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jueves, septiembre 28, 2006

Nuclear Scan

Llegué puntual al hospital. Hicieron el papeleo, me pusieron el brazalete y acompañada de una voluntaria de la tercera edad, llegué al tercer piso en Medicina Nuclear.

Tras llenar una formilla de consentimiento, la enfermera me indicó que inyectaría a través de un catéter, una substancia radioactiva para poder tomar fotografías de mi vesícula biliar. Luego, me informó que a la hora y media, inyectaría otra substancia que obligaría contracciones de la vesícula y continuar tomando fotografías.

Sentada con el brazo derecho extendido, sentí como el diminuto tubo entraba en mi vena. Respiré profundo y traté de relajarme. Noté que un extraño olor me invadía internamente, un ligero hormigueo casi imperceptible hacia mi cerebro. Luego me sentí ligeramente mareada, pero sin alarmarme, enfoqué mi vista a aquél televisor prendido. Algo sucedía cerca de alguna escuela gringa, algún otro loco desquiciado tratando de balacear a alguien o algo.

La enfermera tomó mi bolso y libro y me guió a una angostísima cama. Me recosté y con un control remoto guiaba la cama hacia dentro de una máquina y me quedaba una como argolla de aquél aparato a la altura del cuello.

"Serán dos horas, tendrá que estar muy quieta porque tomaremos fotografías. En hora y media, le daré otra intravenosa que provocará ligeros calambres en el estómago, no tendrá mayor complicación".

Sumamente incómoda, tratándo de no moverme, quité aquella almohada pachona que mantenía mi cuello en ángulo de 90 grados. Quedé completamente plana sobre aquella plancha hundida y traté de relajarme, pues ahora sin la almohada, sentía que algo a la altura de mi cuello se movía de lugar y me asfixiaba (espero no tener hernia de hiato).

Pasó hora y media, la enfermera procedió a ponerme el otro líquido en la vena y a los pocos segundos comencé a notar contracciones en el estómago que poco a poco se iban esparciendo por todo el abdómen... esófago, estómago, intestinos... sentía como si gases fueran a salir, pero sólo era la sensación, pues mi cuerpo no contenía alimento o bebida alguna desde la media noche.

Quitó el catéter, limpió con alcohol y puso vendaje. Me acompañó a la puerta y me indicó donde estaba la salida. Los resultados le serán enviados al médico en uno o dos días.

Salí del hospital pensando que no había sido del todo mal. Seguía percibiendo ése extraño olor dentro de mi nariz, pero salí al aire fresco y respiré profundo. Me dirigí al auto y decidí comer algo... después de la dieta blanda y ayuno de 12 horas, fui a comerme una sopa de pollo con pasta. Decidí apapacharme así que de camino al depto. quise parar por unas películas... unos cuantos pasos y tuve que correr de regreso al coche. Los intestinos comenzaron con las contracciones, pero esta vez, no estaban vacíos.

Contándo números, haciendo respiraciones, manejé como pude y logré llegar a tiempo al departamento... aventando la ropa por todas partes, llegué despavorida al excusado. Fue tan tremenda la intensidad de aquello, que me dejó débil y tuve que echarme un regaderazo, no sin antes prender el ventilador y abrir todas las ventanas. Aquello tenía un olor a fábrica y desechos tóxicos, nunca había olido algo parecido. Después de un rato en la regadera en cuclillas, cansada y débil, logré salir secarme, ponerme la pijama y echarme a contar esta "minor" experiencia.

***

Espero no tener pesadillas en las que mi aura y la del excusado se vean en la obscuridad (efectos secundarios del cochino estudio)

miércoles, septiembre 27, 2006

Soltera casada

Creo que en mi situación, no cambió mucho el estátus de mi vida de unos años para acá. Vivimos vidas separadas, pero "juntas". Convivimos los fines de semana bajo el mismo techo, pero...

Tú haces tu vida, yo hago la mía. De vez en cuando cruzamos llamadas telefónicas y a veces, estamos juntos. No sé si es el colmo de la comodidad o qué es, pero ya son cuatro años y esto ya no me viene bien. Soltera estando casada y además, lejos de mi familia. ¿Qué clase de tortura autoimpuesta es esta?

