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viernes, diciembre 21, 2012

Inicio de una nueva era

Amaneció con viento y nevando. Los aires gélidos pero por alguna razón, llenos de paz.

El domingo parto a mi tierra para pasar las fiestas en familia con mis hermanos y el Faraón.

Las cosas han tomado su lugar. En el trabajo todo fluye y sólo me falta presentar el examen que tuve que posponer.

Mientas, maletas llenas de regalos para mis sobrinos y un hueco grande en el corazón. Mamá no está. Lo sé, a seguir adelante, que es lo único que queda.

miércoles, diciembre 05, 2012

Sabotaje

No se por qué... pero últimamente he tenido la manía de sabotearme a mi misma. Cuando empiezo a levantar cabeza y sentirme "feliz" de alguna manera doy al traste con todo. Me refiero a mi alimentación. Si ya sé que el azúcar me hace azotarme en las paredes, por qué una y otra vez insisto en ingerirla.

Hoy amanecí sumamente cansada. Es mi segunda semana de labores, después de dos años intermitentes. Mi cerebro está cansado, mis temores infundados y mis miedos al fracaso me han agotado. Una inseguridad que no es más que producto de la ingesta de azúcar.

Me siento vulnerable de nuevo. Me ayudó hacer algunas respiraciones esta mañana. Sentía como si estuviera hiperventilando, tal vez un ataque de pánico. Creo que le echo demasiado "coco" a todo. Ya no quiero pensar. Extraño a mamá. Varias veces tomo e teléfono con intención de marcarle y me detengo al recordar que ya no está. Extraño sus palabras de aliento... su "eres mi campeona", su cariño.

Estoy cansada... muy cansada. No sé hasta cuándo va a durar esto. Este limbo de soledad. Fui a México la semana pasada y sólo sentí un profundo dolor... algo muy extraño. No tenía muchas ganas de ir, pero tenía que hacerlo por trabajo. Al descender en el avión, un sentimiento surgió de mi pecho, fue más allá de mi, de todo, de pensamiento, emoción, recuerdo... ni siquiera eso, algo salió intempestivamente de mi pecho, me inundó con lágrimas los ojos. Las contuve.

Muy triste el caminar ese aeropuerto en el que mamá solía esperar y recibirme con su bella sonrisa, sus ojos hermosos y sus cálidos abrazos. En esta ocasión, me recibió mi hermano... que llegó no sé cómo, pues su alma apenas se sostiene en ese dañado cuerpo. Necesita trasplante de hígado. Lo ví mal.

Estoy triste. Muy triste. Me voy a dejar tristezas a otro lado.

jueves, noviembre 22, 2012

Peso muerto

Hoy en la tierra del nuevo color y de los 4 años más, se celebra el día de Acción de Gracias.

Como es la costumbre, compramos un pavo orgánico y me dí a la tarea de prepararlo.

Sacóle de su envoltorio, lavóle y al tratar enderezarlo para rellenarlo, no lograba cargarlo. Se resbalaba de mis manos y lo sentía incontrolable. En fracciones de segundo, mi mente se transportó al día en que mamá dejó su cuerpo. Entre la peque y yo, la estábamos cambiando para que se la llevaran a la funeraria, cuando de nuestros brazos, su cuerpo se resbaló de entre nuestras manos. Tenía dos veces su peso y sus extremidades ya no se acomodaban donde las dejábamos. Incontrolable. El recuerdo fue fugaz y en ese fugaz momento, lloré lo que hace muchos meses no había logrado.

Con el pavo tendido de costado en el fregadero, traté de traer mi mente al presente... recordé entonces la última vez que entre mamá y yo cocinamos un pavo de Acción de Gracias, cuando nos vino a visitar hace seis años.

A unas cuantas horas después de cocinarlo y cenar, mi espalda me mata. Creo que es el peso de aquél peso muerto, más el peso muerto del pavo, más el relleno. Estoy agotada.

Imágen tomada de internet
Felíz Acción de Gracias a quien lo celebre. Para mí, sólo una ocasión de cocinar lo inusual y compartir con el faraón sus costumbres. Por primera vez en mucho tiempo, estoy en casa en esta fecha. Siempre había estado de viaje desde que nos mudamos al norte del país.

lunes, noviembre 12, 2012

Impermanencia

Se dice que los 40s son los nuevos 20s... y sí... al menos en mi caso como que me ha dado un segundo aire, aunque me gustaría tener más energía de la que actualmente tengo.

Las clases de baile me han mantenido a flote, han ayudado a mover cualquier estancamiento físico, dándo paso al vaivén emocional, en el que lo que me atormentaba en el pasado, ahora ya no importa. Nuevas formas de pensamiento han proliferado en mi mente... en el caos que me invadió a raíz de la enfermedad y muerte de mamá, logré hasta cierto punto y al fin, encontrar la paz.

Re direccioné velas en el lento oleaje de la confusión, aceptando la impermanencia de todo: dolor, ausencia, desempleo, enfermedad.

