Estoy en la Ave. Lomas Verdes, caminando con amigos, desnuda y segura.Los transeúntes me ven incrédulos, morbosos. En el semáforo, decido echarme una camiseta encima. Al otro lado de la avenida me encuentro en la banqueta donde nos disponemos a trabajar. Le comento a un amigo de la primaria -aún un niño, que hay muchas oportunidades de crecimiento. Sigo caminando...
El faraón, mi peque consentido, mis hermanos y yo, caminamos por las calles de Satélite. Casi llegamos a Justo Sierra. Vemos gente saliendo de sus casas en la obscuridad, corriendo, gotas gigantescas le lava salpicann pordoquier. Tomo al peque de la mano, el Faraón, el overkill, la peque y yo, corremos para alejarnos de la lava.
Cruzamos interiores de las casas para salir al otro lado y seguir corriendo... Al ppareces vamos de Oeste a Este. El cielo está azúl noche con destellos anaranjados.
Mientras cruzamos aquéllas casas, me percato que la decoración es muy similar, una de otra. Mientras corremos, hago el comentario de que han de comprar los muebles en la misma tienda.
Salimos de la última casa. Caminamass calles abajo y llos Oxxos estan bloqueados. Las puertas cubiertas de sacos pesados formando barricadas. Nos damos cuenta hasta ése entonces, que como sólo habíamos salido a caminar, no llevábamos muchas pertenencias.
Comienzael terremoto, sólo se escucha la tiera abriéndose paso. Tomo fuertemente la amno de mi sobrino, mientras a overkill, faraón y peque les digo que se aferren a cualquier pedazo de tierra firme.
Súbitamente como comenzó aquello, terminó. El peque consentido y yo salidos ilesos, mi hermano desconcertado pero vivo, aferradoa la tierra, la peque hundiéndose en la tierra, me dice qie no me preocupe, que sigamos corriendo, que nos alcanza.
El faraón y yo seguimos ya caminando entr las calles con en peque, quien pregunta por su mamá. Las muchedumbres en lo que queda de las calles camina sin sentido, en algún momento nos dispersamos. Me encuentro sola.
Sollozo al ver que los perdí... Overkill, olvidé ayudarlo a levantarse de la tierra! Lo dejé sólo!!... Sigo caminando, en las calles puro anglosajón. Me quejo con una policía de que a los Norteamericanos les importa un pepino la familia... Cruzo ese vecindario y una tortillera me señala el camino: "señito, allá está su hermana" sin darle las gracias, veo cómo la peque hace extraños movimientos con los brazos, mienttras se comunica con su gato que está de mi lado del peñasco.
Sigo al gato y lapeque y yo nos reunimos y nos abrazamos. Le pregunto por mi sobrino y desapegada y despreocupada como siempre, me dice que la última vez que lo había visto, había sido en casa de una de sus amigas y que se había querido quedar.
Yo sollozo y descontroladamente lloro diciéndole que dejamos a Overkill atrás, que no lo había visto desde terminó de desgajarse la tierra.
Despierto.
Lapsus brutus, anécdotas, sueños, recuerdos, pensamientos, cuentos, exabruptos...
sábado, marzo 30, 2013
miércoles, marzo 27, 2013
Ternura ternera
Mamá se acercó a mi con el refractario pesado con una masa que no podía distinguir.
"Hija, no sé cómo preparar la ternera" -Con cara de preocupación-
"No importa mamá, sólo métela al horno"
Mamá en lugar de meterla al horno, la dejaba en la estufa hirviendo en el refractario. El agua chapoteaba por todas partes y la ternera sin piel se movía llorando y abriendo los ojos, que en lugar de negros estaban blancos.
"¡Mamá!, ¡la ternera sigue viva!, ¡mira!"
Para ese momento, ya había saltado del refractario y estaba entre la pared y la estufa. Al acercarnos, era un adolescente desnudo cubierto en una especie de capa viscosa blanca.
~~~
Estoy en casa de abue, mi tía me pide que las ayude, al parecer estan organizando una reunión. Estamos recorriendo patios que parecen el de una escuela. Caminamos y está lleno por doquier, la gente difícilmente nos deja caminar. Al final de uno de los pasillos y afuera de uno de los salones, veo el rostro de mamá, quien se alegra de haberme encontrado.
"¡Hija! ¡aquí estoy!"
Corro hacia ella, me sonríe. Despierto.
~~~
Vuelvo a dormir y se me acaba de olvidar la última fracción del sueño.
"Hija, no sé cómo preparar la ternera" -Con cara de preocupación-
"No importa mamá, sólo métela al horno"
Mamá en lugar de meterla al horno, la dejaba en la estufa hirviendo en el refractario. El agua chapoteaba por todas partes y la ternera sin piel se movía llorando y abriendo los ojos, que en lugar de negros estaban blancos.
"¡Mamá!, ¡la ternera sigue viva!, ¡mira!"
Para ese momento, ya había saltado del refractario y estaba entre la pared y la estufa. Al acercarnos, era un adolescente desnudo cubierto en una especie de capa viscosa blanca.
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Estoy en casa de abue, mi tía me pide que las ayude, al parecer estan organizando una reunión. Estamos recorriendo patios que parecen el de una escuela. Caminamos y está lleno por doquier, la gente difícilmente nos deja caminar. Al final de uno de los pasillos y afuera de uno de los salones, veo el rostro de mamá, quien se alegra de haberme encontrado.
"¡Hija! ¡aquí estoy!"
Corro hacia ella, me sonríe. Despierto.
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Vuelvo a dormir y se me acaba de olvidar la última fracción del sueño.
viernes, marzo 08, 2013
Loca ansiedad
Comienza poco antes de ir a dormir... como si yo hubiese hecho algo muy malo y mi conciencia me estuviera atacando durante segundos, minutos, horas... sin saber qué es lo que hice mal.
Duermo. Tengo pesadillas o sueños de intensa actividad, de los cuáles, poco recuerdo ya. Resultado: despierto exhausta y empapada de sudor.
A veces siento ganas de pegarme un tiro y ser nada. ¿Será que voy entrando en la tan nefasta etapa femenil que toda mujer alucina? o simplemente tengo ya una depresión crónica de poco más de dos años. No lo sé, pero no me interesa ir a psicólogos que poco hacen por uno y les encanta recibir tajadas de los psiquiatras a los que refieren y éstos últimos, de los medicamentos que recetan.
Estoy cansada. Mental, física y emocionalmente agotada. Pido paz, sólo eso. No quiero más.
Duermo. Tengo pesadillas o sueños de intensa actividad, de los cuáles, poco recuerdo ya. Resultado: despierto exhausta y empapada de sudor.
A veces siento ganas de pegarme un tiro y ser nada. ¿Será que voy entrando en la tan nefasta etapa femenil que toda mujer alucina? o simplemente tengo ya una depresión crónica de poco más de dos años. No lo sé, pero no me interesa ir a psicólogos que poco hacen por uno y les encanta recibir tajadas de los psiquiatras a los que refieren y éstos últimos, de los medicamentos que recetan.
Estoy cansada. Mental, física y emocionalmente agotada. Pido paz, sólo eso. No quiero más.
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