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miércoles, marzo 30, 2011

La caja de Pandora

Creo que desaté fuerzas que no puedo controlar. El haber empezado con el Tai Chi y el QiGong han movido extrañas energías en mi cuerpo. No lo noté tanto sino hasta anoche. Experimenté un dolor muy profundo en el pecho y espalda. No, no era muscular ni de algún órgano... era como si la mismísima alma doliera. Como si la energía estancada por meses se desató pero quedó atorada a la altura del pulmón derecho.
Es un dolor muy difícil de explicar. Como si el mundo se hubiese terminado y que todos los seres que amo no existieran, un dolor universal. El dolor de la humanidad. Lloré como por media hora sin poder controlar las emociones y el dolor. Ningún pensamiento realmente me invadió, sólo emoción y dolor.

El faraón insiste en que vaya a un médico. Me niego ir a doctor alguno pues sólo me querrán empastillar con antidepresivos. NO a esos venenos. Me sugiere una terapia. Más que una terapia, encontré un libro que tal vez me podría ayudar, pero está descontinuado y los precios son desorbitantes para un libro que sólo costaba alrededor de $18 dólares:


Esta mañana hice lo que el cuerpo pidió: tras no haber dormido gran cosa, decidí levantarme tarde. Me siento mejor, el dolor está ausente por el momento, no he hecho ninguna práctica hoy, tal vez en una hora haga otra vez un poco de Tai Chi... arriesgaré a ver qué sucede. Lo que está atorado tendrá que fluir, y sólo tengo que enfocarme sin perder piso: nada es permanente.

martes, marzo 29, 2011

Retomando la existencia

Desde hace un par de días que despierto muy temprano. Me ha dado por hacer QiGong y Tai Chi a las 6am. En mi segundo día con estas prácticas, logré sentir mi propio campo energético. Esto requiere de mente en silencio, concentración en la respiración y el movimiento. Sólo así, se puede experimentar la sensación de energía.

Ya el Faraón me había regalado los DVD's (tengo una colección inmensa de cualquier tipo de DVD's para ejercitar el cuerpo y el "espíritu", pero por estar inmersa en el mundo irreal, no presté mucha antención), pero lo que me llamó fuertemente a iniciarme en esto fue la salud. El acupunturista chino ya me había explicado el orígen de los padecimientos que me habían tenido "secuestrada" en meses/años anteriores. Fue tan claro el padecimiento de mamá, tan enriquecedor en lo que respecta a la salud y la forma de vida, que ésta vez puse mucha atención al chino. Energía estancada es el orígen de muchos males. Aunado a esto y por ende, se da el estancamiento de sangre (blood stagnation).

Con ésto, mi convencimiento un tanto o en su mayoría propiciado por voluntad propia y un porcentaje de "miedo" a enfermar, comencé con la práctica. No sólo he notado que mi digestión ha mejorado, mi circulación... si ésto se logra en tan sólo dos días de práctica, ya me imagino si lo hago de por vida.

Después me senté a meditar, con esa mente fresca y sin pensamientos... ha sido de las mejores sesiones de meditación que he tenido en años. No sólo he notado cambios internos positivos. Externamente, se han dado sincronías... Mientras conducía el auto de regreso de la oficina del Faraón (a quien llevo desde que me levanto muy temprano), llegó a mi mente lo siguiente: aprecio a la gente que es cristiana pero que no tiene prejuicios. A los cristianos con prejuicios y ávidos en juzgar, les corro. El mundo sería tan distinto si no hubiese ese tipo de juicio, crítica, cuchicheo, intolerancia, etc.

