Páginas

miércoles, junio 04, 2025

De pasiflora a cortisol

 Ya sé, extraño título para una publicación... pero tiene un por qué:

Cuando el clima y la temperatura cambian, normalmente mi cuerpo resiente esos cambios instantáneos... Hoy, después de algunos días húmedos o frescos, se ha intensificado el calor.

En estas ocasiones, tengo la tendencia de andar en ropa interior haciendo las labores hogareñas. En esta ocasión sólo en braguillas,  lavando platos, mientras cocinaba el desayuno y a la vez viendo una serie coreana en la computadora portátil...

Suena el timbre de la puerta. Para variar, me digo que no abriré pues no espero a nadie y además no tengo la tendencia de abrirle a extraños. Al contrario de lo que hace el faraón que abre la puerta a todo ente que toque el timbre.

Continúo preparando mi desayuno cuando escucho que con fuerza empujan la puerta de la entrada. Sin pensarlo, corrí al cuarto de lavado pensando "estoy casi en pelotas, alguien se metió a la casa, no tengo el celular, cómo le hablo a la policía!!"... más que miedo o pánico, me dio un inmenso coraje que interrumpieran mi rutina, estaba por comer mi desayuno que más bien era almuerzo.

Grité "quién anda ahí!!!" -- en español 

Faraón: Hooooooolllllaaaa!!!

Ahí sentí que el alma dejó este cuerpo. No esperaba que fuera él. Se había ido temprano a la oficina y qué demonios tenía que hacer en casa, sin siquiera avisarme que regresaría. Mientras me decía su famoso "hola", ya estaba él alcanzándome en el cuarto de lavado. Me vio la cara y le dije que me dio un susto, pero ya estaba yo vociferando en tono amenazante, pues de tan tranquila y feliz que estaba por comer y seguir limpiando, me sacó de mi zona. Le expliqué las 20,000 cosas que pasaron por mi mente en esos escasos 3 segundos y mientras se disculpaba, se reía porque estaba en pelotas.

martes, abril 22, 2025

Atemporalidad

 Dos meses... sólo dos meses para detener la ingesta de aquél medicamento fastidioso para la recurrencia del intruso silencioso. Con lenta ansia e impaciente paciencia, espero a que la última pastilla cruce por mi tracto digestivo.

Me prometí a mi misma que mi vida tendrá un cambio radical en ese momento. Un nuevo compromiso, en el que no sólo mi salud será prioridad en todos los sentidos. Alimenticio, ejercicio y meditación. Salud física, mente sana y alma remendada.

Añoro la mente fresca, sin nieblas ni lagunas mentales. Extraño la energía que en su momento era o parecía eterna. Ansío una noche de 8 horas de descanso absoluto.

El día de hoy soy esclava de un medicamento que me tiene sometida... cambios abruptos de estado de ánimo, bochornos que pareciera que estoy en auto combustión espontánea, barriga necia que aparece durante el día y desaparece durante la noche y las horas tempranas de la mañana. Pérdida de cabello en todas partes... sí en aquellos recónditos lugares también... Insomnio... Dolores articulares, músculos y huesos. No en broma la llaman "chemo pill".

La gente me ve superficialmente. "Buen semblante, te ves excelente!"... les contestaría como diría mi adorada progenitora cuando estaba en tratamiento, cuando recibía comentarios similares... "si no estoy enferma del semblante!".

El que uno se vea "normal o rozagante", no significa que el nivel energético, mental, emocional es como la imagen superficial lo proyecta.

Y ni qué quejarse con las amistades de achaques. Cuando preguntan "cómo estás?" triste y duramente aprendí que sólo desean la respuesta superficial, porque en realidad poco les interesa si te revuelcas de dolor, o si tienes un mal día, o que se te caen las cejas. Y cuando no reciben el fastidioso "bien gracias y tú" para ellos proceder al chisme, se dan a la ardua tarea de darte consejos que no pides. Sólo quieres ser escuchado. Pero te dan remedios caseros, o te juzgan de ser "malagradecido con la vida porque sigo aquí y hay personas que con la misma enfermedad perecieron", o comentarios similares con su positivismo tóxico.

