Los aromas se hacen llegar... tiene buena mano para la combinación de ingredientes. Pero es arma de dos filos: puede intoxicarte eróticamente, o intoxicarte "carbónicamente"... sí, al tío a últimas fechas, se le olvida que está guisando, se sube a hacer otras cosas, mientras yo afanada estudiando para la certificación... cuando comienzan los olores... de buenísimos y explosivos, hasta chamuscados. Es ahí cuando le pregunto si dejó algo "en la lumbre".
No sólo de aromas y buenas combinaciones. Una vez que el Faraón ha guisado, se divisa un campo de batalla en el que la estufa y alrededores, es un poblado de cacerolas y cuerpos sin vida (pedazos de comida por doquier).
Sí... adivina quién termina por limpiar.
1 comentario:
Bueno.. por ahí está el dicho de que Quien cocina no lava los platos ;)
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