Después de una larga conversación con una amiga también en el país del arbustín, colgamos forzadamente porque se le acabó la pila a su celular, a eso de la 1 y media de la mañana. Dormí hasta las 6 y no pude más... muy cansada y súper sedienta, bajé rascando la retaguardia hacia la cocina.
Tomé unos tragos, subí nuevamente, hice la parada rigurosa en el baño, me cambié con shorts y una camisetilla muy descubierta (despechugada, diría mi padre), pero con este maldito calor, me salí a la "fresca" mañana... no tan fresca, pero por lo menos hacía brisa. Me topé con un jardín lleno de hierbas de las que se propagan horizontalmente al ras del pasto, ahorcándolo. Tomé mis guantes y me dediqué a arrancar aquellas pequeñas invasoras. Cada que lograba identificar sus tentáculos y el centro, giraba en ellas y jalaba de raíz.
Cada manojo, se me figuraba un mal pensamiento... así que me así fuerte de ellos y los arranqué de raíz. Al cabo de tres horas, todavía me queda la mitad del jardín, y aunque con guantes, los dedos índices y gordos están llenos de ampollas.
En una de esas, mientras tiraba de una terca raíz, momentáneamente perdí visión en la mitad del ojo izquierdo... al principio pensé que era una sombra o algo, pero luego me preocupé un poco, pues había comido azúcares de forma continua estas dos últimas semanas. Si ya la hipoglucemia se convirtió en diabetes, entonces sí que dí al traste con todo.
Cerré los ojos, respiré profundo y ése canijo temor y pensamiento, se me figuró una de esas tercas raíces y hierbas... lo saqué de raíz. Cansada, guardé todo y me metí a desayunar. Le comenté al roomie e hizo cita con el acupunturista que es el único que abre en sábado.
Me comentó que es causa de estrés acumulado + hígado estancado... me dijo que por si las dudas, vea a un oculista y si sigue sucediendo, vea otras opciones. Después de aquél episodio y después de la alfilereteada, me siento relajada, pero muy cansada. Fuimos a comprar algunos arbustos para poner la fachada en forma. Sirve que el día que se venda la casa, no se vea tan pelona.
Lapsus brutus, anécdotas, sueños, recuerdos, pensamientos, cuentos, exabruptos...
sábado, junio 07, 2008
miércoles, junio 04, 2008
martes, junio 03, 2008
De patadas a la dualidad
Vaya título, pero bueno... no tengo mucho tiempo para explayarme, estoy atiborrada de trabajo y aunque concluí un proyecto a tiempo, el otro pide a gritos desesperados que le de carpetazo. Una disculpa estimado lector, he estado apartada de este sitio que extraño, pero a parte de labores profesionales que atender (ya que me encarrile después de 9 meses de resago en la nada) y dilemas personales... ansío retornar a las andadas de postear, espero que cosas de mejor calidad.
jueves, mayo 29, 2008
Telepatía con animalitos?
El martes me siguió este perro de una cuadra de la casa a la parada del autobús...

Esta vez me acompañó un pajarito, en brinquitos hasta la mitad del camino, después en un par de brincos más largos, emprendió el vuelo, esta vez no saqué la cámara.
Viene el autobús... subo "buenos días". La gente cuyos rostros ya me son familiares, me mira con curiosidad. Siempre voy sonriente, sus pláticas intrusas a veces me distraen de mis pensamientos. Hoy una mujer me observa. Ha de pensar que estoy loquita. Mientras que todos los días solo asiento y sonrío, ayer fue diferente.
No sé si fue porque dormí tan sólo tres horas, y reñí con el roomie... las lágrimas me traicionaron, así que permanecí quieta con los ojos cerrados y respirando profundo durante todo el trayecto, enjugando mis lágrimas entre mis dedos, tratando de evitar a toda costa que el ligero maquillaje quedase arruinado.
Hoy más tranquila. Ayer y en días pasados me sentí muy estresada. Los objetivos me parecían irreales (en el trabajo). Apenas 2 semanas, aunque sigo aprendiendo, siento que es poco el tiempo para concluir uno de los dos proyectos para mañana.
En una de las paradas sube una mujer de edad avanzada, me mira con sus ojillos de ratón y se sienta junto a mí. Le doy los buenos días. Sonríe en una mueca y murmura "buenos días", para rápidamente sacar una fotocopia de un artículo de periódico o revista.