Así que decidí navegar al lugar recóndito de mi deseo interior de estar apartada de todo y de todos, y con hartas ganas de quemar naves y vivir en reclusión. Pero una reclusión oportunista. Por que aún me gusta ir a mis clases de baile, pero ahora, con ansiedad social, voy a regañadientes. Trato de al menos disfrutar el movimiento.

Por mi nueva disposición personal, gente se ha alejado. Otra, se ha acercado. Aún así, tendré que mantenerme alerta. Porque nadie se acerca des interesadamente. Ahora comprendo lo que papá decía de la amistad. "No hay verdaderos amigos"... yo siempre idealicé las amistades. Tal vez viví bajo un código de honor que sólo yo mantuve... lo que para mi el ser buen amigo o amiga significa. Escuchar al prójimo, compartir experiencias y gustos, estar ahí para echar porras cuando se pasa por malas tormentas. Pero tristemente es precisamente en las tormentas cuando se ve el verdadero valor de las personas.

Recientemente me dio por leer "El Arte de la Guerra" de Sun Tzu. Tal vez pueda resolver mis conflictos internos con sus enseñanzas. Bah, que sólo yo me entiendo.

Y bueno, este tiempo parece que se detiene en el infinito, en la atemporalidad, donde observo que todo y nada se unen, tiempo y no tiempo colisionan y se pierden.

Y ya la hice muy larga... Estimado lector, si aún existes y pasas por aquí... te envío un saludo y gracias por perder tu valioso tiempo en este archivo de incoherencias.

 Como dirían los vascos, Agur!

domingo, enero 05, 2025

Año Nuevo

Vida nueva, dicen por ahí...

Primer propósito, trataré de retomar la costumbre de escribir mis pensamientos necios al menos una vez por mes y no seguir en la indolencia.

No puedo creer que he dejado atrás tantas pasiones que tenía. Apenas al entrar aquí me doy cuenta de ello:

  • Tocar piano
  • Escribir en el blog
  • Bailar
  • Jugar con el ordenador (no juegos, viendo cómo funcionan herramientas, programas, etc)
  • Cualquier cosa que me haga analizarlo todo

Sin duda esta medicina de prevención del silencioso me ha tenido en un limbo bastante nefasto por los últimos 5 años ya, en días debilitante, lidiando con múltiples efectos secundarios... entre ellos insomnio, cambio de estados de ánimo, irritabilidad y depresión.

Debo confesar que en un punto hace casi dos años, tuve pensamientos que nunca había tenido, en los que llegué a planear mi partida de este mundo, aunque no lo ejecuté. No sé sinceramente cómo logré salir de aquél agujero negro que me iba succionando como una aspiradora y que con mis manos y dedos imaginarios logré aferrarme e impulsarme hacia arriba... lo logré sin ayuda profesional, apoyándome en el pobre del faraón que de por sí tiene sus propios pesares. 

Agradecida de tener un techo, una cama cómoda y cálida, alimento, una compañía que ha tolerado todos mis altibajos -- más bajos que altos en ocasiones.... de verdad, no sé qué habría hecho sin él.

Y aquí yazco, echada en la cama despierta desde las 4 de la mañana, mentalmente organizando mi desordenado cuarto, obligándome a re establecer reestructuración en mis días para volver a una rutina más o menos normal y lograr regresar al ámbito laboral a pesar de esta medicina..

Cuando hay días que me siento "normal", esos han sido días maravillosos. Aún estando en Corea, me costó muchísimo trabajo levantarme todos los días... hubo una semana en la que postrada en reposo me fastidió mucho el alma, porque por un pie adolorido casi recaigo en las profundidades de aquél pantanoso agujero negro.

Aquél pie adolorido duró poco más de seis meses, pero afortunadamente ya está casi al 100%, lo cuál me tiene tranquila y satisfecha, porque logré regresar a una de mis pasiones, el baile...

En fin... aquí dejo éste, que son pasadas las 5.30am y mi cuerpo pide más sueño, más descanso... espero hoy sí poder organizar mi habitación. Curioso como las tareas más sencillas son a veces las más difíciles.

Ah, se me olvidaba... feliz año estimado lector, que en realidad dudo que alguien lea tan abandonado blog...