Tecleando estas letras a las cuatro y pico de la mañana.
Desperté en medio de una carcajada silenciosa. Tenía tiempo que no soñaba contigo, como siempre me sacaste una sonrisa. Nos soñé jóvenes como aquella época de los 90s. Mientras salía de la oficina, tú esperabas en la puerta con una joven que al parecer era tu compañera de trabajo. Habías llegado recién del aeropuerto. Veía tus ojos y notaba que traías delineador muy ligero en el párpado superior, pero como algo artístico, pues regresabas de Japón y al parecer allá te habían hecho aquél detalle. Se veía bien y bueno, caminábamos hacia algún lugar para comer. Los dos risueños y me decías que extrañabas a tu muñeca (refiriéndote a mí), yo echaba la carcajada diciéndote "sí, a tu muñeca de trapo"... y soltabas una carcajada incontrolable. Desperté riéndome.