Hace algunos meses finalmente se mudaron unas personas a aquella casa nueva que permaneció en el mercado casi un año.
Es difícil distinguir quiénes son y a qué se dedican. No porque sepa la vida de todos mis vecinos. Es más, sólo los conozco de vista y rara vez nos saludamos, porque no son de saludar mucho. Estos nuevos tíos parecen vivir o en familia o en unión libre... un hombre negro, una chica jóven rubia y una señora de edad avanzada. No logramos el Faraón y yo aún identificar... la cuestión es que a altas horas de la noche, autos misteriosos vienen y van, durante el día pasan y discuten a gritos con el sujeto y varias veces se ha presentado un auto de la policía local.
Hoy por la mañana un auto utilitario se estacionó fuera de nuestra casa... me asomé para saber qué sucedía y sólo escuche un intercambio de gritos entre una mujer rubia en aquél auto (no con la que vive) y el tío negro. Media hora después, llegó la policía. El oficial tomó nota de lo que la mujer de edad le decía, mientra que el sujeto y la rubia escuchaban a la sra. dar información al oficial.
Yo sólo espero que estos tíos no estén envueltos en drogas, ya que estas calles están plagadas de niños pequeños y familias decentes... además de que pueden ser un peligro en atraer crimen y balas. Sea lo que sea su negocio, que se lo lleven muy lejos de aquí.
Lapsus brutus, anécdotas, sueños, recuerdos, pensamientos, cuentos, exabruptos...
lunes, julio 23, 2012
Nutricion
No cabe duda que el cerebro no funciona bien sin su alimento. Además del cerebro, las emociones salen de control.
Hoy por la mañana me entrevisté con otro hindú para un proyecto aquí en la tierra de las barras y estrellas. Casi una hora intentando saber qué demonios me decía, repitiendo una y otra vez lo que intentaba decir el tío. Ya sé... dije en el pasado no más de esta sopa... pero el faraón está desesperado y decidí tomar el proyecto, si es que me buscan después de esta llamada.
No había desayunado y al hacerme varias preguntas clave y cuya experiencia tengo, no lograba poner mis ideas en órden. Poco a poco las cosas fluyeron pero sigo con la mente nublada y con emociones encontradas. No quiero trabajar con ellos porque son un desastre y por otro lado, me sentí tonta al no poder poner mis ideas claras en un porincipio. En fin.
El faraón me decía que no me preocupase, quee éste mundo es ilusorio y que esto no existe. Claro en términos elevados y no terrenales, es cierto. Pero las emociones me consumen como el ácido a éste estómago vacío. Después de la llamada, tomé algunos alimentos y temporalmente todo volvió bajo control, pero pasó una hora y media y me encuentro de nuevo en ese estado alterado.
Poco a poco voy comprendiendo a mi cuerpo, tratando de escuchar e identificar qué es lo que me está tratando de decir. Después de estar sin gluten, azúcar, lácteos y alimentos procesados, hace un par de días cometí el error de comer un perro caliente en aquél supermercado. El nivel de glucosa en mi organismo estaba bajo y requería de algo rápido. De los males el menor, pensé yo. Así que me comí aquél horrible bocado. Después, cometí el terrible error de comer un chocolate. No me afectó aquél día, sino los dos días siguientes. Mi estado de ánimo susamente irritable, sentimientos de agresión invadieron mi ser. Un fin de semana emocional, culminando en un dolor de cabeza.
Hoy, con el "down" consecuencia de lo anterior, no sólo el lado opuesto de la irritiabilidad -> depresión. Inseguridad y ansiedad, combinada con una sensación de pánico. Claro, la mente orquestando y dirigiendo... insistiendo en que como todo, nada es permanente y el recordatorio del aquí y el ahora. Como dijo Sunim durante el retiro: "los pensamientos son como la lavandería, ropa sucia... no te aferres a ella, porque apesta".
En estos momentos me siento sumamente insegura, como cuando de niña me encontraba perdida en algún lugar y ansiaba encontrar o ser encontrada. Estoy triste, extraño a mamá y me siento infinitamente sola. Creo que es hora de comer algo más y meditar. Espero la mente se despeje para poder estudiar.
Hoy por la mañana me entrevisté con otro hindú para un proyecto aquí en la tierra de las barras y estrellas. Casi una hora intentando saber qué demonios me decía, repitiendo una y otra vez lo que intentaba decir el tío. Ya sé... dije en el pasado no más de esta sopa... pero el faraón está desesperado y decidí tomar el proyecto, si es que me buscan después de esta llamada.
