empiezan a las 5am, sale uno a la intemperie a lavarse con agua fría y luego se viste uno y hace ejercicios, para luego continuar con la sesión de meditación. Así que iba preparada para todo ello.
Acomodé mis cosas en el ropero y me dirigí a la planta baja, donde sólo había unas tres o cuatro personas. Recuerdo que mientras subíamos las largas escaleras, le pregunté a K1 si había mucha gente. Me dijo "heavens no!". Y yo que pensaba que era la última en llegar y que aquello estaría saturadísimo (en México, normalmente los retiros se saturan).
Procedí a la sala y comencé a caminar en silencio. Miraba hacia la puerta y en un momento inesperado, entró Sunim en su ropa hermitaña y con una voz muy alta y emocionada: "Nefer!!!" -en mi nombre budista-, qué gusto verte. Me dijeron que venías y me dió un gustazo. Estaba por llamarte y qué alegría, aquí estás.
Es difícil evitarlo. Pero la gente me llega por el corazón. Soy una corazón de alcachofa. Me dió mucho gusto también y nos dimos un cálido abrazo. Luego me dijo que después hablaríamos, con su ágil y animado paso, se retiró hacia la cocina.
Un poco después de las siete, nos encaminamos hacia el área de meditación en la misma sala, pero en otra sección. Pusieron un pequeño altar y habían 15 zafus y zafutones acomodados alrededor de la sección y algunas sillas al fondo.
Sunim cruzó la sala y desapareció en la obscuridad. La profesora Dharma (a quién de ahora en adelante nombraré como Kx, dió las instrucciones del retiro y preguntó si había dudas. Al dar por hecho todo, no puse completa atención, así que asumí que todo sería igual.
Kx asignó los lugares. Cuando en México voy al retiro, siempre quedaba lejos del altar, junto a la puerta o en el lugar más lejano. Se les daba prioridad a los que meditaban con regularidad o a los estudiantes Dharma que Sunim preparaba. No soy estudiante Dharma y aunque medito con regularidad o al menos trato, lo hago en casa. Estoy muy lejos del templo y hacía un año que visité Chicago y sólo por un par de días.
Las colchonetas y cojines de meditación son color café y sólo los de Sunim son azules. Kx me pidió que tomara el tercer lugar al lado izquierdo de Sunim, así que él y yo quedaríamos casi rodilla a rodilla a contra esquina, a un par de pasos. Dos personas a mi derecha (estudiantes Dharma) y los demás hacia la izquierda en escuadra formando un cuadro.
Comenzamos con postraciones. Para mi sorpresa sólo fueron 36, no 108. Nos sentamos por sesiones de media hora, con descansos de 10 minutos y nos retiramos a dormir a las 10pm.
La práctica de meditación no termina a las 10pm. Mientras uno se prepara para dormir, continúa con la práctica y se duerme con la práctica. Por primera vez en mucho tiempo, no soñé.
Mi cuerpo me despertó a las 4.50am hora de Chicago, me senté en la cama e hice la reverencia de rigor. Doblé mis cobijas, acomodé mi almohada y me preparé psicológicamente para las restregadas de agua fría. La temperatura en Chicago el fin de semana fue de 32°F, 0°C. Como imaginé que no saldríamos a la calle desnudos, me desvestí y dirigí a la regadera. Para mi sorpresa, el agua estaba tibia. En México, cuando hay regaderas, quitan el calentador y el agua es helada, por si algún vivo se quiere bañar, lo haga de todas formas con agua fría.
Me sentí un poco perturbada, porque sabía que no debía usar agua caliente, así que al agua tibia, aproveché unos breves instantes para entrar gradualmente a lo frío. Al final, rápidamente abrí la fría y me dí las frotaciones de rigor.
Salí hecha un témpano y me vestí. Bajé a la sala poco antes de las 6. Era la única persona y Bx una estudiante Dharma que se preparaba para tocar el Moktak, para despertar a los demás.
jueves, abril 10, 2008
Me desperté cantando...
La curva era muy cerrada, volvías de trabajar
estabas medio cansado y te olvidaste de frenar.
Yo que estaba esperando, me tuve que conformar
con la foto del periódico, un accidente mortal.