Primero tú, después tú y al final tú. Esa es tu prioridad. ¿Y qué hay de las mías? Ese brete tan tuyo de siempre buscar que yo haga mis actividades en donde tu estás. Pero es mi culpa, porque por poner tu salud como prioridad, la casa está en tu ciudad, sí... en esa en la que yo no tengo oportunidad. Soy yo la que maneja 4 horas a la semana tras esa oportunidad, por que si me quedo en casa, me voy a evaporar. Agradezco la libertad que me das, pero es tanta, demasiada. ¿Acaso no te importa que esté lejos?, tal vez por tu cultura, te es normal. A mí no me es normal, porque quiero alguien con quien compartir mi vida, no sólo "estar" y a la vez no estar. Te es lo mismo verme un fin de semana que un día de vez en cuando.

Pones el grito en el cielo cuando te digo de alguna oportunidad en otra ciudad, mayor, mejor. ¿Pero de qué te alarmas?, de todas formas, no nos vemos. Querer tenerme sin tenerme, y no hacer nada al respecto. Tú sentado esperando tu retiro, yo conviviendo más conmigo misma. Ya estoy tan acostumbrada, a veces me platico en la oscuridad... otras frente al espejo. Hago mis cosas sola, aprendí a arreglar y desarreglar. Entonces, ¿tú qué pintas en mi vida?

Tan sólo eran un par de horas, no te pedía una semana, un mes, un año... sólo un par de horas que por regla del hospital tengo que ir acompañada. Sólo un par de horas para ver entre mis entrañas, eso es todo. Pero no importa. Ya estoy acostumbrada. Nací sola... (ya ni con empujón de mamá)... así que puedo seguir sola.

Pero déjame decirte, que si quería estar sola, no estaría aquí. Podría estar sola en otra parte.

martes, septiembre 26, 2006

Percepciones

Hoy estuve chateando con un amigo de la prepa. En realidad fue mi mejor amigo y cabe mencionar que en algún momento me trajo de un ala. Era cruel con las chicas, pero muy carismático.

Estuvo en las buenas y en las malas... y de repente ya graduados hasta de la carrera, nos veíamos de vez en cuando ya desde otra perspectiva, sin atracciones ni cosas por el estilo.

Estábamos platicando de miles de cosas y le comenté la anécdota de aquél individuo boricua en NY que quería llevarme a la fiesta privada y le hice una broma, diciéndole de antemano que era una indecencia de las nueve de la noche. Me contestó que yo nunca sería indecente.

Yo pienso que me recuerda como aquella chiquilla de familia, inocente e ingenua. Fue el único que conoció en persona al geniudo de mi padre y supo lidiar con él (pues era muy celoso) y lo más curioso es que me metí en problemas con papá por él sin que él lo supiera. Digamos que crecimos juntos en una cierta etapa.

Me quedé pensando y hacia mis adentros, me dije "si supieras todo lo que he pasado en mi vida, en los momentos en que estuvimos ausentes uno del otro"... creo que si le contara mis secretos, se iría de espaldas... no se lo imaginaría y creo que mi imagen ante él se desmoronaría o simplemente, me desconocería.

Luego, me envió un correo con una oración de tipo cadena y le agradecí el gesto, pues es un bello mensaje de buenos deseos... pero no cabe duda que ahora estamos sintonizados en canales diferentes. Le tengo buen aprecio y buenos recuerdos, pero no sé si en algún momento le "confesaría" mis pecados.

Mientras tanto, sigo tirada en la cama, con un ardor de pecho que no me la acabo y tratando de mentalizarme de ir a la oficina mañana... que aunque no hay mucho por hacer, tengo que estar presente, ya que tengo cita con el dentista las 2.30pm y el jueves aquél estudio nuclear que comerá mi mañana.
_____________

Update> una vez más, me equivoqué... me confesó sus fechorías, entre algunas interesantes, que siempre le gusté, que estuvo tentado a besarme muchas veces pero que no quería jugar con mis sentimientos porque me dijo que lo único que quería en esa época era darle vuelo a la hilacha. Cómo una plática en letras no le da la connotación a las palabras... me agrada la idea.