No había desayunado y al hacerme varias preguntas clave y cuya experiencia tengo, no lograba poner mis ideas en órden. Poco a poco las cosas fluyeron pero sigo con la mente nublada y con emociones encontradas. No quiero trabajar con ellos porque son un desastre y por otro lado, me sentí tonta al no poder poner mis ideas claras en un porincipio. En fin.
El faraón me decía que no me preocupase, quee éste mundo es ilusorio y que esto no existe. Claro en términos elevados y no terrenales, es cierto. Pero las emociones me consumen como el ácido a éste estómago vacío. Después de la llamada, tomé algunos alimentos y temporalmente todo volvió bajo control, pero pasó una hora y media y me encuentro de nuevo en ese estado alterado.
Poco a poco voy comprendiendo a mi cuerpo, tratando de escuchar e identificar qué es lo que me está tratando de decir. Después de estar sin gluten, azúcar, lácteos y alimentos procesados, hace un par de días cometí el error de comer un perro caliente en aquél supermercado. El nivel de glucosa en mi organismo estaba bajo y requería de algo rápido. De los males el menor, pensé yo. Así que me comí aquél horrible bocado. Después, cometí el terrible error de comer un chocolate. No me afectó aquél día, sino los dos días siguientes. Mi estado de ánimo susamente irritable, sentimientos de agresión invadieron mi ser. Un fin de semana emocional, culminando en un dolor de cabeza.
Hoy, con el "down" consecuencia de lo anterior, no sólo el lado opuesto de la irritiabilidad -> depresión. Inseguridad y ansiedad, combinada con una sensación de pánico. Claro, la mente orquestando y dirigiendo... insistiendo en que como todo, nada es permanente y el recordatorio del aquí y el ahora. Como dijo Sunim durante el retiro: "los pensamientos son como la lavandería, ropa sucia... no te aferres a ella, porque apesta".
En estos momentos me siento sumamente insegura, como cuando de niña me encontraba perdida en algún lugar y ansiaba encontrar o ser encontrada. Estoy triste, extraño a mamá y me siento infinitamente sola. Creo que es hora de comer algo más y meditar. Espero la mente se despeje para poder estudiar.
viernes, julio 20, 2012
Nubladito
Los días nublados, contrario a la percepción general, me gustan mucho. Me traen recuerdos de la niñez, cuando vivíamos en un piso en Ondategui. Mi cuarto era muy amplio, por primera vez tenía una habitación para mi sola y yo me encargué de la decoración.
Me levantaba, bañaba, vestía y subía la persiana. Luego abría aquella ventana de par en par. Tenía vista hacia un chalet abandonado. Bello, muy bello lleno de flores. Sacaba mi rostro o más bien medio cuerpo, respiraba el aire fresco, sentía la humedad en mi rostro. Con corbata y sombrero salía de la mano de mis hermanos o de mamá. Caminábamos a la esquina donde nos recogería el transporte para ir al colegio.
De los lugares que vivimos en el País Vasco, Las Arenas fue uno de mis favoritos. Me encantaría regresar y ver qué tan diferente está.
Me levantaba, bañaba, vestía y subía la persiana. Luego abría aquella ventana de par en par. Tenía vista hacia un chalet abandonado. Bello, muy bello lleno de flores. Sacaba mi rostro o más bien medio cuerpo, respiraba el aire fresco, sentía la humedad en mi rostro. Con corbata y sombrero salía de la mano de mis hermanos o de mamá. Caminábamos a la esquina donde nos recogería el transporte para ir al colegio.
De los lugares que vivimos en el País Vasco, Las Arenas fue uno de mis favoritos. Me encantaría regresar y ver qué tan diferente está.
lunes, julio 16, 2012
Recurrencia Escolar
Me encuentro en la universidad. Extrañamente, la gente con la que suelo bailar se encuentra a mi alrededor. Me disculpo con ellas de no poder asistir a otro "flash mob", indicando que tengo que ir a las oficinas de registro para darme de baja de aquella materia (que en el momento por alguna razón no menciono), para poder concluir el semestre.
Todo el tiempo transcurre, yo haciendo otras actividades, procrastinando lo de aquella materia. Es fin de semestre y sé que me suspenderán. Pero siempre con la confianza de que si la doy de baja, todo estará bien.
