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viernes, marzo 08, 2013

Loca ansiedad

Comienza poco antes de ir a dormir... como si yo hubiese hecho algo muy malo y mi conciencia me estuviera atacando durante segundos, minutos, horas... sin saber qué es lo que hice mal.

Duermo. Tengo pesadillas o sueños de intensa actividad, de los cuáles, poco recuerdo ya. Resultado: despierto exhausta y empapada de sudor.

A veces siento ganas de pegarme un tiro y ser nada. ¿Será que voy entrando en la tan nefasta etapa femenil que toda mujer alucina? o simplemente tengo ya una depresión crónica de poco más de dos años. No lo sé, pero no me interesa ir a psicólogos que poco hacen por uno y les encanta recibir tajadas de los psiquiatras a los que refieren y éstos últimos, de los medicamentos que recetan.

Estoy cansada. Mental, física y emocionalmente agotada. Pido paz, sólo eso. No quiero más.

viernes, enero 25, 2013

Nonato

Con urgencia de ir al baño, le preguntaba a aquél amigo de muchísima confianza, dónde podría ir, puesto que en aquél edificio no había más que un cuarto en donde existían "camas" de la morgue, que en realidad eran fregaderos tamaño cuerpo humano parecido a los que muestran en las series de CSI.

Tanta era mi urgencia, que me subía las enaguas y bajaba la ropa interior y me sentaba en aquella fría mesa... en lugar de lo esperado, sangre a borbotones corría hacia aquél desagüe.

Salía lleno de burbujas, y cuando éstas cedían, dejaban ver diminutos fetos formando una larga cadena y fusionados a algo parecido a un cordón umbilical. Yo tomaba aquella regadera de mano y mientras me lavaba, lavaba aquéllo que había salido de mi.

Al avisar a los míos, volteábamos a aquella mesa, y en lugar de los diminutos fetos, se había consolidado aquello en un hermoso bebé todavía en aquél pegajoso saco. No se movía.

°-°-°

Triste salía de aquella situación y a la vuelta de la mesa, era un puesto donde vendían cosas diferentes, entre ellas un hermoso y diminuto perro que obedecía órdenes y me miraba profundamente a los ojos, como si me conociese.

Lo voy a tomar, cuando una señora gritando me dice "lo siento, lo acabo de comprar, pero si quieres, lo puedes cargar". Con decepción, lo tomo entre mis manos y me percato que es un robot de baterías, su piel es terciopelo y no estaba vivo.

martes, enero 15, 2013

Zuricalday

Caminaba en aquella ciudad, al parecer iba de trabajo y acompañada por un Hindú, exploraríamos por el fin de semana.
Él insistentemente quería ir a un parque en particular, para ver algún lugar sagrado. Yo, me encontraba con amigos de la infancia al patear calles y les insistía en ir a aquél local comercial que "casualmente" se me había "atravesado" en el camino: Zuricalday, la pastelería vasca cuyos Rusos me volvían loca.
El hindú a regañadientes se sentaba mientras yo ordenaba mis rusos... por error la mesera me trae una natilla que con gusto deleito mientas ella misma se percata de que aquél no era un ruso. Disculpándose corre al mostrador para traer lo propio. Me indica que no coma todo de un jalón, pues es demasiada azúcar.

Yo, mientras ya había terminado la natilla, el choux relleno de chocolate, etc.

El llamado de la naturaleza me despierta.

Tengo ganas de un ruso.


jueves, enero 10, 2013

Distracciones inútiles

Hoy debo confesar, no hice gran cosa de trabajo. Me siento culpable. No pude concentrarme. Pospuse mi examen de la certificación cuatro semanas más... el chistecito salió algo caro pero prefiero eso a tener que pagar otro examen por haber suspendido.

Me siento perdida, insegura, triste, cansada. Los dolores de ovario han vuelto. Tal vez es éste... sólo un día gris. Espero que mañana mi estado de ánimo esté mejor.

No tengo paciencia. Hablo con mi hermano a través del juguete tecnológico y me doy cuenta de que soy un ogro. El pobre ya no verbaliza correctamente sus ideas y eso me pone los pelos de punta, tanto que me exaspero y lo agredo. No me cabe en la cabeza que ésa enfermedad se lo acabe poco a poco.

Estoy triste.

El faraón me apoya en todo, TODO TODO TODO... y me siento como una mal agradecida, pues no hago más que desesperarme de todo. Mamá me lo decía, no valoro lo que tengo. Mamá habría tenido una vida muy feliz de haber conocido a alguien como el faraón.

Creo que caigo en uno de esos terribles clichés, pero bueno. Para qué ahondar en esos temas que no valen la pena.

Estos días en los que me siento cobarde, los detesto. Soy la mujer más cobarde de este planeta. Al menos así me siento en estos momentos... tratando de huir de todo y de todos... de rumiar en mis pensamientos, de olvidarme que el mundo gira.

Quisiera ser niña de nuevo, con la espontaneidad de todo, sin dejar que nadie me diga como pensar.  Por que ése es mi problema... el pensamiento. Recuerdo que aunque me decían que de niña yo era demasiado ingenua, era feliz. Lo pervierten a uno "enseñándolo a analizar todo". De qué sirve analizar si sólo basta con la observación: la experiencia directa.