Algún remedio...

para el ardor de estómago?????

No fui a trabajar, como en pedacitos y siento como si tragara cristalitos.

Aaaaayyyyy!

Estación Favorita

You Belong in Fall

Intelligent, introspective, and quite expressive at times...
You appreciate the changes in color, climate, and mood that fall brings
Whether you're carving wacky pumpkins or taking long drives, autumn is a favorite time of year for you

lunes, septiembre 25, 2006

Regresando a la realidad...

Después de unas maravillosas vacaciones en mis tierras, regreso a la rutina... y no tan rutina. Parece que ya los añitos empiezan a pesar y el deterioro del organismo se empieza a asomar.

Llegamos a Mexicalpan de las Tunitas el día de nuestro aniversario, dos días antes del día cero, mismo en el que la progenitora cumplió años. Para variar, apenas respirando el contaminado DF comencé con las alergias.

Camino a casa, se me ocurrió preguntarle al faraón que si quería conocer mi universidad. Así que de puro churro fuimos y no llevaba yo mi credencial de ex-alumna, pero para mi sorpresa, el poli de la entrada nos informó del oportuno evento. 30 Aniversario... así que había pachanga gratuita, con mariachi, bailes folklóricos, comida, etc. etc. etc... ahí en alguna parte, estaba la foto de mi generación, la de la peque, el logotipo que ella diseño para su asociación estudiantil, y que sigue vigente... muchos recuerdos.

Después de un par de horas deambulando por las instalaciones y eventos, decidimos irnos a casa. El domingo desayunamos en casa, nos preparamos y salimos de compras. Durante el día, pase a la tienda pseudo naturista de aquella plaza, para comprar algo para la alergia o posible resfriado. El famoso broncolin...

*Urgencias*

Aquella noche, me serví una cucharada antes de dormir. Me destapó todo lo destapable y caí en los brazos de morfeo. Me desperté a la media noche congestionadísima, así que corrí abajo a tomarme otra cucharadita. GRAVE ERROR.
A unos minutos de la ingestión, comencé a estornudar agresivamente por más de un minuto, tomé agua, traté de respirar profundamente, me recosté y después me entró pánico. No podía respirar, no me salía la voz...

Con los pocos aspavientos que podía hacer a oscuras, alerté al faraón (que como avechucho nocturno, para variar pasaba la noche en vela). Me trató de calmar tratando de hacer ejercicios de respiración, pero desafortunadamente no funcionó. No quería hacerlo, pero la tuve que despertar,... casi la una de la mañana, la pobre madre junto con el faraón me tuvieron que llevar a urgencias, muda y casi sin respirar, llegamos en 20 minutos. A lo que nosotros llamamos reacción alérgica, el bestia del pseudo médico le llamó laringitis, porque como perdí la voz, seguro se debía a algún virus. Así que me recetó antibióticos que no compramos, y para cuando estabamos de regreso a casa, mi voz había regresado y respiraba con normalidad.

*Peregrinos*

A las seis de esa misma madrugada, llegó mi hermano de aquellas tierras sureñas en las que el peligro se vive ahora cada día. Me dió mucho gusto verlo, pues hacía dos años de mi ausencia y aunque tuvimos una historia media compleja en la niñez y adolescencia, sigue siendo mi hermano y lo adoro. Ese día el faraón y yo nos quedamos enclaustrados, pues lo que parecía ser alergia, parecía más un resfriado... me la pasé en cama todo el día.

Al día siguiente, nos encaminamos a una ciudad casi norteña para ver a la peque, conocer al nuevo sobrinito y ver a los otros dos pequeñitos. Algunos días pasaron, el overkill se regresó a las tierras sureñas y nosotros nos encaminamos a tierras tapatías, para ver como estaba el clima cerca de aquellas playas y matar varios pájaros de un tiro, a ver a mi abuelita y tía.

Pasamos la noche y la tarde siguiente nos encaminamos a Manzanillo. Después de discusiones de precios y acomodos, terminamos hospedados en el Karmina. Muy recomendable.