Despierto con sentimientos de culpa, molesta conmigo misma por dejar las cosas para después, para luego darme cuenta de que todo fue un sueño. Van varias ocasiones que sueño lo mismo, que por alguna razón nunca encuentro el salón de clase y que tendré que darme de baja para no reprobar la materia, pues se pasa todo el semestre y nunca asisto a aquella clase, que en el sueño nunca se sabe qué tópico es.
Todo el tiempo transcurre, yo haciendo otras actividades, procrastinando lo de aquella materia. Es fin de semestre y sé que me suspenderán. Pero siempre con la confianza de que si la doy de baja, todo estará bien.
Despierto con sentimientos de culpa, molesta conmigo misma por dejar las cosas para después, para luego darme cuenta de que todo fue un sueño. Van varias ocasiones que sueño lo mismo, que por alguna razón nunca encuentro el salón de clase y que tendré que darme de baja para no reprobar la materia, pues se pasa todo el semestre y nunca asisto a aquella clase, que en el sueño nunca se sabe qué tópico es.
Continua renovación
Así como nuestra piel se renueva cada 30 días, nuestro cuerpo entero 7 años... 6 ciclos de mi vida han pasado y en éste tengo que plantar la semilla de la salud para que el resto sean ciclos mejores. No sólo alimentación y estado físico, sino el emocional y laboral.
Ayer y esta mañana en ratitos de ocio, leí mi diario puberto que encontré por ahí desbalagado... es increíble cómo yo sola me complicaba la existencia. Aún lo hago a veces, pero pienso que si hubiese encontrado la meditación en aquél entonces, otra historia de vida me hubiera contado. Interminables dramas adolescentes, enamoramientos absurdos, pérdida de tiempo... aunque en aquél entonces lo "disfrutaba" al máximo... leyendo a la distancia y analizando el pasado, fui demasiado soñadora, vi cosas donde no las había, tanto buenas como malas... le di confianza a quienes no lo merecían, y alejé a los valían la pena. Pero bueno, es parte del crecimiento y la vida... enseñanzas para madurar.
Hice una pausa y escribí en aquél diario abandonado una actualización, que hago un resumen a grandes rasgos en aquella vieja libreta de pasta gruesa con la portada de una japonesa impresa en vinilo simulando piel. Tiene un diminuto cerrojo, cuyo destino de la llave desconozco.
Me di cuenta de que estoy en una etapa de paro y un tanto atorada, como lo estaba cuando falleció papá... sin analizar tanto el pasado, pienso que es parte del duelo y que me tomó años superar lo de papá... así que para lo de mamá me tomará diez veces más. A diferencia de antaño, no estoy en la escuela... pero el desempleo me tiene un tanto decepcionada... de mi misma. Tal vez me juzgo demasiado, pero veo el avance de amigos y compañeros de generación y me siento a ratos desesperada. Aunque tengo una vida decente, me siento inútil. Nunca había estado tanto tiempo desempleada... y soy muy mala para administrar el tiempo libre.
Tengo tendencias adictivas. No sólo a la comida... al chocolate, al azúcar, a la música, al internet, a las colecciones absurdas de bolígrafos y libretas, a suspirar romanticismos inexistentes, a pensar, pensar y pensar... de qué me sirvió ése retiro hace unas semanas... pero se acabaron las contemplaciones. En proceso de elaborar un horario para acomodar todo lo que quiero hacer y todo aquello que tengo que hacer. Tal vez para fin de mes ya esté encarrilada y me sienta un poco mejor. No todo es emocional... también se deriva de mi estado físico. Aunque ya bajé kilos que me tenían más inmovilizada, tengo que continuar con rutinas aún más fuertes para acomodar lo que el efecto de la gravedad está estirando hacia el centro gravitacional.
Hoy llamó una caza cabezas... no contesté el teléfono y dejé que se fuera al contestador automático. Ya le llamaré mañana por la mañana. Por hoy, quiero concentrarme en deshacerme de las pequeñas hormigas que se han colado e infestado la casa... pequeñas trabajadoras se han metido por debajo de la puerta principal, formando una negrilla línea pasando por el comedor, sala y llegando hasta la cocina... creo que su meta es llegar a aquél bote negro de basura. Así que después de colocar cáscaras de pomelo por toda la casa, hice lo propio. Limpié todos los suelos, aspiré las alfombras y con los pomelos parece que ya se dieron a la fuga. No me gusta fumigar con químicos. Así que ha sido el mejor remedio que he encontrado para ahuyentar a las pequeñas latosas.
