Lapsus brutus, anécdotas, sueños, recuerdos, pensamientos, cuentos, exabruptos...
domingo, abril 29, 2012
Cansada y escurridiza
Después de huirle al hindú, porque al parecer requería mi presencia casi las 24 hrs del día para pasearlo, servirle de dama de compañía y traductora, decidí darle la patada en el trasero y darme el domingo para mi. Ese tío no entiende que el trabajo es de lunes a viernes y que el fin de semana es para tener privacidad y cada quién tiene su vida.
En fin. Estoy cansada, el faraón no me ha llamado para nada... así lo traen en la chamba. Me cuestiono mi existencia profesional y bueno. Hoy medio estudié para la certificación y en unos momentos regresaré a mi habitación a continuar estudiando.
En fin. Hoy nadé un ratillo en la clorada piscina. No lo vuelvo a hacer. Mi hicieron una manicura, todo en intentos de levantarme el ánimo.
Me retiro del aire.
viernes, abril 27, 2012
Otra vez en Guatemala...
Pues yo que decía que no lo haría (por la compañía), pero heme aquí de nuevo. La verdad es que Guatemala me gusta mucho, pero no el trabajar para esta cultura organizacional (empresa India de outsourcing).
Me da flojera comentar sobre el compañero de trabajo. Me parece buena persona, pero tiene ciertos modales y costumbres que me sacan canas. Ni hablar, a practicar Zen, ecuanimidad, desapego, respeto y aceptación por las imperfecciones de los demás.
En 45 mins. tengo un masaje en el Spa del hotel... a ver qué tal. Me lo merezco jejejeje. Hace muchos meses que no tengo un masaje.
Te deseo un lindo fin de semana, estimado lector.
Me da flojera comentar sobre el compañero de trabajo. Me parece buena persona, pero tiene ciertos modales y costumbres que me sacan canas. Ni hablar, a practicar Zen, ecuanimidad, desapego, respeto y aceptación por las imperfecciones de los demás.
En 45 mins. tengo un masaje en el Spa del hotel... a ver qué tal. Me lo merezco jejejeje. Hace muchos meses que no tengo un masaje.
Te deseo un lindo fin de semana, estimado lector.
jueves, abril 19, 2012
Suspiro interrumpido
Ayer fue un día semi movidito... aquél hindú me contactó para avisarme que me necesitan para un proyecto de seguimiento en Guatemala por una semana. Minutos después, pasó el carrito del correo. Carta de inmigración. Mi cita para la toma de juramento de naturalización ocurrirá el segundo viernes de Mayo.
Hoy... un día sumamente plano. No en el aspecto emocional, sino físico. Desperté sumamente aplanada, sin energía. Sí... llegó la de cada mes y como era de esperarse... está acabando conmigo. Afortunadamente no tengo dolor... pero la anemia está haciendo estragos. Mi mente no anda bien, hablo con confusión, no recuerdo ciertas palabras... a menudo le doy a la tecla de "regresar" para corregir mis errores... sílabas invertidas, letras invertidas, ... etc.
Compré hace un par de días un extractor de jugos de Jack Lallane. He estado tomando jugos naturales a ver si esta condición mejora. La buena noticia es que no he tenido dolores de endometriosis (apuñalamientos de ovario, ni cosas por el estilo)... lo cuál parece indicar que el quitar azúcar, gluten, lácteos y café ha funcionado. Aún trato de ver cómo balancear la dieta, porque no se me antoja comer ningún tipo de carne. He estado comiendo pollo y hoy comí hígado de res dizque orgánico.
En estos momentos siento un hueco en el estómago y dolor de espalda. Podé lo que quedaba del césped que ayer no terminé... me tomó un par de horas. Después, terminé de lavar platos y escombrar la cocina. Terminé exhausta. Me proponía estudiar pero dadas mis condiciones mentales en estos momentos y la lentitud del pensamiento que decidí plasmar éste futuro recuerdo que será olvidado en cuanto le dé "publicar".
Los niños juegan en la calle. Cuatro de ellos aparentemente de 7 u 8 años, platican civilizadamente. Digo civilizadamente porque hay un chamaco al que le decimos el demonio. Es insoportable. Quién lo viera, puesto que tiene cara de ángel.