*Incendio*

La mañana siguiente, quisimos sacar unas cosas del coche, así que bajamos los tres (mama, faraón y yo) al estacionamiento y les comentaba que olía demasiado a llantas, que mi olfato ya había detectado nuevamente contaminantes... no terminaba de decirlo, cuando el grito ensordecedor del faraón retumbaba en aquél lugar, y hasta eco se escuchó: "oh my God!" en cámara lenta, veo al faraón señalando una camioneta negra Lobo en llamas, así que corrimos hacia la entrada de autos y gritando todos como pudimos "fuego!!!! fire!!!! fuego!!!"... éramos los únicos ahí caminando y nos vió un empleado del hotel... le informamos lo que vimos y corríamos con temor de alguna explosión, seguido de los reclamos de mi madre, que desafortunadamente su auto no estaba asegurado, que había expirado la fecha y que qué iba a pasar con su coche. Tardaron un buen rato en apagar aquél fuego, pues parecía que prendió una fuga de aceite y tal vez la llanta delantera del lado del conductor.

Suerte que pasábamos por ahí, pues el estacionamiento estaba retacado y ni un alma, tal vez de no haberlo visto, habría desatado aquello una reacción en cadena. Al día siguiente, recibimos un platón lleno de fruta, como obsequio del gerente agradeciendo nuestra ayuda.

Bailamos un poco, pues el faraón tiene que dormir temprano, nos echamos al sol, jugamos "bolibol" playero, nadamos, nos tostamos, descansamos.

*90 Primaveras*

De regreso, pasamos nuevamente a tierras tapatías para estar presentes en el 90 aniversario de mi querida viejita. Mi abuelita. Sabia señora, que me obsequió en vida el "don" de leer los alfileres. Siempre que me los leía, me salían... y mucha gente le pidió que le enseñara y ella se negó rotundamente. Me dijo que ella me había elegido para continuar con la tradición, así que me echó los alfileres por 3a. vez en toda mi vida y me explicó como leerlos. Así que se supone que tengo ahora el conocimiento y que sólo a quien pueda ayudar, no a simples curiosos de sus destinos. En fin...

Regresamos a México, pasamos la noche empacando para el sábado al medio día viajar de regreso a tierras tejanas y aún manejar por 3 horas al norte camino a casa.

*Achaques*

Mi estómago ardía y mi ánimo se desinflaba. Anoche me trajo el faraón al depto., pues dejé mi auto en este pueblo. Pasé una mala noche, el estómago me ardía, el corazón me dolía, la distiancia, la familia, todo se me juntó.

El faraón partió a las 2am, pues no pudo dormir y se encaminó a casa para visitar a Don Morfeo un poco antes de ir al trabajo... leí su amorosa nota en el espejo del baño.

No me pude dormir después de escucharlo partir, así que tomé el teléfono y le dejé dicho al guajolote que llegaría tarde, pues iría al médico.

Fui al médico, tengo varios síntomas y al parecer es la vesícula biliar. Me arde el estómago y me duele el pecho, tendré que dormir sentada y el jueves me hacen un "nuclear scan", ojala no me inyecten cosas radioactivas, y si es así, pues ojalá las pueda eliminar... lo que tengo muy claro... no me voy a operar, me niego rotundamente. Buscaré alguna alternativa... mientras, tomar agua, dormir sentada, comer ligero y espero que este maldito dolor físico, emocional y espiritual me deje dormir aunque sea unas pocas horas.

Extraño a mi México... si, ya sé... me quise ir,... pero es de sabios cambiar de opinión... no sabe uno lo que tiene hasta que lo pierde.

miércoles, septiembre 06, 2006

Feromonas?

*** Deliberadamente sin tildes ***

El fin de semana estuvo demasiado tranquilo. El faraon y yo descansamos a pierna suelta para el lunes darle a la empacada (fue festivo por estos lugares). Si, nos vamos este fin de semana que viene a mexicalpan de las garnachas de vacaciones (espero que AMLO haya quitado su tiraderito y que las aguas esten mas tranquilas).

Mientras tanto, regrese ayer a Nueva York para seguir "apoyando" al contralor corporativo mientras se mudan a las nuevas oficinas de quella otra ciudad. El caso es que esto esta demasiado tranquilo, despues de los pasados dias moviditos, esto me esta dando flojera.