Aunque mi día comenzó un tanto deprimente por pensamientos absurdos, me zacudí las nubes negras y comencé sin pensar a hacer lo mencionado en el párrafo anterior. Me di una rica ducha con agua fría, me alacié el cabello que con este clima se me enchina como si así hubiese nacido... Estoy en días de celo, así que hay que canalizar las pasiones... (sí, ya sé estimado lector, no estoy para escribirlo ni tú para leerlo, pero pues ni modo... :-P )
En fin... y como la vida sigue, a continuar con la renovación... que espero que esta racha pase pronto.
Ayer y esta mañana en ratitos de ocio, leí mi diario puberto que encontré por ahí desbalagado... es increíble cómo yo sola me complicaba la existencia. Aún lo hago a veces, pero pienso que si hubiese encontrado la meditación en aquél entonces, otra historia de vida me hubiera contado. Interminables dramas adolescentes, enamoramientos absurdos, pérdida de tiempo... aunque en aquél entonces lo "disfrutaba" al máximo... leyendo a la distancia y analizando el pasado, fui demasiado soñadora, vi cosas donde no las había, tanto buenas como malas... le di confianza a quienes no lo merecían, y alejé a los valían la pena. Pero bueno, es parte del crecimiento y la vida... enseñanzas para madurar.
Hice una pausa y escribí en aquél diario abandonado una actualización, que hago un resumen a grandes rasgos en aquella vieja libreta de pasta gruesa con la portada de una japonesa impresa en vinilo simulando piel. Tiene un diminuto cerrojo, cuyo destino de la llave desconozco.
Me di cuenta de que estoy en una etapa de paro y un tanto atorada, como lo estaba cuando falleció papá... sin analizar tanto el pasado, pienso que es parte del duelo y que me tomó años superar lo de papá... así que para lo de mamá me tomará diez veces más. A diferencia de antaño, no estoy en la escuela... pero el desempleo me tiene un tanto decepcionada... de mi misma. Tal vez me juzgo demasiado, pero veo el avance de amigos y compañeros de generación y me siento a ratos desesperada. Aunque tengo una vida decente, me siento inútil. Nunca había estado tanto tiempo desempleada... y soy muy mala para administrar el tiempo libre.
Tengo tendencias adictivas. No sólo a la comida... al chocolate, al azúcar, a la música, al internet, a las colecciones absurdas de bolígrafos y libretas, a suspirar romanticismos inexistentes, a pensar, pensar y pensar... de qué me sirvió ése retiro hace unas semanas... pero se acabaron las contemplaciones. En proceso de elaborar un horario para acomodar todo lo que quiero hacer y todo aquello que tengo que hacer. Tal vez para fin de mes ya esté encarrilada y me sienta un poco mejor. No todo es emocional... también se deriva de mi estado físico. Aunque ya bajé kilos que me tenían más inmovilizada, tengo que continuar con rutinas aún más fuertes para acomodar lo que el efecto de la gravedad está estirando hacia el centro gravitacional.
Hoy llamó una caza cabezas... no contesté el teléfono y dejé que se fuera al contestador automático. Ya le llamaré mañana por la mañana. Por hoy, quiero concentrarme en deshacerme de las pequeñas hormigas que se han colado e infestado la casa... pequeñas trabajadoras se han metido por debajo de la puerta principal, formando una negrilla línea pasando por el comedor, sala y llegando hasta la cocina... creo que su meta es llegar a aquél bote negro de basura. Así que después de colocar cáscaras de pomelo por toda la casa, hice lo propio. Limpié todos los suelos, aspiré las alfombras y con los pomelos parece que ya se dieron a la fuga. No me gusta fumigar con químicos. Así que ha sido el mejor remedio que he encontrado para ahuyentar a las pequeñas latosas.
Aunque mi día comenzó un tanto deprimente por pensamientos absurdos, me zacudí las nubes negras y comencé sin pensar a hacer lo mencionado en el párrafo anterior. Me di una rica ducha con agua fría, me alacié el cabello que con este clima se me enchina como si así hubiese nacido... Estoy en días de celo, así que hay que canalizar las pasiones... (sí, ya sé estimado lector, no estoy para escribirlo ni tú para leerlo, pero pues ni modo... :-P )
En fin... y como la vida sigue, a continuar con la renovación... que espero que esta racha pase pronto.
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