En fin. Me retiro, mi cerebro no dá para más.
Hoy... un día sumamente plano. No en el aspecto emocional, sino físico. Desperté sumamente aplanada, sin energía. Sí... llegó la de cada mes y como era de esperarse... está acabando conmigo. Afortunadamente no tengo dolor... pero la anemia está haciendo estragos. Mi mente no anda bien, hablo con confusión, no recuerdo ciertas palabras... a menudo le doy a la tecla de "regresar" para corregir mis errores... sílabas invertidas, letras invertidas, ... etc.
Compré hace un par de días un extractor de jugos de Jack Lallane. He estado tomando jugos naturales a ver si esta condición mejora. La buena noticia es que no he tenido dolores de endometriosis (apuñalamientos de ovario, ni cosas por el estilo)... lo cuál parece indicar que el quitar azúcar, gluten, lácteos y café ha funcionado. Aún trato de ver cómo balancear la dieta, porque no se me antoja comer ningún tipo de carne. He estado comiendo pollo y hoy comí hígado de res dizque orgánico.
En estos momentos siento un hueco en el estómago y dolor de espalda. Podé lo que quedaba del césped que ayer no terminé... me tomó un par de horas. Después, terminé de lavar platos y escombrar la cocina. Terminé exhausta. Me proponía estudiar pero dadas mis condiciones mentales en estos momentos y la lentitud del pensamiento que decidí plasmar éste futuro recuerdo que será olvidado en cuanto le dé "publicar".
Los niños juegan en la calle. Cuatro de ellos aparentemente de 7 u 8 años, platican civilizadamente. Digo civilizadamente porque hay un chamaco al que le decimos el demonio. Es insoportable. Quién lo viera, puesto que tiene cara de ángel.
En fin. Me retiro, mi cerebro no dá para más.
sábado, abril 14, 2012
Lacrima Sacra
Mientras depuro el sótano, encuentro una bolsa de plástico transparente con cierre. Curiosa abro y hurgo. Di con el verso original que mamá me escribió cuando me fui de México. Lo puedes leer en la pestaña de "Poema".
Contrario a lo imaginado, me dio mucho gusto encontrarlo, no siento dolor, aunque reconozco que la extraño mucho. Me hubiese encantado compartir este descubrimiento con ella. Hacía tiempo que me lo había pedido para sacarle una copia. Yo, después de tanta andanza y mudanza, no sabía dónde había quedado.
Estoy cansada, pasa de la media noche, pero quiero continuar talacheando al sótano, había olvidado por completo que tenía cita con el quiropráctico, así que la visita a su oficina me quitó tres horas de productividad, mas otras tres que me la pase navegando en internet.
Tuve un sueño extraño. Y lo más extraño es que partes de él que no recordaba, se van armando en mi mente mientras más se pronuncia la noche:
Estaba de viaje de negocios, en la habitación del hotel, había un armario, como es común en los hoteles. Sólo que éste, contenía un par de maniquíes con ropa de marca Chanel. Lo curioso es que todo era de mi talla. Lo probaba. Un maniquí tenía un "bustier" rojo con negro. El otro, un traje sastre minimalista y bello, no recuerdo los colores. Me avisaban que sólo estaría esa noche, así que empacaba la ropa de los maniquíes. Me informaban que en este hotel sí los cobraban, que en las otras ciudades las daban de obsequio, pero en este, tenía que pagar por ellos. Así que decidí dejarlos.
Mientras empacaba, llegabas para acompañarme a casa. Al parecer el trayecto sería peligroso e iríamos a pie. Tú me ayudabas con la maleta, rodándola con una mano en sus 4 ruedas mientras con la otra mano, te asías de la mía en forma protectora.
Al llegar al periférico, volteaba... ya no eras tú, era Gus. Protegiéndome como un hermano, no me soltaba la mano para nada, mientras seguía rodando la maleta. Veía el puente peatonal y escuchaba la voz de mamá... que en realidad era la voz del faraón despidiédose de mi, arrimando el perro de peluche a mi cara para simular que el perro me besa.