Ultimamente me he percatado de algunas cosas, que a lo mejor anteriormente no me eran notorias o tal vez, y como siempre fui un despiste, nunca me habia dado cuenta.

El caso es que estos dias, hombres me han parado en la calle (completamente desconocidos) a sacarme platica. Me pregunto si estoy emanando feromonas de alguna extrania naturaleza o si los hombres ultimamente son victima de alguna extrania infeccion contagiosa que les genera calentura, o que. Es curioso, porque cuando uno andaba soltera, veian soltera y corrian en direccion opuesta, y ahora que soy casada "o propiedad privada" como algunos le llaman al matrimonio, he aqui una serie de seres que de la nada han estado cruzando mi camino como abejorros en la miel.

Pero sin duda parece una de esas jugarretas de la ley de Murphy (o como se escriba). Recuerdo cuando tenia platicas con una de mis tias favoritas, desde la adolescencia solia ser mi confidente, le platicaba de muchachones que me gustaban, ella me daba consejos, etc. Hasta que se caso y la vida con los ninios le hacian la vida un tanto ocupada y ya no teniamos tiempo para esas cosas.

Sin embargo me llegan los recuerdos de aquellos dialogos de la clasica adolescente consternada:


N: tia, yo creo que al paso que voy, estoy quedadisima
T: caaalmate
cuarentona, si estas rete chiquilla, ya veras... las cosas cambian
N: pero
pues ni pegue ni nada, todas mis amigas de la secundaria tienen novio y yo no
T: lo que pasa es que no son muchachos serios, por eso no te han buscado,
pero ya veras
N: y luego con papa tan celoso, voy a quedar igual que la otra
tia... solterona y amargada
T: no no no, lo que tienes que hacer es dejarte
de preocupar... mira, si estas buscando, ellos lo notan y se te alejan... y si
no los pelas, ellos vienen solitos
N: ok...

Despues de aquella conversacion, que con el tiempo olvide, di con algunos tropiezos... unos provocados por mi misma, otros se los endoso al destino.

Y me estaba llegando a la mente otras vivencias derivadas de mis visitas con una psicologa, que yo creo que mas que orientarme, me dio una mega-desorientada, y bueno, creo que yo no era lo suficiente madura para poder distinguir lo que verdaderamente era bueno para mi, sino que seguia ciegamente sus consejos.

Ella nos sugirio a una amiga y a mi, que fueramos a una platica de dos renombradas "doctoras", que hablarian de las relaciones amorosas. El titulo era algo asi: "Las once reglas del cortejo". Se resumia al arte del buen ligar.

Nos habiamos quedado de ver en aquella casona en Polanco, pero mi "amiga" me dejo plantada. Asi que ya ahi, me dije que pues si ya habia llegado, pues que por lo menos la pasara bien, de algo tenia que servir.

Comenzaron con hacer que el grupo de aquellas mujeres (mas de 30 personas, de diferentes edades fluctuando de los 17 a los 60) nos conocieramos entre si. Asi que hablamos con la vecina del lado derecho por 5 minutos y con la del lado izquierdo por otros 5 minutos.

Despues, nos pasaron un video del origen de la mujer, de como nos dimos desde la fecundacion, el desarrollo de nuestros organos, hasta el nacimiento, seguido de la pubertad, madurez y emociones.

Luego, nos dieron una platica de las 11 reglas del cortejo, que se resumian en los clasicos consejos de las abuelitas:

No le hables por telefono, que el te hable y si te habla, dejalo picado... unos cinco minutos y se tu la primera en colgar.

No pagar las cuentas, que el sea el que pague.

No enredarse con hombres casados.

No tener relaciones sexuales hasta despues de conocerlo al menos un mes (claro que ideal dijeron que fuera un anio o hasta despues del matrimonio).

Las otras no recuerdo bien, pero hablaron de la autoestima y esas cosas y cerraron con broche de oro hablando de las feromonas. Si, aquellas que despide uno en la epoca de fertilidad y a las que el hombre se siente atraido. Despues nos mostraron unas botellitas con fermonas humanas y nos explicaron como utilizarlas.