Llegando a casa, viendo videos no relacionados a esto (en realidad veía sobre danza y alguna que otra cosa, antes de continuar con que-haceres domésticos), aleatoriamente apareció un video en el que entrevistan a Chopra, sobre su libro de "La vida después de la muerte". Precisamente menciona el mismísimo pensamiento que tenía hace unas horas. Es muy curioso. El agregó a mi pensamiento: sin todo eso, se acabaría el sufrimiento.

jueves, marzo 24, 2011

Alma anestesiada

... me he obligado a hacer cosas... aunque avancé un poco más, espero terminar mis pendientes hogareños antes de que retorne el Faraón...

No he tenido mucha inspiración que digamos... he tenido pensamientos inconclusos... tal vez escriba después acerca del difícil proceso que he pasado. Me distraen los pendientes... no me gustan.

Tampoco me gusta que la gente me diga qué hacer. Aunque agradezco sus buenas intenciones al verbalizar sus consejos, me irrita que me digan "échale ganas", "no te dejes caer", "ponte guapa". Pienso que con el simple hecho de estar presentes, es suficiente. No necesito consejos, perdí a mi padre hace 22 años y conozco el proceso del duelo. En éstos casos, menos es más... (palabras). Si quiero andar sin extravagancias, es mi decisión. No me siento para festejos, ni para andar maquillada. ¿Celebrando qué?...

Es suficiente con andar pulcro. Me visto cómodamente mientras estoy en casa. Y si me da la gana, cierro todas las cortinas y ando en pelotas. No tengo por qué hacer lo que la gente espera de uno. Yo soy yo y punto.

lunes, marzo 21, 2011

666, buscando señales

No, no me refiero al número o símbolo de la bestia. Este, es el post # 666 desde que comencé con este espacio.
Mi energía poco a poco se va restaurando... he descubierto que el estar frente al computador o al televisor, mi energía disminuye de forma exponencial. Tal vez sólo sea un ciclo, pero claramente mi cuerpo me indica ciertas cosas que he decidido escuchar. La masa pélvica que se hizo presente en septiembre del año pasado y que decidí dejar sin atención, para concentrar mi atención en mamá, desapareció misteriosamente. Tras un ultrasonido, no hay nada... lo único que hice fue dejar de comer azúcar, harinas refinadas y fritangas, excluyendo totalmente el consumo de carne roja. Aún incrédula, pienso ir a algún otro médico para confirmar la desaparición.
Hace unos días meditaba, pidiéndole a mamá que me visitara en mis meditaciones. Más que en mis meditaciones, puntualmente se ha aparecido en mis sueños, dándome cortos pero sustanciosos mensajes.
En el primero, me dijo que está bien. La soñé sana, como mucho antes de enfermarse. En subsecuentes, frases cortas que aún busco sentido.
Otra de las situaciones que me parecen curiosas: a mamá le chocaba que pusiésemos fotografias en el facebook. Ayer, tras varios intentos de postear un par de fotografías, coincidía en que mi servicio de internet dejaba de funcionar. No había falla alguna de orígen, ni de forma local. Fue algo inexplicable.
Anoche, como no podía dormir, entré a youtube a ver unos videos de las profecías mayas. Tanto ha sido mi encierro que había olvidado totalmente el equinoccio de primavera. Saldré a caminar lo más que pueda.
Tras estas letras, mi cuerpo y corazón me piden que apague el ordenador. Así lo haré.

viernes, marzo 18, 2011

Chispazos de energía

Hoy medité después de mucho tiempo de no hacerlo (hará unos días, pero sin duda parecen una eternidad)... Es extraño... puedo estar el día entero "anestesiada", sin sentir tu ausencia. Aturdiéndome con música, con el internet o la televisión. Pero, cuando entro al cuarto de meditación, siento un infinito respeto. Te invito a ti y a papá a unirse en mis 5 o 10 minutos. El no meditar seguido, ha hecho que tenga una mente de mono, que se la pasa brincando de aquí para allá, por lo tanto, 5 o 10 minutos son ganancia. En lugar de dejar el jugueteo de la mente, tuve un diálogo con ustedes. De pronto, lágrimas inundaban mis ojos y recorrían su camino con la ayuda de la fuerza de gravedad. Un nudo en la garganta me asfixiaba. Respiré algunos minutos, en mis meditaciones, no sólo estaban ustedes, estaban los hermanos que extraño y quiero mucho... y también las personas cuyas familias perdieron en el terremoto y maremoto de Japón, así como todos los seres que sufrieron durante este terrible desastre natural.