No suelo platicar con extraños, sólo observo y si me apetece, sigo sus conversaciones si me invitan a participar.
Caray, qué bien se siente uno después de dormir 10 horas seguidas. Descansada, tranquila.
El sol está bello y refleja en los árboles diferentes tonalidades. Mientras esperaba el transporte, un petirrojo se asomaba después de brincotear por todo un arbusto. Se asomó a dar los buenos días para después internarse en la maleza.
***
Mientras me vestía, pensé que tengo que comprar nueva ropa interior. Suena tonto, pero siempre he pensado en el día en que me muera. No en el sentido mórbido sino más bien frívolo. No me gustaría que si algo me sucede, al quitar mi ropa para asistirme o tratar de "revivirme" no vean ropa interior decente.
¡Demonios! ¿A quién le va a importar eso en esas circunstancias? No a los asustados que traten de asistirme, sino a mí en agonía y con vergüenza de unos posibles "chones" rotos y/o desteñidos.
Las mujeres sentadas a cada lado mío, intrigadas tratan de descifrar mis jeroglíficos mientras escribo. Qué comodidad tener un lenguaje extranjero. Puedo escribir lo que me dé la gana sin que nadie sepa nada. Se me cansó la mano. Luego escribo. (extracto de mi diario "manual")
***
Al roomie se le botó la canica, cuando anda de buenas, dice que éste, es nuestro hijo:

Se lo regalé hace un par de años...
pd. contestaré a sus comentarios y correos este fin de semana... tengo que darme a la tarea de terminar un proyectito que expondré en una junta la semana entrante... de antemano, gracias :)

Esta vez me acompañó un pajarito, en brinquitos hasta la mitad del camino, después en un par de brincos más largos, emprendió el vuelo, esta vez no saqué la cámara.
Viene el autobús... subo "buenos días". La gente cuyos rostros ya me son familiares, me mira con curiosidad. Siempre voy sonriente, sus pláticas intrusas a veces me distraen de mis pensamientos. Hoy una mujer me observa. Ha de pensar que estoy loquita. Mientras que todos los días solo asiento y sonrío, ayer fue diferente.
No sé si fue porque dormí tan sólo tres horas, y reñí con el roomie... las lágrimas me traicionaron, así que permanecí quieta con los ojos cerrados y respirando profundo durante todo el trayecto, enjugando mis lágrimas entre mis dedos, tratando de evitar a toda costa que el ligero maquillaje quedase arruinado.
Hoy más tranquila. Ayer y en días pasados me sentí muy estresada. Los objetivos me parecían irreales (en el trabajo). Apenas 2 semanas, aunque sigo aprendiendo, siento que es poco el tiempo para concluir uno de los dos proyectos para mañana.
En una de las paradas sube una mujer de edad avanzada, me mira con sus ojillos de ratón y se sienta junto a mí. Le doy los buenos días. Sonríe en una mueca y murmura "buenos días", para rápidamente sacar una fotocopia de un artículo de periódico o revista.
No suelo platicar con extraños, sólo observo y si me apetece, sigo sus conversaciones si me invitan a participar.
Caray, qué bien se siente uno después de dormir 10 horas seguidas. Descansada, tranquila.
El sol está bello y refleja en los árboles diferentes tonalidades. Mientras esperaba el transporte, un petirrojo se asomaba después de brincotear por todo un arbusto. Se asomó a dar los buenos días para después internarse en la maleza.
***
Mientras me vestía, pensé que tengo que comprar nueva ropa interior. Suena tonto, pero siempre he pensado en el día en que me muera. No en el sentido mórbido sino más bien frívolo. No me gustaría que si algo me sucede, al quitar mi ropa para asistirme o tratar de "revivirme" no vean ropa interior decente.
¡Demonios! ¿A quién le va a importar eso en esas circunstancias? No a los asustados que traten de asistirme, sino a mí en agonía y con vergüenza de unos posibles "chones" rotos y/o desteñidos.