Yo ni idea tenia que terminaria siendo una vendimia de perfumes y feromonas.

Una de las personas que conoci, fue aquella dulce muchachilla, no recuerdo su nombre de momento, porque desafortunadamente perdimos contacto. Era de mi edad y divorciada. Tenia un bebito con sindrome de down.

Asi que nos dijimos, bueno... que es lo peor que pueda pasar, que no funcione. Asi que dispuesta a intentarlo todo, compre la botellita de feromonas, lo mezcle con mi perfume siguiendo las instrucciones e hice mi experimento.

Una tarde estaba deprimida, creo que iba con mi hermana o alguna amiga... ese dia ni maquillaje, ni "vestida para matar", ni nada por el estilo. Sali al centro comercial, creo que iba en mezclilla o pants, y antes de salir de casa me puse aquella mezcla, incredula.

A unos cuantos pasos en aquel retacado centro comercial, la persona que iba conmigo y yo empezamos a reirnos, alegando que funcionaba!. Lo malo es que no nada mas muchachillos guapillos, sino tambien lava coches, barrenderos, y pues ya sabras "mamaciiitaaaaa" y la sarta de vulgaridades que le gritan a uno en la calle.

En una ocasion, cuando mi madre encontro la botellita vacia de feromonas (parecia una de esas ampolletas de inyecciones), me dijo que si se la regalaba. La botellita estaba seca y vacia, y puso su perfume favorito ahi, para no cargar su botella. Se fue a sus negocios.

Regresando estaba totalmente sorprendida y estupefacta por las reacciones de los hombres con los que normalmente trabajaba en aquellas oficinas. Todos, todos, le habian hecho algun piropo.

Pero bueno, esa fue la de las feromonas. Yo termine acabandome la botella, hastiada de los esperpentos que se me acercaban y desilusionada nuevamente de mi triste suerte. Los muchachos que me atraian, tenian ojos para alguien mas.

De las reglas del cortejo, creo que rompi todititas al menos una vez. Hablaba horas y horas, soy un cotorro en potencia cuando me lo propongo, pague alguna cuenta, ... si, si si... todas... (ah! pero nunca quise experimentar en cabeza ajena!) y si, lo confieso, sali con un hombre casado... que me sirvio para corroborar lo que ya sabia y que todos me decian:
los hombres casados solo piensan en ellos, son egoistas y nunca, nunca dejan a la mujer.

Pero bueno, ese sera tema para otro post.

sábado, septiembre 02, 2006

Mucho Ojo

Bien hicieron aquellos anuncios de Mucho Ojo, cuídate a tí mismo, etc...

El jueves regresando de cenar con el Guajolote en un restaurante de carnes en el corazón de NY, caminé de regreso a mi hotel, a unas 6 cuadras de ahí. Decidí caminar un poco más para bajar la cena, así que sin rumbo fijo y sin querer, llegué a la 47 y había vallas y "n" policías.

Habían bloqueado aquella calle. Les pregunté qué había pasado, a lo que contestaron que estaban los MTV video music awards en precisamente Rockefeller Center. Así que le dí las gracias por la respuesta y crucé la calle. Luego, mientras le hablaba al faraón por el celular, y haciéndome la invisible, me colé por aquella calle y llegué justo a la alfombra roja, donde algunas personas se tomaban fotografías y esperaban ver a alguien.

Ahí me quedé con cámara en mano para ver si pescaba alguna foto para el recuerdo, de alguien famoso. Un amable boricua que estaba a cargo, me dejó tomarme unas fotos en la alfombra roja.

