A 1,284 días de aquél fatídico diagnóstico, apenas hoy sentí con toda intensidad y energía volver a mi rutina "normal". Sobreviví sin terapia psicológica, dándome tiempo a recuperarme físicamente y a resolver situaciones internas por mí misma. No voy a negar que un par de ocasiones incluso planeé dejar este plano, pero afortunadamente sólo fueron efímeras ideas.
Estos días he estado depurando tiliches, entre ellos artefactos. y documentos que he coleccionado durante mis años de existencia, restando los días de bebé e infancia...
Notas de colegios, diplomas, medallas, dibujos, cartas, cuadernos a medio llenar y algunos objetos recientes, artículos de primera necesidad, cosméticos, etc.
Aligerando cargas, me he propuesto poco a poco ir depurándolo todo para vivir una vida minimalista y despejada para poder enfocarme a continuar con el crecimiento interior y en el plano físico poder viajar y visitar nuevos lugares.