Tantas cosas han pasado últimamente, pero no me enfocaré a hablar de trabajo, eso es tema para otra publicación. Aunque parte de mi estado actual se debe a ese tema...
Mi mente ha estado "sobre girada". Fui de un completo extremo de inactividad a la total actividad y ahora no hallo como parar. Creo que me he vuelto adicta a todo, al trabajo, al pensamiento, al análisis, al discernimiento... y quiero hacer un paro por unos momentos. Lo único que logró que hiciera una pausa, fue una tan dichosa cita con un nuevo quiropráctico que utiliza un método llamado Network spinal analysis.
Ya explicaré a detalle como funciona. A resumidas cuentas, es un proceso en el que después de algunas visitas constantes, se desbloquean canales energéticos y emocionales. Traté unas cuatro veces y no sentía nada. Hasta me sentía mal de ser "incopetente", pues observaba a los demás cómo todo fluía etc.
Ayer, después de horas y horas de trabajo con breves lapsos de descanso, me di a la tarea de presentarme a la sesión. Tras una breve charla con el quiropráctico acerca del estado de mi salud actual, nos dirigimos a la mesa de masaje. Boca abajo y respirando profundo mientras el hacía su "magia".
Después de media hora, me hizo sentarme como montando a caballo en aquella mesa. Se puso detrás de mi y me estiró la columna, cabeza, caderas, de tal forma que estaba totalmente espigada. Con los hombros hacia atrás y abriendo el pecho, entonces comenzó a tocar con su índice justo donde empieza el esternón.
De la nada y de forma abrupta, comencé a llorar... no había poder humano que parara aquél llanto, mientras lloraba, el el voz baja y tranquila, me decía... eso es, de eso se trata todo esto, déjate fluir, llora, vive la emoción, respira profundo y déjala fluir, estás en un lugar seguro.
Pasaron unos minutos y me pidió que comenzara a respirar. Lo hice y luego me pidió que me acostara boca arriba para descansar. Las lágrimas no dejaban de fluir y todas las emociones de todos los años, de todas las circunstancias y de la humanidad entera corrieron por el costado de mis ojos escurriendo hacia mis orejas.
Días antes estaba incrédula... no pensaba que esto iría a funcionar. Ahora, estoy sorprendida positivamente, porque un dolor que traía clavado en la espalda del lado derecho, después de aquella sesión, cedió!
Platicándole a Overkill por teléfono, me ilustró con su creatividad, nombrando aquél episodio como que yo tenía un "trombo" emocional y que salió como tapón de sidra.
... pero no, no se me ha quitado el insomnio.
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