He estado sumamente cansada, pero anoche logré dormir un "poco" más temprano. Mientras mis horarios se ajustan, en los chispazos de energía que recibo, hago quehaceres domésticos. La energía no dura mucho... tal vez una hora y siento la necesidad de descansar. Estuve leyendo sobre los síntomas que me aquejan: falta de aire, palpitaciones, excesivo cansancio y sentir la cabeza "ligera" o mareada... y tal parece que tendré que visitar al cardiólogo. Pero bueno, mientras... trato de darle a mi cuerpo lo que me pide, sigo con las clases de baile que tristemente tendré que suspender si es que decido acompañar al Faraón a su viaje rumbo al sur.

Como era de esperarse, la poca energía que recuperé durante la meditación, el tan solo teclear estas letras me agotó. Me duele el pecho, voy a recostarme un momento, para ver si puedo terminar con mis actividades.

lunes, marzo 14, 2011

Limbo prolongado

El faraón partió rumbo al Este, unos cuantos estados hacia el Atlántico. Mientras, yo sigo en el limbo... en el que días enteros me la paso arrastrando el ánima para obligarme a hacer cosas. ¿Logros?: levantarme sumamente cansada, darme una ducha, pseudo hacer limpieza, deambular como zombi por la casa. Lo único que me saca de esta extraña y descuidada rutina, es la clase de baile a la que asisto ahora cuatro veces por semana. Tendré que encontrar la razón de mi exhaustivo cansancio. Últimamente siento como si algo me robase la energía. Estos últimos dos días, llego de clase, como algo y tal es la fuga o al menos la sensación, que tengo que recostarme. Minutos después, me hallo en el mundo de los sueños. Horas más tarde, el faraón me despierta con un beso, indicando que ya es noche, que si quiero cenar. Tal ha sido su preocupación que piensa que lo mío es depresión. Yo me niego a aceptarlo. Triste, sí... a veces, pero es más mi cansancio que mi tristeza. No estoy deprimida, sólo estoy agotada.
Es más... podría asegurar que el simple hecho de estar frente al ordenador absorbe la poca energía que tengo. Pienso que por una temporada tendré que reducir radicalmente el uso de la computadora.
Me siento como en aquellos cuentos en los que algún monstruo absorbe el alma por la boca, dejando un cuerpo seco.

jueves, marzo 10, 2011

Ana Mari

¿Sabes? hoy tuve una entrevista de trabajo. La segunda con la misma empresa. La verdad es que no me he esforzado en buscar otras opciones, porque sigo cansada... nuestro trajín de los meses anteriores me agotó en todos sentidos. Hoy tuve el impulso de llamarte después de la entrevista, para darme cuenta fracciones de segundo después, de que ya no tengo a dónde llamarte. Se me hace todo tan extraño... por un lado sé que ya no estás, pero por otro, siento que sigues entre nosotros.

Hago un diálogo mental contigo en el que te platico mi experiencia y tu asientes y me reafirmas:
Nefer: hola ma! cómo estás!?
Mamá: muy bien mi reina, que tal?
N: hoy tuve una entrevista de trabajo! la segunda después de aquella telefónica...
M: y como te sentiste, como te fue?
N: pues me sentí segura y yo pienso que me fue bien, al menos la comunicación fluyó sin problemas con las 4 personas que me entrevistaron hoy
M: y cuándo te dicen si te dan el trabajo?
N: va a tardar, soy apenas la primera candidata bilingüe que han entrevistado, así que tomará poco más de dos semanas para que tomen una decisión, sólo hay otro candidato.
M: ya verás que todo saldrá bien, recuerda que eres mi campeona!
N:  ...   :)  ... sí mamá, estoy segura de que todo irá bien, y si no es con esta empresa, será donde tenga que ser
M: ésa es mija!
N: te extraño mamá...
M: yo también mi reina pero nos vemos en vacaciones
N:  ...(oh cruda realidad)...
termina mi diálogo mental de forma abrupta.

