Pues sí... no lo voy a negar, Jean Claude Van Damme siempre me ha gustado. El teléfono no deja de sonar... los insistentes: organizaciones pidiendo donativos, encuestas políticas para las aproximadas elecciones del país del nuevo color... que por cierto, todavía tengo que registrarme para votar.
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De las elecciones mexicanas... sólo queda llorar. Tengo la boleta electoral sobre la mesa y aún no emito mi voto. Tristeza, suma tristeza... será el último año que emito voto para el país que me vió nacer y crecer. Creo que mi hermana hasta cierto punto tenía la razón, para qué voto si ni vivo en el país. Yo lo hacía por el bienestar de mi familia, pero veo que ya me desterró desde hace muchos años.
Anoche me quemé feamente la palma de la mano izquierda... mientras sacaba el salmón del horno, el protector aislante del calor se resbaló y mi palma quedo en contacto directo con el sartén. No lo solté, corrí a la mesa para depositar el sartén con el salmón sobre la mesa...
Corri al chorro de agua helada, cuando recordé la voz de mamá diciendo "limón, ponte jugo de limón"... así lo hice. Hoy, amanecí como si nada hubiera pasado. No hay ampolla, no hay ardor ni dolor... ¡qué maravilla!
Voy a marcarle a Overkill... que aún con computadora nueva, le ha dado por desconectarse feamente. Lo extraño.
¡Bonito fin de semana!
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