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sábado, abril 09, 2011

jueves, abril 07, 2011

Ahora si, primavera?

Hola Má... apenas volvió a salir el sol, aunque a ratos airoso, te veo en las nubes, te siento en la brisa, te huelo en las flores. Estoy un poco más tranquila. El vacío ya acostumbrado creo que apenas se está empezando a distorsionar. No una distorsión negativa... sólo un garabato de emociones pero ya no de pánico por tu ausencia. Más aceptación.
Sigo con mis clases de baile, masaje una vez al mes y empecé a ir con una psicóloga -según esto muy buena- y pues a ver, apenas tuve mi primera sesión el martes. Creo que he avanzado más yo sola. Pero hay un largo camino por recorrer. Tal vez ya la semana que viene me enfoque a encontrar trabajo ya en forma. Con los cansancios y rarezas en estado de ánimo y salud, no me sentía con la cabeza ni la energía de emprender nada. Hoy mi estado de ánimo me indica que estoy mejor cada día, además de que me he alimentado mejor. Ya no estoy tan obsesionada buscando "curas o medidas preventivas" para tu enfermedad. Sé que eso es una lotería y así como te tocó a ti, tal vez no me toque a mí, o al menos, no necesariamente,... y si así fuera, pues ya será a su tiempo. Hoy, me siento bien dentro de todo, aún tengo energía y hasta un buen humor. Me acuerdo cuando platicábamos horas y horas, reíamos, nos abrazábamos, bailábamos, hacíamos payasadas... y también recuerdo nuestras discusiones tontas que al final siempre acababan en risas...
Aún no supero el ir de compras. No puedo. Tanto te gustaba que cuando entro a un centro comercial me es imposible... pateo pasillos y medio veo tiendas para al final no comprar nada y salir casi corriendo de ahí. Creo que es algo que tomará más tiempo (además de que tampoco estoy para gastar en cosas innecesarias).
Hoy fui a una clase de baile en la mañana, con otra instructora, me gustó mucho. Mientras no tenga trabajo, creo que ya la semana que viene haré la hora y media diaria. Sí... he bajado un poco de peso y algo de volumen. Qué bueno porque ya estaba amorfa.
Hay veces que me quedo con el impulso de contarte cosas... luego recuerdo... y me quedo con el suspiro en la boca. Así que decidí que cuando eso suceda, te seguiré escribiendo aquí. Al menos para no quedarme con la frustración de no platicar contigo.
No he meditado, simplemente he tenido resistencia. La casa ya está más ordenada y tal vez para el fin de semana (¡al fin!) pueda sentirme libre. Sé que a veces el perfeccionismo me atora, aún cuando algo se ve limpio, me obsesiono en pequeñeces y bueno, a veces el faraón me retrasa en mi progreso.
Piano piano, si va lontano... como me decías... a lo mejor soy muy exigente conmigo misma... otras veces pienso que no quiero caer en la auto indulgencia.
Mientras tecleo estas letras, estoy sentada en la cama. Me bañé hace un rato y me tendré que animar a vestirme para continuar con que-haceres domésticos y para su conclusión me premiaré con una hora de piano. Eso, si la energía que tengo me dura más de un par de horas... que últimamente suele durar menos.
Te quiero... mi geppettina hermosa...

viernes, abril 01, 2011

Deformidades

Era aquella casa en el lago creo. En el lote donde estaban un par de cabañas, quería plantar pasto o algún otro germinado. El lote estaba lleno de rancheros americanos "rednecks" ayudando. El pasto que removían de la sección que yo quería trabajar lo iban acumulando. Yo me descuidé, me distraje en otras cosas. Veía cosas absurdas pasando a mi alrededor. Estaba angustiada, con la enfermedad de mamá y su muerte, tenía yo ganglios que crecían en las ingles y caderas. Se formaban nódulos. Le decía al faraón que tenía miedo. Mis hermanos me decía que me recostara. Me iba a aquella cabaña. Después de una siesta, me levantaba con un dolor muy molesto en las caderas e ingles. Salía y los rednecks ya habían colocado el pasto retirado en alguna parte. Cuando fui al auto para sacar unas cosas y moverlo, me percataba de que estos individuos había colocado los metros de pasto dentro de mi auto, cubriendo los asientos delanteros y traseros de tierra y césped. Yo refunfuñaba y vociferaba a los cuatro vientos. El Faraón me tranquilizaba y pedía que tuviera paciencia, que no me enojara.