Contrario a lo imaginado, me dio mucho gusto encontrarlo, no siento dolor, aunque reconozco que la extraño mucho. Me hubiese encantado compartir este descubrimiento con ella. Hacía tiempo que me lo había pedido para sacarle una copia. Yo, después de tanta andanza y mudanza, no sabía dónde había quedado.
Estoy cansada, pasa de la media noche, pero quiero continuar talacheando al sótano, había olvidado por completo que tenía cita con el quiropráctico, así que la visita a su oficina me quitó tres horas de productividad, mas otras tres que me la pase navegando en internet.
Tuve un sueño extraño. Y lo más extraño es que partes de él que no recordaba, se van armando en mi mente mientras más se pronuncia la noche:
Estaba de viaje de negocios, en la habitación del hotel, había un armario, como es común en los hoteles. Sólo que éste, contenía un par de maniquíes con ropa de marca Chanel. Lo curioso es que todo era de mi talla. Lo probaba. Un maniquí tenía un "bustier" rojo con negro. El otro, un traje sastre minimalista y bello, no recuerdo los colores. Me avisaban que sólo estaría esa noche, así que empacaba la ropa de los maniquíes. Me informaban que en este hotel sí los cobraban, que en las otras ciudades las daban de obsequio, pero en este, tenía que pagar por ellos. Así que decidí dejarlos.
Mientras empacaba, llegabas para acompañarme a casa. Al parecer el trayecto sería peligroso e iríamos a pie. Tú me ayudabas con la maleta, rodándola con una mano en sus 4 ruedas mientras con la otra mano, te asías de la mía en forma protectora.
Al llegar al periférico, volteaba... ya no eras tú, era Gus. Protegiéndome como un hermano, no me soltaba la mano para nada, mientras seguía rodando la maleta. Veía el puente peatonal y escuchaba la voz de mamá... que en realidad era la voz del faraón despidiédose de mi, arrimando el perro de peluche a mi cara para simular que el perro me besa.
viernes, abril 13, 2012
Dislexia? o lento aprendizaje?
No sé si había comentado algo anteriormente sobre este tema. Debo confesar... sí, soy lenta para leer. Sobre todo ahora que estoy estudiando para la certificación. El Faraón me preguntaba que si porque está en inglés. En realidad siempre he sido lenta para leer. En español, en inglés... el doble de lenta, aunque puedo asegurar que he mejorado un poco. Es curioso porque puedo escribir hasta a ojo cerrado. No sé si sea disléxica. A veces confundo la n con la s al escribir. Cuando lo hago a mano, a veces me como letras. Tal vez sean sólo manías pasajeras, pero en realidad siempre me costó trabajo estudiar, precisamente porque leía más lento que los demás. Por ejemplo. Para leer un capítulo de la certificación, lo que a una persona "normal" le tomaría un par de horas, a mi me toma mínimo cuatro. Leo, releo, me distraigo, vuelvo a releer y además tengo la creencia de que si no escribo lo que leo, no me entra. Tal vez cambie de táctica... leer algunos párrafos y hacer resumen, como lo solía hacer o a veces lo hago. El problema es que tal vez esto sea lo que me hace tardarme aún más.
Tal vez soy demasiado perfeccionista y yo misma me pongo la zancadilla. No lo sé, el caso es que tengo temor. El examen se aproxima y no quiero revivir lo que en años pasados en aquella materia de la maestría piloto que estaba estudiando por ahí del 2006. Me quedé traumada de que ni siquiera terminé el examen!... en fin. Espero que el pánico "escénico" se me quite. Mientras, estoy viendo videos de mejorar velocidad de lectura, etc.
Recuerdo en la carrera el maestro de Español/Literatura nos puso a leer tomándonos el tiempo. Fui de las personas más lentas de la clase. Sumamente vergonzoso. En fin.
Tal vez el escribir más seguido mejore mi rapidez. Tal vez es sólo ilusión mía. El caso es que quiero pasar el examen a la primera. Es cara la certificación. No sólo los materiales, sino los exámenes. No puedo darme el lujo de reprobarlos. En fin. Espero que me concentre más en el material que en el tiempo. Ojalá el tiempo se detuviese mientras contesto las preguntas y que la información fluya sin problemas.
