No me olvides!

Hoy que fui al depa a comer, me topé con un cuadernito que tenía encima de la mesa, con aquello de la mudanza, muchas cosas todavía siguen por ahí y por allá, y bueno... se trata de un cuadernito que tiene dedicatorias de segundo de secundaria.

Recuerdo que la única intención por la que lo pasé fue para saber qué pensaba de mí el niño que me gustaba. Se llamaba Ángel, y su nombre lo decía todo jejeje. Siempre me gustaron morenitos, altos, bien formados, no muy musculosos, manos grandes, cabello obscuro, ojos rasgadillos y con pestañas enormes. Era muy callado y tenía mucha personalidad a sus 14 años. Cada que lo veía quería hablarle, pero cuando pasaba junto a mí, me quedaba muda, me sudaban las manos y el corazón se me salía por la boca.

Se me vinieron un mundo de recuerdos al leer las dedicatorias de todos los que escribieron de 2o.A y 2o.B ... se nota que varios sólo escribieron por no dejar, pero cómo a la distancia y tiempo, se ve uno tal y como es.

Me refiero a ello, porque la mayoría de la gente que me escribió "no me olvides, te quiero mucho, nunca cambies", fue la gente más superficial que si es que los volví a ver, los traté y definitivamente... sus pocas frases los describían perfectamente.

Mi maestro de matemáticas Gildardo, me escribió un bello mensaje pero con unas faltotas de ortografía, otras personas a las que seguí viendo, reflejaron su amistad en las frases que escribieron, muchas otras, el valegorrismo, etc. Pero bueno, el caso es que regresando a aquellos tiempos de la pubertad, el caer bien y ser popular es uno de los objetivos aunque inconscientes, pero el sentirse rodeado y buscado era importante, al menos para mis superficiales años mozos.

Y bueno... con curiosidad ojeo todos los comentarios y llego al centro del cuadernillo con lo que me había escrito Ángel:

"Nefer, aunque no te he tratado mucho, me caes bien. Que tengas unas bonitas vacaciones".

Jajajaja al terminar de leer la frase, me acuerdo la frustración que sentí al no ver algo más en esos renglones. No cabe duda, como uno a veces es idiota jajajaja.

Lo que sí, es que era yo más alegre y creo que los mensajes sinceros reflejaron algo de cómo me percibían. Seguramente a todos aquellos que me pusieron "no me olvides" ni se han de acordar de mí.

De últimos momentos se me viene el recuerdo de una fiesta en la que un par de años después, me encontré a Ángel, con su novia una güerilla guapilla de su nueva escuela. Pensé que ni me pelaría como era de esperarse y además yo andaba en otros rollos, en otra escuela, otros amigos e intereses. Fue cuando ví que se dirigía a mí con una enorme sonrisa dejando atrás a su novia y se me acercó y me dió un abrazo muy fuerte seguido de un "Nefer, cómo has estado?", sorprendida lo saludé desinteresadamente, platiqué brevemente de alguna que otra cosa y volví a lo mío.

Qué recuerdos...