Tras estar hospitalizada, el jueves pediste que adelantáramos la Navidad. Con una logística un tanto desordenada, nos vimos a la tarea de prepararte tu reunión.
El viernes, envolvimos juntos los regalos y horas más tarde la ambulancia te llevaba de regreso al departamento.
Acercamos el árbol a tu cama, así como la mesa y con la ayuda de los niños, decoramos tu cuarto.
Cenamos, abrimos regalos y estuviste muy contenta, pero muy débil.
El sábado el faraón se fue. Lo dejé en el aeropuerto. Debí mandarlo en taxi, habría estado más tiempo contigo.
La tarde pasó tranquila, aunque un poco aterrante para ti. Muy cansada pero aceptabas y pedías alimentos. La peque avisó que se quedaría por la noche.
Domingo... nos levantaste a las 5am, exigiendo que te pusiéramos de pie, que ya podrías caminar... me preguntaste si quería ir contigo. Asentí y te pregunté que si de parranda... "no estoy jugando" me respondiste. Nos apresuramos a vestirte.
Mamá: vámonos, no hay tiempo, nos esperan, no vamos a llegar (con voz emotiva aunque débil)
Peque, Nefer: sí, sólo te tapamos bien...
Mamá: ya vamos, no hay tiempo!
Salimos a la calle en pijamas y pantuflas, envueltas en cobijas, mamá con mi chamarra y en silla de ruedas. La madrugada estaba estrellada, silenciosa y bella. Mágica.
Mamá: vámonos, no hay tiempo, más rápido!
Peque: mira mamá! nos encontramos dinero!!! (a nuestro paso, alguien tiró monedas de diez pesos en lo que parecía haber sido un paquete envuelto en masking tape)
Mamá: eso no importa!!!! se nos hace tarde!!! no hay tiempo que perder!!!!
Mamá: (a overkill que venía detrás de nosotros) no!! tu regresa, no estás preparado.
Overkill con tristeza en la mirada, recogió las monedas de la calle y regresó al departamento. La peque y yo nos fuimos siguiendo sus indicaciones... "derecha!", "izquierda"... cuadras y tiempo transcurrieron...
Mamá: un árbol! busquen un árbol! donde no haya gente ni coches, ya que aquí no hay montañas... tengo que compartirles esta experiencia!!!!
Te acomodamos frente a unos lindos árboles, pero volteaste y dijiste que había un Oxxo feo y que mejor a la vuelta. La peque y yo, cada una a tu lado, nos apresuramos y cruzamos la calle, torcimos a la derecha y un auto tenía una calcomanía de Jesucristo con las palabras "búscame".
Dimos la vuelta a la izquierda y nos apuntaste a un árbol de amplias raíces.
Mamá: esto no es lo que yo esperaba, pero bueno, no importa. Ya nada importa... vieron?
Peque y Nefer: no má... que?
Mamá: (con una sonrisa débil y mirada en éxtasis) Me iluminé!!!! me iluminé!!!! vi el Cosmos!!!!, vi el universo en expansión!!! en el no pensamiento me llegó!!!, llegué a la unidad!!! lo positivo de la humanidad!!! la vida es lo mismo que la muerte!!!! ya nada importa!!!!, lo vieron?????
Peque y Nefer: no mamá,
Mamá: eso es lo que les quería compartir!, no lo olviden, busquen la iluminación! ya nada importa!, eso es todo lo que quería compartir.
Te diste cuenta de que la peque y yo no estábamos tan cubiertas en aquélla gélida madrugada, así que nos pediste regresar a dormir. Recorrimos todas aquellas cuadras potosinas en la obscuridad hasta que llegamos al departamento. Te cargamos y pusimos en la cama.
Dormimos todos hasta las once de la mañana. Después, ya estabas muy débil. Balbuceabas palabras que no podíamos distinguir, pedías irte, ya no querías estar. Cansada, decías que ya nada importaba, que había el trabajo que quisiéramos, los negocios que quisiéramos, que el universo era maravilloso.
Horas más tarde, pediste comida. Mientras nos turnábamos para bañarnos, nos pedías que desayunáramos, que comiéramos, que durmiéramos... no te dejamos sola. Tenías miedo a la obscuridad, a estar sola.
Te tomamos la presión a intervalos regulares. Tu presión y respiración eran cada vez más lentos.
Mientras la peque se bañaba, el overkill y yo estabamos contigo. El tomaba tu mano mientras preocupado me indicaba el decenso en tus vitales. Posaste tu vista en él. Yo, con la computadora en mano, le pedí que te dejara descansar. En ese momento, tu mirada se fijó en la mía... diste un leve suspiro, como que algo te bloqueaba la respiración, como si hubiéses dado un trago por el lugar equivocado... corrí hacia ti.
Nefer: mami, te acomodo?
Overkill: má, te acomodamos...
Era demasiado tarde, en aquél momento, con tu mirada fija en la mía, expiraste con un leve sonido, que parecía un grito que se ahogó en aquella debilidad. En ese momento te nos fuiste.
Tu cuerpo, un envase vacío... yacía ante nosotros... ya no eras tú, era sólo materia. Te fuiste así sin más.
4 comentarios:
ay nefer... :'(
tu mami crio una mujer admirable. es un honor ser tu amiga.
xoxo
Hola
Mi nombre es Tania y soy administradora de un directorio de webs/blogs. Me ha gustado mucho tu blog. Quisiera intercambiar enlaces. Puedo agregar tu blog en mi directorio para que así mis visitantes puedan visitarlo tambien.
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Saludos
Tania
Ya ves, he seguido leyendo después de encontrar esa nota por casualidad, y sé que llego a esto cinco años tarde, pero quiero expresarte mis condolencias, o más bien mi simpatía, o mejor dicho empatía, y repetir con tu mamá: "la vida es lo mismo que la muerte!!!".
Gracias Victor, aprecio tus palabras
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