Había una carpa puesta con mesa y sillas. Gente por doquier, me saludaban. La carpa de repente vacía, las mesas con manteles blancos y la lona de la carpa también blanca. Me esperaba allí un médico. Le comentaba del padecimiento y muerte de mamá, de mi temor a desarrollar la misma enfermedad. Le comentaba del dolor de ingles y caderas y de los bultos que iban creciendo al costado de mis caderas. Parecían unas verrugas que iban creciendo rápidamente.
El médico quiso examinarme y de algún modo convocaba a los medios: "nos encontramos ante un caso de mutación señores. Nuestros alimentos están tan contaminados con hormonas que se han generado seres mutantes". Mientras él hablaba, yo quería privacidad y de repente aparecía en mi cuarto. Le lloraba al Faraón, le decía que mis ingles dolían mucho y que tenía verrugas en las caderas. Cuando él al fin me hacía caso, me pedía inspeccionar el área. Al bajarme aquél pantalón, diminutas alas de pollo se desplegaban a los lados de mis caderas.
Desperté sobándome las caderas e ingles, buscando aquellas protuberancias. Gracias a todos los cielos... todo fue una pesadilla. Los dolores eran cólicos... si, llegó la lata de cada mes.

miércoles, marzo 30, 2011

La caja de Pandora

Creo que desaté fuerzas que no puedo controlar. El haber empezado con el Tai Chi y el QiGong han movido extrañas energías en mi cuerpo. No lo noté tanto sino hasta anoche. Experimenté un dolor muy profundo en el pecho y espalda. No, no era muscular ni de algún órgano... era como si la mismísima alma doliera. Como si la energía estancada por meses se desató pero quedó atorada a la altura del pulmón derecho.
Es un dolor muy difícil de explicar. Como si el mundo se hubiese terminado y que todos los seres que amo no existieran, un dolor universal. El dolor de la humanidad. Lloré como por media hora sin poder controlar las emociones y el dolor. Ningún pensamiento realmente me invadió, sólo emoción y dolor.

El faraón insiste en que vaya a un médico. Me niego ir a doctor alguno pues sólo me querrán empastillar con antidepresivos. NO a esos venenos. Me sugiere una terapia. Más que una terapia, encontré un libro que tal vez me podría ayudar, pero está descontinuado y los precios son desorbitantes para un libro que sólo costaba alrededor de $18 dólares:


Esta mañana hice lo que el cuerpo pidió: tras no haber dormido gran cosa, decidí levantarme tarde. Me siento mejor, el dolor está ausente por el momento, no he hecho ninguna práctica hoy, tal vez en una hora haga otra vez un poco de Tai Chi... arriesgaré a ver qué sucede. Lo que está atorado tendrá que fluir, y sólo tengo que enfocarme sin perder piso: nada es permanente.

martes, marzo 29, 2011

Retomando la existencia

Desde hace un par de días que despierto muy temprano. Me ha dado por hacer QiGong y Tai Chi a las 6am. En mi segundo día con estas prácticas, logré sentir mi propio campo energético. Esto requiere de mente en silencio, concentración en la respiración y el movimiento. Sólo así, se puede experimentar la sensación de energía.

Ya el Faraón me había regalado los DVD's (tengo una colección inmensa de cualquier tipo de DVD's para ejercitar el cuerpo y el "espíritu", pero por estar inmersa en el mundo irreal, no presté mucha antención), pero lo que me llamó fuertemente a iniciarme en esto fue la salud. El acupunturista chino ya me había explicado el orígen de los padecimientos que me habían tenido "secuestrada" en meses/años anteriores. Fue tan claro el padecimiento de mamá, tan enriquecedor en lo que respecta a la salud y la forma de vida, que ésta vez puse mucha atención al chino. Energía estancada es el orígen de muchos males. Aunado a esto y por ende, se da el estancamiento de sangre (blood stagnation).

