Y... paso a dejar una pequeña huella...
Conduzco el auto hacia el trabajo, escucho música. No compulsivamente como acostumbraba cambiar piezas cada 3 o 4 segundos, las dejo fluir y con ellas mi mente sin pensar.
Aunque me transportan a lugares y épocas añejas, con gusto me doy cuenta de que ya no añoro el pasado. Me gustan las canciones por lo que son y no por lo que representaban para mí... y aunque sí recuerdo situaciones, personas y vivencias, sólo sonrío y continúo apretando el acelerador.
Creo que me he curado del pesado pasado... a continuar viviendo el presente!
No prometo nada pero tal vez vuelva a venir a danzar en algunos días...