El silencio de la madrugada impone. Hace unos minutos colgué el teléfono después de una larga conversación con la peque.
Varios temas. El principal, una situaciòn delicada referente a Overkill, que por el momento no es prudente describir.
Varios años de ocuparse las dos por sus propias vidas y una situación nos llama a la reunión. La conversaciòn sucede como si los años no hayan pasado y como si la distancia no existiese.
Sólamente interferencia en la transmisión telefónica.
A estas horas y en el imponente silencio, siento tu presencia. A veces tu energìa se agolpa y en ocasiones me visitas en sueños.
Otra noche sin dormir. Despuès de estas letras con poco sentido, decido apagar la ´tableta´, para pegar ojo, que mañana hay mucho por hacer (quehaceres domésticos, si la cadera lo permite, 2 clases de baile).
Saludos, estimado lector. Si es que aún sigues por ahí.