Es una tortura el pensamiento. Es un matón que te ata a cadenas, saca un cuchillo y te araña el cuerpo mientras cruel ríe y se burla de tu sufrimiento.

Quiero dejar de pensar, para dedicarme de nuevo actuar. Lo bueno es que mañana es una nueva oportunidad de empezar con el cuadernito en blanco. Ah esos cuadernos, como me enloquecen. Para seguir llenándolos de palabras, o coleccionándolos vacíos. Tengo un par de cajas llenas de cuadernos vacíos en el sótano... esperando ser llenados con las inútiles y necias palabras de una loca que no deja de pensar en todo tipo de cosas. He llegado al grado de comenzar a utilizar una herramienta electrónica... www.thebrain.com si... esto ya está llegando a límites impensados.

lunes, enero 07, 2013

Paralelismo

El vuelo no fue sereno. Bolsas de aire interrumpieron mi accidentado sueño. Aterrizamos. Tomo mi pequeña maleta en aquélla gélida puerta y camino por el pasillo.

Este viaje fue como visitar aquella otra vida paralela, en la que la realidad es aún más áspera. Mi hermano, cuyo hígado aún más deteriorado, requiere de mayores cuidados. Solo, en una casa en la que el tiempo se detuvo: artículos de mamá por doquier, fotografías... y por otro lado, el deterioro de aquella casa sin mantenimiento. El techo se cae por humedades y el ambiente lleno de moho.

Mi mente regresa al pasillo mientras camino hacia el área de equipaje. Me parece inaudito que alguien de mi familia viva en semejantes condiciones. Pienso en lo "mejor" que estaría mi hermano viviendo conmigo. Pero también pienso en la dependencia a todo y a todos por su enfermedad.

Él prefiere vivir en Cuernavaca... aunque pensándolo bien, está mucho más cerca del Hospital de Nutrición, que donde reside.

Estoy mental y emocionalmente agotada. Uno de los años en los que renuentemente volví a mi país. Ya sin mamá y con todo este rollo de una enfermedad autoinmune que ataca a mi hermano, todo el panorama se torna de cualquier color menos de los más bellos.

Regreso a la "realidad", la mía... que pinta de un tono más pálido y que a comparación a la de mi hno. soy afortunada aún de contar con una salud estable. Triste, pero empiezo este año con todo lo que implica. La certificación a cuestas y un trabajo que no siento mío.

Comienzo la semana.

Ah!, ... Felíz Año Nuevo.

viernes, diciembre 21, 2012

Inicio de una nueva era

Amaneció con viento y nevando. Los aires gélidos pero por alguna razón, llenos de paz.

El domingo parto a mi tierra para pasar las fiestas en familia con mis hermanos y el Faraón.

Las cosas han tomado su lugar. En el trabajo todo fluye y sólo me falta presentar el examen que tuve que posponer.

Mientas, maletas llenas de regalos para mis sobrinos y un hueco grande en el corazón. Mamá no está. Lo sé, a seguir adelante, que es lo único que queda.

miércoles, diciembre 05, 2012

Sabotaje

No se por qué... pero últimamente he tenido la manía de sabotearme a mi misma. Cuando empiezo a levantar cabeza y sentirme "feliz" de alguna manera doy al traste con todo. Me refiero a mi alimentación. Si ya sé que el azúcar me hace azotarme en las paredes, por qué una y otra vez insisto en ingerirla.

Hoy amanecí sumamente cansada. Es mi segunda semana de labores, después de dos años intermitentes. Mi cerebro está cansado, mis temores infundados y mis miedos al fracaso me han agotado. Una inseguridad que no es más que producto de la ingesta de azúcar.

Me siento vulnerable de nuevo. Me ayudó hacer algunas respiraciones esta mañana. Sentía como si estuviera hiperventilando, tal vez un ataque de pánico. Creo que le echo demasiado "coco" a todo. Ya no quiero pensar. Extraño a mamá. Varias veces tomo e teléfono con intención de marcarle y me detengo al recordar que ya no está. Extraño sus palabras de aliento... su "eres mi campeona", su cariño.

Estoy cansada... muy cansada. No sé hasta cuándo va a durar esto. Este limbo de soledad. Fui a México la semana pasada y sólo sentí un profundo dolor... algo muy extraño. No tenía muchas ganas de ir, pero tenía que hacerlo por trabajo. Al descender en el avión, un sentimiento surgió de mi pecho, fue más allá de mi, de todo, de pensamiento, emoción, recuerdo... ni siquiera eso, algo salió intempestivamente de mi pecho, me inundó con lágrimas los ojos. Las contuve.

Muy triste el caminar ese aeropuerto en el que mamá solía esperar y recibirme con su bella sonrisa, sus ojos hermosos y sus cálidos abrazos. En esta ocasión, me recibió mi hermano... que llegó no sé cómo, pues su alma apenas se sostiene en ese dañado cuerpo. Necesita trasplante de hígado. Lo ví mal.

Estoy triste. Muy triste. Me voy a dejar tristezas a otro lado.