Las mujeres sentadas a cada lado mío, intrigadas tratan de descifrar mis jeroglíficos mientras escribo. Qué comodidad tener un lenguaje extranjero. Puedo escribir lo que me dé la gana sin que nadie sepa nada. Se me cansó la mano. Luego escribo. (extracto de mi diario "manual")
***
Al roomie se le botó la canica, cuando anda de buenas, dice que éste, es nuestro hijo:

Se lo regalé hace un par de años...
pd. contestaré a sus comentarios y correos este fin de semana... tengo que darme a la tarea de terminar un proyectito que expondré en una junta la semana entrante... de antemano, gracias :)
lunes, mayo 26, 2008
Ansiedad
Pudiendo ser las cosas tan sencillas, el ser humano siempre se encarga de complicarse la existencia... pero bueno, que no me voy a echar un verbo sobre lo que traigo en la cabeza en estos momentos, porque no es positivo.
A pesar de haber tenido 3 días de "descanso", sigo agotada... creo que es hr. de ir a ver a un médico, pues esto ya no es normal. Se lo atribuía al nuevo horario, pero después de 3 semanas era como para que ya me hubiese acostumbrado. Despierto con el corazón palpitando demasiado fuerte, aunque lento.
Hoy medité por la mañana y me ayudó de mucho, después de las 108 postraciones de rigor. Llegué a un estado de concentración al que no había llegado en mucho tiempo.
Quisiera sentirme con la certeza de que todo estará bien. No me gustan los temores ni los apegos... sigo luchando contra ellos. A lo mejor el día que deje de luchar, se irán por sí solos. Tal vez sólo tengo que cerrar los ojos y lanzarme al vacío y dejar ir... como los que se avientan del "bonyi" --> ni idea de como se escriba, pero bueno.
Recuerdo perfectamente el día que comencé a tener temores. Antes, era totalmente aventada a todo... y el día que me estampé por primera vez, cuando iba con la peque en mi primer auto, con ese choque, se me fue la valentía, la seguridad... todo.
Después de aquél castañazo, me vino una racha de malas pasadas... bueno, a decir verdad, antes del choque, conocí a un tío al que llamaré "bunga-bunga" (materia para otro post)... poco después vino la muerte de papá, y de ahí una sucesión de imperfectos.
Después del choque, pasé un mes sin auto... eso no fue negativo, lo más triste es que mi madre nos compró un auto nuevo (el otro, quedó floreado) y me sentí cucaracha. Luego, en el auto nuevo, estacionada brevemente en el correo para echarle una carta al novio en turno - vivía a unos casi mil km -, unos gitanos abrieron el auto y se llevaron todo: 2 mochilas y dos bolsas (de una amiga y mías, junto con los apuntes de la universidad, de otra de nuestras colegas). Meses después, estando con la misma amiga, un borracho nos chocó por detrás el auto nuevo.
En fin... el caso es que a partir del inicio de esas "calamidades", mi fortaleza y seguridad y aquella niña intrépida... se fueron al caño. Me hice desconfiada y miedosa. Después, poco a poco fui recogiendo los pedazos. Años más tarde, castigué la cobardía.
Me gradué de la universidad, dejé de ver a aquél "novio" y viví un sin número de situaciones en las que me di algunos descalabrones y en otras, me sentí orgullosa.
Como a todos nos pasa, uno se equivoca. Toma decisiones y sin tener muy claro las consecuencias de esas decisiones, se tira uno a ese vacío confiado, en el que uno piensa que tiene la vida ya hecha. Pero NO: NO ES ASÍ... la vida apenas empieza y lo sigue a uno aporreando para recordarle que como aquél dicho, no hay que ser camarón... porque seguro te arrastrará la corriente.
Unos cuantos años más y al echar un vistazo, se ve uno en la vida de un extraño, (en mi caso) basado en una enorme mentira y sintiéndose desnudo y desprotegido. No tengo nada. Absolutamente nada. Soy nada... soy nadie. Todo lo material no importa, las relaciones con la familia, amigos y compañeros, aunque están alrededor, no hay más que una cosa... Este ser, cuya identidad sigo sin conocer, aunque a veces se deja ver, a veces me juega bromas de mal gusto. A veces me susurra al oído verdades que no quiero escuchar y cuando tuve la oportunidad de escuchar, me seguí de largo. Es este ser, el que a veces me pone en aprietos, porque me recuerda que la razón a veces tiene que dominar al corazón. Por que a veces ese corazón se deja engañar una y otra vez.
Desapego... desapego.