Con ésto, mi convencimiento un tanto o en su mayoría propiciado por voluntad propia y un porcentaje de "miedo" a enfermar, comencé con la práctica. No sólo he notado que mi digestión ha mejorado, mi circulación... si ésto se logra en tan sólo dos días de práctica, ya me imagino si lo hago de por vida.

Después me senté a meditar, con esa mente fresca y sin pensamientos... ha sido de las mejores sesiones de meditación que he tenido en años. No sólo he notado cambios internos positivos. Externamente, se han dado sincronías... Mientras conducía el auto de regreso de la oficina del Faraón (a quien llevo desde que me levanto muy temprano), llegó a mi mente lo siguiente: aprecio a la gente que es cristiana pero que no tiene prejuicios. A los cristianos con prejuicios y ávidos en juzgar, les corro. El mundo sería tan distinto si no hubiese ese tipo de juicio, crítica, cuchicheo, intolerancia, etc.

Llegando a casa, viendo videos no relacionados a esto (en realidad veía sobre danza y alguna que otra cosa, antes de continuar con que-haceres domésticos), aleatoriamente apareció un video en el que entrevistan a Chopra, sobre su libro de "La vida después de la muerte". Precisamente menciona el mismísimo pensamiento que tenía hace unas horas. Es muy curioso. El agregó a mi pensamiento: sin todo eso, se acabaría el sufrimiento.

jueves, marzo 24, 2011

Alma anestesiada

... me he obligado a hacer cosas... aunque avancé un poco más, espero terminar mis pendientes hogareños antes de que retorne el Faraón...

No he tenido mucha inspiración que digamos... he tenido pensamientos inconclusos... tal vez escriba después acerca del difícil proceso que he pasado. Me distraen los pendientes... no me gustan.

Tampoco me gusta que la gente me diga qué hacer. Aunque agradezco sus buenas intenciones al verbalizar sus consejos, me irrita que me digan "échale ganas", "no te dejes caer", "ponte guapa". Pienso que con el simple hecho de estar presentes, es suficiente. No necesito consejos, perdí a mi padre hace 22 años y conozco el proceso del duelo. En éstos casos, menos es más... (palabras). Si quiero andar sin extravagancias, es mi decisión. No me siento para festejos, ni para andar maquillada. ¿Celebrando qué?...

Es suficiente con andar pulcro. Me visto cómodamente mientras estoy en casa. Y si me da la gana, cierro todas las cortinas y ando en pelotas. No tengo por qué hacer lo que la gente espera de uno. Yo soy yo y punto.

lunes, marzo 21, 2011

666, buscando señales

No, no me refiero al número o símbolo de la bestia. Este, es el post # 666 desde que comencé con este espacio.
Mi energía poco a poco se va restaurando... he descubierto que el estar frente al computador o al televisor, mi energía disminuye de forma exponencial. Tal vez sólo sea un ciclo, pero claramente mi cuerpo me indica ciertas cosas que he decidido escuchar. La masa pélvica que se hizo presente en septiembre del año pasado y que decidí dejar sin atención, para concentrar mi atención en mamá, desapareció misteriosamente. Tras un ultrasonido, no hay nada... lo único que hice fue dejar de comer azúcar, harinas refinadas y fritangas, excluyendo totalmente el consumo de carne roja. Aún incrédula, pienso ir a algún otro médico para confirmar la desaparición.
Hace unos días meditaba, pidiéndole a mamá que me visitara en mis meditaciones. Más que en mis meditaciones, puntualmente se ha aparecido en mis sueños, dándome cortos pero sustanciosos mensajes.
En el primero, me dijo que está bien. La soñé sana, como mucho antes de enfermarse. En subsecuentes, frases cortas que aún busco sentido.
Otra de las situaciones que me parecen curiosas: a mamá le chocaba que pusiésemos fotografias en el facebook. Ayer, tras varios intentos de postear un par de fotografías, coincidía en que mi servicio de internet dejaba de funcionar. No había falla alguna de orígen, ni de forma local. Fue algo inexplicable.
Anoche, como no podía dormir, entré a youtube a ver unos videos de las profecías mayas. Tanto ha sido mi encierro que había olvidado totalmente el equinoccio de primavera. Saldré a caminar lo más que pueda.
Tras estas letras, mi cuerpo y corazón me piden que apague el ordenador. Así lo haré.