Ahora, después de dos veces de decir no, regresaron los de aquéllas lejanas tierras de nuevo ofreciendo trabajo de tiempo completo, hasta cierto punto con mis condiciones. Un proyecto en la ciudad vecina, viajes no tan frecuentes, prestaciones decentes. Prometedor. No me dejo deslumbrar esta vez. Ya los conozco, sé de sus informalidades, su forma de operar. Pero ya no protesto. Más bien le doy paso a la fluidez.

Fluiré con esta nueva oportunidad de empleo, en lo que concluyo con mi certificación... para darle paso a las nuevas oportunidades que vengan en puerta el próximo año. Estoy segura de que las cosas cambiarán... sí... por que sé que NADA es permanente y que yo puedo configurar mi destino con las pequeñas decisiones que tome cada día.

Hoy decidí descansar. Después de las dos últimas semanas que hasta cierto punto me agotaron, decidí descansar de todo y de todos. Me deshice de un dolor insoportable de cabeza y mañana afortunadamente será otro día.

Otro día para crear, configurar mi destino con la creatividad que me venga. Aún tengo por lo menos esta semana y la que viene para disfrutar de los últimos momentos de "celibato laboral".

Vientos soplan fuerte, pero con esos vientos siempre vendrán mejores oportunidades.

lunes, octubre 29, 2012

Deliberadamente sin título

Día gélido. Inicio del día, temprano. Ánimo, mejor que ayer.
Efectos del aburrimiento: rediseño del blog.
Recuerdos que no afectan después de la purga mental de ayer.
Anillazo del dedo anular sigue en recuperación, posible cirugía.
Actividades pendientes por hoy: estudiar y bailar.

Por primera vez en 10 años de estancia en la tierra de los "número uno", estaré en casa para el famoso "Halloween". Aunque no te entusiasmes, no estaré en casa. Estoy localmente, pues en años anteriores me encontraba viajando fuera del país en estas fechas. El día preciso y a la hora precisa donde desfilan los niños a por dulces, estaré bailando.

La purga de pensamientos continúa. Éste, me seguirá sirviendo de muro de las lamentaciones. Lamento lector, si en búsqueda de algo útil, sigas leyéndo mis letras inútiles :-)

A continuar...

domingo, octubre 28, 2012

Ducha

Recuerdo la primera vez que la bañé. Nos encontrábamos en aquél hotel en la ciudad potosina. Me metí con ella a la ducha. Ella se encontraba muy débil pero aún podía caminar. Mientras la enjabonaba, no logré controlar mis emociones y comencé a llorar, terminando por abrazarla. "¿Por qué?, ¿por qué?"... era lo único que salía de mis labios entre sollozos. Mamá permanecía en silencio, como si estuviese en trance.

Con la progresión de su enfermedad, vino la silla de ruedas... la silla para el baño y para bañarse. Como ahora nos encontrábamos en un departamento arrendado, le pedí al dueño que instalara aquella regadera con extensión que había comprado.
Desvestía a mamá, la cargaba con la adrenalina que hoy no sé de dónde salía. Lograba sentarla en aquella silla... y con las ruedas, la empujaba hasta el baño. Le pedía que por favor lograra mantenerse en pie, en lo que yo colocaba la otra silla en la regadera. Era todo un malabar... mantener la puerta cerrada para que no le llegaran corrientes, pues después de una quimio, el sistema inmunológico está sumamente vulnerable. La enjabonaba, la enjuagaba y la ayudaba a secarla y a vestirse. La cambiaba de silla y la llevaba a su habitación.
Cuando dejó de sostenerse por su propio pie, nos asistía la mucama. Después ya eran baños de esponja.

Recuerdo la última vez que la bañé. Habíamos regresado de su última aventura. Ahora entre los tres (mis hermanos y yo), la cargábamos de la silla de ruedas a la cama. Corrí al baño y con dos palanganas llenas de agua caliente - una para enjabonarla y la otra para enjuagarla - mi hermana me susurraba que no lo hiciera, "que estaba en las últimas"... regresé al cuarto. Mientras le pedía a mi hermano que saliera, entre mi hermana y yo rápidamente y a pasos la bañaba. Después entre los tres, cambiamos las sábanas como nos habían enseñado en el hospital. Mientras ella permanecía recostada, unos la sostenían mientras yo ponía las sábanas de media cama. Luego rodábamos a mamá hacia el lado tendido y yo continuaba con el tendido con las sábanas limpias.

 Cada mañana, cuando pongo un pie en la regadera, no dejo de pensar en esos momentos. Recuerdo su piel, su olor, su cabello, vulnerabilidad, amor, temor, cansancio, tristeza... Mi mente se pierde en aquella esponja, mientras tallo mis extremidades con amor, pensando que en estas células mamá aún sigue aquí... y corre el agua mientras me enjuago.

Cada mañana, cuando tiendo las camas, me quedó la manía... desdoblo las sábanas limpias, cubro mitad de la cama mientras desdoblo y corro al otro lado para tender lo que falta. Tal vez por que en mi mundo ilusorio deseo que mamá esté en esa cama.

martes, octubre 16, 2012

3a. Edad gana esta vez

Un tío jubilado y con + experiencia que yo,... me voló el proyecto buuuuu ni modo, vejez mató juventud esta vez...