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jueves, agosto 31, 2017

Encontraré otro trabajo

Tengo abandonado este querido blog.

Creo que mi mayor enemiga a lo largo de mi larga y a la vez corta vida, ha sido mi mente. Mis pensamientos tienden al boicot y yo he permitido que me boicotéen una y otra vez. Sin embargo, tengo la diaria lucha por una mente tranquila, en la que pueda tomar decisiones que no sean originadas por algún pensamiento obsesivo y sin sentido. Muy sabio lo que la progenitora decía una y otra vez. No hay que tomar decisiones bajo un estado de ánimo.

Ahora, en este momento en el que no me encuentro en ningún estado de ánimo... bueno, debo de confesar que tal vez tenga un poco de abulia... creo que es el momento de buscar y encontrar un nuevo empleo.

Iba a hacer una lista extensa de razones por las que no me gusta trabajar con personas de una cierta cultura. Pero al hacer un profundo análisis, caí más bien en por qué no me gusta trabajar con esas personas y que éso es de alguna manera reflexión de mi persona...

Pero no todo es reflexión... sino algo genuino. No aprecio gente que viene de otro continente lejano y grita a los cuatro vientos que cuando están fuera de su país, todos los días son fiesta (indicando que tienen que tomar e irse de juerga diario, sin importar que tengan que trabajar al día siguiente, o en el día en cuestión), ni tampoco que con mentiras naveguen por sus actividades laborales, para justificar el por qué no trabajaron. Lo cierto es que nuestra ética de trabajo es muy distinta. Yo siento suma responsabilidad cuando estoy haciendo un trabajo, y esa responsabilidad alimenta mi ética de trabajo. Hacer las cosas para un fin determinado, con el mejor empeño posible en el tiempo encomendado, y hay veces que hasta hago más de lo que me piden y que potencialmente agrega un valor. No puedo trabajar con personas que navegan con bandera de inteligentes y trabajadores, cuando en realidad no hacen nada todo el día  y luego se van de juerga y en la madrugada "trabajan"...

Si alguien ha trabajado con gente de la India, sabrá a lo que me refiero. Y lo sé, no es bueno generalizar. No dudo que exista gente responsable  y brillante que tenga una buena ética de trabajo. Sin embargo, en el tiempo que tengo trabajando con los de aquél país - casi siete años contando el tiempo que trabajé por proyecto y no como empleada - y después de muchas veces en las que me dije a mi misma que les daría el beneficio de la duda, he llegado a mi límite. Quiero algo diferente. Quiero trabajar con gente que no busque ventaja y haga nada.

Quiero trabajar con gente brillante, que sea responsable, con quien se pueda trabajar en equipo sin aprovecharse de los demás y lograr juntos metas comunes, y no vergüenzas ajenas... como la que pasamos hace unos días en una reunión, en la que ninguno de las cabezas de aquél país, pudo darle una simple respuesta a un cliente con quien acaba de cerrar un negocio. Inaudito.

En fin... no quiero entrar en detalles, pero quiero salir de este ciclo de caos laboral, para entrar en un mejor cáuce. Tal vez necesito un ciclo interno de paz, para proyectarlo hacia el exterior y un buen cazacabezas.

Por lo pronto, a poner orden físico en casa, que tras mi ausencia de 5 semanas, tendré que darme a la tarea de poner en su lugar, desechar lo que no sirve, dar lugar a la amplitud de espacio para la tranquilidad mental. 

Mala hora en la que dejé de meditar, el monstruo del deseo se estaba apoderando de mí. Lo bueno es que he logrado ignorarlo y ahora, sólo hay que enmendar el camino.

La felicidad está en el aquí y en el ahora.
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