Parece que desde entonces me empiezan a suceder
algunas cosas extrañas que me van a enloquecer.
Y sueño que tienes alas, y que vienes hacia mí
los dos vamos volando por el cielo en que te ví.
La Noche es Mágica cuando sueño contigo
algunas cosas extrañas que me van a enloquecer
La Noche es Mágica cuando sueño contigo
los dos vamos volando por el cielo en que te ví
Despierta por la mañana tratando de recordar
si eso fue sólo un sueño y si los sueños son verdad.
El brillo de la persiana, y con mi curiosidad
temblando como una tonta me acerqué hasta el ventanal.
Era una pluma de plata, no era una pluma normal,
era la pluma de un ángel que cayó al despegar.
La Noche es Mágica cuando sueño contigo
temblando como una tonta me acerqué hasta el ventanal.
La Noche es Mágica cuando sueño contigo
era la pluma de un ángel que cayó al despegar.
La Noche es Mágica cuando sueño contigo
algunas cosas extrañas que me van a enloquecer.
La Noche es Mágica cuando sueño contigo
los dos vamos volando por el cielo en que te ví.
miércoles, abril 09, 2008
En órbita...
Agitada y sudando desperté a las 5am. Escuché la tormenta y corrí despavorida a meter mi auto a la cochera. Resulta que tiene tiempo que el agua se le cuela por las orillas del parabrisas o por alguna parte y se apestó a moho. Los días soleados lo dejé afuera con las ventanas y quema-coco abiertas para que se "aireara". Cerré el garaje y corrí de regreso a la cama.
Dormí plácidamente durante una hora.
Me desperté a imprimir cartas de recomendación y otra información solicitada por recursos humanos de aquella compañía y corriendo me subí a bañar, maquillar/peinar y vestir.
Antes me quejaba porque no entraba en la ropa, ahora se me caen los pantalones.
Me encaminé a la ciudad donde tuve la entrevista. Después de subir al estacionamiento chupirul (para el que no sepa que es un chupirul, ver la pequeña fotografía a la izq.), llegué hasta la cima, pues no había lugar.Bajé al centro comercial y tendría que cruzar un puentecillo arriba de la calle. Ascensores divididos... del 1 al 21, del 22 al 30 pisos. Tomo el que me llevaría al piso 22.
Después de llenar solicitud de empleo, me recibe la de rh por 5 ó 10 minutos, dándome información de prestaciones etc, en caso de que fuera contratada.
Permanezco en aquella sala de juntas, llega la directora de finanzas. El ambiente parece relajado y amable, comienza la entrevista en la que más parecía una charla e intercambio de información. Al parecer le pareció mi repertorio y habilidades... comentó que había que entrevistar aún a "n" personas esta semana y la que viene. Que fuera paciente.
Saliendo de allí me sentí segura y feliz. Olvidé que me brinqué el desayuno y ya comenzaba a sentir la cabeza hueca. Pasé donde el roomie y comimos en la cafetería de su trabajo. Le comenté la vivencia.
Después me fui a hacer compras, la despensa en casa está vacía y el refrigerador también. Pasé a las dos tiendas orgánicas... todo muy caro, lo único bueno que encontré fueron naranjas. La verdura y demás fruta por los cielos. Llené el carrillo de cuanta cosa consumimos + los encargos del roomie y me vine de regreso.
En el camino comenzó la neurosis... "tal vez no debí haber mencionado aquello... mmmmhhhh debí haber dicho esto otro, a qué se habrá referido realmente...? seguro hay mensajes ocultos en sus preguntas..." ...
Llegué agotada a casa, tanto de las pezuñas (los zapatos nuevos me aprietan levemente y anduve caminando como perico espinado después de la entrevista) y mi mente totalmente atrofiada. Mi cerebro exprimido, más que por la entrevista, el estrés al que yo sola me sometí antes y después y dándole en la torre con mi neurosis ambulante.
Ahora, escribo estas líneas por inercia y me espera una linda tina con tibias burbujas, una cama muy cómoda y un televisor que me dice a gritos que vea las películas que saqué de la biblioteca. Por hoy, no moveré un dedo más... Sigo muerta.
Odette: gracias pro la sugerencia, aquella postura me ayudó mucho... la haré de nuevo después del bañito.