Cerebral la que tengo hoy... como si fuera una presa a punto de desbordarse. Tan sencillo que sería tan sólo hacer caso de los sabios y aplicar un poquito aquello de las enseñanzas Zen. "Vive aquí y ahora". Si bien suena muy sencillo, definitivamente aplicarlo a la vida cotidiana para nada...
Voy por la segunda entrevista y espero que sea algo de mi agrado, por que después de casi tres años de estar en una empresa mediocre, creo que ya merezco el cambio a nuevos aires. Que sea lo que tiene que ser, como diría la amorosa persona que me trajo a este mundo (aunque no sabía lo que hacía). Nada está hecho hasta que está hecho, otra de las frases célebres.
Después de pensar en muchas cosas durante el fin de semana, tras la primera entrevista telefónica, pongo un pie en la oficina y me percato de que las cosas siguen igual y seguirán siendo las mismas si YO no genero el movimiento. "Movimiento genera movimiento"...
Entro con un suspiro y lanzo un "Good morning", para que la pared sea la única que me responda con el eco de mi propia voz. Viendo la realidad de lo que me espera si sigo aquí, un jefe que por hobby se hurga la naríz, haciéndole a uno pensar que lo que necesita como regalito para navidad es un mega saca-corchos a presión.
Unos cuantos pasos más y meto la llave en el cerrojo y abro la puerta de mi encerrada oficina, que para colmo, ni siquiera tengo un micro acceso al mundo exterior (una ventana). Abro el escritorio y saco la laptop y la conecto de mala gana en la base como quiera que ésta se llame. La prendo para mientras "carga" todo lo que tenga que "cargar", saco los pendientes y me dirijo a lavarme las manos, como es mi mala (?) costumbre. Regreso y hablo con el gordo un rato sobre sus vacaciones y el viaje en el que estuvo la semana pasada, y con su conocido entusiasmo letárgico me dijo que su viaje había sido una completa pérdida de tiempo.
"Para variar", pensé hacia mis adentros, pues el gordo es el clásico elemento de la compañía que se hace hacia donde va la marea, opina pero no opina, trata de quedar bien con todos, no involucrarse mucho y navegar hasta el retiro (el tío tiene unos 50 y tantos, y si no es así, ya se ve rucailón). Tras ofrecer mi tiempo libre para continuar con mis labores que en las últimas semanas se ha reducido a esperar información y "estudiar" para aquella certificación que tengo pendiente, regreso a mi "changarro" para sentarme y con un gran suspiro (again) decirme a mí misma que NO SE QUE DEMONIOS SIGO HACIENDO AQUI.
Así que si tenía alguna duda, como que todo se fue aclarando más... dejé lo que estaba haciendo por un momento, entré a mi cuenta y escribí un correo a la "head hunter" haciéndole saber mi disponibilidad para una entrevista en persona en aquella Ciudad... al fin, dejaría atrás el dichoso pueblo en el que "existo" entre semana, y me emociona regresar a una ciudad cosmopolita, que bueno, no se parece nada al DF, pero al menos es ciudad con mayores oportunidades de todo. A veces me quedo pensativa, después de la plática con mi viejillo. Pienso y trato de aclarar en mi conciencia, que no dejo esta ciudad ni este trabajo sólo por no convivir con el de la cara afilada con la naríz que parece que le dieron un portazo en plena Gta por metiche. Sí, el mismo que juega con el moco verde.
Pero llegué a la conclusión de que estaría más viva y fresca con nuevas oportunidades en todos los aspectos. No me vendría nada mal un nuevo jefe, que al menos por teléfono el prospecto pareció hacer "click" conmigo. Sólo espero que en persona todo vaya aún mejor. Y bueno, ya la hice muy larga el día de hoy y mejor ya me pongo a "trabajar", que será para mí misma, porque de actividades laborales hoy tampoco se ve nada claro. Abur!
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