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jueves, septiembre 15, 2005

Lo tradicional

en cuestión de platillos y bebidas, siempre fue de mi agrado. Detesto sobre manera el que por cuestiones mercadológicas distorsionen el concepto de las cosas.
A qué viene éste pensamiento... Esta mañana saliendo del hotel pasamos a una cafetería. Siempre fui adicta al café, ahora lo tomo descafeinado... pero mi favorito siempre fue el cappuccino.
Resulta que el concepto que yo tengo de un buen café cappuccino es el de uno que ahora llaman "late", estos gabachos de verdad que distorsionan todo. Según ellos el cappuccino contiene "shots" de expreso y sólo la espuma de la leche... Así que tomo el vaso de carton, para mi sorpresa, parece vacío, no pesa nada. Lo abro me percato de que 3-4 partes del vaso no contienen líquido alguno.
A lo mejor siempre tengo mayores expectativas en todo, o soy muy exigente... pero el cappuccinno que yo conozco es la concentración de café al fondo, leche servida con cuidado para no mezclarla con el café, y en el tope, la espuma resultante de la vaporización de la leche, claro que si no es para llevar, se sirve en un vaso transparente en donde ves la diferencia entre el café, la leche y la espuma.
En fin, otra de mis obsesiones-compulsiones... tal vez (bueno, estos tipos a la perfección le llaman "obsesivo-compulsivo".
Lo bueno es que me salí con la mía porque le dije al tío que antes de poner la espuma, ésta vez sirviera la leche. No me iba a pasar lo mismo de ayer.

1 comentario:

Asturcon dijo...

Es el sistema llamado "gato por liebre" o el como inventar sistemas para cobrarte por lo que no te dan.

En mi pueblo siempre lo llamaro "estafar al consumidor" en la economia neoliberal estadounidense lo llaman "libertad empresarial". Igual que es "libertad empresarial" cobrar $20 por una botella de agua tras el paso de un huracan y bajo leyes de emergencia.

Un saludo

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