El vacío me inunda por unos minutos. Sigo el consejo de aquella masajista (la de la terapia integral), que me decía que me permitiera sentir el vacío, el limbo... fluir con él y trascenderlo... pasan unos minutos, lágrimas recorren mis mejillas. La imagen de tu bello rostro se hace presente en mi pensamiento. Cierro los ojos y alcanzo a ver esos lindos ojazos, y el lunar coquetón junto a tu ojo izquierdo. Tu sonrisa tímida y discreta risa nerviosa como cuando te decíamos que te queremos o alguien te hacía un cumplido. Tu actitud jovial y sencilla, pero fina  y distinguida. Tu pudor, tu serenidad y ecuanimidad. Tu ternura y calor. Tus caricias.
Mi mente viaja a aquél momento en el que en lugar de consolarte yo, me consolabas tú. Sentada en aquél sillón, yo hincada frente a ti, me tomabas de la cabeza con tus delicadas y vulnerables manos... recosté mi cabeza en tu regazo y acariciabas mi cabello. "Hija, todo va a estar bien", me decías... "¿qué voy a hacer sin ti?, te decía yo... "tienes que seguir, tu vida sigue... aprovéchala, prométemelo", acariciando una y otra vez mi cabello y mi rostro.
Lágrimas fluyen entre estas inútiles letras. No hay nada que mitigue este dolor. Pero te hice una promesa, y la voy a cumplir. Ya nos seguiremos viendo y mientras tanto te seguiré platicando.

miércoles, marzo 02, 2011

Los labios de Dalí

Sentada en la enorme cama de la habitación principal que no utilizamos en invierno, (resulta imposible dormir aquí, ya que por su ubicación encima del garaje, está helada). Checo actualizaciones en el facebook que ya se me ha hecho rutina de un tiempo a la fecha. Lo hago rápidamente, no quiero caer en las "pequeñas adicciones". Escribo unas breves líneas ahí y continúo con correos en las 4 cuentas diferentes que verifico con frecuencia: una, la cuenta personal de amistades paisanas, la local para comunicaciones de personas conocidas de este país, la que establecí para contactos de trabajo (headhunters y oportunidades de empleo) y por último, la cuenta de correo que está ligada a mi sagrado blog.

Me alegra recibir mensajes, te agradezco estimado lector. He recibido desde respuesta a algunos posts recientes, como a posts muy antiguos. De los antiguos, suelo recibir preguntas sobre qué hacer sobre la intolerancia a la glucosa que les fue diagnosticada. Aunque agradezco profundamente su confianza en contarme sus casos particulares, poco o nada puedo hacer por ustedes. No soy médico. Sólo compartí mi experiencia y síntomas, en caso de que alguien con el mismo sentir tuviera una guía y supiera qué especialista buscar: un endocrinólogo.

Podría compartir la "dieta" o lista de alimentos que me dieron, pero no creo que eso sirva de mucho, ya que el endocrinólogo que vi, toma muestras de sangre de diferentes perfiles, curvas de tolerancia a la glucosa, y con base al diagnóstico final y a tendencia genética, indica las porciones a consumir. Es decir, su tratamiento es personalizado.

Mi mente rastea la habitación mientras mi mente viaja en el limbo... pienso en mamá, le doy los buenos días mientras observo la botella de perfume de Dalí, sí, ésa... la de forma de labios. Cierro los ojos, pienso en ti. Estás accesible en alguna parte del universo, te doy un beso. Te extraño mamá.
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