A pesar de haber tenido 3 días de "descanso", sigo agotada... creo que es hr. de ir a ver a un médico, pues esto ya no es normal. Se lo atribuía al nuevo horario, pero después de 3 semanas era como para que ya me hubiese acostumbrado. Despierto con el corazón palpitando demasiado fuerte, aunque lento.
Hoy medité por la mañana y me ayudó de mucho, después de las 108 postraciones de rigor. Llegué a un estado de concentración al que no había llegado en mucho tiempo.
Quisiera sentirme con la certeza de que todo estará bien. No me gustan los temores ni los apegos... sigo luchando contra ellos. A lo mejor el día que deje de luchar, se irán por sí solos. Tal vez sólo tengo que cerrar los ojos y lanzarme al vacío y dejar ir... como los que se avientan del "bonyi" --> ni idea de como se escriba, pero bueno.
Recuerdo perfectamente el día que comencé a tener temores. Antes, era totalmente aventada a todo... y el día que me estampé por primera vez, cuando iba con la peque en mi primer auto, con ese choque, se me fue la valentía, la seguridad... todo.
Después de aquél castañazo, me vino una racha de malas pasadas... bueno, a decir verdad, antes del choque, conocí a un tío al que llamaré "bunga-bunga" (materia para otro post)... poco después vino la muerte de papá, y de ahí una sucesión de imperfectos.
Después del choque, pasé un mes sin auto... eso no fue negativo, lo más triste es que mi madre nos compró un auto nuevo (el otro, quedó floreado) y me sentí cucaracha. Luego, en el auto nuevo, estacionada brevemente en el correo para echarle una carta al novio en turno - vivía a unos casi mil km -, unos gitanos abrieron el auto y se llevaron todo: 2 mochilas y dos bolsas (de una amiga y mías, junto con los apuntes de la universidad, de otra de nuestras colegas). Meses después, estando con la misma amiga, un borracho nos chocó por detrás el auto nuevo.
En fin... el caso es que a partir del inicio de esas "calamidades", mi fortaleza y seguridad y aquella niña intrépida... se fueron al caño. Me hice desconfiada y miedosa. Después, poco a poco fui recogiendo los pedazos. Años más tarde, castigué la cobardía.
Me gradué de la universidad, dejé de ver a aquél "novio" y viví un sin número de situaciones en las que me di algunos descalabrones y en otras, me sentí orgullosa.
Como a todos nos pasa, uno se equivoca. Toma decisiones y sin tener muy claro las consecuencias de esas decisiones, se tira uno a ese vacío confiado, en el que uno piensa que tiene la vida ya hecha. Pero NO: NO ES ASÍ... la vida apenas empieza y lo sigue a uno aporreando para recordarle que como aquél dicho, no hay que ser camarón... porque seguro te arrastrará la corriente.
Unos cuantos años más y al echar un vistazo, se ve uno en la vida de un extraño, (en mi caso) basado en una enorme mentira y sintiéndose desnudo y desprotegido. No tengo nada. Absolutamente nada. Soy nada... soy nadie. Todo lo material no importa, las relaciones con la familia, amigos y compañeros, aunque están alrededor, no hay más que una cosa... Este ser, cuya identidad sigo sin conocer, aunque a veces se deja ver, a veces me juega bromas de mal gusto. A veces me susurra al oído verdades que no quiero escuchar y cuando tuve la oportunidad de escuchar, me seguí de largo. Es este ser, el que a veces me pone en aprietos, porque me recuerda que la razón a veces tiene que dominar al corazón. Por que a veces ese corazón se deja engañar una y otra vez.
Desapego... desapego.
sábado, mayo 24, 2008
Puentecito
El famoso "memorial day", 3 días de descanso bien merecidos. Me dispongo a levantar algunas cosillas para luego salir al jardín. Voy a comprar unas piezas de adoquín para poner nuestro asador fuera. Digo, ya que vamos a estar compartiendo techo, qué mejor que disfrutar de lo que tenemos mientras dure... un asador que no hemos estrenado. A ver qué tal... iré a comprar carnita y unas cebollitas, a ver si encuentro. Y a disfrutar del bello día.
Después tendré que darle un poco a la computadora... traje un poco de trabajo de un proyectillo que quiero que quede listo antes del martes (me falta poco).
Bonito fin!
Después tendré que darle un poco a la computadora... traje un poco de trabajo de un proyectillo que quiero que quede listo antes del martes (me falta poco).
Bonito fin!
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