Tal vez soy demasiado perfeccionista y yo misma me pongo la zancadilla. No lo sé, el caso es que tengo temor. El examen se aproxima y no quiero revivir lo que en años pasados en aquella materia de la maestría piloto que estaba estudiando por ahí del 2006. Me quedé traumada de que ni siquiera terminé el examen!... en fin. Espero que el pánico "escénico" se me quite. Mientras, estoy viendo videos de mejorar velocidad de lectura, etc.
Recuerdo en la carrera el maestro de Español/Literatura nos puso a leer tomándonos el tiempo. Fui de las personas más lentas de la clase. Sumamente vergonzoso. En fin.
Tal vez el escribir más seguido mejore mi rapidez. Tal vez es sólo ilusión mía. El caso es que quiero pasar el examen a la primera. Es cara la certificación. No sólo los materiales, sino los exámenes. No puedo darme el lujo de reprobarlos. En fin. Espero que me concentre más en el material que en el tiempo. Ojalá el tiempo se detuviese mientras contesto las preguntas y que la información fluya sin problemas.
jueves, abril 12, 2012
Recobrando Energía
Tras unos días de locas hormonas, cambios de personalidad y actitud, al fin llegó la calma... ¿Solución?: comer a mis horas, tres comidas al día, nada de azúcar (sólo proveniente de frutas), nada de gluten, ni lácteos. Ejercicio todos los días... combinando clases de baile con yoga. Hoy me siento tranquila, ligera, sin dolor, positiva, amorosa. Es más... como si el monitor no existiese y tu rostro estuviera en su lugar... un beso enorme, largo y amoroso.
Hoy hice yoga, Kundalini... hace mucho que no lo hacía... y la verdad es que me siento muy bien.
Las hojas de los árboles casi tupen las ramas. El frío cala. Escalofríos repentinos.
Hoy hice un experimento en la cocina... tomé 2 pequeños cuadros de cacao, mantequilla de maní, jengibre rallado (frito en aceite de oliva), hojuelas de arroz y avena... un poco de vino tinto, miel de agave y sal de Tibet. Una mezcolanza en aquella olla a fuego lento... luego, hice bolitas y las aplasté en papel encerado y las metí al congelador por 20 minutos.
No es por nada, pero me quedo rico, lo malo es que son una bomba, así que de 7 galletas que salieron, me comí casi 4.
Hoy mi meta es taclear el sótano... sí, ese sótano sigue desordenado desde que nos mudamos... ha sufrido transformaciones... ya había estado ordenado unas dos o tres veces, pero el faraón se empeña en botar cuanta cosa no le gusta de la casa y aventarla al suelo del sótano... así que es una zona de batalla. Aspiraré los escalones, después iré por secciones... apilando papeles, aspirando, guardando tiliches, arpirando de nuevo... así hasta que por lo menos se vea organizado el asunto. No entiendo por qué le encanta vivir en caos. Yo, cuando veo caos, no puedo concentrarme. El faraón piensa que tengo obsesión-compulsión. Yo pienso que tuve una buena formación, con disciplina y órden, no crecí a la deriva. Ya el que me haya dado desbalague y tardía adolescencia, es otra cosa.
Recuerdo cuando papá solía entrar a mi habitación:
"Nefer, enséñame tus cajones..."... orgullosa, abría mis cajones de la cómoda y del armario... mi ropa organizada por colores, lo que iba colgado o doblado, mis libros y cuadernos, perfumes y potingues, todo tenía su lugar.
Me gustaba tener órden, pero cuando papá se ponía duro, me imaginaba qué se sentiría ser desordenada. Al fallecer papá, vino el caos... dejé el órden de lado y quise experimentar. Ahora, retomo mis principios, redirecciono y ordeno. La prueba de fuego vendrá el día que pueda dejar de molestarme que el faraón llegue y desordene. Por el momento tengo poca tolerancia al desórden. Al menos poco a poco, el faraón va comprendiendo que si no tira, no hay que levantar. Que si utiliza algo y ya no lo va a usar, lo pone en su lugar... poco a poco, no se pueden cambiar 52 años de hábitos en tan sólo 10. ¡Sí!... diez años que se aproximan... tiempo que he estado casada con él. Toda una montaña rusa... pero creo que ha rendido frutos. Ahora entiendo a la abuela, las generaciones anteriores. Trabajarle a una relación... no tirar la toalla. No sé dónde leí, pero que decían que en las épocas de los abuelos, las cosas no eran desechables, si se rompían, se arreglaban... y que por ello, las relaciones duraban, porque se trabajaba en ellas. Claro, que si por algo uno se equivoca al elegir, está en todo su derecho de tomar decisiones fuertes. Todo depende del caso. En el mío, por lo pronto y tras muchas enmiendas, creo que las raíces ya están "echadas" y ahora es crecer y florecer.