Esperé como media hora, los policías comenzaban a correr gente, mientras tanto, el boricua aquél se me acercó y me preguntó si estaba sola. Grave error. Le dije que sí, y luego comenzó la conversación:

B: Where are you from?
N: Mexico City
B: Ah!! mexicana, yo soy de Puerto Rico
N: qué bien!
B: vente! ven a tomarte fotos, las que quieras
(tomándo mi mano, que deslicé inmediatamente para zafarme)
N: ok, no quiero que te metas en problemas por dejarme entrar aquí
B: no te preocupes, yo trabajo aquí para el gobierno de NY y me encargo de este tipo de eventos
(por un hueco, logro tomar fotos del final del evento, en realidad todo había terminado y dudo que hubiese alguien famoso)
N: gracias
B: casada o soltera?
N: casada
(boricua con cara de descepción)
B: vente, estás conmigo, vente, (colándome a Rockefeller Center)
B: bueno, no importa, podemos ser amigos, quieres un traguito? quieres venir a la fiesta privada? puedes conocer a muchos famosos
N: no sé... mañana trabajo
B: mira, (acercándose demasiado a mí, invadiendo mi espacio vital y comenzando a tratar de tocar mi cintura, cadera, etc) la verdad es que estoy muy interesado en tí
N: pero soy casada!!!
B: sí ya sé, ya sé, pero te quiero invitar, vendrías a bailar conmigo?
N:de hecho, ya es tarde, tengo que regresar al hotel
B: en dónde te estás quedando?
N: (mintiendo sobre el verdadero hotel) en el "xxagrega nombre aquíxx"
B: ándale, mira, vamos un ratito, tomas fotos, la pasamos bien, bailamos y luego si todavía te quieres ir, tu te vas.
N: mmmmhhh gracias, pero es noche
B: ándale, vente conmigo, mira,
(no me dejaba ir, la gente pasaba y lo saludaba muy cordialmente, clásico hombre de chispa, carismático... )
N: soy casada!!!!
B: sí, lo sé, lo sé (tocando mi barbilla ya ligando deliberadamente)
N: agradezco la invitación pero no puedo (caminando de un lado a otro, jalándome, para según él decir que había alguien famoso que saldría por el otro lado)

Todo aquello comenzó a hacerme sentir sumamente incómoda. No dejaba de pensar en la forma de zafarme de él, sin ser grosera y sin que me siguiera a mi hotel. Además, ya estaban quitando las vallas y definitivamente no saldría nadie famoso por ahí. Sería alguno de los organizadores, pero lo único que verdaderamente se veía, es que estaba de calufo.

Recuerdos de situaciones pasadas pasaron por mi mente a mil por hora y en fracciones de segundo, donde yo misma preguntaba y me respondía:

"Acuérdate lo que te dijo la psicóloga aquella, violaron a una de sus pacientes en NY y el tipo parecía de lo más decente..."
Imágenes de la cara y labios de mi bella madre "nadie te ofrece algo a cambio de nada"
"Y si voy un ratito?, nooo... estoy loca, seguro este tipo quiere algo"
"Ya sé, le voy a tomar una foto a él, y si algo pasa, lo denuncio"
"No chamaca, estás loca... no creo que te lleve a una fiesta privada, será privada pero sólo para él, qué artistas ni qué nada"

Boricua interrumpiendo mi diálogo neuronal:

B: qué estás pensando, dime,
N: soy casada y esto no es correcto
B: estás sola, estoy sólo, nadie nos ve, nadie sabe
N: pero yo sé, con eso basta... es tarde, me tengo que ir
B: ok dime una cosa... si fueras soltera, irías conmigo?
N: Claro! (en tono efusivo, para subirle la autoestima)
B: me encuentras atractivo? te parezco guapo?
N: si, claro claro (se veía bien vestido, pero de eso a guapo, atractivo, tal vez para alguien más, pues el tío no es mi tipo)
B: Mira, vamos, o me voy solo.
N: agradezco la invitación, pero me tengo que ir.
B: ok, no hay problema, mucho gusto en conocerte (apretándo firmemente mi mano mientras se despedía)
B: déjame decirte, eres una buena mujer... una buena persona
N: gracias, bye

Logré tomarle una foto, sólo por si acaso. Así si me seguía al hotel o algo pasaba, tenía al menos su foto, pues me dijo su nombre, que para variar, soy pésima, nunca recuerdo los nombres...

En esta ocasión le hice caso a la razón, nada merece la pena por este tipo de riesgos. Tal vez si hubiera ido con él habría conocido a alguien, tomado fotos... pero tal vez habría aparecido violada o desaparecida. Además... volviendo a esas imágenes y diálogos mentales... nadie te ofrece algo a cambio de nada.
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