En fin. Por lo pronto ya me voy bajando al sótano... no quiero perder tiempo como en semanas anteriores, que tras falta de energía, me la pasaba horas navegando en el "mundo" de la información.
Hoy hice yoga, Kundalini... hace mucho que no lo hacía... y la verdad es que me siento muy bien.
Las hojas de los árboles casi tupen las ramas. El frío cala. Escalofríos repentinos.
Hoy hice un experimento en la cocina... tomé 2 pequeños cuadros de cacao, mantequilla de maní, jengibre rallado (frito en aceite de oliva), hojuelas de arroz y avena... un poco de vino tinto, miel de agave y sal de Tibet. Una mezcolanza en aquella olla a fuego lento... luego, hice bolitas y las aplasté en papel encerado y las metí al congelador por 20 minutos.
No es por nada, pero me quedo rico, lo malo es que son una bomba, así que de 7 galletas que salieron, me comí casi 4.
Hoy mi meta es taclear el sótano... sí, ese sótano sigue desordenado desde que nos mudamos... ha sufrido transformaciones... ya había estado ordenado unas dos o tres veces, pero el faraón se empeña en botar cuanta cosa no le gusta de la casa y aventarla al suelo del sótano... así que es una zona de batalla. Aspiraré los escalones, después iré por secciones... apilando papeles, aspirando, guardando tiliches, arpirando de nuevo... así hasta que por lo menos se vea organizado el asunto. No entiendo por qué le encanta vivir en caos. Yo, cuando veo caos, no puedo concentrarme. El faraón piensa que tengo obsesión-compulsión. Yo pienso que tuve una buena formación, con disciplina y órden, no crecí a la deriva. Ya el que me haya dado desbalague y tardía adolescencia, es otra cosa.
Recuerdo cuando papá solía entrar a mi habitación:
"Nefer, enséñame tus cajones..."... orgullosa, abría mis cajones de la cómoda y del armario... mi ropa organizada por colores, lo que iba colgado o doblado, mis libros y cuadernos, perfumes y potingues, todo tenía su lugar.
Me gustaba tener órden, pero cuando papá se ponía duro, me imaginaba qué se sentiría ser desordenada. Al fallecer papá, vino el caos... dejé el órden de lado y quise experimentar. Ahora, retomo mis principios, redirecciono y ordeno. La prueba de fuego vendrá el día que pueda dejar de molestarme que el faraón llegue y desordene. Por el momento tengo poca tolerancia al desórden. Al menos poco a poco, el faraón va comprendiendo que si no tira, no hay que levantar. Que si utiliza algo y ya no lo va a usar, lo pone en su lugar... poco a poco, no se pueden cambiar 52 años de hábitos en tan sólo 10. ¡Sí!... diez años que se aproximan... tiempo que he estado casada con él. Toda una montaña rusa... pero creo que ha rendido frutos. Ahora entiendo a la abuela, las generaciones anteriores. Trabajarle a una relación... no tirar la toalla. No sé dónde leí, pero que decían que en las épocas de los abuelos, las cosas no eran desechables, si se rompían, se arreglaban... y que por ello, las relaciones duraban, porque se trabajaba en ellas. Claro, que si por algo uno se equivoca al elegir, está en todo su derecho de tomar decisiones fuertes. Todo depende del caso. En el mío, por lo pronto y tras muchas enmiendas, creo que las raíces ya están "echadas" y ahora es crecer y florecer.
En fin. Por lo pronto ya me voy bajando al sótano... no quiero perder tiempo como en semanas anteriores, que tras falta de energía, me la pasaba horas navegando en el "mundo" de la información.
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